LA ALTERNATIVA KAS PARA EUSKADI SUR

Tomemos ahora en consideración la propuesta básica para la negociación política que surge de la actualización de la alternativa KAS. Esta alternativa democrática de Euskal Herria, tiene dos marcos de negociación diferentes:

1) Entre ETA y el estado español; y

2) el que encuadra a todos los ciudadanos vascos en un proceso democrático "sin límites" y con la capacidad de elegir entre todas las opciones.

En el contexto del primer marco, el objetivo de la negociación política entre ETA y el Estado español consiste en lograr el reconocimiento de Euskal Herria. Para el MLNV, este reconocimiento del derecho a la autodeterminación de Euskal Herria por parte del estado español es ‘imprescindible’ para que el proceso encuadrado en el segundo marco sea realmente democrático. Pero la condición del reconocimiento implica superar la actual división territorial de los pueblos que componen el país vasco, lo cual exige que el estado español acepte la unidad territorial levantando las actuales fronteras institucionales. Por último, "la condición mínima para canalizar ese proceso democrático es que todos los ciudadanos puedan participar en él sin presión alguna. Por lo tanto, para llevar a término ese proceso democrático es imprescindible una amnistía general, posibilitando la excarcelación de todos los presos y el regreso de todos los huidos.

Bajo esas nuevas condiciones, una vez abierto el proceso históricamente encuadrado en el segundo marco, será "la sociedad vasca" quien deberá decidir democráticamente y "de forma indeleglable" qué hacer con ese derecho a su autodeterminación ya reconocido respecto de "cuándo, cómo y para qué se desarrolla", pero sin que esta decisión democrática suponga que ETA abandone "sus objetivos políticos últimos: la independencia de Euskal Herria y la lucha a favor de una sociedad basada en la justicia social".

De todo esto queda claro que, para el MLNV y más precisamente para ETA, la autodeterminación del proletariado vasco como clase, no sólo esta históricamente relegada por la previa autodeterminación nacional de Euskal Herria, sino que antes hay que conseguir que el Estado imperialista español reconozca el derecho de ese "pueblo" a la independencia político-administrativa, procediendo a eliminar las fronteras que impiden su unidad territorial. Menudas horcas caudinas.

O sea, lo que el MLNV pretende que el proletariado vasco comprenda y acepte, es que, para liberarse como clase de la explotación a que le somete el conjunto de la burguesía radicada en ese país, es necesario que antes se preste a colaborar con ella actuando como "auxiliar" en la tarea democrático burguesa de liberar políticamente del Estado español a Euskal Herria, esto es, al "pueblo" vasco.

Ahora bien, si de acuerdo con la idea predominante en el MLNV nos mantenemos en el supuesto de que la gran burguesía vasca no tiene absolutamente ningún interés en sumarse a esa tarea política emanciapadora, porque "se siente más cómoda" dentro del Estado español, lo que resta del "pueblo" o de la "sociedad vasca" además del proletariado, es la pequeña y mediana burguesía naturalmente no monopolista. Queda configurado así, por autoexclusión burguesa, el instrumento político que le MLNV propugna para llevar a término la tarea que estima prioritaria, de conseguir la autodeterminación nacional de Euskal Herria: un frente popular en toda la regla, al modo de los que la Comintern bajo la égida del PCUS implementó desde mediados de la década de los años veinte en todo el mundo hasta su debacle en 1989.

¿Por qué a los pequeños y medianos explotadores capitalistas vascos puede interesarles el resultado exitoso de la lucha por la independencia de Euskal Herria? Marx dice con razón en el "El Capìtal", que la inmensa mayoría de católicos están dispuestos a negar las tres cuartas partes de sus artículos de fe antes que a ceder un quinto de su patrimonio personal. En este sentido, ¿hasta dónde los pequeños y medianos patronos vascos estarían dispuestos a empeñar su apoyo a la lucha por los derechos históricos vascos? Esto depende de la correlación de fuerzas en los dos polos de la contradicción dialéctica interburguesa según las condiciones históricas en que se ha venido desarrollando.

ETA fue la expresión política de históricas fuerzas centrífugas actuantes en el país Vasco, fortalecidas por los efectos en España de la onda larga de crecimiento lento del capitalismo mundial desde fines de la década de los sesenta. En los últimos años, tras los "pactos de la Moncloa" la disolución del llamado "Bloque del Este", y la entrada en la UE, la gran burguesía española se ha visto fortalecida económica y políticamente. En este nuevo contexto, la actual dinámica de aislamiento social y político de ETA, el éxito de la acción policial y la desigual pero cierta mayor difusión del espíritu "antiterrorista" entre la población vasca, se explica por la mayor capacidad económica del Estado español en materia de transferencias de la administración central hacia la Comunidad Autónoma Vasca, que es lo que, en última instancia, puede debilitar la presión social de la pequeña y mediana burguesía en favor de la autodeterminación, hasta el punto de provocar la ruptura del bloque histórico de poder entre clases que representa el MLNV.

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