PRÓLOGO

 

Compañeros:

Hemos acabado el estudio de la "Propuesta teórica, política y organizativa para la discusión fraternal entre marxistas revolucionarios" presentada por la Corriente de Izquierda Socialista (CIS). Y Estamos de acuerdo en los siguientes puntos según el espíritu de la letra expuesta por ellos:

1)       En que la revolución comunista pasa por resolver directamente la contradicción básica entre capital y trabajo, en la estructura económica de la sociedad y en su conciencia colectiva, lo cual supone rechazar la teoría stalinista de la revolución por etapas, adoptando el concepto de "revolución permanente" introducido por Marx y desarrollado por Trotsky.

2)       En que deberá tener un contenido internacional. Consecuente rechazo de la teoría stalinista sobre la posibilidad de alcanzar el socialismo en un solo país.

3)       En el carácter de clase de todo Estado, y en la política de destrucción del Estado burgués como condición necesaria para ser consecuentes con el principio señalado en el punto 1), hasta pisar los umbrales de la segunda fase en la tarea de construcción del comunismo, basada en el desarrollo de las fuerzas productivas en un grado tal, que permita superar la penuria relativa regulada por la ley del valor, haciendo posible la máxima según la cual: "de cada uno según su trabajo y a cada uno según sus necesidades"

4)       En la necesidad de un partido y un programa internacional único, sin perjuicio de los programas nacionales que respondan a la forma específica que la revolución adquiere en los diversos países.

5)       En que sin democracia no puede haber socialismo y, por tanto, en contra de la dictadura del partido sobre (la mayoría de) el proletariado. En que la sociedad de transición al comunismo supone la dictadura del proletariado a instancias del Estado democrático de (los soviets) y los consejos de fábrica. En el carácter contrarrevolucionario de los frentes populares[1]

 

A continuación, nuestras observaciones críticas respecto a los siguientes puntos del documento. La primera es general, respecto de la metodología que ellos proponen para "el reagrupamiento de la izquierda socialista revolucionaria" en la "Introducción" del documento. Empiezan diciendo allí que:

<<...la salida de la crisis actual, reside en comenzar a romper con las concepciones teóricas y prácticas  “tradicionales”, a fin de reiniciar de inmediato el  reagrupamiento de la izquierda socialista revolucionaria.>> (CIS: Op.Cit. Introducción.)

Como condición de participar en el debate colectivo donde supuestamente se operen las aproximaciones sucesivas, se habla allí del acuerdo previo en unos puntos mínimos, o condición necesaria y suficiente para participar en el debate. Esos puntos son los que Marx analiza en su "Crítica del Programa de Gotha" y que ellos glosan brevemente dentro del apartado del documento que trata sobre "El significado de socialismo", sintetizando dichas condiciones para iniciar el trabajo de "reagrupamiento" en el siguiente párrafo:

<<Aceptamos las posiciones de Marx sobre estos puntos y consideramos que el acuerdo sobre ellos es la condición necesaria y suficiente para iniciar la discusión. Fueron precisamente estos principios fundamentales los que fueron olvidados por buena parte de la izquierda Argentina>> (CIS: Op. Cit. El significado de “socialismo”)

Remitiéndonos ahora, nuevamente, al pasaje de la "Introducción" donde tratan de fundamentar la necesidad perentoria del "reagrupamiento" en base a unos "puntos mínimos" de acuerdo, dicen allí, apelando con encomiable optimismo al espíritu de cooperación, que: estos puntos....

<<nos permitirán dar los primeros pasos para distinguir esta tendencia de otras y también nos ayudará a encontrar e incorporar a los posibles miembros.>> (CIS: Op. Cit. Introducción.)

Pero un poco más abajo, apelan a su propia experiencia previniendo de que durante el proceso...

<<...., es probable que algunos de los que en este momento están de acuerdo con los puntos mínimos inevitablemente desarrollen diferencias. Sabemos también que algunas de estas diferencias pueden incluso llevar a rupturas. Al empezar con ideas generales este proceso se hace inevitable. Sin embargo, no podemos posponer el inicio del arduo camino del reagrupamiento para siempre, debemos empezar por alguna parte. Sinceramente creemos que los posicionamientos que se alcancen, a la vez que constituirían una base ancha para el inicio, pondrán limites claros al reformismo y el oportunismo.>> (ibid)

Pero casi a renglón seguido, como sintiendo terror al vacío social que pudieran estar creando en torno suyo, vuelven sobre lo andado para aclarar que:

<<Esto de ningún modo implica que no estemos dispuestos a discutir o incluso cuestionarnos esos puntos mínimos. Las posiciones de este documento son el resultado de nuestra experiencia; otros compañeros probablemente pondrán más énfasis en otras cuestiones, o en las mismas pero desde distintos puntos de vista. Considerando la necesidad imperiosa de intentar avanzar en tal sentido, hemos intentado formular lo que entendemos podrían constituir las cuestiones esenciales para la unidad inicial de esta tendencia. Si otros hacen lo mismo podremos, por un lado, aclarar los puntos que deberán ser discutidos y, por otro, alcanzar mejores formas de encuentro y cooperación entre un amplio espectro de la izquierda socialista revolucionaria. Sólo después de este tipo de discusión llegaremos a tomar decisiones en cuestiones esenciales sobre cuya base podremos unificarnos y decidir qué otras cuestiones quedan por discutir.>> (ibid)

Esto de predisponerse a sacrificar principios para garantizar la unidad heterogénea del movimiento revolucionario, es un error de convicción teórica y de memoria histórica, que preanuncia un mal comienzo para un nuevo final catastrófico.

En lo que sigue, y lo que nos inducirá a meditar su necesaria respuesta, trataremos de contribuir al mutuo fortalecimiento del común ideal socialista, a condición de que sea producto de las mismas previsiones surgidas de la tarea --también compartida-- de aplicar a la realidad actual del capitalismo la moderna ciencia social y la memoria histórica, como premisa fundamental de la sólida unidad efectivamente revolucionaria del movimiento político de los asalariados. Dicho esto sobre las observaciones de método, pasamos seguidamente a las observaciones particulares de cada tema planteado por ellos:  

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[1] Lo entre paréntesis marca la diferencia dentro de los términos generales de acuerdo con las posiciones del CIS.