04.
Guerra Irán-Irak 1980-1988.
El conflicto hunde sus raíces en una antigua disputa
territorial sobre las márgenes del Shatt al-Arab, río formado por la
confluencia del Tigris y el Éufrates, zona rica en petróleo, y las sospechas de
Saddam Hussein sobre las posibilidades de que el régimen islámico de Teherán
alentara la rebelión entre la importante población chiíta
iraquí. Saddam tuvo también en cuenta el aislamiento internacional del régimen
de Jomeini, entonces enfrentado a EE.UU. (asalto de la embajada y toma de
rehenes) y a la URSS.
En septiembre de 1980, las tropas
iraquíes lanzaron un ataque que, pese a conseguir avances en torno a 80-120
kilómetros, no fue suficiente para doblegar la resistencia de las milicias
iraníes formadas por los Guardianes de la Revolución. En adelante se inició una
dura y larga guerra en la que se utilizó abundante armamento suministrado por
países extranjeros. Iraq recibió amplio apoyo de Arabia Saudí, Kuwait y otros
estados árabes (uno de los rasgos del conflicto era el histórico enfrentamiento
entre árabes y persas) y fue tácitamente apoyado por los EE.UU. y la URSS.
Mientras, Irán sólo contó con el apoyo de Siria y Libia, estados árabes
enfrentados a Saddam Hussein.
Pese a ser visto como un freno a la expansión del islamismo
radical de Jomeini, el régimen de Saddam Hussein empezó a ser cuestionado internacionalmente
ante la evidencia de la utilización de armas químicas contra los iraníes y
contra la propia población kurda del norte de Irak.
Finalmente, las dificultades económicas acabaron por apear a
Jomeini de su negativa testaruda a cualquier tipo de acuerdo negociado. En
agosto de 1988 Irán aceptó un cese el fuego que había sido previamente
elaborado por las Naciones Unidas.
La guerra acabó en un práctico empate pero las pérdidas
humanas fueron enormes. Se habla de un millón de bajas, pero hay que fuentes
que doblan esa cifra. Quizá se pueda cifrar las muertes en medio millón de
seres humanos, con Irán como el país que sufrió más duras pérdidas.
El coste de la guerra y la búsqueda de medios económicos
para enjugarla fue uno de los elementos clave para que Saddam
Hussein atacara Kuwait en 1990. La guerra del Golfo de 1991 fue el
resultado de esa nueva agresión del dictador iraquí. Cfr.: