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Ángel Salamanca será el representante de la División Azul
elsemanaldigital.com - 11/10/2004



El sargento Salamanca, Medalla Militar Individual, simbolizará hoy la reconciliación nacional al desfilar junto a un ex combatiente de la División Leclercq.


ONCE AÑOS EN EL GULAG

La Hermandad de la División Azul recibió con gran alegría el pasado miércoles una llamada del Ministerio de Defensa anunciando la participación en el desfile de uno de sus ex combatientes.

12 de octubre.  En la Hermandad de la División Azul no disimulan su alegría desde que el pasado miércoles un representante del Ministerio de Defensa les anunciase que uno de los ex combatientes en Rusia podría desfilar en el día de la Fiesta Nacional. "Además", asegura a Elsemanaldigital.com Jorge Álvarez, secretario de la Fundación División Azul, "nosotros estamos encantados de desfilar junto a un ex combatiente de la División Leclercq". Tanto la Hermandad (que agrupa a los ex combatientes) como la Fundación (constituida para conservar la memoria de esta unidad militar) manifiestan no entender las protestas de Izquierda Unida y otros grupos.

De los pocos cientos de supervivientes de la División Azul, todos ellos mayores de 80 años, el elegido para representarla hoy en el desfile del 12 de octubre es uno de los más célebres. Se trata de Ángel Salamanca Salamanca, quien ganó una Medalla Militar Individual en combate durante la batalla de Krasny Bor y pasó o­nce años prisionero en el Gulag de Stalin.

Salamanca llegó a Rusia en 1942 y se incorporó a la 5ª compañía del Regimiento 262, al mando del capitán Teodoro Palacios, a quien Torcuato Luca de Tena dedicaría su novela-testimonio Embajador en el infierno. El 10 de febrero de 1943 tuvo lugar la batalla de Krasny Bor, donde la División Azul sufrió en un solo día la mitad de los muertos que registró en los tres años que estuvo en Rusia. Allí, tras librarse unos feroces combates y aguantar durante horas ante un enemigo muy superior, el sargento Ángel Salamanca cayó herido y prisionero. Por su acción de guerra le fue concedida la Medalla Militar Individual, la segunda condecoración militar en importancia tras la Cruz Laureada de San Fernando, y de la cual sólo se otorgaron diez por Krasny Bor.

Junto al capitán Palacios –cuya digna resistencia en cautividad y cuyos desvelos por sus subordinados fueron objeto en 1956 de una película de José María Forqué– y varios cientos de hombres, Salamanca pasó o­nce años de cautiverio en los campos de concentración soviéticos, una experiencia que ha recogido en su libro de memorias Esclavos de Stalin. Volvió a España en 1954, en el buque Semíramis, cuya llegada al puerto de Barcelona un 2 de abril cargada de prisioneros de la División Azul recién liberados supuso el final de un larguísimo calvario personal, así como de unas difíciles gestiones durante años para el Gobierno español, que no mantenía relaciones diplomáticas con la Unión Soviética.

De esta forma, hoy desfilarán juntos dos ex combatientes que conocieron momentos clave de la Segunda Guerra Mundial, como el desmoronamiento del frente ruso, con cientos de españoles caídos en combate, y la liberación de París, con cientos de españoles saboreando las mieles del triunfo. Historia viva sobre el paseo de la Castellana.