Respuesta del GPM del 15/12/03:

Estimado Sr. Rojas:

No es nuestra intención eternizar una discusión sobre lo que, de forma particular, usted o nosotros entendemos por “salario relativo”, porque de lo que se trata es de definir de forma general el concepto que encierra dicho vocablo.

El significado del fonema “relativo” supone la proporción de una cosa, elemento o categoría teórica (algebraica, matemática, económica, etc.) respecto de otra. Por ejemplo 4/2 es la forma de la división según la cual la cifra 4 se relativiza en 2 o se expresa en términos de la cifra 2, cuyo resultado matemático es 2, que, a su vez, es la proporción de cuatro contenida en una de sus 2 partes. A la inversa, la forma relativa 2/4 relativiza la cifra 2 respecto de 4, que da por resultado 1/2, donde 1/2 es la proporción de 2 que hay contenida en una de sus 4 partes. En economía política, si se quiere saber, por ejemplo, cual es la mayor diferenciación salarial entre los trabajadores de una empresa mexicana respecto de una empresa española, sabiendo que el salario medio en la primera es de 7.000 pesos y en la segunda de 1.200 Euros y, además que, en la primera, la desviación o varianza típica de los salarios respecto de la media es de 500 pesos, mientras que en la segunda es de 240 Euros, la dispersión o diferenciación salarial de los trabajadores de la primera dará un coeficiente de variación s=240/1.200 = 0,2 y la de la segunda = 500/7.000 = 0,07, de lo cual resulta que la compañía española mantiene una dispersión o diferenciación salarial mayor entre sus asalariados, que la empresa mexicana.

Así, al salario de un “trabajador”, se lo puede comparar con multitud de categorías: con el salario de otro trabajador de la misma rama y cualificación, pero de otra empresa; de distinta rama, empresa y cualificación; incluso con los salarios de otro tiempo y/o lugar. De la misma manera, la retribución de los trabajadores se puede comparar con el nivel de precios o poder adquisitivo de una determinada moneda --como ha hecho Ud.-- o según los distintos y variables valores de cambio que tienen las monedas de otros países.

Ahora bien, tal como aparece en los pasajes ya citados de: "Trabajo asalariado y capital" y "Salario, precio y ganancia", cuando Marx se refiere en esas dos obras al salario relativo (relativer Arbeitslohn), lo hace unívocamenteentendiéndolo como la relación porcentual (Cv)/(Pv) entre dos partes del valor creado en cada jornada laboral, esto es, la parte correspondiente al salario (Cv) desembolsado por el capitalista y la parte --naturalmente mayor-- correspondiente al plusvalor (Pl) que el capitalista se embolsa. Y a la inversa, toda vez que alude al plusvalor relativo (relativer mehrwert),lo define como la relación (Pv)/(Cv). En realidad, son éstas dos formas distintas de expresar el mismo concepto: la tasa de explotación o tasa de plusvalor. Lo que cambia en cada caso, es el punto de vista desde el cual se expresa el concepto, es decir, el lugar que ocupa en la relación, la parte de la jornada de labor que esrelativizada (el numerador o parte pasiva de la relación), respecto de la parte que relativiza (el denominador o parte activa).

Pero, tanto el uno como el otro componente de esta relación está históricamente en función de una "variable independiente": la fuerza productiva del trabajo social. Y Marx, al respecto, dice que, según la fuerza productiva del trabajo aumenta o disminuye en una determinada rama de la producción o empresa, disminuye o aumenta el valor de las mercancías o servicios producid@s. Pero cuando las mejoras técnicas --a instancias de la competencia-- se extienden a las ramas de la industria que fabrican las mercancías que el proletariado necesita para vivir, entonces, el valor del salario desciende (pero, "cēterus paribus" su poder adquisitivo se mantiene constante). ¿Por qué? Porque el tiempo de trabajo de la jornada de labor durante el cual los asalariados reproducen su fuerza de trabajo disminuye y, por tanto, el plusvalor aumenta.

Qué se deduce de los argumentos presentados en el párrafo anterior? Que el valor del salario, al igual que el valor del resto de las mercancías, aumenta o disminuye en relación inversa a la variación de la fuerza productiva del trabajo social, mientras que el plusvalor varía en relación directa. Así lo dice Marx en "El Capital":

<<…La misma ley de la determinación del valor por el tiempo de trabajo, que, para el capitalista que emplea el método nuevo se manifiesta en que tiene que vender su mercancía por debajo de su valor social [obteniendo sin embargo una ganancia extra a expensas de sus competidores], impele a sus rivales, actuando como ley coactiva de la competencia, a introducir el nuevo método de producción. En último término, todo el proceso sólo afecta a la tasa general del plusvalor [o tasa de explotación: (Pl)/(Cv)], cuando el incremento de la fuerza productiva del trabajo ha hecho presa en ramos de la producción, vale decir, cuando ha abaratado mercancías que entran en la esfera de los medios de subsistencia imprescindibles y constituyen, pues, elementos del valor de la fuerza de trabajo[la llamada "canasta familiar"].

<<El valor de las mercancías está en razón inversa a la fuerza productiva del trabajo. Igualmente, lo está, porque se halla determinado por valores de las mercancías, el valor de la fuerza de trabajo. Por el contrario, el plusvalor relativo está en razón directa a la fuerza productiva del trabajo. Aumenta cuando aumenta la fuerza productiva, y baja cuando ésta baja. En el supuesto de que el valor del dinero [el oro] se mantenga constante, una jornada laboral media de 12 horas produce siempre el mismo producto de valor[1] (...) cualquiera que sea la forma en que esta suma de valor se distribuya entre el equivalente de la fuerza de trabajo [salario] y el plusvalor. Pero si a causa del aumento en la fuerza productiva el valor de los medios de subsistencia diarios y, por tanto, el valor medio de la fuerza de trabajo cae (...), el plusvalor aumentará (...) Por tanto, el impulso inmanente y la tendencia constante del capital son los de aumentar la fuerza productiva del trabajo para abaratar la mercancía [fuerza de trabajo o salario] y, mediante el abaratamiento de la mercancía, abaratar al obrero mismo" (K. Marx: "El capital" Libro I Cap. X. Lo entre corchetes es nuestro)

Como podrá deducir leyendo con atención este párrafo por lo que en sí y por sí dice con toda claridad --no por lo que usted quisiera que diga-- la inversa del plusvalor relativo es el "salario relativo". En efecto, si el plusvalor relativo es = (Pv)/(Cv), el salario relativo debe ser = = (Cv)/(Pv). Esta definición del "salario relativo" que en "Salario, precio y ganancia" aparece explicitada, en "El Capital" está implícita y se deduce de la explicación del "plusvalor relativo" como su inversa.

En cuanto a que el valor del oro (que en aquél entonces, al mismo tiempo que mercancía era dinero) o la cantidad de dinero fiduciario permanezca constante, éste es uno de los supuestos metodológicos que introduce Marx para estudiar el sistema capitalista en una situación irreal de equilibrio, esto es, en su forma más pura, que es donde las leyes internas de la esfera productiva actúan sin la incidencia de factores (de la esfera de la circulación) perturbadores por ser ajenos a ella, como lo que sucede con la competencia, los precios (incluida la tasa de interés), las variaciones en la cantidad de dinero fiduciario, etc., factores todos queimpiden al investigador observar cómo esas leyes fundamentales actúan y se imponen con férrea necesidad. ¿De que vale, señor Rojas, considerar los cambios en la cantidad de dinero o los precios de mercado, si a la postre la ley de la acumulación pone todas estas cosas en su sitio?

Por ejemplo, la cantidad de dinero-papel; supongamos que esta pura y simple representación de valor aumenta al doble. Si semejante incremento no se corresponde con un incremento adicional de valor real equivalente en el mercado, este exceso de dinero o valor ficticio, pondrá inmediatamente en movimiento las leyes de la circulación de los valores, presionando los precios de todas las mercancías al alza, con lo que esta "ilusión monetaria" desaparecería en muy poco tiempo para dejar las cosas como estaban antes de esa movida especulativa ajena a las leyes objetivas del sistema.

Bajo condiciones de "patrón oro" o "patrón cambio oro", en que no hay prácticamente política monetaria del Estado y los bancos no pueden emitir dinero inflacionario, cualquier aumento de salarios implica un inmediato descenso en la masa de plusvalor global. En semejante contexto de la relaciones económicas de clase, las cosas parecían meridianamente claras. Una de las "razones" por las cuales la burguesía internacional abandonó el patrón oro, fue para poder ocultar estas relaciones tras el velo monetario de la emisión inflacionaria de dinero, además de postergar las crisis integrando consensualmente los asalariados al sistema.

¿Para qué sirve, pues, su concepto puramente monetario de "salario relativo" como relación entre el salario nominal y la cantidad de dinero en circulación, si no es para introducir más confusión de la que ya hay entre los explotados respecto de estos asuntos, señor Rojas?

¿Por qué Marx se centró en el concepto de salario relativo como relación entre el salario real y el plusvalor? Porque su método científico le condujo por la línea de investigación tendente a determinar en qué acaba la lógica de las leyes objetivas del capitalismo, que determinan el proceso de variación histórica relativa entre los componentes de esta relación fundamental llamada "salario relativo" o "plusvalor relativo", motorizado por el desarrollo de las fuerzas productivas que opera los inevitables cambios en la distribución del valor global producido, entre el conjunto de la burguesía y el conjunto del proletariado, históricamente en perjuicio de éste[2].

La economía política como ciencia, es la que, desde Adam Smith hasta que la burguesía convirtió esta ciencia en una técnica sin objeto[3], tiene por objeto de estudio "la producción, distribución, circulación y consumo de la riqueza". Aunque lo haya expresado contradictoria y erróneamente, Adam Smith coincide con Marx en que la primera y fundamental distribución, es la que se opera en la esfera de la producción de valor entre el conjunto de la burguesía y el conjunto del proletariado, que es lo que da pábulo a los conceptos de salario y plusvalor, así como a sus mutuas y alternativas relaciones denominadas plusvalor relativo y su inversa, el salario relativo que es en torno a las cuales se generó esta pequeña polémica entre usted y nosotros.

Después, en un segundo momento, el de la circulación, a instancias de la competencia y los intercambios en el mercado, es donde y cuando las distintas fracciones de la burguesía proceden a repartirse ese plusvalor global. Allí, en el mercado, en la esfera de la circulación, es dónde y cuando se opera esa redistribución del plusvalor. En este contexto real de la economía de un país cualquiera, supuesta una situación en que todos los empresarios de un país deben acudir a sus respectivos bancos que, a su vez le otorgan los créditos respectivos para hacer frente a unas --también supuestas-- demandas salariales efectivas por parte de sus trabajadores. ¿Cuál es la consecuencia inmediata de esta movida? Que, por una parte, los trabajadores cuentan con un mayor poder de compra; pero, por otra, los empresarios cargan inmediatamente estos costes salariales a los respectivos precios de sus mercancías producidas. ¿Cuál sería la consecuencia casi inmediata de esta redistribución a favor de los asalariados a instancias del aumento en sus salarios nominales? Que el nivel general de precios aumentaría en la misma proporción en que habían aumentado los salarios, de modo que al poco tiempo, cuando los asalariados van a hacer sus compras, se dan cuenta de que ese aumento en el poder adquisitivo de sus salarios se ha esfumado, dejando sus "salarios relativos" (en realidad salarios reales) al mismo nivel que antes de todo este movimiento de salarios, masa de circulante y precios de mercado.

Otras serían las condiciones, si el medio de cambio no fuera el dinero fiduciario o dinero papel, sino el dinero mercancía o el régimen de "patrón cambio oro", porque bajo estas dos últimas condiciones, los cambios en lo que usted llama "salario relativo" que, en realidad es el salario real, sólo podría darse a raíz de cambios operados en la economía real, esto es, por vía de un descenso o aumento en los salarios nominales, por una extensión o acortamiento de la jornada laboral, por aumento o disminución en el grado de intensidad del trabajo, o por una combinación en estos tres factores que operan cambios en la tasa de explotación. Nada más. En ningún caso por movimientos en la esfera de la circulación, esto es, por el recurso a la emisión inflacionaria de dinero, sea de origen estatal o privado, dado que estos regímenes --sobre todo el primero-- garantizan que por cada unidad de cuenta en dinero circulante, exista su equivalente en mercancías.

Bajo semejantes condiciones en el mercado monetario, la confusión teórica entre "salario real" y "salario relativo" sería prácticamente imposible. Fíjese lo que dice al respecto de esto último otro célebre clásico de la economía política: David Ricardo, muy conocido entre los especialistas en la materia pero que han preferido olvidarse de él porque no conviene. Se trata de un pasaje de Marx correspondiente a los manuscritos de 1863 preparatorios de su obra central "El Capital", donde glosa los argumentos de Ricardo atribuyéndole todos los méritos de haber presentado y desarrollado todo lo que contiene el concepto de salario relativo. En este glosario, tras explicar que la magnitud de valor contenido en cada mercancía se divide entre la parte (salario) que el capitalista paga a sus trabajadores y la otra, que el se reserva para sí, Ricardo, a través de Marx, dice lo siguiente:

<<…Por consiguiente, salario y plusvalía --estas dos categorías en que se divide el valor de la mercancía o el producto mismo-- no sólo se hallan, pues, en razón inversa entre sí, sino que el prius, lo determinante [en la relación social entre patronos y obreros], es el movimiento de los salarios. El alza o la baja de estos, provoca el movimiento inverso en lo tocante a la ganancia (plusvalía)[4]. El salario no aumenta o disminuye porque baje o suba la ganancia (plusvalía), sino al contrario: la plusvalía (ganancia) sube o baja porque disminuye o aumenta el salario. (son los burgueses quienes viven a expensas de los asalariados, no al revés) El plusproducto (debiera decir plusvalía) que queda después de cubrirle a la clase obrera la parte que se le asigna de su propia producción anual constituye la sustancia de que vive la clase capitalista.

Puesto que el valor de las mercancías se determina por la cantidad de trabajo contenido en ellas y el salario y la plusvalía (ganancia) no son otra cosa que (las) partes en que dos clases[...] se reparten entre sí el valor de las mercancías, es evidente que, aunque el alza o la baja del salario determine la tasa de plusvalía (ganancia), (esto) no afecta al valor de la mercancía o price (como expresión monetaria del valor de las mercancías). La proporción en que una totalidad [de valor creado] se reparta entre dos copartícipes, no hace que la totalidad aumente o disminuya. Constituye, pues, un falso prejuicio, el que el alza de los salarios eleve los precios de las mercancías; lo único que hace, es reducir la ganancia (plusvalía)...>> (K. Marx: "Teorías sobre la plusvalía" Cap. XV Punto 4: Plusvalía relativa. El análisis del salario relativo, mérito científico de Ricardo)

Esto fue escrito en 1817. Sin embargo, la mentira sobre la que cabalga ese chantaje permanente a la clase obrera mundial llamado "moderación salarial" para evitar que "se disparen los precios, sigue teniendo una terrible eficacia. ¿Por qué? Porque la verdad sobre el concepto de "salario relativo" está enterrada bajo toneladas de inmundicia ideológica que la burguesía nos hace tragar todos los días, como que el "salario relativo" baja porque aumentan los precios, cuando quienes hacen que los precios aumenten son ellos.

Esto prueba:

  1. que la metodología de investigación empleada por Marx en los dos primeros libros de su obra fundamental --consistente en hacer abstracción de todo lo que ocurre en la esfera de la circulación de valores (mercantiles, monetarios, bursátiles, movimientos de precios, tasa de interés, competencia, luchas entre obreros y patronos, etc.) por ser estos movimientos irrelevantes a los efectos de descubrir las leyes internas del sistema que operan y se imponen "con férrea necesidad" en el modo de producción capitalista-- es científicamente correcta. y,
  2. que usted ha venido insistiendo en su equivocación, inducida por las formas aparentes de la realidad, en que, por otra parte, pretenden reafirmarse --para reafirmar a la burguesía que les mantiene-- todos los apologetas teóricos del sistema.

Estos defensores interesados del capitalismo --que abundan entre el "periodismo especializado" que mayor contacto mantiene con "los ciudadanos de a pie"--, cuando hablan de “salario relativo” sólo suelen referirse a ésta categoría como la variabilidad que experimenta el salario a lo largo del tiempo en función de su poder adquisitivo. Pero en realidad esto no es mas que el salario real. Real, porque la expresión monetaria del salario o salario nominal, puede ser la misma, pero su poder adquisitivo puede cambiar con el tiempo. Esta forma equívoca de hablar por parte de quienes están al servicio del sistema --no todos, por cierto-- obedece no precisamente a la casualidad, sino al hecho de que no pueden comparar al salario con el plusvalor, como debiera hacerse procediendo científicamente. Y no pueden hacerlo, porque sería como "hablar de la soga en casa del ahorcado"; porque procediendo científicamente, diciendo la verdad, condenarían el sistema capitalista a la pena capital. Por la sencilla razón de que el concepto de “salario relativo” --no como usted se afana en entenderlo-- pone de manifiesto el carácter explotador de la relación entre capitalistas y obreros, dice explícitamente lo que los patrones pagan al asalariado y lo que éste produce realmente, de ahí que Rosa Luxemburgo entendiera la lucha por el “salario relativo” como el "asalto subversivo al carácter mercantil de la fuerza de trabajo".

En cualquier discurso o texto escrito sobre otros tantos temas u objetos del conocimiento, como es el caso de la economía política, las expresiones que denotan conceptos deben ser unívocas y omnicontextuales, es decir, no deben ser equívocas, ni en una parte del discurso dárseles un significado distinto que en otras. Por responsabilidad intelectual y social, en nuestro documento divulgativo que ha dado origen a nuestro cambio de razonamientos: “Salario real y salario relativo”, así como en la totalidad de documentos publicados en nuestro "website, nos hemos atenido a los conceptos presididos por la lógica de los hechos económicos bajo el capitalismo, expuestos, en este caso, por Marx, avalados por los continuadores del materialismo histórico. E Insistimos, salario relativo es el concepto que comprende y explica la relación existente entre la parte de la jornada de labor cuyo valor es el equivalente a los medios de vida del asalariado, y la parte que el capitalista se apropia.Esta relación se puede expresar de varias maneras: en tiempo, es decir, entre el tiempo de trabajo necesario y el excedente; en valor monetario, o sea, entre el salario y el plusvalor; finalmente como la inversa del plusvalor relativo. Pero nunca entre el salario nominal y el nivel de precios provocado especulativamente. Porque este concepto de "salario relativo" es ficticio y metodológicamente acientífico.

Por disparatado que parezca, el poder de la burguesía radica exclusivamente en su capacidad para trasladar su concepción del mundo a la conciencia de los asalariados. Ellos saben que este poder es estratégicamente decisivo, imposible de sustituir por el más poderoso aparato militar imaginable. Y dado que tras la publicación de "El Capital" se han quedado desprovistos de razón histórica que justifique su modo de vida todavía dominante, hacen lo imposible para que se imponga el principio activo de la publicidad, donde lo verosímil es más importante que lo verdadero, de modo que las cosas no valgan o dejen de valer por lo que en realidad son, sino por lo que la gente pueda llegar a creer que son. Y esto de confundir el salario relativo con el salario real pasa por este arte de hacer pasar lo verosímil por verdadero.

Si los medios de comunicación masivos y la industria editorial del sistema no fueran otras tantas fuentes de acumulación de plusvalor y de control ideológico y político de las mayorías;si existiera una literatura y un periodismo realmente libres; si quienes estamos en la tarea de desmistificar la realidad social tuviéramos los medios adecuados para explicar con exactitud y profundidad el significado de expresiones tales como salario relativo, la conciencia de explotados como nosotros --y como se supone que es también su caso-- sobre la realidad que vivimos pensando y creyendo que es otra inexistente, sería muy otra, hasta el punto de hacer peligrar la continuidad del capital en las condiciones de estabilidad política que hoy goza, especialmente en el llamado primer mundo.

De ahí que los materialistas históricos estemos obligados, siendo rigurosos, a redoblar los esfuerzos en combatir el engaño al que nos tiene sometidos la burguesía a instancias de la intelectualidad venal. Precisamente uno de nuestros objetivos como grupo, es intentar introducir claridad en el mar de confusión por el que --como la mayor parte del tiempo en la historia-- ha venido navegando sin timón la lucha de los explotados.

Hasta tal extremo tienen colonizado nuestro pensamiento, que --según hemos podido verificar atendiendo ya innumerables inquietudes como la suya-- hay quienes resistiéndose no ya a pensar de otro modo, sino a contemplar el pensamiento ajeno al suyo, llegan al extremo de levantar los mismos argumentos tantas veces como se les han echado abajo poco menos que con evidencias. El suyo es uno de esos tantos casos. ¿Se ha dado cuenta, señor Rojas?

Porque ahora resulta que parece usted tan convencido de tener toda la razón, hasta el punto de que en su última carta, en lugar de haber prestado la debida atención a nuestros argumentos, apeló al recurso de su condición de residente en Alemania para corrernos con la vaina de que estamos siendo víctimas de malas traducciones de los textos de Marx del alemán al castellano. Aquí tiene usted la versión original del alemán de los pasajes que le hemos literalmente trascripto en nuestra carta anterior, citados de las respectivas traducciones al español por parte de las siguientes fuentes editoriales: "Lenguas extranjeras", "Fondo de Cultura Económica" y "Siglo XXI". Estamos interesados en saber cual es la versión que Ud. nos puede ofrecer de su propia traducción para publicarla en nuestro website. Nosotros la hemos hecho y, en lo fundamental, pudimos confirmar que son fieles al discurso de Marx: la primera del original inglés traducida al alemán, y la segunda del original alemán:

<<…Infolge der vermehrten Produktivität der Arbeit könnte dieselbe Durchschnittsmenge der täglichen Lebensmittel von 3 auf 2 sh. sinken, oder es wären bloß 4 statt 6 Stunden des Arbeitstags erforderlich zur Reproduktion eines Äquivalents für den Wert der täglichen Lebensmittel. Der Arbeiter würde nun befähigt, mit 2 sh. ebensoviel Lebensmittel zu kaufen, wie früher mit 3 sh. In der Tat wäre der Wert der Arbeit gesunken, aber dieser verminderte Wert würde dieselbe Lebensmittelmenge kommandieren wie früher. Dann würde der Profit von 3 auf 4 sh. steigen und die Profitrate von 100 auf 200%. Obgleich der absolute Lebensstandard des Arbeiters derselbe geblieben wäre, wäre sein relativer Arbeitslohn und damit seine relative gesellschaftliche Stellung, verglichen mit der des Kapitalisten, niedriger geworden. Sollte der Arbeiter dieser Herabsetzung des relativen Arbeitslohns widerstreben, so wäre das bloß ein Versuch, sich einen gewissen Anteil an der Vermehrung der Produktivkraft seiner eignen Arbeit zu sichern und seine frühere relative Stellung auf der gesellschaftlichen Stufenleiter zu behaupten.>> (Karl Marx: "Lohn, Preis und Profit"

Salvo el original, escrito Londres el 26/06/865 y publicado por primera vez en lengua inglesa bajo la forma de folleto en 1898, naturalmente todas las versiones alemanas de esta obra son traducciones. Nosotros hemos confrontado dos de ellas y coinciden bis a bis.

<<…Aber weder der nominelle Arbeitslohn, d.h. die Geldsumme, wofür der Arbeiter sich an den Kapitalisten verkauft, noch der reelle Arbeitslohn, d.h. die Summe Waren, die er für dies Geld kaufen kann, erschöpfen die im Arbeitslohn enthaltnen Beziehungen.

<<…Der Arbeitslohn ist vor allem noch bestimmt durch sein Verhältnis zum Gewinn, zum Profit des Kapitalisten - verhältnismäßiger, relativer Arbeitslohn.

<<…Der reelle Arbeitslohn drückt den Preis der Arbeit im Verhältnis zum Preise der übrigen Waren aus, der relative Arbeitslohn dagegen den Anteil der unmittelbaren Arbeit an dem von ihr neu erzeugten Wert im Verhältnis des Anteils davon, der der aufgehäuften Arbeit, dem Kapital, zufällt.>> ("Lohnarbeit und Kapital" Ed. "Neue Rheinische Zeitung" Nº 264 vom 5. April 1849)

Un saludo: GPM

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[1] La diferencia entre el "producto de valor" y el "valor del producto", está en que el primero es el valor agregado al producto por el trabajo, mientras que, el segundo, es este "producto de valor" más la suma del valor de las materias primas y auxiliares y la amortización del capital fijo.

[2] Por si fuera de su interés o curiosidad saber en qué acaba esta lógica de la acumulación capitalista, pensamos que puede usted ahorrarse tiempo y esfuerzo utilizando el siguiente atajo: http://www.nodo50.org\gpm\ff_pp_tasa_ganancia\00.htm . Ésta es, precisamente nuestra tarea. Pero sólo para que sirva de estímulo a que nuestros lectores recorran el camino hecho por Marx, según nuestra máxima de abrevar en las fuentes originales de cualquier línea de pensamiento históricamente determinado.

[3] Entendida como "la adecuación de medios escasos a fines múltiples", se trata de una "economía" sólo consistente en alcanzar el rendimiento óptimo a la explotación de unos determinados recursos. De este modo, puede haber una economía del lenguaje, una economía industrial, una economía agrícola ecológica, donde lo estrictamente económico-social, desaparece como objeto de estudio.

[4] En realidad, el valor de la mercancía no sólo está determinado por el trabajo vivo de los asalariados que contiene las dos partes del producto de valor que se reparten obreros y patronos, sino por el valor de las materias primas y auxiliares, más la proporción del valor contenido en el capital fijo que por desgaste se traslada a ese producto de valor creado por el trabajo de los obreros, cosa que pasó desapercibida, tanto Para Ricardo como para A. Smith y demás clásicos de la Economía política. Por eso también Marx, aunque respeta el textualmente a Ricardo, al lado de ganancia agrega entere paréntesis el vocablo "plusvalía", dado que la confusión de Ricardo respecto de estas dos categorías, se explica por el hecho de omitir hacer formar parte del valor de las mercancías al trabajo pasado o muerto incorporado a los medios de producción. Confundiendo, por tanto, también, tasa de plusvalor con tasa de ganancia.