Ejemplos de trabajador productivo inmaterial

Imaginemos a un maestro de escuela que saca la quiniela y decide realizar el sueño de la escuela propia. Deberá adquirir un edificio, mesas, pupitres y demás materiales necesarios para la enseñanza. En suma, todo lo que se entiende por medios de trabajo. ¿Dónde se localiza la materia prima objeto del trabajo educativo? En la naturaleza humana. En este caso, a diferencia de industrias como la extractiva que está en la tierra, la materia prima de la enseñanza se encuentra en la mente inculta de los alumnos. Algo que al capitalista de la enseñanza -como al empresario de la minería- le resulta completamente gratis, ya que no le exige ningún adelanto en capital circulante, si se exceptúan algunos útiles escolares, papel, materias auxiliares como el combustible para calefacción o ciertos líquidos de limpieza:

< <En la industria extractiva, por ejemplo, en las minas, las materias primas no forman parte del adelanto de capital. El objeto de trabajo no es aquí producto del trabajo precedente, sino gratuito obsequio de la naturaleza- Así ocurre con los minerales metalíferos, los minerales en general, la hulla, la piedra, etc. El capital constante se compone aquí casi exclusivamente de medios de trabajo... »(K.Marx: "El capital" Cap. XXII punto 4 en el tercer y cuarto párrafos correspondientes a la 3ª y 4ª ediciones. Citado en la versión crítica de P. Scaron publicada por Siglo XXI Tomo 2)

Como parte de su nuevo proyecto de vida, nuestro maestro vocacional convertido en empresario de la enseñanza, deberá proceder a la contratación de un número determinado de colegas suyos que pasarán ipso facto a trabajar para él con arreglo a una paga mensual de acuerdo con el estatuto del docente. Por último, hará pública oferta del servicio anunciando a los probables usuarios cuanto ha de costarles cada curso. El coste del comprador es equivalente al precio de producción del vendedor llamado "matrícula", que lógicamente incluye la parte proporcional del valor del producto para reproducir o reponer lo invertido en la atención anual de cada alumno, más una plusvalía o fondo de capital adicional disponible, de la que nuestro empresario decidirá qué parte consumirá y cuanto destinará a ampliar su capital originario.

Cierto: para que un trabajo pueda considerarse productivo, no basta con que sea útil, que su producto satisfaga una necesidad, que sea un valor de uso; tampoco es suficiente con que tenga valor, que sea una mercancía. Para que un trabajo sea productivo, además de concretarse en una mercancía, esa mercancía debe contener un plusvalor. Y aquí es completamente irrelevante que la mercancía producto del trabajo a considerar sea o no algo tangible, que se pueda ver o tocar. En el segundo párrafo de "El Capital" correspondiente al capítulo primero del libro 1, Marx lo dejo dicho con suficiente claridad refiriéndose a las necesidades asociadas a cada mercancía:

<<La naturaleza de esas necesidades, el que se, originen, por ejemplo, en el estómago o en la fantasía, en nada modifica el problema> > (Op. cit.)

En este sentido, como cualquier operario industrial en su ámbito fabril, el actor teatral ejecuta su trabajo sobre el escenario, el poeta sobre las páginas de un libro, el pintor sobre una tela y el maestro en un aula. Pero a diferencia del operario, el trabajo artístico del actor, del poeta y del pintor, lo mismo que el intelectual del maestro, no consisten en nada que sea material, porque responden a necesidades del espíritu. Son, por tanto, trabajos útiles y, como útiles que son, susceptibles de convertirse en mercancías. Para ello sólo basta con que sus propietarios decidan venderlas. Si los que venden el producto de su trabajo son los trabajadores mismos, serán meros vendedores, como es el caso del operario de sastrería que contratarnos para que nos confecciones una chaqueta. Es éste un trabajo que, desde el punto de vista de la sociedad capitalista, resulta ser improductivo. No porque su producto deje de ser mercancía -que no deja de serio- sino porque no contiene plusvalor; y esto es así porque en este último caso, el trabajo no se cambia por capital sino por un ingreso: el de los que pagan para ver al actor, para leer los versos del poeta, recrearse en la pintura o aprender del maestro; una forma de intercambio que, como vimos, se corresponde con diversos modos de producción precapitalistas, el más cercano de ellos en la historia: la producción mercantil simple. Pero si venden su capacidad de trabajo a un empresario capitalista, ya no son meros productores de mercancías, sino que, al mismo tiempo, estarán produciendo plusvalor, convirtiéndose, por ese sólo hecho, en trabajadores productivos, o sea, en proletarios. Esto es lo que Marx quiere decir cuando excluye la "determinabilidad material" del trabajo como requisito del trabajo productivo. Volvemos aquí sobre el mismo párrafo del punto 3 en "Teorías sobre la Plusvalía" donde lo dice así:

< <Estas determinaciones (del trabajo productivo) no se derivan, por tanto, de la determinación material del trabajo (no de la naturaleza de su producto ni de la determinabilídad del trabajo como trabajo concreto), sino de la forma social determinada, de la relaciones sociales de producción en que se realiza. Por ejemplo, un actor -teatral, incluso un clown, es según esto, un trabajador productivo, siempre y cuando que trabaje al servicio de un capitalista (del entrepreneur), a quien restituya más trabajo del que recibe de él en forma de salario; en cambio, el sastre remendón que trabaja en la casa del capitalista, repasándole los pantalones, se limita a suministrarle un valor de uso y es, por tanto, un trabajador improductivo. El trabajo del primero se cambia por capital (variable), el segundo por un ingreso. El primero crea una plusvalía (que es la especificidad de la sociedad capitalista), El segundo consume un ingreso (como en cualquier otro modo de producción precedente>> (Op.cit. Lo entre paréntesis en letra normal es nuestro)

También queremos insistir en la cita correspondiente al capítulo XIV de "El Capital", donde Marx nos vuelve a poner frente a su criterio de excluir la determinabilidad material del trabajo para distinguir entre trabajo productivo e improductivo:

< <La producción capitalista no sólo es producción de mercancía; es, en esencia, producción de plusvalor. El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por tanto, ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor. Sólo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el capitalista o que sirve para la autovalorización del capital. Si se nos permite ofrecer un ejemplo al margen de la esfera de la producción material, digamos que un maestro de escuela, por ejemplo, es un trabajador productivo cuando, además de cultivar las cabezas infantiles, se mata trabajando para enriquecer al empresario. Que este último haya invertido su capital en una fábrica de enseñanza en vez de hacerlo en una fábrica de embutidos, no altera en nada la relación. El concepto de trabajador productivo, por ende, en modo alguno implica meramente una relación entre actividad y efecto útil, entre trabajador y producto del trabajo, sino, además, una relación de producción específicamente social que pone en el trabajador la impronta de medio directo de valorización del capital. de ahí que ser trabajador productivo no constituya ninguna dicha, sino una maldición> > (Op.cit. El subrayado esnuestro)

En este gremio se encuadran también todos los trabajadores de las telecomunicaciones y, en parte, los empleados del correo y de mensajería. En cuanto a los trabajadores de la enseñanza a cargo de los presupuestos del Estado burgués, esta categoría de trabajadores no fue considerada por Marx debido a que en su época la enseñanza era íntegramente privada, y porque la estatalización de trabajos como éste y la sanidad constituyen excepciones históricas a la lógica del capital que las necesidades de la propia acumulación se están encargando de corregir, reconvirtiendo paulatinamente estos trabajos en fuentes de producción directa de plusvalor.

Ciertamente, los asalariados que ustedes llaman "aristocracia obrera" gozan de un mayor nivel de vida respecto de sus homólogos en los países dependientes. Pero esto también vale para el resto de las categorías laborales. Marx trata sobre este punto en el capítulo XX del primer libro bajo el titulo de "diversidad nacional de los salarios" precisando allí que la ley del valor vigente en el territorio de cualquier país, fija el desarrollo desigual de los distintos sectores de la economía nacional determinando distintos niveles salariales según las diversas comoposiciones orgánicas del capital entre distintas amas de la producción y aun dentro de una misma rama. Lo mismo ocurre a nivel internacional, donde el desarrollo desigual entre países según el diverso grado de desarrollo de las fuerzas productivas, los países más desarrollados cambian menos trabajo por más, lo cual fija la diferenciación salarial entre países pobres y países ricos. La vigencia de la ley del valor para distintas jornadas laborales nacionales, implica que la jornada laboral considerada más intensa y productiva de una nación de mayor desarrrollo de su fuerza productiva, se representa en una expresión dineraria de más poder adquisitivo que la jornada menos intensa e improductiva respecto de otra de menor desarrollo relativo Esto que la jet-set y los capitalistas dedicados al negocio de exportación e importación saben desde siempre, no deja de sorprender a cualquier trabajador del primer mundo que por primera vez pone los pies sobre un país de menor desarrollo relativo:

<<Las diversas cantidades de mercancías del mismo tipo,producidas en países diferentes en el mismo tiempo de trabajo, tienen por consiguiente valores internacionales desiguales, que se expresan en precios diferentes, o sea, en sumas de dinero que difieren según los valores internacionales. El valor relativo del dinero (expresado en oro), pues, será menor (respecto del valor de la fuerza de trabajo) en la nación con un modo capitalista de producción más desarrollado, que en aquella donde éste se haya desarrollado menos.>> (K.Marx: op.cit.Lo entre paréntesis es nuestro)

Pero, insistimos, esto vale tanto para lo que ustedes llaman "aristocracia obrera" como para el resto de los asalariados productores directos de plusvalor. Aquí y en cualquier parte del mundo. Como podrán inferir, el concepto de aristocracia obrera es tan relativo como la diversidad de ingresos entre distintos sectores de asalariados, tanto a nivel nacional como internacional.

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