Fuerza productiva del trabajo y magnitud de valor

La diferencia entre estos dos conceptos: fuerza productiva y magnitud de valor, se desprende del doble carácter del trabajo contenido en la mercancía que, para Marx, es “el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política”.
La magnitud de valor o tiempo de trabajo socialmente necesario contenido en determinada cantidad de valores de uso diferentes, es lo que determina el valor de cambio o relación de intercambio, por ejemplo entre X mercancías del trabajador metalúrgico, e Y mercancías del carpintero.
Que distintas cantidades de diversos valores de uso sean susceptibles de cambiarse porque contienen la misma cantidad de trabajo socialmente necesario, no quiere significar que esas cantidades sean las mismas a lo largo del tiempo; no sólo varían al interior de un mismo país, sino entre espacios económicos de diversos países.
Estas variaciones en la magnitud de diversas mercancías, obedecen al desigual progreso que opera la fuerza productiva del trabajo en las distintas ramas y ámbitos nacionales e internacionales del trabajo social. En el apartado 2 del primer capítulo, Marx ofrece el ejemplo de dos magnitudes de valor equivalentes contenidas en dos valores de uso distintos, a saber una chaqueta (trabajo de sastre) y 10 varas de lienzo (trabajo de tejedor), y nos dice que, partiendo de esa relación originaria de equivalencia:

1 chaqueta = 10 varas de lienzo,

la primera pasa a valer el doble que la segunda, porque contiene el doble de horas de trabajo socialmente necesario o, lo que es lo mismo, porque tras la introducción del telar de vapor, la fuerza productiva del trabajo para producir el lienzo (trabajo del tejedor) se había multiplicado por dos, mientras que para producir la chaqueta (trabajo del sastre) se había mantenido constante, de modo que:

<<En términos generales: cuanto mayor sea la (variación en la) fuerza productiva del trabajo, tanto menor será el tiempo de trabajo requerido para la producción de un artículo, tanto menor la masa (de trabajo) cristalizada en él, y tanto menor su valor. A la inversa, cuanto menor sea la fuerza productiva del trabajo, tanto mayor será el tiempo de trabajo necesario para la producción de un artículo, y tanto mayor su valor. Por ende, la magnitud de valor de una mercancía varía en razón directa a la cantidad de trabajo efectivizado en ella e inversa a la fuerza productiva de ese trabajo.>> (K. Marx. Op. cit. Cap. I Punto 1)

Por lo tanto, en el ejemplo de Marx, al abaratarse a la mitad el lienzo en Inglaterra por haberse duplicado la fuerza de trabajo en esa rama de la industria con la introducción del telar de vapor, la relación de valor pasa a ser:

1 chaqueta = 20 varas de lienzo,

aun cuando la magnitud de valor contenida en cada uno de los términos de la relación social entre estas dos mercancías, sigue siendo la misma, en tanto que no ha variado el tiempo de trabajo insumido en la producción de los dos términos que constituyen la relación de equivalencia entre esas dos mercancías dentro de un mismo espacio económico nacional. Pero dado que en la rama de producción textil aumentó la productividad de trabajo al doble, se duplicó también el número de unidades de valores de uso, en este caso, varas de lienzo, descendiendo, por tanto, su valor de cambio a la mitad o lo que es lo mismo, la magnitud de valor contenida en cada unidad de ese producto.
Ahora bien, si la jornada normal de trabajo se mantiene constante, al aumentar la fuerza productiva del trabajo, el plusvalor obtenido por la patronal aumenta a expensas del trabajo necesario o salario medio del trabajador, aunque su poder adquisitivo se mantenga constante o incluso pueda aumentar. En efecto, al acortarse el tiempo de trabajo necesario para producir los medios de vida de los asalariados en proporción a la productividad del trabajo determinada por el progreso técnico incorporado a la producción —definida como la capacidad de un operario para poner en movimiento más y mejores medios de trabajo con el mismo gasto de trabajo por unidad de tiempo empleado— el coste del salario se abarata aunque el obrero no pierda poder adquisitivo, pero en cualquier caso el plusvalor, naturalmente, aumenta.
Esto, desde el punto de vista del proceso de valorización, además de un aumento del plusvalor, significa también, en general, que disminuye la magnitud de valor, de cada unidad de producto, cualquiera sea el espacio económico en que se opere el proceso, aunque en distinto grado según el diverso progreso en las respectivas fuerzas productivas del trabajo.
Pero, además de aumentar el trabajo excedente abaratando el trabajo necesario, el progreso de la productividad del trabajo operado en el proceso de producción, tiene un efecto decisivo sobre el proceso de valorización, cual es el de que reduce el tiempo de rotación de una determinada masa de capital en funciones, de modo que, cuanto menor es el tiempo en que el capital global de un país se reproduce, incrementa y realiza su producto, más veces rota al cabo de un determinado lapso de tiempo; por tanto mayor es el ritmo o velocidad en que acumula plusvalor en el tiempo, y mayor la masa de capital acumulado resultante en cada vez más cortos períodos según progresa la fuerza productiva del trabajo.
En este punto es necesario señalar que el grado de acumulación, es decir, el plusvalor que el trabajo vivo añade a la masa de capital originario, depende de su volumen, de la cantidad de capital que determinada masa salarial pone en movimiento durante cada rotación. Suponiendo que un capital de 1.000 crea un plusvalor de 100, el capital acumulado resultante será = 1.100. Pero si el capital es de 100 y el plusvalor de 20, el capital acumulado será = 120. La tasa de ganancia en el primer caso será del 10% y en el segundo de 20%, es decir, el doble. Sin embargo, en el siguiente período de rotación, de los 100 agregados al capital originario de 1.000, será posible acumular proporcionalmente más plusvalor (10) que de los 20 agregados al capital originario de 100 (4), a pesar de que su tasa de ganancia sea menor:

<<Por donde, el torrente del capital —prescindiendo de su depreciación por el incremento de la productividad— crece en proporción al volumen que ya tenga, y no en proporción al nivel de la tasa de ganancia.>> [K. Marx: “Teorías sobre la Plusvalía” Cap. XXI punto e)]

Y este aumento en la acumulación del capital como consecuencia de una mayor productividad relativa, es el que, en cada Estado Nacional, constituye lo que se denomina “Producto Interior Bruto” (PBI), el cual, grosso modo, se calcula según el índice deflacionado de precios de los productos y servicios finales del país, cuya unidad de medida es la moneda nacional. Y dado que el signo monetario de cada Estado nacional es la expresión de sus precios internos —cuya sumatoria ponderada constituye su capital nacional— el poder adquisitivo de la moneda nacional es igual a la inversa de esos precios nacionales, de modo que, cuanto menores sean esos precios como resultado de una mayor productividad del trabajo en un determinado país, mayor será el poder adquisitivo de su moneda y, por tanto, más elevado su “tipo de cambio” respecto de las monedas de otros países. El resultado de ello es que en sus relaciones mercantiles con el capital extranjero cuya fuerza social productiva sea de un desarrollo relativo menor, podrá comprar más trabajo por menos.
Esto no es ni más ni menos que obra del dinero en tanto que capital, cuya función no es simplemente la de fungir como medio de cambio, sino como representación del trabajo abstracto; y a través de esta función, que el conjunto de los capitalistas obtengan plusvalor a cambio de nada, y que determinados capitalistas obtengan más plusvalor, por menos. De todo esto se concluye que, cuanto mayor es el desarrollo relativo de la fuerza productiva del trabajo social en un país:

1) mayor es la magnitud de valor de su capital nacional en funciones;
2) mayor el incremento relativo de plusvalor obtenido en cada rotación
3) mayor el valor de su PBI —aunque relativamente menores los precios nacionales de cada unidad de sus productos;
4) mayor el poder de compra de su moneda nacional respecto del extranjero y,
5) mayor su capacidad de cambiar con el exterior relativamente menos trabajo por más, que el dinero traduce en un aumento de su tasa general de ganancia nacional, o en que su decremento sea menor o más lento.

 

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