Manteniendo tal supuesto, queda en este apartado finalmente por discernir, otro concepto importante de la economía política, que es la formación de la Tasa General de Ganancia Media, cuya fórmula ya fue expuesta más arriba como relación o cociente entre el plusvalor promedio Pv y el capital medio invertido para producirlo: (Cc + Cv)
A los efectos de discernir conceptualmente esta relación, empecemos
por decir que la anarquía de la producción típica del capitalismo,
está implícita en la llamada división social del trabajo
determinada por la propiedad privada sobre los medios de producción.
Y se caracteriza por el hecho de que cada fracción del capital social
global produce plusvalor independientemente de las demás, es decir, sin
un plan general; y del mismo modo acude cada cual por su lado para confrontar
sus productos en el mercado, exponiéndolos a la venta a sus valores particulares
resultantes de sus particulares estructuras o composiciones orgánicas
de sus respectivos capitales, para los fines de realizar sus correspondientes
ganancias y la prosecución de sus particulares procesos de acumulación
de capital.
Consideremos para tal fin ahora, cinco empresas que fabrican distintos productos
con la misma magnitud de capital invertido pero de composiciones orgánicas
diferentes Cc/Cv, donde se supone que las respectivas magnitudes de capital
constante invertido en cada una de ellas, es trasladado a sus productos anualmente,
o sea que se amortizan en un año:
Sectores
|
Capitales |
Tasa de plusvalor |
plusvalor |
Valor del producto |
Tasa de ganancia |
I) |
80C+20V |
100% |
20 |
120 |
20% |
II) |
70C+30V |
100% |
30 |
130 |
30% |
III) |
60C+40V |
100% |
40 |
140 |
40% |
IV) |
85C+15V |
100% |
15 |
115 |
15% |
V) |
95C+5V |
100% |
5 |
105 |
5% |
Como se aprecia, en cada sector productivo o empresa los asalariados
crean o producen magnitudes distintas de plusvalor según sus correspondientes
composiciones orgánicas en que operan y a valores particulares de su
producción también diversos. Una vez en el mercado, si cada producto
de esos cinco capitales se vendiera por lo que vale según las específicas
estructuras de producción en cada sector, sus empresarios capitalistas
redituarían ganancias de diversa magnitud según las composiciones
orgánicas de sus capitales invertidos en ellas. Y tal como puede apreciarse,
a mayor composición orgánica, menor es el plusvalor que generan
y menor su tasa de ganancia. Pero también resulta ser menor el valor
de su producto global y, por tanto, menor también el valor de cada unidad
de producto, en razón de su mayor productividad por unidad de tiempo
empleado en producirlo.
A partir de esta situación en que cada sector de la producción
global presenta tasas de ganancia diferentes, cada uno lleva sus productos al
mercado para su realización o venta. Allí la competencia impone
la tendencia natural a que los capitales emigren hacia los sectores productivos
que realizan las mayores ganancias. Esta migración de los capitales modifica
la relación entre oferta y demanda de los distintos productos. En nuestro
ejemplo, se opera un exceso de oferta en los sectores I), II) y III), que presiona
a la baja el precio de sus productos, a la vez que, por el contrario, tiende
disminuir la oferta y a elevar el precio, de los productos fabricados en los
sectores IV) y V). Así es cómo el mercado consigue nivelar las
distintas tasas de ganancia en una tasa de ganancia promedio, de modo que el
capital global se reparta la ganancia global producida, según la masa
de capital que cada fracción de la burguesía en su respectiva
esfera de la producción, aporta al común negocio de explotar trabajo
ajeno
<<En virtud de esta constante emigración e inmigración, en una palabra, mediante su distribución entre las diversas esferas, según que en una disminuya la tasa de ganancia y que en otra aumente, el capital origina una relación entre la oferta y la demanda de naturaleza tal que (como en la física sucede con el experimento de los vasos comunicantes), la ganancia media se torna la misma en las diversas esferas de la producción, y en consecuencia los valores se transforman en precios de producción (precio de costo + ganancia media). El capital logra esta nivelación en mayor o menor grado cuanto más elevado sea el desarrollo capitalista en una sociedad nacional dada, vale decir, cuanto más adecuadas al modo capitalista de producción sean las condiciones del país en cuestión.>> (K. Marx: Op. cit Libro III cap. X. Lo entre paréntesis nuestro)
En el ejemplo, dividiendo el total del capital constante empleado en las cinco ramas (390Cc/5) y haciendo lo mismo respecto del capital variable (110Cv/5) resulta la Composición Orgánica Media del capital global = 78Cc + 22Cv. Por lo tanto, dada la tasa de plusvalor = 100%, a cada uno de los cinco capitales le corresponde capitalizar un plusvalor o ganancia bruta (antes de impuestos) de 22Pv. Finalmente, el valor del producto global = 610€ producido por el capital global invertido de 500€, debería ser vendido por cada quinta parte de ese capital al precio de producción de 122€. Así las cosas, el cuadro anterior quedaría modificado de la manera siguiente:
sectores |
capitales |
plusvalor |
valor |
Precio de producción |
Tasa de ganancia |
Desviación |
|
I) |
80 |
20 |
20 |
120 |
122 |
22% |
+2 |
II) |
70 |
30 |
30 |
130 |
122 |
22% |
- 8 |
III) |
60 |
40 |
40 |
140 |
122 |
22% |
-18 |
IV) |
85 |
15 |
15 |
115 |
122 |
22% |
+7 |
V) |
95 |
5 |
5 |
105 |
122 |
22% |
+17 |
ste proceso se encarga de llevarlo a término la competencia intercapitalista en el mercado. La tasa de ganancia media fija los precios de producción y la composición orgánica media, esto es, el tiempo de trabajo socialmente necesario, concepto éste último que, de tal modo, aparece en su determinación plena de significado económico. En efecto, dada la división social del trabajo determinada por la propiedad privada sobre los medios de producción, el grado de desarrollo específico de la fuerza social productiva es diferente en cada empresa o esfera particular de la producción. Dicha diferencia viene determinada por la distinta Composición Orgánica de sus respectivos capitales, siendo más alta o más baja según la proporción invertida en medios de producción (Edificios, máquinas, herramientas, materias primas, combustibles, etc.) respecto de la cantidad de asalariados. Por lo tanto, los capitales que emplean una mayor proporción relativa de capital constante respecto del capital variable (menor empleo relativo de asalariados por unidad de capital fijo utilizado), son capitales de composición alta. En nuestro ejemplo, los capitales de los sectores I), IV) y V). En estas ramas, el plusvalor producido es menor que el determinado por la Tasa General de Ganancia Media. Y a la inversa, los capitales que emplean mayor cantidad de asalariados por unidad de capital fijo invertido, son catalogados como capitales de composición baja, cuyo plusvalor producido es mayor que el promedio. Por último, los capitales de composición orgánica media son aquellos cuya masa de plusvalor producida coincide con la realizada según la cuota de ganancia media, a unos precios de producción que no difieren de sus valores particulares. Esta situación se ilustra según el siguiente cuadro sinóptico:
Capital a) |
90cc + 10cv + 10pv = 110 |
(precio de producción = 120) |
Capital b) |
80cc + 20cv + 20pv = 120 |
(precio de producción = 120) |
Capital c) |
70cc + 30cv + 30pv = 130 |
(precio de producción = 120) |
Aquí,
el capital b) representa la composición orgánica
media, según la cual, el valor de las mercancías producidas por
este capital coincide con el precio de producción fijado por el mercado,
y su tasa de ganancia individual coincide con la media válida para el
resto de los capitales. Según esta lógica objetiva, el plusvalor
total producido por los tres capitales: 10Pv+20Pv+30Pv = 60Pv.,
se reparte entre ellos según la masa de capital con que cada uno ha participado
en la explotación del trabajo asalariado total.
En este caso, como los tres capitales participan por igual = 100€
c/u., el plusvalor de 60Pv se divide por tres =
20€. Por lo tanto, el capital c) que ha producido
30€Pv cede 10€Pv al capital a) de
más alta composición orgánica, mientras que el capital
b) —cuya composición orgánica coincide
con la media— realiza la misma masa de plusvalor que produce, según
la Tasa Genmeral de Ganancia Media.
Para comprender mejor este asunto, supongamos ahora que estos tres capitales
pertenecen a la misma esfera de la producción y que, en conjunto, fabrican
12.000 unidades de la misma índole y aproximadamente
de la misma calidad. Para que estas mercancías se vendan al precio de
producción determinado por la tasa general de ganancia media, es decir,
de acuerdo con la racionalidad del tiempo de trabajo socialmente necesario contenido
en ellas, las 12.000 unidades producidas y ofertadas deben satisfacer las necesidades
sociales solventes, esto es, la cantidad demandada por quienes pueden pagar
ese precio. En tal caso, el capital a) cuya composición orgánica
más alta que la media le permite producir a menores costes por unidad
de producto, vendiendo su cuota parte al precio de producción promedio
de 120€ obtiene una ganancia extraordinaria de 10€Pv
por encima de su valor = 110€, mientras que el capital
c) con la composición orgánica más baja, ofreciendo su
producto a 130€ no puede realizar todo el plusvalor contenido
en sus mercancías por falta de demanda solvente para ellas, de modo que
habiendo producido valores por 130€, se ve obligado por
el mercado a vender por 120€ cediendo así 10€Pv
al capital a):
<<Cuando la oferta de las mercancías al valor medio, es decir, al valor medio de la masa ubicada entre ambos extremos [capital b)], satisface la demanda [efectiva o solvente] habitual, las mercancías cuyo valor individual se halla por debajo del valor de mercado [capital a)] realizan un plusvalor extraordinario o plusganancia, mientras que aquellas cuyo valor individual se halla por encima del valor de mercado [capital c)] no pueden realizar una parte del plusvalor contenido en ellas>> (Ibíd. Lo entre corchetes nuestro)
Aquí, respecto de la divergencia entre valores y precios de producción se impone hacer una aclaración y es la siguiente: Para el capitalista que vende a otro —por ejemplo un torno de control numérico destinado a fabricar piezas para otra maquinaria— el plusvalor contenido en esa mercancía es igual a la diferencia entre su valor y lo que ha costado fabricarla. Pero el comprador paga por el equivalente a su precio de producción que, para él, viene a ser su precio de costo. Por lo tanto, el precio de costo de una mercancía en el cual está comprendido el precio de producción de otra, puede ser mayor o menor que la parte de su valor constituido por el valor de los medios de producción que han contribuido a fabricarla. Hay aquí, pues, entre compradores y vendedores, un error sobrevenido como consecuencia de equiparar el costo de una mercancía al valor de los medios de producción consumidos para producirla. Y al respecto Marx señala:
<<No obstante, permanece en pie la tesis de que el precio de costo de las mercancías es siempre menor que su valor, pues por mucho que el precio de costo de una mercancía pueda diferir del valor de los medios de producción consumidos en ella, este error que se comete es indiferente para el capitalista. El precio de costo de la mercancía es un precio dado, un supuesto independiente de su producción, de la producción del capitalista, mientras que el resultado de su producción es una mercancía que encierra plusvalía, es decir, un sobrante de valor sobre su precio de costo. De otro modo, la tesis de que el precio de costo es menor que el valor de la mercancía se convierte ahora prácticamente en la tesis de que el precio de costo es menor que el precio de producción. Respecto al capital de la sociedad, donde el precio de producción es igual al valor, esta tesis es idéntica a la anterior, según la cual, el precio de costo es menor que el valor. Aunque esta tesis tiene un sentido diferente para las distintas esferas de producción, le sirve siempre de base el hecho de que, en lo que se refiere al capital. total de la sociedad, el precio de costo de las mercancías producidas por él es menor que el valor o que el precio de producción, que aquí, en cuanto a la masa total de las mercancías producidas, coincide con ese valor. El precio de costo de una mercancía se refiere solamente a la cantidad del trabajo retribuido que en ella se contiene, mientras que el valor se refiere a la cantidad total de trabajo contenido en ella, tanto al retribuido como al no pagado; el precio de producción, por su parte, se refiere a la suma del trabajo retribuido más una deter¬minada cantidad de trabajo no pagado (que fija el mercado), independiente de la esfera especial de producción de que se trata>>. (K. Marx: “El Capital” Libro III Cap. IV. El Subrayado y lo entre paréntesis nuestro)
Ahora bien, si la masa de valor contenido en los productos fabricados excediera
las necesidades solventes, se dilapidaría una parte del trabajo social,
entonces las mercancías pasarían a representar una cantidad de
trabajo menor que el efectivamente contenido en ellas, porque los precios de
mercado determinados por la oferta y la demanda, se pondrían por debajo
de los valores de mercado o precios de producción; a la inversa ocurriría
si la oferta no fuera suficiente para satisfacer la demanda efectiva o solvente,
debido a que el volumen del trabajo social contenido en determinada cantidad
de mercancías, resultara demasiado pequeño para el volumen demandado
por las particulares necesidades solventes de la sociedad que debe satisfacer
ese producto. Si hay un exceso de oferta respecto de la demanda solvente, este
desequilibrio determina un descenso de los precios en dirección a corregir
el desequilibrio. Si por el contrario la oferta no es suficiente y aumentan
los precios, la demanda se contrae.
Las fluctuaciones de la oferta y la demanda regulan los precios de mercado o, mejor dicho, provocan desviaciones en más o en menos de los precios de mercado respecto de los valores particulares hasta alcanzar los precios de producción fijados por la Tasa General de Ganancia Media. Pero bien vistas las cosas, en realidad la fuerza que mueve a los cambios en la oferta y la demanda, es la relación entre los distintos valores particulares, sin los cuales no puede haber relación posible entre oferta y demanda. Dichos valores particulares constituyen el centro de gravedad en torno al cual fluctúan los precios de mercado. Las desviaciones de los precios de mercado respecto de los valores particulares —tal como se presentan en la realidad— determinan los precios de producción y, a través de éstos, el plusvalor global se distribuye entre las distintas fracciones particulares del capital global en funciones, según la magnitud con la que cada una de ellas participa en el común negocio de explotar trabajo ajeno.
La tendencia objetiva de la relación entre los distintos
capitales interactuando en el mercado, gravita no en dirección a la realización
de los precios de mercado según la oferta y la demanda de las mercancías,
sino en dirección a la realización de los precios de producción
según la tasa de ganancia media. Esto significa que, sin el referente
de los distintos valores particulares, esto es, del tiempo de trabajo social
efectivamente empleado en cada empresa particular y rama de la producción
de mercancías antes de su ingreso en el mercado, todo el mecanismo "celeste"
de la circulación del capital —tan cara a los teóricos subjetivistas—
sería un caos de indeterminación.
Con esto estamos diciendo —según Marx— que los precios o
valores de mercado que culminan en la formación de los precios de producción
determinados por la Tasa General de Ganancia Media —como resultado de
la interacción entre la oferta y la demanda en la esfera de la circulación
del capital global llamada mercado—, están previamente determinados
por los valores particulares creados en la esfera de la producción, según
las distintas composiciones orgánicas de los capitales que producen independientemente
los unos de los otros y luego concurren a confrontar sus productos en el mercado.
Es decir: dada la anarquía de la producción capitalista, el mercado
es el medio o vehículo del que se vale la realidad económica en
la esfera de la circulación, para distribuir el plusvalor previamente
creado en la esfera de la producción por los distintos capitales particulares,
según la magnitud de valor con que cada uno de ellos participa en el
común negocio de explotar trabajo ajeno; donde todos ganan aun cuando
unos más que otros. Por eso Marx dice que los burgueses —en condiciones
de prosperidad— constituyen ”una cofradía práctica”.
De este modo, lo que realizan u obtienen los distintos empresarios capitalistas,
no es el plusvalor producido en sus empresas según el valor de sus productos,
sino el plusvalor que corresponde a sus precios de producción o valores
de mercado determinados por la Tasa General de Ganancia Media, como resultado
de la competencia intercapitalista en la esfera de la circulación:
<<Cuando la oferta de las mercancías al valor medio (fijado por la Tasa General de Ganancia Media), es decir, al valor medio de la masa ubicada entre ambos extremos, satisface la demanda (efectiva o solvente) habitual, las mercancías cuyo valor individual se halla por debajo del valor de mercado, realizan un plusvalor extraordinario o plusganancia, mientras que aquellas cuyo valor individual se halla por encima del valor de mercado, no pueden realizar una parte del plusvalor contenido en ellas>>. (K. Marx: El Capital” Libro III Cap. X. Lo dentre parentesis nuestro)
Tal como sucede en todos los demás órdenes de la vida donde el sentimiento de la individualidad prevalece sobre los intereses comunes, la propiedad privada sobre los medios de producción típica del capitalismo determina férreamente que cada empresa se organice con independencia de las demás procurando maximizar su propio beneficio a expensas del trabajo ajeno, desconociendo las condiciones en que las demás empresas se afanan en conseguir lo propio. De este modo anárquico, es imposible que nadie pueda prever hacia dónde conduce el proceso económico global ni el incierto destino que a cada cual le depara. La sociedad capitalista es, precisamente esto. En tales condiciones donde nada se puede prever, sólo la ciencia puede dilucidar el resultado del proceso y explicar por qué.
Lo razonado hasta aquí, desde la creación de
los distintos valores por las diversas fracciones del capital social global,
hasta su transformación en precios de producción a instancias
de la oferta y la demanda en el mercado —cuya interacción pasa
desapercibida e incontrolada por los productores particulares—, culmina
en la formación de la Tasa General de Ganancia media. Este proceso sólo
comprende y compromete al gran capital productivo que participa en él,
excluyendo al pequeño y mediano, así como al capital improductivo
(comercial, bancario y rentístico), que participa del reparto del plusvalor
pero no lo produce. De modo que la transformación de los valores particulares
en precios de producción y la nivelación de las distintas tasas
de ganancia particulares en una tasa de general de ganancia industrial media,
es insuficiente para explicar la ganancia de las otras fracciones improductivas
del capital, pero no deja de ser su referente fundamental.
Para explicar el comportamiento del capital improductivo, es necesario avanzar
hacia un grado más de aproximación a la realidad del capitalismo.
Sólo de este modo se alcanza la "forma definitiva" de la Tasa
General de Ganancia Media, después de que los precios de producción
se transforman en precios comerciales, tasa de interés y renta territorial,
a través de los cuales el plusvalor se redistribuye y la ganancia media
del capital productivo se estrecha, reduce o restringe, para permitir la acumulación
del capital improductivo, así como de los capitales menores, de modo
que cuanto mayor sea la masa en funciones de estos capitales, menor será
la tasa de ganancia media industrial. Esta es la fuerza que impulsa al capital
global hacia el oligopolio.
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