Fundamentos económicos de la Ley de la Tendencia decreciente de la Tasa de Ganancia y los esquemas de dos rotaciones
En su mensaje del 18/04/2010 a las 21:28 Hs. Astarita reconoció haberse equivocado en la precedente elaboración de sus esquemas o estructuras de dos rotaciones, atribuyendo su error a que:
<<…efectivamente en el borrador que les envié está equivocado el cálculo (de hecho el cálculo correcto me quedó en el papel, y me equivoqué al transcribirlo). De todas maneras el fondo del razonamiento lo considero correcto, y quiero mostrarles cómo la cuestión no se altera si agregamos la acumulación.>>
Y entonces propuso partir de una nueva situación que es la siguiente:
200c + 50v + 50s = 300
<<Aquí es tasa de ganancia = 20%; tasa de plusvalía = 100%; c/v = 4. Supongamos que se emplean 10 unidades de trabajo. Se produce ahora un cambio tecnológico por el cual aumenta la productividad el 10% en toda la economía. Esto significa que se abarata el capital constante el 10%, y también los bienes que consumen los asalariados, y que se emplean 9 unidades de trabajo, en lugar de 10. Cada trabajador sigue produciendo la misma masa de valor = 10. Sus salarios reales permanecen constantes.
Por lo tanto tenemos:
180c + 40,5v + 49,5s = 270
Ahora la tasa de ganancia = 22,45, la tasa de plusvalía = 122,2%; c/v = 4,44. Ustedes sostienen que aquí no tuve en cuenta que el capital se acumula, y por lo tanto aumenta la masa de obreros empleados y la masa de plusvalía. Por lo tanto ahora ponemos la siguiente situación: a la par que aumenta un 10% la productividad (y por este motivo se debería reducir el número de obreros), la acumulación aumenta un 30% (por este motivo aumenta el número de obreros). Con la nueva tecnología entonces se emplean ahora 11,7 unidades de trabajo. El resultado es:
234c + 52,65v + 64,35s = 351
La tasa de ganancia es 22,45%; la tasa de plusvalía = 122,2; c/v = 4,4
La situación no se altera. Hay acumulación, hay más masa de plusvalía, pero aumentó la tasa de ganancia. Pueden poner la tasa de acumulación que les guste, el resultado va a ser el mismo, dado que el aumento de productividad afecta tanto a los bienes que consumen los trabajadores, como al capital constante. Si esto se respeta, la tasa de ganancia sube, en tanto los salarios reales permanezcan constantes. Éste es el problema que hay que resolver>>
Lo explico de esta manera: estudiando las crisis de EUA (en particular las de 1929, 2000 y 2007) encontré que hubo sobrecapacidad en ramas claves antes del estallido de las crisis. Frente a esto, hay dos posibilidades de respuesta científica:
a) Intentar explicar por qué sucede esto, desde el punto de vista de la teoría marxista de la acumulación;
b) Demostrar que no hubo tal sobrecapacidad, que los datos están equivocados.
Por supuesto, cualquiera de estos caminos es válido. Pero lo que no tiene validez desde el punto de vista científico es decir que la sobrecapacidad antes de la crisis no existe porque Marx dijo que no puede haber sobrecapacidad antes de la crisis. Aunque pienso que Marx contemplaba que podía haber sobrecapacidad antes de la crisis, el que lo demuestre no tiene ninguna importancia para la discusión que tenemos entre manos. El argumento de autoridad es lo opuesto a la investigación científica.
Ahora bien, en su respuesta ustedes no demuestran que no existió sobrecapacidad en 1998, o en 1928, en EUA. Simplemente afirman que no puede suceder porque el hecho está en contra de la teoría de Marx. Es un argumento no científico, y en última instancia ajeno al materialismo histórico. La ciencia no consiste en repetir textos, sino en interpretar críticamente la realidad, basándonos en la teoría. Es en esta interacción entre teoría e investigación empírica que avanza la teoría, y la propia investigación empírica.
Doy otro ejemplo. Durante mucho tiempo pensé que las grandes crisis estaban precedidas por la caída tendencial de la tasa de ganancia. Pero estudiando la crisis de 1929 encontré que no hubo una caída tendencial de la tasa de ganancia en los 25 años que preceden a la crisis del treinta. Lo mismo sucede con la crisis de 2007; en los 24 años previos no se advierte una caída tendencial de la tasa de ganancia (más bien sucede lo contrario; en junio de 2007 la tasa de ganancia en EUA era más alta que en 1983). Este hecho va en contra de lo que dijeron Mandel, Grossman, Shaikh y otros grandes autores marxistas. Todos ellos pensaron (yo también lo pensaba) que las grandes crisis estructurales del capitalismo estaban precedidas por una caída tendencial de la tasa de ganancia, según la ley descubierta por Marx. Pero los datos no avalan esta idea (aclaración: incluso los datos presentados por Shaikh o Dumenil no muestran que la tasa de ganancia haya caído desde 1905 a 1929). Si esto es así, no puedo argumentar que los datos están mal porque no cumplen con lo prescrito por la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia de Marx.
Saludos, Rolando
El 24/04/2010 a las 16:02 Hs., contestamos a los dos correos anteriores remitidos por Astarita. Antes de analizar su último esquema de rotación expuesto en este correo, volvimos a reclamar su atención sobre la metodología que Marx empleó para descubrir los fundamentos económicos y matemáticos del descenso tendencial de la tasa de ganancia diciéndole lo siguiente: Vaya por delante que nosotros no somos investigadores de la economía política sino simples propagandistas del Materialismo Histórico, y no decimos esto por falsa modestia sino porque es verdad. Pero también porque es igualmente cierto que no somos marxistas por dogma de fe sino por íntima convicción personal de clase.
Y con esos mismos fundamentos expuestos en nuestro anterior mensaje —que sobre ti parecen haber resbalado—, volvemos a insistir aquí, a la vista de que tú no te has dado por enterado, en que nuestra convicción en orden a lo que estamos debatiendo está basada en el siguiente método:
1) Que el capitalismo NO consiste
en que cada sector de la burguesía compita
con los demás por las ganancias extraordinarias derivadas
del progreso técnico, sino en que la burguesía en
su conjunto, es decir, el capital social global,
pueda convertir la mayor parte de trabajo necesario posible, en
excedente o plusvalor para los fines de la acumulación. Porque
si no hay producción no hay competencia ni reparto de ganancias
posibles.
2) Que el capital ha venido ejecutando este principio activo mediante
el progreso de las fuerzas sociales productivas, que NO
tiene su causa en la competencia intercapitalista, sino en la dialéctica
entre capital y trabajo.
3) Que la concreción material de esta dialéctica es
el progreso de la fuerza productiva el trabajo, que se traduce en
el histórico incremento de los medios de producción
a expensas del trabajo vivo.
4) Que según progresan las fuerzas productivas mediante la
inversión de un cada vez mayor número y variedad de
más eficaces y onerosos medios de producción, la fracción
de la jornada de labor colectiva de trabajo en que los asalariados
activos producen para sí mismos, se va reduciendo
absolutamente en la misma proprocion en que aumenta
la productividad del trabajo y consecuentemente del plusvalor, aunque
menos respecto de lo que se incrementan los medios de trabajo que
cada uno de esos obreros pone en movimiento, como conditio sine
qua non de que la fuerza productiva del trabajo progrese.
5) Que dado el límite de la jornada de labor naturalmente
inferior a las 24 Hs., “la compensación
de la mengua en el número de obreros mediante el incremento
en el grado de explotación del trabajo, encuentra ciertos
límites insuperables. Y es que resulta
imposible, por ejemplo, extraer de dos obreros tanto plusvalor como
de 24. En efecto, si cada uno de los 24 obreros sólo suministrara
una hora de plusvalor trabajando cada cual 12 horas, todos ellos
producirían 24 horas de plustrabajo, mientras que para rendir
esa misma masa de plusvalor, dos obreros tendrían que trabajar
completamente gratis durante toda la jornada, debiendo para eso
vivir del aire", (Marx), porque
no cobrarían salario alguno, condición que ni siquiera
las máquinas pueden cumplir, dado que necesitan el tiempo
de trabajo insumido en el mantenimiento y la producción de
combustible necesarios para que funcionen. Por tanto, aun en el
caso hipotético de que tales condiciones sobrehumanas fueran
posibles, esos dos trabajadores no podrían producir un solo
céntimo de plusvalor más de lo que producen 24 asalariados.
6) Que según se reduce el trabajo necesario, esto es, la
parte de la jornada colectiva de labor todavía no convertida
en plusvalor capitalizado, durante la cual
un cada vez menor número de obreros mueven un creciente capital
fijo y circulante creando el valor necesario para reponer su fuerza
de trabajo, el plusvalor que producen durante el resto de la jornada
colectiva, llamado plusvalor relativo = s/v,
aumenta cada vez más; pero la
masa de plusvalor = s multiplicado por el número de obreros
empleados, aumenta cada vez menos
según progresa la fuerza productiva del trabajo. Y esto es
así, porque cuanto más plusvalor se haya
capitalizado ya a expensas del trabajo necesario, menor es la parte
de la fracción restante de la jornada laboral susceptible
de convertirse en plusvalor capitalizado, habida cuenta
de que el capital no puede hacerlo en un solo acto.
7) Por lo tanto, cuanto más trabajo necesario haya sido convertido
ya en plusvalor capitalizado, más formidable deberá
ser el progreso de la fuerza productiva; tan formidable como la
cantidad y variedad de más eficaces y onerosos medios de
trabajo —movidos por un cada vez menor
empleo relativo de asalariados, con capacidad
de procesar mucho más valor en concepto de materias primas
por unidad de tiempo— para extraer necesariamente
de ese cada vez menor trabajo vivo empleado —respecto de los
medios que pone en movimiento—, una proporción cada
vez más reducida de plusvalor. El plusvalor, pues, aumenta
pero cada vez menos. Y,
8) Finalmente, aun cuando el aumento de la productividad desvaloriza
el capital fijo, el número de unidades que la necesidad de
incrementar el plusvalor exige utilizar, aumenta más rápido
de lo que desciende el costo de producirlas.
De estos fundamentos de la acumulación
del capital, Marx extrajo la única concusión lógica
posible:
<<Por consiguiente, con el desarrollo del modo capitalista de producción disminuye la tasa de ganancia, mientras que su masa aumenta al aumentar la masa del capital empleado.>> K. Marx: El Capital” Libro III Cap. XV Aptdo. II)
Y a continuación decimos, también siguiendo a Marx, que:
<<En economía política, por principio no hay que fijarse nunca en las cifras de un solo año para extraer de ellas leyes generales. Hay que tomar siempre el término medio de seis a siete años, que es el lapso de tiempo durante el cual la industria moderna pasa de las fases de prosperidad, superproducción, estancamiento y crisis, consumando su ciclo fatal>>. (“Discurso sobre el librecambio”)
Por tanto, en economía política, antes de comprobar nada empíricamente, es necesario conocer los fundamentos científicos de la lógica o causa formal que anima a una determinada totalidad de objetos que se investigan, cuyo movimiento se quiere traducir en magnitudes absolutas y relativas.
200c + 50v + 50s = 300,
<<Al incrementarse el capital global, en efecto, aumenta también su parte constitutiva variable, o sea la fuerza de trabajo que se incorpora (para mover los nuevos medios de trabajo que amplían el capital constante), pero en proporción constantemente decreciente>> Op. Cit. Libro I Cap. XXIII Apartado 3. Lo entre paréntesis nuestro)
180c + 40,5v + 49,5s = 270.
De aquí por comparación respecto de a la estructura “A”, surge que la tasa de ganancia sube del 20 al 22,45%; la tasa de plusvalor s/v también aumenta del 100 al 122% y la composición orgánica del capital c/v pasa de 4 a 4,44. Pero la tasa de acumulación decrece de 50 a 49,5 al tiempo que el capital pasa de 300 a 270 unidades monetarias de poder adquisitivo constante; por tanto, en vez de acumularse el capital disminuye.
En cuanto a los salarios, los 10 trabajadores empleados en la estructura “A” por 50v, pasan a ser 9 en la estructura “B” a razón de 4,5 unidades monetarias de salario cada uno, lo cual hace un total de 40,5v por ese concepto. Salvo el que tú envías al paro por el artículo 33, los demás asalariados venían cobrando 5 unidades monetarias cada uno, y ahora pasan a cobrar 4,5 en razón del 10% de depreciación en concepto de productividad, pero los salarios reales no varían porque el precio de los productos de la canasta familiar también descienden en igual proporción por esa misma causa. Finalmente, los 4,5v que en concepto de salarios deja de cobrar el parado, no se sabe tampoco por qué razón van a engrosar el plusvalor producido por los restantes 9, que así pasa de 50s a 45s + 4,5s = 49,5s. Como si los 9 asalariados restantes no sólo siguieran produciendo el 100% de plusvalor sino que convirtieran en plusvalor el 100% del salario que ha dejado de cobrar el parado.
<<Si la masa de trabajo excedente no estuviera absolutamente limitada por la jornada laboral media y el trabajo necesario que determina en cada momento el valor del salario, el plusvalor quedaría convertido en una variable dependiente de la fuerza productiva del trabajo, es decir, en un flujo históricamente creciente. Tal es la premisa de la que Baran y Sweezy partieron en "El Capital Monopolista".>> Ver nota 1 de nuestro documento llamado "Anexo" a "Miscelanea"
O sea, que Fukuyama tiene razón y ya no hay más historia porque el capitalismo es eterno. Pero es que tú has ido con el absurdo todavía más lejos, porque bajo las condiciones sobre las que has operado aritméticamente en términos conceptuales, moviendo un capital constante disminuido en un 10% respecto de la estructura “A”, queda claro que los 9 obreros de la estructura “B” no pueden producir más plusvalor que los 10 de la estructura “A”, y el 22% de aumento que tu le atribuyes, todavía menos. Esto solo es posible mediante una mayor intensidad y extensión de la jornada de labor colectiva en horas trabajadas por asalariado, lo cual desvirtúa todo tu esquema basado solamente en el incremento de la productividad por cambio tecnológico.
Fíjate que has empezado a elaborar tus cálculos en base a la estructura productiva “A” cuyo resultado arrojó una tasa de acumulación de 50v y un capital acumulado de 300, y de la estructura “B” conseguiste una desacumulación relativa de 30 unidades monetarias = 270. Si con la misma “lógica” sigues aplicando sucesivas devaluaciones por tantos otros aumentos subsiguientes de la productividad sobre el capital resultante de la estructura anterior, llega el momento en que el sistema no se derrumba por sobreacumulación sino, paradójicamente, por el revés de la trama: el capital constante en funciones se agota o extingue y, con él, su propietario y agente activo, la burguesía. Nada más alejado de la realidad capitalista, Rolando.
Ante esto vuelves a corregir tus cálculos diciendo lo siguiente:
<<Ustedes sostienen que aquí no tuve en cuenta que el capital se acumula, y por lo tanto aumenta la masa de obreros empleados y la masa de plusvalía. Por lo tanto ahora ponemos la siguiente situación: a la par que aumenta un 10% la productividad (y por este motivo se debería reducir el número de obreros), la acumulación aumenta un 30% (por este motivo aumenta el número de obreros). Con la nueva tecnología entonces se emplean ahora 11,7 unidades de trabajo. El resultado es:
234c + 52,65v + 64,35s = 351
180c + 40,5v + 49,5s = 270
Como se ve, la estructura “C” capitalizó un plusvalor = 49,5s, ¿no? Pero tú decidiste que el capital constante de la estructura “C” aumente en 54,00c, es decir 4,5c unidades monetarias más, respecto del plusvalor capitalizado por la estructura precedente “B”. ¿De dónde sacaste esos 4,5c? Y los 12,15v que exceden a los 40,5v adelantados en la estructura “B” para pagar ahora a los obreros que supuestamente movieron los medios de producción por valor de 234c en la estructura “C”, ¿de dónde los sacaste, pidiendo un crédito? ¿Por qué no sigues con este embolado a ver dónde vas a parar? Esto sí que es imposible convertirlo en relaciones numéricas. Nada que ver con el método científico de investigación propuesto por Marx siguiendo a Galileo. Para convertir en medible el aumento en la composición orgánica del capital y todo lo demás, hay que hacer abstracción del poder adquisitivo del dinero, de la variación de los precios (es decir, de la competencia) y del crédito. Y esta metodología es la que tú has omitido adoptar.
No, Rolando. Lo que nosotros te observamos, es que tú has empezado comparando dos estructuras: “A” y “B” sin que la siguiente se pueda deducir de la anterior —no digamos ya conceptualmente— sino ni siquiera matemáticamente. Y ahora has vuelto a hacer lo mismo con la tercera: “C”, evocando a Groucho, el tocayo de Karl Marx, cuando le decía a un interlocutor imaginario: “Tengo unos principios, pero si no le gustan tengo otros”. ¿Dónde está el fundamento científico de los principios que te llevaron a elaborar semejantes cálculos, Rolando?
En realidad, según Marx, insististimos en que con cada avance
tecnológico, el valor del capital constante en funciones
disminuye por el aumento de
la productividad, pero menos de lo que aumenta
por el mayor volumen y variedad de medios de producción que
es necesario emplear, para obtener un aumento de plusvalor
cada vez menor cuanto más trabajo necesario haya
sido convertido ya en plusvalor capitalizado. Por eso
es que el número de obreros debe aumentar en términos
absolutos y no disminuir como tú sigues afirmado. Y debe
aumentar menos de lo que se incrementa el capital fijo para garantizar
el progreso en la productividad; por tanto, menos
de lo que se incrementa la población obrera explotable.
Dicho de otro modo, según avanza el proceso de valorización
el valor del capital constante se incrementa, para que el metabolismo
de más materias primas y trabajo vivo se acelere según
se reduce el trabajo necesario que resta por capitalizar.
Tal es la lógica que determina el descenso en la tasa de
ganancia. Pero mientras en cada rotación obtenga un margen
de beneficio mayor que en la anterior, el capital sigue produciendo
y acumulando a un ritmo cada vez más acelerado, hasta que
el descenso de la tasa de ganancia llega al punto en que el proceso
desemboca fatalmente en la sobreacumulación absoluta de capital,
que se presenta cuando su masa acrecentada es menor que antes de
su crecimiento.
El fundamento o fuerza de esta lógica, está en la
relación matemática dialéctica o contradictoria,
entre una magnitud de límite fijo = 100% de cada jornada
en tiempo de trabajo que no puede sobrepasar las 24 HS. de cada
día, y otra que crece históricamente a sus expensas
hasta donde la primera agota su límite de valor decreciente
igual a cero, limitando históricamente al mismo cero absoluto
el crecimiento de la segunda. Por eso Marx le decía en 1875
a Engels eso de que los socialdemócratas era incapaces de
comprender el carácter dialéctico de las matemáticas
y de la naturaleza.
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