Los problemas actuales del movimiento político asalariado

El problema central de nuestro movimiento está en que, quienes lo dirigen, no quieren la forma socialista de organizar la sociedad. Estos intelectuales dirigentes de la izquierda burguesa no quieren a gentes como Bush porque es un imperialista, pero tampoco quieren a los comunistas que planteamos estas cosas. Ellos quieren una sociedad donde exista la propiedad privada capitalista, pero sin monopolios empresariales. Son demócratas pequeñoburgueses que temen ser expropiados por ambos extremos, de ahí que sean capitalistas y anticapitalistas al mismo tiempo.

Temen el monopolio económico-empresarial imperialista de la propiedad privada capitalista. No la quieren. En esto están contra el capitalismo y, si es preciso, se enfrentan a él. Para eso, conscientes de su propia debilidad económica y política, piden ayuda al proletariado tratando de convencerle del peligro imperialista. Para eso se disfrazan de "marxistas" y de "anticapitalistas", proponiendo la estrategia de la "revolución socialista por etapas" (primero combatir a los imperialistas y luego veremos); y como arma político-organizativa proponen el "frente popular" o frente de clases entre la pequeñoburguesía y el proletariado, donde esta última debe "lógicamente" resignar sus objetivos socialistas en aras de la "unidad de acción" contra el "enemigo común" imperialista.

Pero desde el momento en que los asalariados tendemos a ir más allá de los límites del capitalismo reclamando lo que necesitamos pero el sistema no nos puede conceder, los dirigentes pequeñoburgueses al frente de las organizaciones policlasistas se ocupan de impedir esas luchas o de sofocarlas. Y cuando se ven desbordados acaban dando un paso al costado para dejar que el gran capital imponga por las armas su disciplina social. Este comportamiento político históricamente recurrente, se explica porque, tácticamente, la pequeñoburguesía está con los asalariados contra el imperialismo, pero estratégicamente está contra los asalariados y con el imperialismo, por el capitalismo.

Durante toda la etapa de la llamada "guerra fría", gracias a que su líder en la sombra fue Stalin, la sombra de lo que pasó por ser "comunismo" en la URSS tras la muerte de Lenin, la intelectualidad burguesa de izquierdas ha podido dirigir oficiosamente al movimiento obrero según esa estrategia de derrota certificada por la historia hasta hoy. No vamos a extendernos aquí sobre la nefasta influencia de esta concepción pequeñoburguesa de la lucha de clases, porque ya nos hemos ocupado más extensamente de ella en otras partes de nuestro website.[12] Sólo baste decir aquí que mediante estos dos instrumentos políticos contrarrevolucionarios, la pequeñoburguesía ha podido conseguir dos cosas:

1)       Que los asalariados adoptemos un marxismo falsificado, mutilado en su esencia de clase.

2)       Que nuestras luchas y objetivos políticos no trasciendan el sistema capitalista.

En suma, que declinemos organizarnos como clase independiente (de la burguesía en su conjunto) en torno a los principios del materialismo histórico, para impedir que podamos luchar por ellos, por nuestros intereses históricos de clase social esencialmente revolucionaria. Tal es la idiosincracia de todos los partidos políticos de la izquierda burguesa, que, entre las fracciones de centro y derecha burguesas se disputan la voluntad política de una gran mayoría de asalariados en el mundo.

                Pero los problemas a resolver por el movimiento proletario políticamente organizado no terminan aquí, porque existe una corriente política que dice luchar por esa forma alternativa socialista de organizar la sociedad del futuro y que está de acuerdo con la necesidad de construir el partido revolucionario independiente de los asalariados. En esto se diferencian de la izquierda burguesa precisamente por su izquierda, por la izquierda revolucionaria. Pero al mismo tiempo sostienen que, para eso, para construir el partido de la revolución, no hace falta que la vanguardia revolucionaria asuma la moderna ciencia social, los principios científicos contenidos en el materialismo histórico como concepción del mundo y método de análisis de la realidad capitalista, entendido como eje de construcción del partido y arma ideológica sin cuya utilización en el seno del movimiento obrero -mediante una tarea inteligente y tenaz de esclarecimiento- es imposible que los asalariados lleguemos a ser conscientes de nuestra propia acción en el sentido efectivamente transformador de la realidad de nuestro tiempo.

Ellos dicen que todo esto no hace falta porque los asalariados somos capaces de adquirir conciencia de lo que debemos hacer para revolucionar la sociedad capitalista, por el sólo hecho de luchar. Y en esto tienden a identificarse con la izquierda burguesa. Porque un partido que no asume los principios y que no lucha por ellos en el seno del movimiento, y que, con arreglo a ese fin, no se dota de instancias organizativas para el estudio y la aplicación de ese herramental científico a la lucha de clases, deja ese terreno de la lucha abonado para que los contrarrevolucionarios de la izquierda burguesa siembren las semillas del “marxismo” falsificado. Y no sólo eso. Porque si los que quieren sinceramente hacer la revolución no se organizan en torno a la ciencia, si no ponen otra condición de pertenencia a la organización que la social, de clase, abren sus puertas a la penetración de elementos asalariados que encarnan ideas contrarrevolucionarias. Y de una organización que en su seno reúne semejante heterogeneidad ideológica, no puede surgir la necesaria unidad de acción política, sino al contrario, prepara las condiciones de su disolución, porque ya se sabe que las diferencias teóricas o ideológicas se resuelven organizativamente. Esto, si no es que las fuerzas contrarrevolucionarias al interior de la organización acaban transformando a las instintivamente revolucionarias que le dieron origen. Esto es lo que puede pasar en toda organización que, para actuar, no pone antes por delante principios racionales de acción. ¿Y de dónde puede el proletariado revolucionario sacar sus principios de acción si no es de la moderna ciencia social?  

 

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[12] Para quienes pueda interesar, buscar por, "Frente popular" o "revolución por etapas". Aun cuando en mucho menor número de publicaciones, hay amplia bibliografía sobre el tema.