Las guerras interburguesas convencionales como único recurso de subsistencia del sistema capitalista

De acuerdo con lo descrito científicamente por Marx en "El Capital", se deduce que, según avanza el desarrollo de las fuerzas productivas —que hacen al proceso de acumulación de ganancias a instancias de la competencia intercapitalista—, el cumplimiento de esta lógica objetiva se torna sucesivamente más y más dificultoso, según el progreso científico-técnico incorporado a los medios de producción, determina que de cada unidad de capital adicional invertido en la producción de valores económicos, la parte correspondiente a los salarios sea relativamente cada vez menor. De esta premisa se infiere que:

l)  El plusvalor o ganancia se incrementa, pero cada vez menos respecto del capital global en funciones y,

2) Consecuentemente, la tasa de ganancia entendida como relación económica entre los réditos globales obtenidos y el costo de producirlos, también tiende históricamente a disminuir.

Así, hasta llegar a un punto en que la masa de capital invertido deja de ser compensada por el plusvalor obtenido, de modo que la burguesía debe apelar, cada vez más, al ataque no ya esporádico o cíclico, sino sistemático y permanente contra las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados activos, al tiempo que se ve obligada a mantener un ejército creciente de parados en lugar de ser mantenida por ellos. Y aunque debido a la modalidad del trabajo empleado a tiempo parcial el paro parece remitir,  en realidad aumenta más que proporcionalmente convertido así en históricamente creciente. La humanidad ha alcanzado este punto inmediatamente antes de la primera guerra mundial. Fue cuando la propia lógica objetiva del sistema capitalista comenzó a insinuarle a la burguesía —soto voce— que es una clase por completo decadente, porque ya no es capaz de asegurar a sus esclavos asalariados las condiciones de su propia esclavitud y que, por tanto, debe dejar el testigo de la historia en manos de los trabajadores emancipados de su yugo social.

                                                                                                                                                                                                      GPM.

 

          Y el caso es que según esta lógica, la producción y venta de armamentos ha venido fungiendo bajo el capitalismo en tiempos de recesión económica, como una alternativa de acumulación de capital productivo. Es un "mercado de sustitución". ¿Cómo se explica esto? Por hechos tan evidentes que sólo basta ponerlos en conexión teórica con lo más básico y elemental del intelecto.

 

          PRIMERA EVIDENCIA: En condiciones económicas normales, la competencia intercapitalista determina que los distintos capitalistas asociados se comporten, como si el mercado fuera una cofradía práctica entre ellos, donde todas sus empresas respectivas ganan. Aunque unas más que otras, según la masa de capital invertido en el común negocio de explotar trabajo ajeno, con medios de producción de diversa eficacia técnica que hace a la distinta productividad y, por tanto, a la obtención de una mayor o menor ganancia relativa. Pero en tiempos de crisis todos los capitalistas dejan de ganar y la competencia se traslada de la producción a la especulación, donde lo que unos ganan otros lo pierden. Y el caso es que una de las formas para especular en circunstancias económicas críticas para fines gananciales, es la fabricación y venta de armamentos cuyo costo social recae sobre los presupuestos estatales de cada país beligerante, mientras que la oferta es de casi exclusiva función del sector capitalista privado.

 

          SEGUNDA EVIDENCIA: como es sabido, el armamento moderno incorpora el más alto, oneroso, destructivo y mortal coeficiente de adelanto tecnológico. Por lo tanto, su fabricación y oferta sólo está al alcance de unas pocas grandes empresas de alta centralización de la propiedad sobre medios técnicos de última generación, en manos de relativamente pocos sujetos asociados, dueños de una enorme magnitud de capital comprometido con tal finalidad.

 

          TERCERA EVIDENCIA: la mayor fuente de financiación de los presupuestos estatales en cada país, proviene de la imposición interna al consumo y patrimonio de la mayoría absoluta poblacional de condición asalariada.

 

          CONCLUSIÓN: cuando las crisis del capitalismo son tan profundas y prolongadas que la burguesía en su conjunto necesita la guerra entre sus distintas fracciones nacionales para superarlas, ocurre que mientras una parte de los asalariados en la retaguardia de los países beligerantes, contribuyen con su trabajo y sus impuestos a enriquecer a esta mafia criminal acaudalada fabricante de armas y demás pertrechos bélicos, al mismo tiempo que sus padres, hijos, hermanos o primos en paro, son reclutados para ir a morir en el frente de guerra luchando por "la patria". Esto que ha venido sucediendo desde los principios del capitalismo y ha vuelto a repetirse por enésima vez —ahora mismo en Libia, Siria, Yemen, Irak, Sudan del Sur, Nigeria, Niger, Chad, Camerún y Burundi—, no dejará de prolongarse mientras los pagadores en todo este tinglado permanezcamos divididos, comportándonos sumisamente con nuestras clases dominantes nacionales, es decir, sacrificando nuestros propios intereses históricos como clase social explotada y oprimida —absolutamente mayoritaria—, para los fines de que los capitalistas puedan seguir enriqueciéndose a expensas nuestras.

 

          El proceso que gestó el origen de Siria como país, se remonta a la desintegración del Imperio otomano tras la Primera guerra mundial en 1916, cuando la gran burguesía europea triunfante de Francia y Gran Bretaña e Irlanda tras la Primera Guerra Mundial, se repartieron aquél territorio según el acuerdo de Sykes-Picot que trazó los límites de ese nuevo país con El Líbano, ambos bajo el protectorado colonial de Francia. Luego, desde su independencia en 1945, el pueblo llano de Siria debió soportar una serie de golpes y contragolpes militares entre distintas fracciones de sus clases nacionales dominantes. Hasta que desde 1970 la familia de los Asad —de religión alauita y etnia chií—, lograron hacerse con el poder hasta hoy en un Estado nacional cuya mayoría de habitantes es de la rama sunnita.

 

          Bajo tales condiciones, el hecho de que una minoría social explotadora haya podido prevalecer políticamente hasta cierto punto sobre sus mayorías explotadas, sólo se pudo explicar por el progreso económico coyuntural en la industria del petróleo, que permitió al Presidente Bashar Al Asad en ese país, haber podido disponer de los ingresos obtenidos vendiendo tal insumo crudo extraído de los pozos abiertos en su territorio, cuya magnitud permitió momentáneamente exceder a las necesidades de su consumo interno, para ser así exportado al extranjero. Situación que sólo se logró sostener hasta que tales excedentes comenzaron a disminuir en 1995, al mismo tiempo que su consumo interno aumentaba, por el hecho de que en ese intervalo de tiempo su población pasó de los 5 millones de habitantes en 1963, a 28,3 millones en 2.013. Así las cosas, a partir de 2008 y en medio de la sequía de 2006 que se prolongó hasta 2011, el gobierno sirio se vio forzado por las circunstancias a subvencionar el consumo de diesel derivado del petróleo y, para ello, debió aumentar el gasto de sus presupuestos estatales en torno a los 1.500 millones de dólares anuales por ese concepto, al mismo tiempo que disminuían los ingresos provenientes de la exportación de petróleo crudo. Y el caso que nos ocupa es, que ese mismo año de 2008 en medio de la profunda recesión económica mundial que todavía se prolonga, el gobierno sirio incapaz de seguir solventando ese subsidio, comenzó a reducirlo provocando un incremento en los precios del diesel —que mueve a los motores para la irrigación de los campos de cultivo—, lo cual afectó seriamente a la producción agrícola y, consecuentemente, aumentó el precio de los alimentos, degradando el nivel de vida de la población con más bajos ingresos.

 

          Como producto de esta crisis económico-social, muchos campesinos y pequeños agricultores que así perdieron su sustento económico, fueron forzados de tal modo a desplazarse desde zonas del noreste y el sur del país hacia las grandes ciudades como Hama, Homs o Damasco, asentándose en los suburbios y barrios periféricos precarizados, donde se generó espontáneamente un ambiente ideal para el estallido de un conflicto, que fue rápidamente aprovechado por potencias regionales y mundiales. Tal fue el cúmulo de causas económicas que dieron pábulo a la rebelión política en Siria, durante la llamada “primavera árabe” en 2011 y que todavía se prolonga.

 

          Tal como sucedió en Túnez, la revuelta en Siria comenzó el 17 de febrero de 2011 con una discusión en el “mercado viejo” de Hama entre un policía y un vendedor, cuando éste fue vejado por el agente y cientos de personas se pusieron de su lado, lanzando gritos contra la corrupción y los abusos de poder por parte del gobierno hereditario de la familia Asad. Tal fue el punto de partida de una cadena de protestas populares, desde que al día siguiente la policía matara al menos a tres manifestantes en la ciudad de Deraa, cercana a Jordania. Y el viernes 19 atacó lanzando bombas de gases lacrimógenos contra la multitud que acudió en manifestación a los funerales de las tres víctimas. Entre los días 15 y 30 de marzo ese año, miles de personas se manifestaron en las principales ciudades Sirias queriendo que fueran reivindicativas y pacíficas, pero han sido violentamente reprimidas por el régimen.

 

          En abril se formaron los llamados “comités locales de protestas” por parte de los grupos de oposición al gobierno. El miércoles 7 y jueves 8 de julio, los embajadores de Estados Unidos y Francia en Damasco, visitaron la ciudad siria de Hama, centro de las principales protestas, en una clara intención provocadora de desafío al presidente Bashar al Assad. Y el sábado 9 estos mismos sujetos participaron en una manifestación, donde se pudo saber que ambos países de la cadena imperialista —junto con las dictaduras árabes teocráticas del Golfo Pérsico—, habían financiado con 2.000 millones de dólares a grupos armados de oposición y resistencia al gobierno sirio. O sea, que estos dos embajadores no exigían una mayor democracia en Siria —tal como pretendieron hacer creer los medios de difusión interesados—, sino la imposición de un gobierno Islámico que, según lo denunciara el masónico y no menos corrupto Presidente ruso Vladimir Putin, esa proposición fue patrocinada por más de 40 países, entre ellos varios del G20. Y a fines de ese año, los distintos comités locales de protesta pasaron a formar parte del ya existente Consejo Nacional Sirio desde 2005, refundado en Estambul el 23 de agosto de 2011. Tras estos sucesos, numerosas ciudades sirias fueron testigos de las mayores manifestaciones de apoyo al gobierno de Bashar Al Asad en toda la historia del país.

 

          Pero a mediados de 2014 y ya en plena guerra civil, irrumpió en territorio sirio el llamado Estado Islámico, que con el respaldo de EE.UU. pudo proyectar sus incursiones bélicas en Siria, desde la parte del territorio Irakí conquistado tras la destitución y asesinato de Sadam Hussein el 30 de diciembre de 2006. Estos acontecimientos se han enmarcado en el juego de intereses económicos opuestos, entre rusos, chinos e iraníes, por un lado, y estadounidenses, franceses, alemanes, turcos, israelíes y saudíes por otro. Todos ellos sin excepción de acuerdo con el régimen de Bachar al Asad, en que a ninguno les interesa una Siria próspera, libre, democrática y plural, sino que cada fracción de esas clases burguesas dominantes procuran que ese conflicto se salde —si fuera posible exclusivamente— en favor de sus propios intereses. Nada más. Y en esto han coincidido también con los yihadistas. Pero no con la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de Siria, que salieron a las calles de ese país en la primavera de 2011 no precisamente para defender a ningún gobierno, sino para exigir sus derechos reclamando en Siria el fin del Estado policial y la corrupción institucionalizada. Unas lacras que es lo que tienen de común todos los empresarios y gobiernos de cualquier país sin excepción en el mundo entero. Tal es la contradicción que la humanidad debe resolver necesariamente, pero que para tal propósito la clase asalariada sigue tardando en poner manos a la obra.

 

          ¿Cuál es el significado que oficialmente suele atribuirse con sentido peyorativo a la palabra extremismo? Toda idea o comportamiento que tiende a desplazar una determinada realidad hacia la izquierda o la derecha, respecto del centro político vigente, universalmente consagrado por la burguesía para los fines de mantener la estabilidad del sistema capitalista. El pasado 13 de diciembre, la familia de los Asad en Siria pudo recuperar finalmente el control total del territorio que había venido ejerciendo desde 1970 en la parte oriental de Alepo, momentáneamente ocupada hasta ese día por los milicianos rebeldes armados. Pero ayer mismo, 30 de diciembre, fue cuando el patriarca de esa familia salió diciendo que: <<La eliminación total de terroristas en Siria no es difícil, si Arabia Saudí, Catar y Turquía entre otros, dejan de apoyar al extremismo>>. ¿Hubiera podido hacerlo él con sus fuerzas armadas sin recibir el apoyo militar que le ha venido brindando su amigo, Vladimir Putin, ese que preside los destinos de Rusia supuestamente ubicado en el centro político dominante bajo el vigente sistema capitalista de su país? ¡No!  

 

          ¿Qué tiene que ver, pues, toda esta movida, con el mal entendido y manoseado concepto político de extremismo? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Porque toda guerra que acabe determinando un cambio de dueño territorial en nada compromete ni puede afectar a la estabilidad del sistema vigente, a no ser que bajo las presentes circunstancias se trate de un enfrentamiento entre potencias nucleares, que podrían acabar con todo rastro de vida humana en la Tierra. O sea, que si las fuerzas insurgentes en Siria, usando armamento convencional hubieran desplazado del poder a la familia de los Asad, las mayorías asalariadas de ese país seguirían igual de sometidas —o más, si cabe— a las circunstancias que, como hemos venido insistiendo en demostrar, una y otra vez, no dependen de la voluntad de nadie y serán cada vez más dolorosas de soportar.

 

          Lo único que puede afectar al sistema sin más consecuencias nocivas para la especie humana, es que los explotados del Mundo lleguemos a comprender la insensatez de seguir dividiendo nuestra voluntad política entre las distintas fracciones de la burguesía que se agrupan en partidos políticos, y decidir unirnos a escala nacional e internacional en torno a los principios revolucionarios, para dar al traste con toda esta porquería de una vez por todas. Lenin sostenía que la lógica del oportunismo está en la alianza de clases al margen de los principios políticos que hacen a los intereses históricos de los explotados. Unos principios e intereses contrarios a la dinámica belicista desplegada por los nacionalismos burgueses europeos, que amenazaban con desatar la guerra internacional y que, contra tal amenaza, dichos principios fueron ratificados en los congresos obreros de Copenhague (1910) y Basilea (1912), donde la guerra fue considerada como un producto del enfrentamiento entre los estados capitalistas que se debía impedir, y si a pesar de todo estallaba se acordó frenarla con la huelga general y la movilización revolucionaria.

 

          Pero inmediatamente después de iniciada la I Guerra Mundial en agosto de 1914, la mayoría de los partidos socialistas en el continente se sometieron a las ambiciosas exigencias de sus respectivas burguesías nacionales y abandonaron aquellos postulados pacifistas revolucionarios, para ponerse al lado de sus gobiernos de turno en lo que se llamó “la unión sagrada contra los enemigos de la nación”. En esos momentos Lenin veía que los “socialistas” europeos de su tiempo propugnaban la "unidad" sin principios con la pequeñoburguesía al interior de los partidos obreros en sus respectivos países, precisamente para dividir y debilitar las luchas del movimiento asalariado en su conjunto. Desde entonces los socialdemócratas jamás abandonaron esta predisposición claudicante frente a su propia burguesía nacional. Tal como acaba de proceder en España la dirección del PSOE al margen de la opinión de sus afiliados, decidiendo burocráticamente abstenerse durante la segunda sesión parlamentaria de investidura, que permitió al corrupto Partido Popular corrupto y reaccionario seguir a cargo del gobierno.

 

          El 02 de diciembre de 1914 durante la segunda sesión del parlamento alemán (Reichstag), Karl Liebknecht no sólo votó contra el Presupuesto de Guerra siendo el único que lo hizo, sino que también presentó un documento donde fundamentó su voto, cuya lectura en el recinto fue desautorizada por Presidente de la cámara y tampoco fue incluido en el informe de sesiones, pretextando que provocaría llamadas al orden. El texto fue posteriormente remitido por el propio Liebknecht a la prensa alemana, pero ningún periódico lo publicó. Finalmente, la versión completa de la protesta se conoció en Suiza publicada por el periódico Berner Tagewacht”:

         <<Mi voto contra el proyecto de Ley de Créditos de Guerra del día de hoy se basa en las siguientes consideraciones: Esta guerra, deseada por ninguno de los pueblos involucrados, no ha estallado para favorecer el bienestar del pueblo alemán ni de ningún otro. Es una guerra imperialista, una guerra por el reparto de importantes territorios de explotación para capitalistas y financieros. Desde el punto de vista de la rivalidad armamentística, es una guerra provocada conjuntamente por los partidos alemanes y austríacos partidarios de la guerra, en la oscuridad del semi-feudalismo y de la diplomacia secreta, para obtener ventajas sobre sus oponentes. Al mismo tiempo la guerra es un esfuerzo bonapartista por desorganizar y escindir el creciente movimiento de la clase trabajadora.

         El grito alemán ¡Contra el zarismo! fue inventado para la ocasión —de la misma forma que fueron inventadas las actuales consignas inglesas y francesas— para explotar las más nobles inclinaciones y las tradiciones e ideales revolucionarios del pueblo, en beneficio de agitar el odio hacia otros pueblos.

         Alemania, la cómplice del zarismo, el modelo de la reacción hasta este mismo día, no tiene ninguna autoridad para erguirse en liberadora de los pueblos. La liberación tanto del pueblo ruso como alemán debe ser obra de sus propias manos.

         La guerra no es tampoco una guerra en defensa de Alemania. Sus bases históricas y su curso desde el comienzo hacen inaceptables las pretensiones del gobierno capitalista de que el propósito por el cual demanda créditos, es la defensa de la Patria.

         Una pronta paz, una paz sin anexiones, esto es lo que debemos exigir. Todo esfuerzo en esta dirección debe ser apoyado. Sólo fortaleciendo en forma conjunta y continua las corrientes de todos los países beligerantes que tienen tal paz como su objetivo, puede impedir que esta sangrienta carnicería sea llevada a su fin.  Sólo una paz basada sobre la solidaridad internacional de la clase obrera y sobre la libertad de todos los pueblos, puede ser una paz duradera. Por lo tanto, es el deber de los proletariados de todos los países llevar adelante durante la guerra, una labor socialista común a favor de la paz.

         Yo apoyo los créditos de ayuda a las víctimas con las siguientes reservas: voto gustosamente por todo lo que pueda llevar un alivio a nuestros hermanos en el campo de batalla así como a los heridos y enfermos, por los cuales siento la más profunda compasión. Pero como protesta contra la guerra, contra aquéllos que son responsables por ella y que la han causado, contra aquéllos que la dirigen, contra los propósitos capitalistas para los cuales está siendo usada, contra los planes de anexión, contra el abandono y el olvido total de los deberes sociales y políticos —por los cuales el gobierno y las clases son todavía culpables—, voto contra la guerra y los créditos de guerra solicitados>>. 

                                                                                                                                                                         Cfr.: KARL LIEBKNECHT.                                                                          

          Tal como así lo pusiera negro sobre blanco el marxista consecuente Liebknetch, aquella fue una guerra de rapiña genocida, de cuyo resultado casi nunca antes el mapa de Europa se había visto tan alterado. Los Imperios alemán, austro-húngaro, ruso y otomano dejaron de existir. El Tratado de Saint-Germain-en-Laye aprobado el 10 de septiembre de 1919, estableció la República de Austria formada por la mayoría de las regiones de habla alemana sustraídas al Estado de los Habsburgo. El Imperio Austríaco cedió tierras de la corona a Estados sucesores recientemente establecidos, como Checoslovaquia, Polonia y el Reino de los eslovenos, croatas y serbios, al que se le llamó Yugoslavia en 1929. También cedió el Territorio de Tirol del Sur, Trieste, Trentino e Istria a Italia, y Bucovina a Rumania. El tratado también impidió que Austria se unificara con Alemania, objetivo largamente deseado por los "pangermanistas" y una atractiva meta para el austríaco Adolf Hitler y su Partido Nacionalsocialista (Nazi).

          La otra parte de la Monarquía austrohúngara, Hungría, también se convirtió en un Estado independiente. Pero en virtud de los términos del Tratado de Trianon acordado en noviembre de 1920, debió cederle Transilvania a Rumania; Eslovaquia y Rutenia transcarpática a la recientemente formada Checoslovaquia; y otras tierras de la corona húngara a la futura Yugoslavia. El Imperio Otomano firmó el Tratado de Sèvres el 10 de agosto de 1920, que puso fin a las hostilidades con las Potencias Aliadas; pero poco después comenzó la Guerra de la Independencia Turca. La nueva República de Turquía, establecida como consecuencia, firmó el Tratado de Lausana en 1923, que invalidó al de Sèvres y dividió efectivamente al antiguo Imperio Otomano.

          En enero de 1918, el presidente estadounidense Woodrow Wilson había escrito una lista de objetivos propuestos para la guerra, a los que llamó los "Catorce puntos". Ocho de estos puntos trataban específicamente sobre acuerdos territoriales y políticos relacionados con la victoria de las Potencias de la Entente, incluyendo la idea de la autodeterminación nacional de las poblaciones étnicas de Europa. El resto de estos principios se concentró en “evitar la guerra en el futuro”, y en el último proponía que una Liga de Naciones arbitrara futuras contiendas internacionales. Wilson esperaba que su propuesta diera lugar a una paz justa y duradera, una "paz sin victoria" a fin de terminar la "guerra para poner fin a todas las guerras". Pero ya sabemos que 21 años después todos estos aparentes propósitos se quedaron en papel mojado. 

          Cuando los líderes alemanes firmaron el armisticio, muchos de ellos creían que los Catorce Puntos formarían la base del futuro tratado de paz, pero cuando los jefes de gobierno de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia se reunieron en París para discutir los términos del tratado, el contingente europeo de los "Cuatro Grandes" tenía otros planes. Como consideraban que Alemania había sido el principal instigador del conflicto, las Potencias Aliadas europeas finalmente impusieron en el tratado, obligaciones particularmente estrictas sobre la derrotada Alemania.

          El Tratado firmado en Versalles e impuesto a los perdedores por las potencias triunfantes en la guerra, fue  presentado 7 de mayo de 1919 a los derrotados líderes alemanes para que lo firmaran, forzándoles a que su país cediera territorios a Bélgica (Cantones del Este), a Checoslovaquia (distrito de Hultschin) y a Polonia (Poznan, Prusia Occidental y la Alta Silesia). Alsacia y Lorena, anexadas por Alemania en 1871 después de la Guerra Franco-Prusiana, volvieron a ser territorio francés. Todas las colonias alemanas de ultramar se convirtieron en Mandatos de la Liga de Naciones, y la ciudad de Danzig, con mayoría étnica alemana, se convirtió en una ciudad libre. El tratado exigía la desmilitarización y ocupación por los aliados de la región del Rin, con un estatus especial para el Saarlandterritorio seriamente devastado por los bombarderosbajo control francés. Y el futuro de las áreas del norte de Schleswig en la frontera entre Dinamarca y Alemania y partes de Alta Silesia, se determinó mediante plebiscitos. El número de muertos y desaparecidos en esa contienda ascendió aproximadamente a los ocho millones y medio de personas. Ninguna de ellas altos mandos de los ejércitos en pugna. Como en los tiempos del beligerante Imperio romano en cada expedición militar de conquista, cuando los “libres” combatientes subalternos se despedían de su imperial majestad al grito de: “Ave César, los que vamos a morir te saludan”:

         <<Al finalizar la guerra en 1918, las potencias victoriosas tomaron una serie de medidas penalizadoras contra los derrotados, que se materializaron en el Tratado de Versalles y que consistieron, principalmente, en la entrega de los barcos mercantes alemanes de más de 1.400 Tm de desplazamiento y la cesión anual de 200.000 Tm de nuevos barcos, como restitución de la flota mercante perdida por los aliados durante el conflicto; la entrega anual de 44 millones de Tm. de carbón, 371.000 cabezas de ganado, la mitad de su producción química y farmacéutica y de otros productos industriales durante cinco años, así como la requisa de la propiedad privada alemana en los territorios y colonias perdidos. Pero la principal medida fue la fijación de una cantidad como indemnización en concepto de gastos militares. La cantidad impuesta a Alemania, decidida en 1921 por la Comisión de Reparaciones (REPKO), fue de 132.000 millones de marcos oro, una cantidad desorbitada para la época, lo que significaba, en su momento inicial, el pago anual del 6% del Producto interior bruto de este país. El sistema fiscal y monetario alemán acabó hundiéndose, por lo que sus acreedores acabaron cobrando sólo una pequeña parte de las deudas, a costa de que la economía internacional perdiese oportunidades de fortalecimiento y crecimiento. Los vencedores exigían además que el pago se realizase en oro, lo que requería, entre otras cosas, que las exportaciones alemanas superasen ampliamente a las importaciones, pero a la vez los aliados cerraron drásticamente sus mercados a las importaciones, elevando la protección a sus industrias.1 Esta deuda fue una de las claves de los fuertes procesos de hiperinflación y la crisis de la Gran Depresión, así como la subida al poder del nazismo>>. (https://es.wikipedia.org/wiki/Consecuencias_econ%C3%-B3micas_de_la_Lenin_Guerra_Mundial#Destrucci.C3.B3n_del_tejido_productivo_europeo.2C_expansi.C3.B3n_del_estadounidense).

 

          Los costes directos de esa guerra se han valorado en unos 300.000 millones de dólares que sobrepasaron unas seis veces y media la deuda de los Estados europeos entre finales del siglo XVIII y comienzos del XX, cuya financiación resultó imposible de solventar.

 

          Y durante la Segunda Guerra mundial, las víctimas de fallecidos y desaparecidos se ha estimado que fluctuó entre los 55 y 60 millones de personas. La diferencia respecto de los muertos en la Primera guerra se explica por la mayor eficacia del poder destructivo y criminal contenido en los medios bélicos fabricados durante el  período comprendido entre ambos conflictos:

         <<Entre las víctimas mortales se contaron tanto combatientes como también —y principalmente—, población civil, como consecuencia de la propia violencia de los enfrentamientos armados, en especial durante los bombardeos sobre ciudades, pero también como resultado de las particulares circunstancias del conflicto que llevaron a violaciones masivas de los derechos humanos, siendo el fenómeno del holocausto su máximo exponente, junto con la deportación y reclusión en campos de concentración, a lo que se añadió la desprotección de los millones de refugiados y desplazados, sometidos a hambrunas y a los rigores del clima.

        El cálculo se ha visto dificultado por el ocultamiento y cambio de algunas cifras; por ejemplo, Stalin reconoció en 1945 que la URSS tuvo 7 millones de muertos (en la actualidad los cálculos van de 17 a 37 millones de muertos). China, el segundo país con más muertos, tiene problemas para calcular sus pérdidas porque en esos tiempos sufría una guerra civil, de modo que éstas se estiman entre 8 y 30 millones.2 Alemania fue el tercer país más afectado, con cifras estimadas entre 4,5 y 10 millones de pérdidas3 (1,5 millones de civiles por bombardeos aliados).4 Polonia fue el cuarto país con más muertos, entre 3 y 6 millones incluyendo la población judía muerta en el Holocausto. Además hay varias cifras que no han sido incluidas porque se han ocultado deliberadamente al conocimiento de la historia, como la hambruna que la guerra provocó en Bengala y mató de 2 a 4 millones de indios.5 El cálculo total entre muertos y desaparecidos más alto, habla de hasta 100 millones de muertos.6 Japón tuvo 1,2 millones de soldados y un millón de civiles muertos, además de 1,4 millones desaparecidos.7>>. (https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:V%C3%).

                                                                                                                                                                                                                                                                                 GPM. 

 

          A continuación, damos cuenta del proceso dialéctico-militar inter-burgués en torno al conflicto en Siria, según distintos medios de prensa escrita entre los pasados meses de setiembre y diciembre.               


El miedo impulsa en EEUU a controlar China y Rusia

14:44 23.09.2016


          La situación en Siria ha entrado de nuevo en un callejón sin salida y la crisis política se ha convertido en un embrollo por la intromisión de diversos actores políticos, aseguró a Sputnik Tarek Al Ahmed, miembro del buró del Partido Social Nacionalista sirio.

          "La tarea de EEUU no se limita a Siria. El frente sirio no es un objetivo en sí mismo. Tenemos que analizar este problema desde un punto de vista objetivo y aceptar que la III Guerra Mundial ya empezó en Siria, liderada por EEUU y sus aliados. Aunque estos aliados son a su vez víctimas", aseguró el experto.

          "El objetivo número uno de EEUU es controlar las fuerzas que más lo amenazan. De este modo somos testigos de la guerra [de EEUU] con esas fuerzas. Esas fuerzas son China y Rusia", añadió.

          Cada uno de los actos de EEUU, incluido el discurso de Barack Obama ante la asamblea de la ONU, es una manera de continuar con esa guerra por el control mundial, asegura el experto. "Moscú sabía que el acuerdo entre EEUU y la Federación de Rusia sobre Siria significaba la derrota para Washington en este conflicto, en caso de que el acuerdo se cumpliera", dijo para finalizar el experto, en referencia a las recientes acusaciones de EEUU de que Rusia había atacado un convoy humanitario de la ONU, poniendo en riesgo el acuerdo entre las partes del conflicto.

            En lo que respecta al acuerdo sobre alto el fuego firmado recientemente por Rusia y EEUU, mantuvo que "Rusia siempre ha entendido que el acuerdo ruso-estadounidense sobre Siria significaría la derrota de EEUU en el conflicto… si se aplica el acuerdo". Según el autor, es natural que, tras atacar a las fuerzas gubernamentales sirias en Deir Ez-zor, Washington acusara a Moscú y Damasco de bombardear un convoy humanitario en Alepo, ya que EEUU no quería perder sus posiciones en el 'frente sirio' de este conflicto global.

          El Partido Nacional Socialista es uno de los partidos más antiguos y grandes de Siria. Más de 8.000 miembros de la parte armada de la organización, conocida como “Las águilas del Torbellino”, han luchado junto con el Ejército Sirio contra los militantes yihadistas, entre ellos Daesh (proscrito en Rusia y otros países). Al mismo tiempo, el partido sigue siendo un miembro clave del Frente Popular para el Cambio y la Liberación, que forma parte de la oposición política en el Parlamento de Siria.


Cfr.: https://mundo.sputniknews.com/mundo/201609231063649089-situacion-siria-control/#comments

 

La Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado y se está librando en Siria
19:01 23.09.2016.

          La guerra en Siria ha alcanzado un punto de no retorno, ya que la intervención extranjera ha convertido la situación en un caótico desorden, según comentó en una entrevista a Sputnik Tarek Al Ahmed, del Partido Nacional Socialista sirio.

          Agregó que Siria es solo un frente en la Tercera Guerra Mundial librada por Washington y sus aliados. En conversaciones con Sputnik, el representante del partido declaró que la situación militar en el país ha llegado a un punto de no retorno, y que la crisis política solo se ha intensificado debido a la intervención de varias fuerzas regionales y globales 'no invitadas'.

          Al comentar la intensificación del conflicto entre Damasco, sus aliados y EEUU tras el ataque contra las fuerzas gubernamentales sirias en Deir Ezzor, llevado a cabo la semana pasada, Ahmed advirtió que es muy importante comprender que la posición de EEUU en Siria es táctica, y no estratégica. "El objetivo de EEUU no está limitado en Siria", subrayó. "El frente sirio no es el objetivo final. Debemos observar la situación de manera objetiva y admitir que una Tercera Guerra Mundial se está librando en Siria, y esta guerra está librada por EEUU y sus aliados, aun cuando estos aliados sean, al mismo tiempo, víctimas. El objetivo principal de Washington es controlar cualquier potencia mundial que les amenace. Así, EEUU está librando una guerra contra estas potencias, entre ellas, China y Rusia", afirmó.

          Asimismo, agregó que "las mentiras dichas por el presidente Barack Obama ante la Asamblea General de la ONU, son solo la continuación del 'show de televisión' estadounidense, que consiste en el deseo de EEUU de continuar la guerra (…) para controlar el mundo".

Cfr.: https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201609231063655298-damasco-conflicto-rusia-eeuu/

 

Todo esto se juega en Siria, y la balanza se inclina ahora y en forma definitiva a favor del gobierno sirio.

17:43 14/12/2016

 

Por Darío Herchhoren

 

          La guerra de Siria que lleva ya cinco años, es comparable en su extensión y en sus consecuencias a la segunda guerra mundial. No es exageración. Para los USA, la guerra mundial duró menos que la de Siria, y en Siria se juega el futuro de la humanidad durante muchos años. Nunca el imperio USA había estado en una guerra tan larga, salvo en Vietnam, y su final será muy similar al de Indochina.

          En el día de hoy, el ejército sirio y la aviación rusa han liberado totalmente la ciudad de Alepo, que es la ciudad más importante de Siria; su motor económico, aunque Damasco es la capital. Asimismo Palmira ha sido recapturada por el ejército sirio en una acción fulgurante propia de la blitzkrieg”, la guerra relámpago de los alemanes.

          Pero hay algunas preguntas que es necesario responder para entender el por qué del interés tan súbito de los USA y sus mariachis por los “derechos humanos” en Alepo por la intervención del “régimen” (no del gobierno sirio) en lo que es parte inalienable de su territorio. La explicación es muy sencilla: los yihadistas están conducidos militarmente por oficiales norteamericanos, ingleses y franceses, que podrían caer prisioneros del ejército sirio y proporcionar información valiosa y comprometedora para el imperio y sus secuaces.

          Hay mucho más: la caída de Siria en manos de los takfiríes, significaría la caída de Siria en manos de los USA, de Arabia saudí, de Qatar, de Francia y de Inglaterra. Sería un cambio estratégico de enorme importancia en la relación de fuerzas mundiales. Rusia perdería su única base naval fuera de su territorio (la península de Crimea) y las dos bases aéreas en territorio sirio. Ello traería como resultado inmediato, que esas bases pasarían a manos de los USA y el control absoluto de una región tan importante como el Cercano Oriente, además de significar el reforzamiento de Israel y un enorme peligro para Irán. Irán es un actor importante en la región y un apoyo de primer orden para Siria, que recibe armamento y tropas de Irán.

          Otro elemento a tener en cuenta es el interés de China que tiene a los uigures en su territorio —etnia proveniente de Asia Central que formaba parte del Turquestán Chino—, y que combate junto al Isis contra Siria y cuenta con apoyos dentro de China, por lo cual el gobierno chino ha enviado militares tanto a Siria como a su región interior habitada por los uigures.

          Para complicar más aún la situación hay un interés especial por parte de China, en sostener al gobierno sirio porque por su territorio pasa la histórica “ruta de la seda”, en una reedición moderna de lo que fue el antiguo camino de los mercaderes chinos hacia el Medio Oriente, y que conectaba con Europa a través de los venecianos y genoveses en lo que fue un intensísimo comercio.

          Pero hay además otro actor con intereses económicos y geopolíticos que es Irán, enemigo de la corrupta monarquía saudí. Irán pretende vender su petróleo a Europa y para ello debe tender un oleoducto que atraviese Siria y que desemboque en el Mediterráneo, y una Siria en manos de occidente y sus aliados saudíes y qataríes no permitiría ese paso, de modo que la economía iraní sufriría un importante retroceso.

          Todo esto se juega en Siria, y la balanza se inclina ahora y en forma definitiva a favor del actual gobierno sirio.

          El imperio ha perdido, pues, su iniciativa militar, y no está en condiciones de disputar al bloque ruso-chino-iraní —que se ha fraguado al calor de la guerra— su supremacía. La situación interna de los USA, tampoco está a favor del bloque imperialista. El triunfo de Trump en las elecciones recientes, y las tensiones internas dentro del imperio con acusaciones a Trump de ser casi un agente ruso por parte de la propia CIA y del portavoz de la Casa Blanca, indican que el establishment norteamericano está siendo horadado por una lucha interior, que no permite aventuras externas que pueden llevar a una guerra.

          Por otro lado, Israel está asistiendo a la pérdida definitiva de su superioridad aérea en la región, ante la potencia militar rusa que ha sido la que ha volcado a favor de Siria el curso de la guerra. La situación de la Unión Europea es de extrema debilidad ante el Brexit, y la posible quiebra del sistema bancario italiano como consecuencia de las políticas del dimisionario Mateo Renzi —que han llevado a que Italia esté a las puertas de su salida de la Unión— a ello hay que sumar la creación del Banco Euroasiático de Desarrollo por parte de China y Rusia, un acuerdo comercial que ya cuenta con más de 100 países como miembros, entre los cuales muchos de Europa, de lo cual resulta un cuadro de situación muy complicado.

          Como colofón de todo esto, hay que señalar que la situación de Turquía (miembro de la OTAN) y su inclinación a un buen entendimiento con Rusia, China e Irán y el reemplazo de sus representantes militares ante la OTAN que pasarán a manos de militares simpatizantes de Rusia en reemplazo de los otanistas anteriores, no generan buenos vientos para la causa de Occidente, y ello nos inclina a pensar que el imperio hace aguas y que es muy probable que se produzcan motines sociales graves dentro de su propio territorio, y que la UE, sufra un colapso a corto plazo.

Nos esperan horas convulsas; pero no desesperemos. Siempre después de la noche amanece un nuevo día, y ese nuevo día parece que será mejor que el que comienza a entrar en el ocaso.     

Cfr.: https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com.es/2016/12/que-se-juega-el-imperio-en-siria.html

 

El Pentágono necesita urgentemente una guerra para mantener su poderío

<<Justo cuando faltan pocos días para que el Colegio Electoral ratifique la elección de Donald Trump, el Pentágono hizo público el documento: “2015 National Military Strategy” (2015 La Estrategia Nacional Militar) como advirtiéndole de que la guerra continuará siendo la prioridad de Washington para seguir gobernando el mundo. Los soldados calculan la distancia entre el ser y la nada con la mira telescópica.>> (Mahmud Darwish, poeta palestino 1941-2008).

Firmas 21:58 (actualizada a las 22:00 14.12.2016) URL corto. Vicky Peláez

          Para sustentar esta advertencia, hace unos días el Congreso de los EEUU aprobó la nueva Ley S.2943-The National Defense Authorization Act 2017 (NDAA) que autoriza a su presidente a sancionar a cualquier país del planeta en nombre de la seguridad nacional. En la definición de ambos documentos, Rusia, Irán y Corea del Norte representan una "agresiva amenaza" a la paz en el mundo. Esto significa que el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey tiene la obligación de preparar las Fuerzas Armadas para guerras y más guerras. La ruta del terror: cómo armas compradas por EEUU acaban en manos de Daesh Esto no es nada nuevo porque en 2014 el Secretario de Defensa en aquel tiempo, Leon Panetta, advirtió que la guerra en el Oriente Próximo contra el Estado Islámico duraría no menos de 30 años y que terminaría posiblemente en el 2050. Los dirigentes del Pentágono saben lo que dicen porque precisamente ellos, junto con sus colegas de la CIA, crearon, entrenaron y armaron con la ayuda de Israel, Qatar, Arabia Saudí y Jordania, a los yihadistas del Estado Islámico, de al Qaeda, al Nusra —que es ahora el Frente Fatah al Sham— y quién sabe a cuántos grupos más para apoderarse de los abundantes recursos energéticos de la región.

          Todas estas organizaciones, movimientos y grupos terroristas están trabajando por encargo de los EE.UU. para balcanizar el Oriente Próximo, crear una imagen negativa del islam y facilitar el dominio norteamericano en la región. Las periódicas declaraciones de las autoridades de Washington donde dicen que todas sus intervenciones —incluyendo las de Irak, Afganistán, Libia, Somalia, Yemen y ahora en Siria— han sido motivadas exclusivamente por su deseo de traer paz y democracia a estos países, son falsas. Todo esto constituye una mentira igual que las aseveraciones de los especialistas norteamericanos, donde afirman que el país es autosuficiente en petróleo. Resulta que, inclusive con el oro negro obtenido usando el petróleo de esquisto, Estados Unidos solo puede abastecerse en un 40%, y está obligado a importar el restante 60%. Prueba del misil balístico intercontinental Minuteman III © AP Photo/ U.S. Air Force 400 misiles de nueva generación: así planea EEUU competir con Rusia en la esfera de las armas nucleares

          A diferencia de China y Rusia que están dedicados a crear una zona integrada económicamente a base de una nueva 'Ruta de Seda', Estados Unidos sólo tiene la visión de controlar el mundo a través de la fuerza. Según el coordinador de la organización 'SOS Irak', Dirk Adriansens, "EE.UU. ha creado un imperio global que ofrece dos opciones a los países: o aceptan el dominio o los destruye". Al menos su brazo ejecutor, el Pentágono percibió las opciones a su manera. Como resultado hubo más de un millón y medio de muertos en Irak, 2,7 millones de desplazados, 2,2 millones de refugiados y cinco millones de niños se quedaron huérfanos. En el Informe Mercer sobre la calidad de vida, la capital de Irak, Bagdad, que otrora fuera una de las más prósperas ciudades del Oriente Próximo, ocupa actualmente "el último lugar como la ciudad menos habitada del planeta". Y esto se llama en el idioma de Washington traer paz y prosperidad y "un ejemplo de la construcción de una nación democrática".

          Lo mismo se repitió en Libia y ahora Siria está sufriendo los resultados de la monstruosa visión norteamericana de un "mundo mejor". Sin embargo, la 'Estrategia 2015' del Pentágono ya está dirigiéndose más allá de los conflictos con los grupos terroristas diseminados por EEUU en el mundo entero. Ahora en este nuevo documento el Pentágono está hablando sobre los desafíos que debe afrontar Norteamérica de parte de Rusia e Irán. Rusia actualmente en la mentalidad de Pentágono es "un Estado revisionista que está haciendo peligrar la seguridad nacional de EEUU". Así de simple sin ningún sustento Rusia ha sido nombrada como el "principal enemigo" de Norteamérica porque como afirmó en 2012 el ex candidato presidencial Mitt Romney, "Rusia es el principal enemigo geopolítico porque Rusia es siempre Rusia". La bandera de EEUU y el buque estadounidense, equipado con misiles nucleares guiados, USS South Carolina © Flickr/ National Museum of the U.S. Navy ¿Por qué EEUU no quiere un mundo sin armas nucleares?

          Lo que no sabe Washington es cómo poner de rodillas a Moscú. Las sanciones han fracasado y según el último informe del Fondo Monetario Internacional, el país ha comenzado el proceso de recuperación económica. Tampoco la Casa Blanca tiene el "caballo que se deja a montar" como alguna vez el presidente George H.W. Bush denominó a Boris Yeltsin. Por supuesto, todavía sobreviven los simpatizantes, los atlantistas, los neoliberales, pero afortunadamente sin capacidad de imponer la voluntad de Washington en Rusia contemporánea. Entonces lo que queda a los Estados Unidos y a su Pentágono es jugar con su fantasía y hacer ruido de las armas que necesitan, como explicó Donald Trump, una renovación y la adecuación de la doctrina militar a las exigencias del Siglo XXI.

          Las Fuerzas Armadas de la única superpotencia del mundo están sobrexpandidas. Las más preparadas para el combate son las Fuerzas de Operaciones Especiales que están desplegadas en 133 países del planeta. Unos 200.000 efectivos de las tropas del Ejército, la Marina y las Fuerzas Aéreas, están en 100 países donde Norteamérica tiene más de 450 bases militares. Todo este despliegue representa fuertes gastos. Se calcula que uno de cada cinco dólares que pagan los ciudadanos al estado por impuestos está destinado para el Pentágono. The National Defense Autorization Act 2017 (NDAA) establece el presupuesto del Departamento de Defensa en 619.000 millones de dólares. Oficial de la 101ª división aerotransportada de asalto aéreo de EEUU © Flickr/ The U.S. Army EEUU planea una nueva estrategia de desarrollo de armas

          Pero si tomamos en cuenta que EEUU cubre el 72% del presupuesto de la OTAN que es equivalente a 288.000 millones de dólares que salen vía Pentágono y también el Departamento de Defensa recibe anualmente unos 25 mil millones de dólares del Departamento de Energía para mantener las armas nucleares, otros tantos miles de millones de dólares para los programas especiales de la NASA vinculados a los sistemas de misiles y tantos aportes más clasificados, llegaríamos a la conclusión que el presupuesto real del Pentágono sería encima de un millón de millones de dólares. Todo esto explica por qué el presupuesto militar norteamericano representa más del 50% de todos los presupuestos militares del mundo.

          La moral de las tropas de la primera potencia del mundo tampoco es alta. En mayo de 2014 el periódico US Army LA Times reveló que "casi uno de cada cinco jóvenes enlistados en el ejército tiene enfermedades mentales como ansiedad, depresión, desorden de pánico". También las autoridades del Pentágono admitieron el 8 de mayo de 2013 que cada día en las Fuerzas Armadas se produce unas 70 agresiones sexuales contra mujeres y hombres. A estos problemas se agrega la corrupción denunciada muchas veces, especialmente en Irak y Afganistán. El escandaloso caso de la 'División 30' que propuso crear el Pentágono en Irak al ritmo de 5.000 soldados al año, recorrió el planeta entero. Usando 500 millones de dólares en 2015, los instructores norteamericanos entrenaron 75 efectivos iraquíes de los cuales 30 pasaron a las filas del Estado Islámico y 45 simplemente desaparecieron. Aviones de combate MiG-29 sobrevuelan el foro ARMY 2016 © Sputnik/Maxim Blinov ¿Halcones de guerra se preparan? Armas que Rusia y EEUU usarían en un conflicto

          Seguro que todo esto ha tomado en cuenta Donald Trump cuando anunció que su gobierno cancelaría el proyecto del avión de combate polivalente de quinta generación Lockheed Martin F-35 Lightning II cuyo diseño y construcción establecidos en 388.000 millones de dólares ya superaron un millón de millones de dólares. Como hombre de negocios, Donald Trump sabe perfectamente los trucos de corrupción, especialmente a través del cabildeo. Sus asesores y el personal militar elegidos por el futuro presidente también le están enseñando a Trump que el mundo actual globalizado no puede ser definido "como un campo de batalla" del que hasta ahora ha presumido el Pentágono, según el profesor la Universidad de Oxford, William J. Astore, quien escribió el libro "Razones para una guerra permanente".

          Tampoco el Pentágono está preparado para una guerra contra Rusia a la que los socios europeos de la OTAN le están empujando para preservar la existencia de la organización, a pesar de que saben que no habrá tal guerra. Uno de los ex líderes de la OTAN el general británico Richard Shirreff publicó hace poco el libro, "2017: War with Russia: an urging warning from senior military command" en el que se refiere al "inminente ataque de Rusia contra los países bálticos", esto sin preguntarse para qué Rusia necesita a estos países carentes de recursos naturales y a los que tendría que mantener como sucedía en la Unión Soviética. Hiroshima © Sputnik/ RIA Novosti ¿Qué habría pasado si EEUU hubiera utilizado las armas nucleares en otra guerra más?

          Todos estos halcones neoconservadores, junto con los demócratas neoliberales conducidos por Hillary Clinton representan un obstáculo aparente para que Trump trate al menos de cumplir algunas de sus promesas. El nuevo líder elegido sabe perfectamente que el problema de Siria no es nada nuevo. Durante más de 40 años Washington trató infructuosamente, primero, sacar del poder a Hafez Asad y ahora a su hijo, Bashar Asad. Detrás de la guerra en Siria están fuertes intereses geoestratégicos en los están envueltos Estados Unidos, Gran Bretaña, Israel, Turquía, Arabia Saudí, Qatar, Jordania y Rusia.

          Según la doctrina de Obama, una Siria débil y balcanizada debilitaría inmediatamente a Irán, lo que permitiría el acceso de Norteamérica al abundante petróleo y gas en el Mar Caspio y haría vulnerable a Rusia cuya parte sur está en la orilla de ese mar, donde están localizadas las ciudades de Derbent y Astrajan. Entonces, desde este punto de vista Rusia no puede abandonar a Siria. Los Estados Unidos saben también que sin la participación de Rusia, el ejército sirio no podrá destruir a sus mercenarios del Estado Islámico y del al Nusra y pacificar el país. Un militar saudí en la frontera con Yemen (archivo) © REUTERS/ Faisal Al Nasser ¿Qué hay detrás de la venta de armas de EEUU a Arabia Saudí?

          También están envueltos los intereses energéticos de Qatar, Arabia Saudí, Turquía, Israel y Jordania. La orilla de Siria es considerada como un importante punto de tránsito de gas y petróleo tanto de Irán como de Arabia Saudí y Qatar. Por el momento Irán y Siria firmaron un contrato para la construcción del oleoducto y gasoducto que saldrían de Irán (Parsa del Sur), pasarían por Irak y Siria y salen a las orillas del Mar Mediterráneo. Estados Unidos diseñó sus rutas para el petróleo y gas que salen de Qatar, se juntan con el gas y petróleo de Arabia Saudí, pasan por Irak y Siria y terminan en Turquía. No hay que olvidar que Irán posee 18.000 millones de barriles de petróleo y 14 billones de metros cúbicos de gas, mientras Qatar dispone de 27.000 millones de barriles de petróleo y 13.8 billones de metros cúbicos de gas.

          Rusia mientras tanto está apoyando el proyecto iraní. Actualmente la situación en Siria se complicó más, debido a la existencia en la frontera de Siria con Líbano de un yacimiento que contiene entre 3 a 17.000 millones de barriles de petróleo. Estados Unidos no quiere que los rusos tengan acceso a este yacimiento y están haciendo todo lo posible para agravar la situación en la región. Esto explica por qué Barack Obama rechazó el último acuerdo de trabajo firmado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov y el Secretario de Estado, John Kerry. Dos horas después, los yihadistas guiados por las fuerzas especiales norteamericanas atacaron el hospital de campo ruso en Alepo asesinando e hiriendo a varios médicos. También los militares rusos fueron puestos en máxima alerta en Siria, según el periódico European Union Times, debido al cínico "Regalo de Navidad" que preparó Obama a Putin y a Asad. Autorizaron para el NDAA de 2017 la entrega de misiles portátiles tierra-aire (MANPADS) a los supuestos yihadistas "moderados" en Siria e Irán a los que pertenecen, según el Departamento de Estado, los combatientes del Frente al Nusra, rebautizado ahora como Frente Fatah al Sham. Esto les permitirá derribar los aviones rusos y los del Ejército Sirio con el único propósito de hacer más difícil un posible acercamiento entre Donald Trump y Vladimir Putin para llegar a un compromiso que beneficie sobre todo al sufrido pueblo Sirio.

          Las cartas están echadas, el futuro de paz en nuestro planeta depende de los dos líderes cuyos países necesitan también un respiro para superar muchas dificultades económicas que hombres como Obama han ocasionado tanto a los estadounidenses como a los rusos.

Cfr.: https://mundo.sputniknews.com/firmas/201612141065564465-eeuu-defensa-guerra-poder/

 

Los yihadistas usaron medios de la OTAN para bombardear un hospital en Alepo

09 de diciembre de 2016

 

El 5 de diciembre, los yihadistas atrincherados en barrios del este de Alepo bombardearon un hospital de campaña que Rusia acababa de instalar en el oeste de esa ciudad siria para prestar atención médica a los niños de las familias que huyen de la dictadura implantada por al-Qaeda.

          Dado el hecho de que el ataque tuvo lugar el día mismo del despliegue de la instalación médica rusa, las autoridades de la Federación en ese país acusaron a Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, de haber entregado a los yihadistas las coordenadas del hospital que les permitieron bombardearlo. Varios países miembros de la OTAN respondieron acusando a Rusia de «bloquear el Consejo de Seguridad de la ONU» [1]. Pero las verificaciones realizadas han mostrado: 1) que la artillería de los yihadistas hizo impacto directo en el hospital de campaña sin haber realizado ningún disparo de ajuste previo; 2) que los yihadistas recibieron las coordenadas del hospital ruso en forma de imágenes satelitales y, 3) que esas imágenes satelitales les fueron enviadas por el LandCom —Centro de Mando de las Fuerzas Terrestres de la OTAN— que se halla en la ciudad turca de Izmir (Esmirna).

Cfr.: http://www.voltairenet.org/article194452.html

 

URGENTE: Arresto de yihadistas y militares extranjeros en el este de Alepo

Red Voltaire | 18 de diciembre de 2016

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          Red Voltaire. Los yihadistas que ocupaban varios barrios en el este de Alepo han sido autorizados a irse, según su propia elección, ya sea a las ciudades sirias de Idlib —bajo control de al-Qaeda—, o de Raqqa bajo control del Emirato Islámico (Daesh) o, de lo contrario, entregarse al Ejército Árabe Sirio. Los que optaron por la retirada fueron evacuados en autobuses bajo la protección de la República Árabe Siria y de la Federación Rusa, en presencia de representantes de la ONU.

          Algunos yihadistas trataron de huir mezclándose con la población civil. Los servicios de inteligencia lograron identificarlos y más de 1.500 fueron arrestados durante el proceso de registro de los 120.000 habitantes que se hallaban en los barrios liberados. El diputado y presidente de la Cámara de Comercio de Alepo, Fares Shehabi, ha publicado una lista no exhaustiva de 14 oficiales extranjeros detenidos por las fuerzas especiales sirias en el bunker de la OTAN en el este de Alepo.

          A continuación ofrecemos sus nombres y países de procedencia:

          En esta lista aparecen únicamente los oficiales que aceptaron identificarse. Otros prisioneros, que no han querido revelar sus identidades, representan evidentemente a otros Estados implicados en esta guerra de agresión contra la República Árabe Siria. En cumplimiento de la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra, no se publicarán fotos de estos militares. En febrero de 2012, alrededor de 40 oficiales turcos y una veintena de oficiales franceses fueron devueltos a su país a través del mediador Mijaíl Fradkov, director de los servicios de inteligencia rusos, o entregados directamente al almirante Edouard Guillaud, jefe del estado mayor de las fuerzas armadas de Francia, en la frontera libanesa.

          El domingo 18 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU analizó un proyecto de resolución presentado por Francia, que solicitó el despliegue de observadores de las Naciones Unidas y de sus «socios» (sic) [§3 del proyecto] en el este de la ciudad siria de Alepo, para supervisar simultáneamente la evacuación de los civiles y la de los «combatientes de la oposición» (sic) [§1 del proyecto].

          El lunes 19 de diciembre de 2016, se realizó una cumbre OTAN-Rusia, en momentos en que un grupo de oficiales de la alianza atlántica acababan de ser detenidos por fuerzas sirias en el este de Alepo, donde dirigían a los yihadistas que ocuparon parte de esa ciudad. Tal como sucediera en Libia durante la toma de Trípoli en agosto de 2011, cuando el Consejo del Atlántico no fue consultado para que autorizara esa operación secreta, lo cual constituye una violación del Artículo 9 de los estatutos de la OTAN:

<<Todo parece indicar que la ayuda a los insurgentes no se limitó al suministro de datos de los servicios de reconocimiento; se cree, según medios británicos, que el Reino Unido participó desde un inicio en acciones desestabilizadoras contra Libia a través de un equipo secreto creado al parecer por Cameron. Poco antes del inicio de los bombardeos de la OTAN el 19 de marzo, se descubrió asimismo la presencia de comandos especiales británicos y de agentes de los servicios secretos (MI6) que ingresaron de manera clandestina a territorio libio para contactar con los sublevados. Durante varias semanas ya, permanecieron en territorio libio efectivos del Servicio Aéreo Especial (SAS por sus siglas en inglés), informó el periódico The Daily Telegraph,[cita requerida] citando fuentes del ministerio de Defensa. Según esas fuentes, los soldados británicos de dicha unidad desempeñaron un “papel clave” en la caída de Trípoli vestidos con ropa típica de los árabes y armados igual que los nativos sublevados>>.

          Finalmente, el pasado martes 20 de diciembre de 2016, Rusia e Irán recibieron en Moscú a una delegación turca a raíz del arresto de esos oficiales suyos (pro-golpistas) que integraban el bunker de la OTAN en Alepo. Los mismos que, según parece, han estado implicados en los 4 intentos de asesinato perpetrados por la alianza atlántica contra el presidente Recep Tayyip Erdogan. Esto explica que desde el reciente fallido intento de golpe de Estado en ese país —instigado por EE.UU—, el máximo mandatario turco decidiera que su país cambie de aliados estratégicos y, desde entonces, aun cuando formalmente siguiera en la OTAN, de hecho decidió abandonarla y acercarse a la coalición entre Rusia e Irán.

Cfr.: http://www.voltairenet.org/article194620.html.

Epílogo

 ¿Dónde radicó la causa fundamental de la barbarie perpetrada en Siria?

          Al día de hoy se ha podido saber que los muertos ascienden a 470.000 de los cuales más de 50.000 son niños, y los refugiados que alcanzan los 5 millones han perdido sus hogares destruidos por otros tantos poderosos explosivos, que los dos bandos en pugna han lanzado sobre las principales ciudades en ese país, casi totalmente devastado:

<<Los últimos tres barrios en manos de los opositores en el este de la segunda ciudad de Siria han pasado una noche en el "infierno", según han descrito sus ocupantes. Naciones Unidas ha denunciado este martes ejecuciones sumarias de civiles a manos de fuerzas leales al presidente Bashar Asad, a medida que éstas penetran en territorio alzado. La ONU ha documentado la muerte de 82 civiles, entre ellos mujeres y niños. El 99% de Alepo está bajo control de los aliados del Gobierno, según fuentes militares.

"La gente es ejecutada en sus domicilios, pero también en las calles cuando intentan huir... O mueren a causa de los bombardeos", ha señalado el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha reconocido "gravemente preocupado" por las noticias de Alepo. En un comunicado, esta madrugada, ha explicado que ha contactado con las "partes relevantes" para "subrayar la obligación de proteger a los civiles".

Pero no ha sido así en los últimos cinco años de guerra. Los civiles, tanto los cerca de 100.000 que permanecían en el Alepo oriental en los últimos días, como los residentes en zonas gubernamentales cercanas a los frentes, pagan esta guerra con su sangre>>. (”El Mundo” 13/12/2016 19:35).

 

 

 

          Pero sin duda la familia de los Asad ha sido puesta desde un principio y en todo momento, totalmente fuera de peligro y a buen recaudo, sin perjuicio alguno para ninguno de sus miembros:

<<Cuando el domingo pasado los combates alcanzaron Damasco, algunos sirios se preguntaban en Twitter si Asma, la esposa del presidente, no oía los disparos. El palacio donde vive la familia El Asad se encuentra sobre una colina al noroeste de la capital, no demasiado lejos de algunos de los barrios donde ha habido explosiones y enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del régimen. Tras el atentado que ha matado este miércoles a varios de los más cercanos colaboradores de su marido, los rumores la sitúan nada menos que en Moscú con sus tres hijos>>. (El País” Ángeles Espinosa. Dubái 18 JUL 2012 - 20:35 CEST).

          En el trabajo que ya publicamos corriendo el mes de Setiembre de 2013 bajo el título: Dónde radica la causa de lo que pasa hoy en Siria”, decíamos que:

<<Para descubrir esa raíz, hay que comenzar remontándose a principios de la década de los años 80, cuando en acuerdo con los EE.UU. y las principales potencias capitalistas europeas, (Francia, El Reino unido y Alemania), los jeques reinantes en Arabia Saudí financiaron y dirigieron la guerra contra la ex URSS en Afganistán. Un conflicto que sirvió a las potencias imperialistas occidentales, para poder completar la tarea contrarrevolucionaria iniciada por el stalinismo tras la muerte de Lenin>>.

          Y en efecto, fue durante la Primera Guerra de Afganistán entre los extremistas islámicos talibanes y el gobierno democrático afgano apoyado por la ex URSS, donde comenzó el proceso en el que posteriormente acabó gestándose la organización extremista islámica “al Qaeda”, una organización político-militar en la que cientos de miles de explotados árabes —embrutecidos por la religión musulmana criminal, han sido utilizados entre 1978 y 2003 para combatir, en primer lugar, contra la República Democrática de Afganistán. Y a partir del derrumbe soviético en 1991, para implantar en toda esa zona el Estado terrorista islámico, iniciativa que en los EE.UU. inspiró un nuevo Pearl Harbor, esta vez bajo la forma de un auto-atentado contra las “Torres gemelas” de New York el 11 de septiembre de 2001, que fue atribuido a la organización terrorista “al Qaeda” para poder así justificar la segunda invasión y guerra en Afganistán iniciada el 7 de octubre de 2001 llamada “Libertad duradera”, seguida por la de Irak en 2003. Todo ello —aunque parezca contradictorio— como producto de la entrañable “amistad” entre la familia yanqui de los Bush y la saudí de los Bin Laden. Tejida no precisamente por puros lazos afectivos, sino por comunes e inmediatos intereses económicos —personales e institucionales— vinculados a la industria del petróleo. Un pulpo cuyos tentáculos se han extendido por el Mundo entero, pero que para colmo aquella fue una maniobra orquestada por la burguesía norteamericana bajo el gobierno de George W. Bush Jr., quien amparado en una torticera interpretación peculiar del artículo 51 de la  Carta de las Naciones Unidas —que garantiza el derecho de cada país miembro a la legítima defensa—, culpó de aquél horrible atentado personalmente a Osama bin Laden, decimoséptimo hijo que lo fue del acaudalado Mohammad bin Awad bin Laden patriarca de la familia, uno de los empresarios de la construcción más ricos de Arabia Saudí. “Dios los cría y ellos se juntan”.

 

          Se demostró así, que las guerras al destruir vidas humanas y riqueza ya creada, no solo son un negocio para usufructo de los fabricantes y traficantes de armas, sino que al mismo tiempo permiten prolongar la subsistencia del sistema capitalista sine díe, haciéndolo retroceder bélicamente hacia etapas anteriores de su desarrollo económico y social ya superadas. O sea que, para todos estos degenerados de la especie humana, —como lo fue antes para los primitivos e ingenuos filósofos estoicos y luego para para el más interesado sujeto llamado Nietzsche —precursor inconsciente e involuntario del fascismo—, el futuro de la humanidad está en seguir haciendo girar la llamada “rueda de la fortuna”, que concretamente consiste en utilizar medios bélicos para garantizarle a los pocos “listillos” que medran con tal filosofía estoico-nietzscheana de la vida, “el eterno retorno de lo mismo”.

 

          Y el caso es que, en torno a semejantes infames y criminales patrañas sangrientas, han venido estando comprometidos los grandes burgueses que manejan el cotarro de esta sociedad en cualquier sitio, como quien dice “todos a una”. Seguidos oportunistamente por los intelectuales orgánicos del sistema que conforman en sus respectivos países los aparatos ideológicos del Estado, para los fines de “educar” convenientemente, desde a los maestros de escuela primaria hasta los profesores universitarios. Son éstos quienes a su vez se ocupan sumisamente por la cuenta que les trae, de instruir en el llamado pensamiento único burgués, a los futuros jóvenes políticos profesionales a cargo de las instituciones estatales —como es del caso hoy en España de los noveles dirigentes políticos en la no menos reciente formación política “Podemos”, así como de los periodistas especializados en diversos aspectos de la vida social y demás profesionales anunciantes, empleados por los medios de comunicación de masas.

 

          Todos ellos sabedores conscientes y disciplinados, de que para vivir bien —como así lo desean y para tal fin se han dejado manipular—, deben ajustar su pensamiento y acción consecuente a ese férreo adoctrinamiento. Porque de lo contrario y como dijera el inefable “sociata” español, Alfonso Guerra González: el que se mueve de ahí “no sale en la foto”. Un riguroso sometimiento político-estratégico de las conductas individuales, al que oficialmente se le atribuye el falso concepto de “libertad”. Del mismo modo que a la dictadura permanente del capital se le ha venido confundiendo, no menos falsa, forzada y pragmáticamente, con la noción de “democracia representativa”.  

                                                                                                                                                                       GPM.