03. Caracterización de las FF.AA.

         Los siguientes son los rasgos que caracterizan a las Fuerzas Armadas españolas:

         Han orientado su organización, doctrina, estrategia y armamento hacia los patrones imperialistas establecidos en las alianzas militares que sostienen el sistema económico neoliberal.

       Las acciones militares de las FAS españolas no se han lanzado para defender los intereses del pueblo español, sino los del gran capital transnacional.

       Las FAS están estructuradas constitucionalmente sobre la tradición franquista y sus valores:

       Obediencia directa a una monarquía impuesta por la dictadura.

       Su papel, definido en la Constitución, se percibe como el garante de la perpetuación de un juego institucional que impide un genuino ejercicio democrático que ponga en cuestión la verdadera naturaleza de la estructura de poder heredada del franquismo.

       Su esquema de valores morales sigue siendo esencialmente franquista, adaptado gradualmente a los imperantes en las democracias liberales aliadas, especialmente los contenidos en las llamadas “doctrinas de seguridad nacional” de los EE.UU.

       La iglesia católica conserva una situación de privilegio para el control y manipulación de las conciencias de sus componentes.

       El respeto a los derechos humanos es percibido como un impedimento a la eficiencia del aparato militar, tanto en su preparación como en combate.

       En el seno de las FAS, las libertades civiles de los militares siguen siendo fuertemente cuestionadas, como si se tratara de un cuerpo estanco sometido a sus propias reglas de obediencia.

       Se mantiene como concepto clave el de una disciplina orientada a la obediencia ciega y acrítica, deliberadamente vaga en su definición como para poder reprimir el simple disenso con la jerarquía.

       Perdura el sentido patrimonialista de las castas familiares procedentes del franquismo, que consideran a las FAS como de su entera y exclusiva responsabilidad.

       El sentido de casta ha dificultado enormemente el progreso en la carrera militar de sus miembros procedentes de tropa, blindando a la jerarquía de influencias externas a sus propios valores.

       También ha determinado en gran medida la promoción y el ascenso de los oficiales y la distribución de poder interno dentro de sus Cuerpos y Armas.

Alimenta un sentimiento nacionalista extremo y excluyente de las diferencias que, además, favorece la propagación de ideologías de extrema derecha en su seno.

       Tiene gran arraigo la mentalidad machista, aunque se ha aceptado la incorporación de las mujeres como impuesta por los patrones sociológicos de los ejércitos aliados.

El respeto a la identidad afectivo-sexual de sus componentes ha sido despreciado de manera sistemática y nominalmente aceptado como imposición de “los políticos”.

El sentimiento xenófobo está muy extendido, aceptando a los extranjeros únicamente como recurso en una época de reclutamiento insuficiente. Para éstos, su promoción profesional está extraordinariamente restringida, a pesar de facilitarles, nominalmente, el acceso a la nacionalidad.

Los límites a la obediencia debida no han sido asumidos en todas sus consecuencias. Aunque formalmente introducidos en la reglamentación militar, no se han habilitado cauces de denuncia para garantizar su respeto.

No existen sistemas independientes de vigilancia de las actuaciones ilegales, indebidas o abusivas de los militares.

La jurisdicción militar es independiente de la jurisdicción ordinaria, contradiciendo el principio democrático de jurisdicción única. Además la modificación prevista del Código de Justicia Militar parece orientada a aumentar los delitos considerados como militares, así como el ámbito de la jurisdicción militar. En este sentido la posible inclusión de un delito de rebelión aplicado a civiles, marcaría un hito en la militarización de la represión.

Persiste una gran opacidad alrededor de los temas militares, de manera que evidentes delitos, tales como los de torturas en Irak, son sustraídos del conocimiento del parlamento y de la opinión pública y se difiere o no se aplica la justicia debida.

La Ley de Secretos Oficiales ha sido utilizada sistemáticamente para hurtar del escrutinio público actuaciones irregulares, con el pretexto de la protección de la seguridad nacional.

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*                  En su conjunto, presenta rasgos de ejército mercenario:

o      Se moviliza al servicio de los intereses estratégicos de los EEUU y sus aliados y bajo el mando supremo de Washington.

o      Recluta tropa con falsas llamadas al aspecto humanitario de las operaciones en el exterior.

o      Se han llegado a incorporar unidades enteras de países con un pobre historial de respeto a los derechos humanos.

 

*                  Los gastos militares están orientados a un equipamiento al servicio de las guerras imperialistas y no a las verdaderas amenazas militares. Esto favorece a la gran industria militar, fundamentalmente de capital transnacional.

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        Existe una excesiva relación altos mandos militares-industria, que se prolonga a veces tras el pase al retiro o a la reserva de aquellos. Esto ha facilitado la creación de un complejo militar-industrial autónomo y antidemocrático que define la política de defensa y dificulta la moderación en los gastos militares, además de servir de pasto para todo tipo de corruptelas.

 

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