Anexo
¿Qué hay de cómún entre los neomarxistas alemanes y americanos?
Introducción

Baran y Sweezy han especulado de forma tan febril, arbitraria y monstruosa con la realidad económica del capitalismo en nombre del marxismo, que terminaron enredados en sus propias elucubraciones. En una verdadera operación de cirugía ideológica de trasplante, llevaron los cuerpos doctrinarios de Marx y Keynes al quirófano de las determinaciones abstractas, y tras seccionar el concepto de plusvalor cortando todos los nervios y músculos que le unen al salario en la teoría marxista del valor, terminaron arrojándola al cubo de los desperdicios quirúrgicos. Hecho esto, extrajeron del pensamiento de Keynes la noción de "ahorro" -entendida como "ingreso corriente destinado a inversión"- y lo implantaron en "El Capital" en reemplazo de la plusvalía. Realizado el trasplante, la ley general de la acumulación de Marx quedó transformada en "ley del equilibrio general" que anula las contradicciones económicas del sistema. Bajo este punto de vista, el curso de la sociedad capitalista en su etapa monopólica deja de ser tendencialmente explosivo, para pasar a depender de hechos ajenos a su propia lógica. En este plan, la tendencia decreciente de la tasa de ganancia desaparece, y la situación concreta, así como el comportamiento del movimiento obrero en la sociedad dejan de tener su referente fundamental en la economía política para pasar a ser una simple función de política económica dentro de las instituciones burguesas de Estado. Les pasó a Baran y Sweezy lo que a los astrónomos precopernicanos con la mecánica celeste:

<<...les sucedió como si alguien tomase de diversos lugares manos, pies, cabeza y otros miembros auténticamente óptimos, pero no representativos en relación a un sólo cuerpo, no correspondiéndose entre sí, de modo que con ellos se compondría más un monstruo que un hombre...>> (Nicolás Copérnico: "De revolutionibus Orbium Coelestium" Prefacio)

Si la masa de trabajo excedente no estuviera absolutamente limitada por la jornada laboral media y el trabajo necesario que determina en cada momento el valor del salario, el plusvalor quedaría convertido en una variable dependiente de la fuerza productiva del trabajo, es decir, en un flujo históricamente creciente. Tal es la premisa de la que Baran y Sweezy partieron en "El Capital Monopolista". (1)

 

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  1. En esta línea estaba ya Sweezy en 1942, año en que emprendió la crítica a la teoría marxista de la baja tendencial de la tasa de ganancia: <<Si se supone que tanto la composición orgánica del capital como la tasa de plusvalor son variables, como creemos que debiera hacerse -dice Sweezy en su "Teoría del Desarrollo Capitalista"- entonces la dirección en que la tasa de ganancia cambiará se hace indeterminada (...) si los actos de los capitalistas tendrán éxito en la restauración de la tasa de ganancia o si actuarán solamente para apresurar su descenso, es una conclusión que no se puede apoyar en razones teóricas generales>> (Paul M. Sweezy: op. cit.: Cap. VI La Tendencia Descendente de la Tasa de Ganancia 3: Una Crítica de la ley)

    El subrayado es nuestro para destacar que Sweezy atribuyó erróneamente a Marx el supuesto de una tasa de explotación constante. Lo que Marx sostiene es que la tasa de explotación no se puede extender al infinito, de ahí la contradicción insoluble entre el proceso de producción y el proceso de valorización. En tal sentido, Baran y Sweezy proceden como si la producción de excedente no tuviera lugar el la sociedad capitalista. Sobre este asunto ver: Roman Rosdolsky: "Génesis y Estructura de <<El Capital>> de Marx" Apéndice: "La Crítica Más Reciente de la Ley Marxiana de la Baja de la Tasa de Ganancia" volver