Capítulo 1.- la doctrina del ser
1.1.- Ser y nada: devenir

Siguiendo a Hegel, acabamos de decir que el pensamiento humano tiene la capacidad de hacer de sí mismo su propio objeto de reflexión. Tal es el quehacer que ocupa a la "Ciencia de la lógica" o teoría del pensamiento que se piensa a sí mismo...

...El pensamiento no actúa directamente sobre objetos concretos sino indirectamente y por mediación del lenguaje sobre objetos pensados. Los objetos pensados en la vida ordinaria son palabras referidas directamente a cosas concretas, mientras que los objetos pensados en el ámbito científico son las categorías, que no son palabras referidas a cosas sino a ideas o conceptos, un grado superlativamente mayor de abstracción y rigor respecto de la realidad tangible.

Si hablamos, por ejemplo, de un "boli", de un cuaderno o de un cenicero, estamos empleando palabras para referirnos a determinados objetos reales. Si hablamos del "Ser" no nos estamos refiriendo a objetos específicos sino a la idea genérica de objeto, a las cosas en general. Al utilizar la palabra "Ser" nos referimos indistintamente a la multiplicidad de palabras u objetos pensados. Es una categoría filosófica con un grado de abstracción mayor.

Ya no es la relación entre el sujeto pensante y el objeto real, sino que es la relación entre el sujeto pensante y la idea de lo genérico, la idea de objeto en general, es la relación entre sujeto pensante y objeto pensado. Es el pensamiento que se piensa a sí mismo, que se toma a sí mismo como objeto de reflexión...

...Si lo primero es el pensamiento universal, debe empezar por referirse al ser genérico, universal, al ser del pensamiento sin contenido ni determinación alguna. Así empieza Hegel su "Ciencia de la lógica". Pero el ser del pensamiento como sujeto sin predicado, del que nada se puede decir porque no es esto o aquello, no es nada. Equivale a la nada, al no ser. Si contuviera algo determinado que le diferenciara de sí mismo o respecto de otro, dejaría de ser el puro ser, o la pura identidad consigo mismo algo que sólo es concebible en la total indeterminación, en la pura forma vacía, sin contenido. Alguien que no puede demostrar lo que es capaz de hacer es una nulidad, no es nada. No es un ser determinado, es un ser en general, pero en la medida en que no se determina, que no muestra ningún atributo, no es nada. Es un don nadie, como se dice. Si se determinara o "destacara" por que le hiciera decir "este soy yo", ese ya es el ser, es el ser de tal o cual manera. Pero cuando no es de ninguna manera no es nada. Por eso, para Hegel, el ser, como ser indeterminado, y la nada es lo mismo. Asi, categorías filosóficas como el ser y la nada, que por sí mismas son las más abstractas y parecen inútiles, puestas en relación demuestran ser las más concretas:

<<Ser, puro ser sin ninguna otra determinación. En su inmediación indeterminada es igual sólo a sí mismo, y tampoco es desigual frente a otro; no tiene ninguna diferencia, ni en su interior ni hacia el exterior. Por vía de alguna determinación o contenido, que se diferenciara en él, o por cuyo medio fuese puesto como diferente de otro, no sería conservado en su pureza. Es la pura indeterminación y el puro vacío. No hay nada en él que uno pueda intuir, si puede aquí hablarse de intuir; o bien él es este puro, vacío intuir en sí mismo. Tampoco hay nada en él que uno pueda pensar, o bien este es igualmente un pensar vacío. El ser, lo inmediato indeterminado, es en realidad la nada, ni más ni menos que la nada.>> (G.W.F. Hegel: "La ciencia de la lógica" Libro I Cap. I.)

<<De esta oposición entre contrarios idénticos, como el ser indeterminado y el no ser nada del pensamiento, surge su devenir...

Esta dialéctica entre el ser y la nada no acaba en la génesis del pensamiento lógico sino que le acompaña estructuralmente a lo largo de todo el desarrollo. En toda cosa hay ser y no ser en permanente contradicción que le hace devenir. Si una flor permaneciera en tal estado, sería eternamente flor; pero de hecho se niega marchitándose para dar fruto y semilla. De la pulsión o tensión dialéctica entre el ser y la nada surge el devenir. El ser indeterminado es la indeterminación del pensamiento y de la sensibilidad. Y del no ser nada de la sensibilidad ni del pensamiento surge el devenir:

<<El devenir es el primer pensamiento concreto y, por esto, el primer concepto mientras que el ser y la nada son abstracciones vacías>> (Op. Cit. § 88 Adic.)

 

...¿El devenir de qué? El devenir del ser ¿Cómo ser qué? Como ser determinado, como existente. Determinado ¿por qué? Por la sensibilidad que es la forma más elemental del conocimiento. Cuando el ser recién devenido aparece frente al sujeto más primitivo, se presenta como un objeto de la sensibilidad, que es el primer elemento de la comprensión. Los niños todo lo chupan, todo lo empiezan a conocer por la sensibilidad, por los sentidos. Según Hegel, el contenido racional del objeto, del ser, lo da la forma, lo da el pensamiento. Pero si no hay pensamiento no hay contenido. Es una determinación formal, pero como forma de la sensibilidad, es el ser determinado por la sensibilidad, por los sentidos.

Y para Marx, ¿por qué el ser del primate, que es el ser de la pura sensibilidad, no tiene determinación por el pensamiento como sustancia creadora de la esencia? Porque no tiene trabajo metido ahí, porque simplemente es un resultado de la recolección. Aquí ya estamos construyendo la historia. El ser que sale de la indeterminación o de la nada de su ser, se determina primeramente como ser de la sensibilidad, sin esencia ninguna. ¿Porqué no tiene esencia? Para Hegel porque es pura certeza sensible, pura sensibilidad; para Marx porque no tiene trabajo incorporado, porque es un producto de la naturaleza, de la relación directra entre ese proyecto de ser humano y la propia naturaleza de la que él mismo todavía no alcanza a distinguirse o separarse como ser productor social-racional....

En toda cosa, en todo objeto, hay permanentemente ser y no ser. ¿porqué? Porque las cosas están en el tiempo. Y si la cosa está en el tiempo no es la misma en todo momento, sino que cambia. Una cosa no es la misma cuando se la compra que ya usada. Cuando se empieza a usar lo que era ha dejado de ser. Por lo tanto en todo ser hay ser y no ser en permanente contradicción y cambio. Eso es el devenir. Pero ya no es el devenir que determina el objeto, sino que es el devenir que provoca cambios en el ser ya determinado. Son dos sentidos distintos del devenir.

volver al índice del documento

éste y el resto de nuestros documentos en otros formatos
grupo de propaganda marxista
http://www.nodo50.org/gpm
apartado de correos 20027 Madrid 28080
e-mail: gpm@nodo50.org