100 años de Pablo Neruda se conmemora en el mundo entero
Adital - 20/03/2004

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20.marzo/2004 - Brasil – Adital/ Evandro Bonfim – En 2004 se festejan los 100 años del nacimiento del poeta chileno Pablo Neruda, escritor que como pocos cultivó las dos tradiciones principales del arte poético: la libertaria, preocupada con las condiciones de emancipación de lo humano; y la estética, celebrando el amor y las potencias de la vida. El siglo de Neruda (nacido como Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, uniendo el prenombre bíblico y el nombre de familia a uno de los heterónimos de Fernando Pessoa) está siendo recordado con movilizaciones de artistas del mundo entero, pero sobre todo por escritores latinoamericanos.

Poetas hispanos y personas vinculadas a las letras procedentes de América Latina y España están reunidos en Washington para el evento "La Pluma y la Palabra", que ocupará, entre otros espacios, las dependencias de la Biblioteca del Congreso estadounidense con las celebraciones a Neruda, que actuó gran parte de su vida como representante diplomático de Chile.

Una poetisa como maestra

Neruda nació el 12 de julio de 1904 en Parral, pero enseguida se mudó con la familia hacia Temuco, debido a la muerte de la madre. En esta ciudad, entra en contacto con Gabriela Mistral, directora del Liceo femenino de la ciudad, conocida educadora y poetisa que en 1945 fue laureada con el Premio Nobel de Literatura, que por primera vez era concedido a una mujer latinoamericana.

Se le atribuye a Mistral haber desarrollado el gusto en Neruda por los romancistas rusos como Dostoievski y Tolstoi, siendo el último un gran inspirador del espíritu comunista ruso, a pesar de ser un notorio aristócrata. Son de estos años en Temuco los primeros versos que consagran en Neruda la vocación literaria, bajo las protestas del padre que no deseaba ver al hijo en actividad tan incierta. Tanto para señalar la conversión ante el llamado poético como para desviar la atención paterna, el joven de 16 años, según la leyenda, adopta como nombre Pablo por ser sonante y el apellido artístico de Neruda, tomándolo prestado del poeta checo Jan Neruda.

De la guerra civil a la poesía libertaria

Mientras tanto, Neruda y su poesía pasarían por una nueva conversión, después de la publicación de "Crepusculario" (1923) y "Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada" (1924), escritas cuando residía en Santiago por sus estudios universitarios. Estos primeros libros le rindieron al escritor chileno de apenas 20 años cierto renombre local e internacional, garantizándole puestos en la diplomacia del país.

Estas primeras obras traen innovaciones formales en el lenguaje que colocan a Neruda en la estela de la poesía moderna y la elección de temas sensuales y de gran expresión vital que le servirían de marca singular, más allá de los estilos que cotejó posteriormente, como el surrealismo por el contacto con las vanguardias europeas y el realismo del militante comunista.

En 1934 ejerce su función de cónsul en España, primero en Barcelona y después en Madrid. Gracias al apoyo del poeta español García Lorca, enseguida tuvo su obra divulgada en aquel país. En esta época se relaciona con el comunismo y asiste, en 1936, al comienzo de la Guerra Civil Española, cuando García Lorca fue asesinado por los nacionalistas, seguidores de Francisco Franco. Neruda comienza, entonces, a recaudar fondos para la causa de los Republicanos para librar al país del régimen franquista.

Esta experiencia reorienta la poesía de Neruda hacia contenidos más libertarios, conforme puede ser visto en las obras "Residencia en la Tierra" (en tres volúmenes,1931-1939), "Oda a Stalingrado" (1942), "Tercera Residencia" (1947), "Canto General" (1950), siendo este período considerado el más significativo de la carrera del escritor. La transformación artística acompañó la trayectoria personal de Neruda, que dejó la diplomacia para, de vuelta a Chile, ser electo senador en 1945.

En este período en que Neruda estuvo particularmente relacionado con el Partido Comunista chileno, por el cual llega a ser candidato a la Presidencia de la República en 1969, escribe "Odas Elementales" (1954), "Navegaciones y Retornos" (1959), "Canción de Gesta" (1960), el ensayo "Memorial de la Isla Negra" (1964) y la pieza teatral "Esplendor y Muerte de Joaquín Murieta" (1967).

Con estas obras Neruda completa el acervo poético por el cual va a ser agraciado con el Premio Nobel de Literatura en 1971, distinción por la cual se empeñó personalmente para recibir. Dos años después, Neruda fallece el 23 de septiembre después de presenciar la destitución de Salvador Allende (por quien Neruda renunció a su candidatura en 1970) del Palacio de la Moneda por las fuerzas golpistas del general Augusto Pinochet, que debilitaron la salud ya frágil del poeta.

"El Poeta del Pueblo" para las nuevas generaciones

A las más nuevas generaciones, la influencia artística y política de Neruda llegó a través de las bellas imágenes y de la extrema sensibilidad de las interpretaciones de la película "El Cartero y el Poeta" (Il Postino), del director Michael Radford, lanzado en 1994. La obra, basada en el libro Ardiente Paciencia, escrito por su coterráneo Antonio Skármeta, se inspiró libremente en un episodio de su vida, cuando tuvo que huir de Chile debido a persecuciones políticas.

En 1946, Neruda apoyó a Gabriel González Videla, candidato de izquierda, para la presidencia de Chile. Sin embargo, Videla se pasó a la derecha después de ganar las elecciones, y Neruda al criticarlo, acabó siendo expulsado del cargo de senador que ocupaba. Tuvo entonces que huir de Chile para no ser detenido. En el exilio reencuentra a la chilena Matilde Urrutia, con quien permanece junto hasta la muerte y para quien escribió muchos poemas de amor.

En la película, la atracción del cartero Mario por el escritor exiliado se debe, al principio, por la fama atribuida a éste último de "Poeta de las Mujeres". Mario pretendía que Neruda lo ayudase a conquistar a la tabernera Beatriz, que con el mismo encanto de la musa de Dante había fascinado al ex pescador. Neruda le enseñó a realizar metáforas, a oír el mar, uno de los principales temas poéticos nerudianos, y por fin, a escuchar los sentimientos que brotaban espontáneamente de él, como el deseo de no repetir el pasado de opresión en que la aldea de Mario vivía sometida.

Con el transcurso del tiempo entre palabras, sentimientos y acciones, Mario aprende a canalizar las convicciones íntimas que posee y Neruda se transforma para el antiguo cartero en el "Poeta del Pueblo" que alentaba la lucha social de las naciones por donde pasaba durante las peregrinaciones de este exilio. Este aliento, este canto general, permanece aún inspirador, 100 años después del nacimiento del poeta.

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