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Campo de Gibraltar. Un superviviente de El Marrufo narra el terrible suceso del 36
EuropaSur Digital - 20/05/2004

http://www.europasur.com/pg040520/campog/campog483129.htm


CASI SIETE DÉCADAS DESPUÉS. Rafael Sánchez


Rafael Sánchez Machuca vio, cuando apenas tenía seis años, la masacre que cometieron el ejército franquista y los falangistas en el cortijo El Marrufo en 1936 con los hombres, mujeres y niños que habían detenido en la Sauceda. Cree que en la provincia quedan por descubrir muchas fosas comunes de fusilados

G. ORTEGA.

ALGECIRAS. Rafael Sánchez Machuca tiene 73 años pero su cabeza sigue estando muy bien amueblada. Tanto como para acordarse de algo terrible que pasó cuando sólo tenía seis y que vivió en primera persona: la entrada del ejército franquista y de fuerzas de la Falange en el cortijo El Marrufo. Aunque lo peor no fue que entraran, sino la masacre que desencadenaron inmediatamente después.

Es largo de contar, pero lo hizo muy bien J. Carlos Perales Pizarro en este mismo periódico el pasado domingo. Resumiéndolo mucho, en la capilla de ese cortijo se encerraron a mujeres y niños previamente apresados en la aldea próxima de La Sauceda, que fue exterminada. Muchas mujeres fueron fusiladas después de que las pelasen al cero y las violasen.

Muy cerca de esa capilla, agrega Perales, existe una pequeña pendiente donde están enterradas esas mujeres. Es, probablemente, la mayor fosa común de la provincia.

Rafael Sánchez estaba allí. "Mi padre, que era un campesino que nunca se había metido en nada, huyó a refugiarse en la zona republicana, y también lo hizo un hermano mayor. Mis otros nueve hermanos, mi madre y yo fuimos trasladados unos veinte kilómetros, con una yegua y una mula. Nada de en camiones, como se ha dicho".

Era muy pequeño y estaba asustado. Mucho tiempo después, este residente en la Estación de San Roque -lleva allí cuatro décadas afincado- aún recuerda a un falangista disparando a un campesino. "Llevaba una pistola y un cigarrillo colgando de los labios. Cuando vio que yo apartaba la mirada, sonrió de forma despectiva".

Sánchez Machuca está convencido de que, además de la fosa común de El Marrufo, hay varias más en la provincia, una de ellas cerca de Facinas. Y por supuesto ve muy bien cualquier iniciativa encaminada a que se recupere la memoria histórica. Si no una recompensa, los herederos de quienes perdieron esa cruenta guerra merecen al menos que se les devuelva la dignidad arrebatada.

Lo que Sánchez Machuca no tiene muy claro es que el régimen franquista se fuera abriendo con los años. De hecho, recuerda que a finales de los sesenta estuvo a punto de sufrir una larga condena porque le quitaron un papel que hablaba de "Franco y la bebida". "Decía que en España era el Soberano, que se casó con La Asturiana... En la prisión, menos mal, lo rompió un hombre del que luego supe que estaba en Comisiones Obreras", rememora.