“El
tiempo sólo es tardanza de lo que está por venir”
<<Con el debido
respeto, don José, Martin Fierro es un personaje que lo supera como autor. Es,
desde mi modesto punto de vista, el mayor personaje de la literatura argentina,
no recuerdo otro que pueda hacerle frente. José Hernández, poeta y periodista, nació en San
Martín, Provincia de Buenos Aires el 10 de Noviembre de 1834 y murió en
Belgrano, el 21 de octubre de 1886; participó en las luchas civiles, de
1859-1861, en el bando de Urquiza, contra Mitre. En sus artículos periodísticos
denunció los abusos e injusticias en el reclutamiento de gauchos para las
campañas contra el indio. De esta atmósfera surgiría su célebre obra, el poema
gauchesco “El gaucho Martín Fierro”, publicado en el año 1872.
Me acordé de Martín Fierro a propósito de
un par de comentarios que escuché en las últimas horas. Un amigo me dijo que no
había tenido tiempo para ver este blog y otro estaba impresionado por la
rapidez del transcurso del tiempo. ¿Y, que tiene que ver esto con el gaucho
argentino?
En el canto XXIX, del Regreso de Martín
Fierro, el gaucho debe aceptar el desafío de un payador llamado “El moreno”.
Los contendientes tienen una ardua competencia que culmina con los siguientes
versos:
CANTA EL MORENO:
Si responde a esta pregunta
Téngasé por vencedor;
Doy la derecha al mejor;
Y respóndamé al momento:
Cuándo formó Dios el tiempo
Y porque lo dividió.
MARTIN FIERRO:
Moreno, voy a decir
Según mi saber alcanza:
El tiempo sólo es tardanza
De lo que está por venir;
No tuvo nunca principio
Ni jamás acabará,
Porque el tiempo es una rueda,
Y rueda es la eternidá;
Y si el hombre lo divide
Sólo lo hace, en mi sentir,
Por saber lo que ha vivido
O le resta que vivir.
http://lineadeflotacion.blogspot.com/2006/12/el-tiempo-segun-martin-fierro.html
Tal
como hemos venido alternativamente insistiendo en nuestras publicaciones, el histórico
vínculo entre la propiedad privada
sobre los medios de producción y su consecuente competencia entre los distintos propietarios, son los dos principios activos del
capitalismo que han impulsado la explotación de trabajo salariado y la producción
de riqueza para los fines de acumular capital en detrimento de los trabajadores.
Si como es cierto que principio
activo es todo aquello que mueve a la realización de un fin, no es
menos cierto que la finalidad del movimiento social que ha hecho al sistema capitalista, es la acumulación de
ganancia económica explotando trabajo
ajeno, finalidad que ha determinado la cada vez más desigual distribución de la riqueza en el Mundo.
Pero
contradictoriamente, ese mismo vínculo en movimiento entre la propiedad privada
y la competencia, ha dado pábulo al desarrollo
científico técnico incorporado a los instrumentos del trabajo humano,
lo cual ha venido sustituyendo cada
vez más ese trabajo asalariado —única fuerza creadora de valor económico en forma de lucro—, por instrumentos
mecánicos cada vez más eficaces que, contablemente, se limitan a trasladar su costo dinerario al producto fabricado en
forma de amortización por desgaste. O sea, que no generan ganancia ninguna.
Así las
cosas, la tendencia histórica objetiva
del movimiento social inducido por la combinación entre la propiedad privada y
la competencia intercapitalista, ese vínculo entre ambos principios activos sin mediar la voluntad de nadie,
ha procedido en dirección inevitable hacia
el automatismo mecánico, como sustituto de trabajo humano por máquinas en las
distintas ramas de la producción; un hecho que aproximó el capitalismo
hacia el fin de su existencia.
Y el
caso es que hoy día, esa tendencia es ya casi una realidad consumada que no ha
presupuesto para la humanidad un futuro prometedor sino al contrario. Porque la
sustitución de trabajo humano por
trabajo mecánico, determina objetivamente que la ganancia remita no
menos fatalmente hasta desaparecer por completo. Y es que la pérdida de puestos
de trabajo no sólo tiende a reducir hasta el cero absoluto la ganancia que ha
venido justificando al capitalismo, sino que a su paso ha sembrado también la exclusión social profunda
entre los sectores asalariados mayoritarios de la sociedad, cada vez más más
numerosos y desfavorecidos, un fenómeno que así, de haber sido una excepción
durante las cíclicas recesiones
económicas periódicas precedentes, ahora mismo amenaza con pasar a ser una norma permanente que induce forzosamente
a un cambio radical sistémico de vida social.
Pero sucede
que los intelectuales pequeñoburgueses —férreamente aquerenciados en el sistema
capitalista entendido por ellos como el
non plus ultra eterno de la convivencia humana—, se inventaron eso de
la Renta Básica Universal a la que definieron como “el derecho de todo ciudadano y
residente acreditado, a percibir una cantidad periódica de dinero que cubra, al
menos, sus necesidades vitales sin que por ello deba aportar contraprestación
alguna”4 5.
Omitiendo deliberadamente pararse a pensar, que la producción acumulativa de ganancia no es eterna. Precisamente
porque resulta ser histórica y
absolutamente incompatible con el principio activo de la competencia entre propietarios de los medios de producción,
dado que al acelerar la sustitución de trabajo humano por medios técnicos,
acaba dejando totalmente sin sentido ninguno el funcionamiento del sistema
explotador capitalista.
Bajo
tales condiciones económicas objetivas terminales deletéreas
del capitalismo descritas aquí, cabe preguntarse: ¿de dónde los distintos
Estados nacionales podrán obtener la tan cacareada Renta Básica Universal, si
no es engrosando sine die la deuda pública por falta de recursos materiales
genuinos que respalden la emisión monetaria? Y ya sabemos lo que sucede cuando
la economía capitalista se prolonga a caballo de semejante alternativa: Desde
el estallido de la última gran crisis económica en 2007, cuando la deuda
financiera de los principales países de Occidente había crecido hasta llegar a los
57 billones de dólares,
diez años después esa deuda sumando la de los EE.UU., Reino Unido, Francia,
Alemania, Países bajos, Luxemburgo, Japón, Italia, Irlanda. Canadá, Suiza y
China, llegó a superar los 132 billones trecientos quince mil millones (132.315.000.000.000).
Así las cosas, todo parece indicar que vamos hacia otra debacle financiera como
parte constitutiva del fatal e inevitable proceso hacia un obligado cambio revolucionario del sistema, que acabará para
siempre con la creciente desigualdad del capitalismo en el reparto de la
riqueza.
En
medio de semejante situación, buena parte de la pequeñoburguesía intelectual —previamente
instruida urbi
et orbi por los aparatos ideológicos del sistema
en la falsa idea de que el capitalismo es eterno—, ha venido medrando en cada
país disputándose la prerrogativa en el ejercicio del poder gubernamental al
interior de las distintas instituciones políticas estatales. Y después de haber
vivido cómodamente a expensas de las dádivas del sistema en condiciones
favorables, ahora no sabe cómo hacer frente a las inevitables noxas
sociales de la presente recesión económica terminal,
ya sin salida posible que pueda seguir garantizando su cómoda existencia.
A
continuación y a modo de epitafio,
hemos querido aportar aquí a la difusión del conocimiento público las últimas
palabras de Stephen Hawking,
un inteligente, sincero y valeroso intelectual astrofísico, cosmólogo y divulgador
científico británico, políticamente comprometido con la sociedad de su tiempo:
Un ateo
antimilitarista en contra del capitalismo, la otra vertiente de Stephen Hawking
Posted:
14 Mar 2018 01:22 PM PDT
Stephen Hawking, en 2008, junto al expresidente
sudafricano Nelson Mandela. (Denis FARRELL/AFP)
Palestina, guerras como la de Vietnam en los 60 o la de Irak en tiempos más
actuales, han sido causas que llevaron a tomar partido a Hawking, que no dudó
en advertir sobre la amenaza que el sistema capitalista entraña para la
aspiración a una sociedad de iguales.
| @ZALDUARIZ |
DONOSTIA
Aunque sobre la vida de
Stephen Hawking destacan, en primer lugar, el trabajo científico y, en segundo,
su estatus de celebrity —no cualquiera aparece en ‘Star Trek’, ‘The Simpson’, ‘The Big Bang
Theory’ o en una canción de Pink Floyd—, hay otra vertiente
que está pasando algo desapercibida en esta jornada de obituarios y homenajes: su firme compromiso con valores
humanistas y de izquierdas.
De ello dio cuenta hace ya
medio siglo, con su oposición pública a la guerra de Vietnam, posición que
retomó con fuerza en contra del Gobierno de Tony Blair y su apoyo a la guerra de Irak. «Cerca de 100.000
personas han muerto, la mitad de ellas mujeres y menores. Si no es un crimen de
guerra, ¿qué es?», se preguntó en noviembre de 2004 en una manifestación contra
la guerra celebrada en Londres.
Asimismo, Hawking, que se
declaró ateo convencido –«No hay ningún dios, soy ateo», dijo no hace tanto a ‘El Mundo’–, rechazó públicamente el título de caballero ofrecido por la reina
Isabel II, alegando que no le gusta «el concepto global» de estos títulos
honoríficos y criticando de manera elocuente la política británica de
financiación de las investigaciones científicas.
También tomó partido
abiertamente contra la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel,
cuya política sionista criticó abiertamente. De hecho, aunque viajó en más de
una ocasión a Israel, tras el bombardeo de Gaza en 2009, el físico inglés participó activamente
en la campaña de boicot académico a Israel y en 2013, por ejemplo, se negó a
participar en una conferencia en una universidad de Tel Aviv. «La política del
Gobierno israelí conduce al desastre», declaró en aquella ocasión.
El peligro del capitalismo
En una fecha más reciente,
concretamente en octubre de 2015, Hawking se explayó acerca de los peligros del
capitalismo en la lucha contra la desigualdad. En un coloquio virtual
organizado por la revista científica ‘The New Reddit’, Hawking fue preguntado sobre el peligro que puede suponer la robotización de la economía para el
trabajo y, por consiguiente, para la distribución de la renta. El
científico fue claro a la hora de exculpar a los robots y señalar a las
condiciones sociales y económicas en las que se está desarrollando esta nueva
revolución industrial.
«Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado
dependerá de cómo se distribuyen las cosas. Todo el mundo podrá
disfrutar de una vida de lujo si la riqueza producida por las máquinas es
compartida, o la mayoría de la gente puede acabar siendo miserablemente pobre
si los propietarios de las máquinas
cabildean con éxito contra la redistribución de la riqueza», explicó el
recien fallecido científico.
No se llevó a engaño sobre
cuál de las opciones está triunfando: «Hasta
ahora, la tendencia parece ser hacia la segunda opción, con la tecnología
provocando cada vez mayor desigualdad».
Y como gran aficionado a las
profecías, añadió: «Los dueños de las
máquinas se posicionarán como la burguesía de una nueva era, en la cual sus
corporaciones no proveerán de puestos de trabajo a las personas».
La voz electrónica del
astrofísico, que falleció este miércoles, se escuchó en dos canciónes de la
banda de rock británico. ‘Keep Talking’, que hace parte del
disco ‘The Division
Bell’ (1994); y en ‘Talkin'
Hawkin’ del disco ‘The Endless River’ (2014). (Pulso.com).
--oo0oo--
Este obituario que nosotros hemos reproducido
fielmente aquí acerca de Stephen Hawking, fue publicado por la revista “Naiz” el pasado miércoles
14 de marzo, día de su muerte a los 76 años.
A propósito de lo que este comprometido intelectual ha dejado para la
posteridad, como también dijera el poeta Martín Fierro con esclarecida y
absoluta razón, más que necesario siempre ha sido imperioso conocer lo que con
plena certidumbre cada cual ha vivido y le queda por vivir.
Pero ya que muy sabia y oportunamente
se nos plantea el saber de nuestra
vida, cabe preguntarse qué ha venido siendo para la humanidad la propiedad privada de los medios de
producción y el dinero bancario en la sociedad capitalista, sino la
sistemática explotación de trabajo ajeno y la consecuente distribución cada vez
más desigual de la riqueza, por parte de una irrisoria minoría de grandes y medianos empresarios, en
contubernio permanente con esa otra minoría de políticos profesionales corruptos, institucionalizados en los
distintos Estados nacionales de todo el Mundo?
Y finalmente ¿qué es la democracia representativa sino
la más eficaz forma de convertir la genuina
democracia directa, en una dictadura de ese contubernio político-social?
GPM.