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El patrimonio olvidado. El legado histórico militar de la guerra civil corre el riesgo de desaparecer por la falta de protección legal
Levante - 20/03/2005

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EN LA CIMA. CONSTRUCCIÓN DEFENSIVA NACIONAL CON HUECOS PARA DISPARAR AL ENEMIGO.


Diseminados a lo largo de la Sierra de Espadán se encuentra uno de los mayores vestigios de la guerra civil española. Sometidos a una continua agresión y condenados al olvido, surgen en el camino restos de la contienda bélica de principios del siglo pasado.

Anabel Blancas, Valencia

Los principales escenarios bélicos no gozan de ningún tipo de protección legal ni tampoco existen políticas realistas de musealización y de divulgación de un legado patrimonial olvidado. Aunque en los últimos tiempos ha crecido el interés entorno al patrimonio histórico militar, éste corre el riesgo de desaparecer si no se toman medidas de protección y conservación. Esa parece ser la única forma de recuperar la memoria de aquella contienda, a través de la investigación de los campos de batalla de ambos frentes, los refugios antiáereos, las fortificaciones, los aeródromos, los búnkers y las trincheras.

Si bien la Sierra de Espadán es uno de los puntos de referencia más importantes en la Comunidad Valenciana, porque supuso la última línea defensiva del frente republicano en Valencia, existen otros puntos como El Toro, donde ha habido algún intento de construir un museo, y otras poblaciones como Nules, Burriana, Almenara, Ademuz, Paterna o Moncada donde todavían permanecen las huellas de la guerra civil. El problema, para los estudiosos del tema, es que la falta de sensibilidad social ha impedido que haya un inventario, primer paso para preservar este tipo de valores arqueológicos.

El Consell Valencià de Cultura (CVC) se ha interesado por el tema, hasta el punto de haber realizado un informe en el que recomienda su protección y promoción. Éste no se habría podido hacer sin la documentación y los estudios realizados por el doctor de Historia Contemporánea de la Universitat de València, Albert Girona y el responsable de Difusión Cultural de la Conselleria de Cultura, Edelmir Galdón. Ambos comparten la opinión de la necesidad de conservar el patrimonio histórico militar valenciano, y en particular, las líneas de defensa que permanecen espuestas al expolio, a la degradación natural y a la expansión urbanística.

En este sentido, Galdón señala que «la idea es convertir la zona -Espadán- en un parque histórico natural, que incluya itinerarios y explicaciones sobre lo que allí aconteció». En su opinión la línea más consistente es la que se denomina XYZ, sistema de fortificaciones, trincheras y otras edificaciones defensivas que formaron el frente mediterráneo desde Almenara hasta Santa Cruz de Moya (Cuenca), y que pretendía frenar la ofensiva que se inició sobre Valencia en la primavera de 1938. El frente nacional fortificó sus posiciones, situándose enfrente del republicano. Hoy en día, ambas líneas se conservan bien. Los restos de entonces hablan de las precariedades y ventajas de unos y otros. Por ejemplo, las edificaciones republicanas eran menos consistentes y duraderas que las nacionales hechas con cemento y que permitían permanecer mucho tiempo. Algunos consideran la contienda española como la última gran guerra en la que la trinchera desempeñó un papel esencial, sobre todo, en un frente que se extendía sobre miles de kilómetros de territorio, escarpado y de difícil acceso.

En esa zona todavía hoy existen pueblos arrasados por los bombardeos, huellas de aeródromos y hasta un cementerio árabe, construído por los moros que sirvieron al frente nacional.

La Comunidad Valenciana cuenta con un patrimonio mueble e inmueble de la guerra civil muy rico que va desde las edificaciones del interior a los fortines en zonas costeras, fábricas de armamento, refugios antiaéreos urbanos -Atarazanas- o el museo militar de Valencia y los cuarteles de la Alameda. El informe del CVC también contó con la opinión del director de este museo, el coronel Ángel Adán, ya que gran parte de su contenido pertenece al período de la contienda española.

Muchas son las propuestas para la recuperación de los entornos locales de la guerra civil, entre ellas, la de realizar un congreso sobre arqueología militar de la época. Que sería un punto de partida.

De acuerdo con la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, las fortificaciones y construcciones militares y civiles de la guerra civil podrían ser protegidas específicamente a partir de una interpretación generosa del Decreto de Castillos de 1949, ampliada a fortalezas, edificios, baluartes y construcciones defensivas.