El papel de la lucha de masas en la lucha de clases

A esta altura del texto, es necesario apuntar que la vanguardia sólo tiene su necesidad de existencia en relación con la masa de la cual se nutre, aprende y dirige. Aquella consigna de Mao "de las masas, a las masas"[12] refleja bastante bien ésta cuestión. La vanguardia revolucionaria no justifica su función en sí misma hacia la revolución porque esta no la puede hacer por sí, no puede sustituir el accionar de las masas, sino que, justamente, su tarea consiste en estimular este accionar, encausarlo y desarrollarlo orgánicamente. La revolución es un hecho de masas, producto de la lucha de masas. En este sentido, se podría decir que la tarea de la vanguardia pasa esencialmente por <<organizar>> la lucha de clases de las masas contra el capital.

Comentario del GPM <<Esta última afirmación se contradice con lo dicho anteriormente. Es una concesión involuntaria no sólo a los espontaneístas, sino a los aventureros políticos de todo pelaje. Por que el hecho de organizarse puede servir para muchos fines. La tarea de la vanguardia no pasa esencialmente por organizar al proletariado espontáneo, sino por contribuir a concientizarlo. Y para eso es decisiva su organización políticamente independiente que garantice la praxis revolucionaria al interior del movimiento asalariado en lucha contra el capital. Otra cosa es plantearse como tarea “fundamental” organizar al proletariado. En momentos de alza en sus luchas, el proletariado espontáneo trasciende a sus organizaciones naturales como capital variable y se organiza para la lucha por el poder creando consejos obreros. Pero recién cuando se hace autoconsciente, no antes. Por tanto lo esencial —especialmente en momentos como éste— no es la organización de las masas. La organización revolucionaria de las masas es un producto de su autoconciencia. Y en eso, la vanguardia revolucionaria tiene muy poco que hacer. No hay que olvidar que la creación de los consejos obreros y los soviets han sido una inspiración exclusiva de las masas autoconscientes en movimiento. Si precisamente se trata de desterrar el prejuicio de que las masas necesitan “salvadores” hay que dejar muy claro este punto.  >>

Ahora bien, con respecto al papel de la teoría en la educación de las masas, Lenin parece confundirnos cuando afirma categóricamente que:

“cuando los señores burgueses y lo socialistas reformistas que le hacen coro sin sentido crítico hablan con tanta petulancia de la “educación” de las masas, de ordinario se entiende por educación algo escolar y formalista, algo que desmoraliza a las masas y les inculca los prejuicios burgueses. La verdadera educación de las masas no puede ir nunca separada de la lucha política independiente, y sobre todo, de la lucha revolucionaria de las propias masas, sólo la lucha educa a la clase explotada, sólo la lucha le descubre la magnitud de su fuerza, amplia su horizonte, eleva su capacidad, aclara su inteligencia y forja su voluntad” Lenin, V: “Informe sobre la revolución de 1905. (1917) (Subrayado nuestro)

Decíamos que “sin teoría revolucionaria no puede existir tampoco movimiento revolucionario”. Pero ahora, pareciera que Lenin nos dice lo contrario, pareciera que ya no es la teoría lo esencial sino que lo esencial ha devenido en lucha de masas. Según esto último, sería justo afirmar entonces que sin la lucha de las masas no puede haber tampoco movimiento revolucionario, porque “sólo la lucha educa a la clase explotada”.

Comentario del GPM <<Lo cual es también meridianamente cierto en determinada circunstancia. Tanto como que para lograr algo, lo que nos falta resulta más importante que lo que tenemos. Y aquí la tarea práctica de contribuir a organizar al movimiento resulta ser tan importante como la teoría aplicada a la lucha de clases, la propaganda. >>

¿Qué es lo que Lenin nos está queriendo decir? Aquí se entiende que sólo es posible comprender esta aparente contradicción en el discurso de Lenin si se tienen en cuenta los distintos contextos literarios determinados por las distintas condiciones de la lucha en un momento u otro. Las acentuaciones que Lenin va marcando en sus debates, van guardando relación con las tareas y disputas que en determinado momento se le plantean al movimiento revolucionario para avanzar en la conquista de sus objetivos. Quizás la  metáfora “del arco” que el mismo Lenin utilizaba recurrentemente lo grafique de forma clara:

“Hemos “teoretizado” tanto tiempo (a veces, no hay que ocultarlo en vano) en el ambiente de la emigración que, ¡vive Dios! No estará de más ahora, “doblar el arco en el sentido opuesto” un tanto, un poquito, e impulsar un poco mas la práctica” Lenin, V: “Sobre la reorganización del partido”. (1905)

En 1902, la necesidad de la lucha del proletariado Ruso, marcaba como prioridad el desafío de la teoría revolucionara y, por este objetivo, los leninistas lucharon contra la corriente revisionista y economicista —el “¿Qué hacer?” fue escrito por Lenin en ese contexto histórico—. En cambio, la importancia de la lucha de masas y la determinación revolucionaria para el combate frente a la vacilación teoricista y pacifista de los socialistas de palabra era algo a extraer como lección durante la revolución en noviembre de 1905 según las condiciones que habíamos visto tras el “domingo sangriento de enero”. Lenin llegó a la conclusión de que esa ola revolucionaria no había pasado aún, que la “lucha decisiva” estaba por venir, y que “la preparación para ella” debía ponerse en primer plano.

A diferencia de los idealistas, los materialistas sostenemos que el <<objeto de la práctica>> participa en la capacitación de los sujetos. En el sentido que no es posible una educación verdaderamente revolucionaria por fuera de la práctica, por fuera de la lucha revolucionaria [13] .

Comentario del GPM <<Aquí hay que tener cuidado de no caer en una contradicción en sus propios términos entre el objeto de la práctica y la práctica sobre el objeto. El objeto es una condición, un dato de la realidad, el obstáculo que pone a la práctica sobre él, su límite. La conciencia de la necesidad de superar ese límite es lo que suscita la praxis. Y aquí acaba la función del objeto, porque él no puede hacer más. Por tanto, lo que capacita al sujeto no es el objeto a trasformar sino el esfuerzo que el sujeto hace por conocer su naturaleza mediante la práctica científica y los repetidos intentos fallidos de la práctica política por superar ese límite, la resistencia que el objeto opone al sujeto y los límites que el sujeto se pone a así mismo en ese proceso.>>

Y con esto no se esta presentando una nueva contradicción, relegando la función de la teoría, sino que se está planteando que la teoría, en verdad “solo capacita cuando corresponde a las necesidades ya creadas por la práctica organizada” [14].

Comentario del GPM <<Las necesidades de la práctica organizada pueden ser, de dos tipos: por ejemplo, las de una práctica colectiva experimental en un laboratorio, que se ejercita sobre objetos de comportamiento regular, como ocurre, en general, con los objetos de estudio de las ciencias naturales. Otro es el caso de la teoría cuyo objeto está en constante movimiento, como es el caso de la interacción política entre clases o sectores de una misma clase; en este último caso, estamos ante una teoría que debe elaborarse sobre la marcha en medio de la lucha, donde la previsión sobre el comportamiento del objeto —la relación capitalista— se ve muy estrechamente acotada por la acción imprevisible del adversario que encarna esa relación y pugna por conservarla.>>

En el esfuerzo por apropiarse con y en el pensamiento de lo material-objetivo, es decir, las condiciones de la lucha que se presentan en cada momento y que es necesario superar, para contribuir a superarlas, es donde la conciencia de clase se va forjando. Tal es el cometido de la teoría revolucionaria.

Comentario del GPM <<En el espíritu de las masas en lucha está o debe estar presente siempre la vanguardia revolucionaria a través de su propaganda y su agitación, aunque los autores de  esos mensajes revolucionarios no estén físicamente presentes en los distintos momentos y escenarios de esa lucha. De no ser así, es imposible que la conciencia revolucionaria pueda forjarse. Esto es fundamental, por eso hay que dejarlo absolutamente claro.

Entonces, que esta conciencia se forje va a depender del resultado del trabajo orgánico de la vanguardia revolucionaria en materia de propaganda y agitación. Trabajo íntimamente vinculado a la lucha de las masas. Esto es lo que explica la diferencia entre la descomprometida publicidad libresca de las abstractas ideas supuestamente comunistas, y la propaganda y agitación comunista vinculada al movimiento de los asalariados:      

 “Sin trabajo, sin lucha, el conocimiento libresco del comunismo adquirido en folletos y obras comunistas no tiene absolutamente ningún valor, ya que no haría mas que continuar el antiguo divorcio entre la teoría y la práctica, ese mismo divorcio que constituía el mas repugnante rasgo de la vieja sociedad burguesa” Lenin, V: “Tareas de las juventudes comunistas” (5, 6 y 7 de octubre de 1917).

La política -afirmaba Clausewitz- “es la continuación de la guerra por otros medios”. La lucha de clases, es en última instancia, guerra de clases; lucha que en momentos decisivos -como lo demuestra la historia sin perdonar ingenuidades- se transforma en guerra civil revolucionaria. Ahora bien, como sabemos, la única forma de ganar las guerras es combatiendo. Por más estrategia disuasiva que se emplee a través de armamentos nucleares y químicos, si se quiere ganar la guerra, no hay más remedio que combatir. Por eso sin lugar a dudas, afirmamos que sin la lucha de las masas no puede existir tampoco, movimiento revolucionario. No sólo por la importancia de la lucha para la formación de la conciencia, sino, fundamentalmente, por la importancia de ésta para la victoria socialista.

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[12] En “Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección”. Obras Escogidas en 5 Tomos. Tomo 3. p-119. Ediciones en Lenguas extranjeras. Pekín

[13] Mao Tse-tung  dice que “Para conocer directamente tal o cual cosa o cosas, es preciso participar personalmente en la lucha práctica por transformar la realidad, por transformar dicha cosa o cosas, pues es éste el único medio de entrar en contacto con sus apariencias; asimismo, es éste el único medio de poner al descubierto la esencia de dicha cosa o cosas y comprenderlas.”. Sobre la práctica. En. Obras Escogidas en 5 Tomos. Tomo I. p-322. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín.

[14] Ediciones del Instituto de Pesquisa y Reforma Agraria Josué de Castro. ITERRA. Método pedagógico. P-74.