Salario, ganancia y tendencia históricamente objetiva al derrumbe del capitalismo

<<El único medio de alcanzar la verdad (de cualquier realidad existente), es abordar de cara los principios fundamentales (de esa realidad). Remontémonos de golpe, a la fuente de donde proceden los gobiernos mismos. Llegando así al origen de la cosa, encontraremos que toda forma de gobierno, que toda injusticia social y gubernamental provienen del sistema social actualmente en vigor: de la institución de la propiedad tal como hoy existe (the Institution of property as it at present exists), y que, por tanto, a fin de acabar para siempre con las injusticias y las miserias existentes, es preciso subvertir totalmente el estado actual de la sociedad…Atacando a los economistas en su propio terreno y con sus propias armas, evitaremos la absurda charlatanería de los visionarios y los teóricos, en la que están siempre dispuestos a caer. Los economistas no podrán en modo alguno rechazar las conclusiones a que llegamos con este método, a no ser que nieguen o desaprueben las verdades y los principios reconocidos, en los que fundan sus propios argumentos (…) Sólo el trabajo crea valor (It is labour alone which bestows value). Cada ser humano tiene derecho indudable a todo lo que puede procurarse con su trabajo honrado. Apropiándose así de los frutos de su trabajo, no comete ninguna injusticia contra otros seres humanos, porque no usurpa a nadie al proceder del mismo modo. Todos los conceptos de superioridad y de inferioridad, de patrono y de asalariado, son debidos al desprecio de los principios fundamentales y a la consiguiente desigualdad en la posesión (and to the consecuent rise of inequality of possessions). Mientras se mantenga esa desigualdad será imposible desarraigar tales ideas o derribar las instituciones basadas en ellas. Hasta ahora, muchos abrigan la vana esperanza de remediar el antinatural estado de cosas dominante destruyendo la desigualdad existente, sin tocar la causa de la desigualdad: pero nosotros demostraremos al punto que el gobierno no es la causa, sino un efecto (consecuencia), que él no crea sino que es creado; que, en una palabra, es el resultado (the offspring of inequality of possessions), y que la desigualdad de posesión está inseparablemente ligada al sistema social hoy vigente>>. (John Francis Bray : “Calamidades de la clase obrera y medios para suprimirla” 1839 Pp. 33, 36 y 37).  Cita de Marx en Miseria de la Filosofía” Cap. I Pp. 59 Ed. Progreso. Versión digitalizada ver Pp. 25-26).

01. Del comunismo primitivo al capitalismo

          Los distintos modos de producción han sido las diferentes formas de vida en que los seres humanos se organizaron para producir, distribuir y consumir los bienes que satisfacen sus necesidades. El esclavismo fue el primer modo de producción clasista que se basó fundamentalmente en la explotación de unos seres humanos por otros. Surgió de la descomposición del régimen anterior cuyo fundamento fue la comunidad primitiva, donde tal como su nombre lo indica la tierra y los instrumentos de trabajo eran propiedad común o general de todos los individuos que conformaron aquella organización social más originaria. Una sociedad que correspondió al más remoto período histórico de la humanidad llamado paleolítico, etapa inicial de la edad de piedra. La esclavitud que le sucedió, llegó a su máximo desarrollo en la Grecia antigua y más aún en la Roma Clásica. Se erigió a caballo de las guerras de conquista consagrando la propiedad privada de los conquistadores sobre los esclavos conquistados, reducidos a la condición de meros instrumentos de trabajo, despojados de todo derecho a decidir respecto de sí mismos en un régimen, donde sus amos-propietarios dispusieron discrecionalmente no sólo del trabajo esclavizado, sino hasta de la propia existencia de los esclavos sometidos a la ley del llamado “ius utendi et ius abutendi” (derecho al uso y abuso).

          En nuestro trabajo publicado en setiembre del pasado año titulado: “Breve historia de la democracia directa y su posterior falsificación, convertida en democracia representativa”, ya nos hemos ocupado de contribuir al conocimiento de la evolución en la sociedad humana dividida en clases sociales —desde el esclavismo hasta el capitalismo—, régimen este último políticamente instituido tras la proclamación en 1793 de los tres ideales consagrados por la Revolución francesa a saber: libertad, igualdad y fraternidad. E inmediatamente pasamos a preguntarnos qué es la libertad en el sistema capitalista. Segun el artículo 6 de la Constitución en ese país, la libertad es "el poder del hombre de hacer todo lo que no atente contra la libertad de los demás". Pero inmediatamente razonamos llegando a la conclusión siguiendo a Marx, que la libertad del capitalista al apropiarse de una parte creciente del valor contenido en el producto fabricado por el obrero, no es la misma que al obrero le permite el salario que —a cambio de la enajenación de su trabajo— recibe de su respectivo patrón. La diferencia de libertad está contenida en el plus de ganancia que obtiene el capitalista a cambio del salario pagado al obrero. O sea, que la relación social entre patronos y obreros supone dos distintos grados de libertad, como resultado del embeleco que contiene oculto la palabra “igualdad” montado expresamente, para beneficio del timador burgués contenido en los términos del contrato de trabajo. Y si como es cierto que los patronos capitalistas son más libres que los asalariados, es mentira que los derechos civiles, económicos y políticos de estas dos clases sociales puedan ser iguales, de lo cual se infiere que su relación nada tiene que ver con las virtudes humanas de la igualdad y la fraternidad. O sea, que como le dijera Marx a Engels el 30 de abril de 1868:

<<…En fin, dando por sentado que estos tres elementos: salario del trabajo, renta del suelo y ganancia del capital son las fuentes de ingreso de las tres clases, a saber: la de los terratenientes, la de los capitalistas (ya sean industriales, comerciales o financieros) y la de los obreros asalariados: como conclusión LA LUCHA DE CLASES, en la cual el movimiento (de la sociedad burguesa) se descompone y es el desenlace de toda esta mierda>>. (Carta de Marx a Engels del 30/04/1868.  Editora Política/La Habana/1983 Pp. 218. Lo entre paréntesis nuestro).