Agenda

Barcelona roja y negra . Una ruta anarquista propone un itinerario en autobús por 46 lugares de la historia libertaria de la ciudad
El Periódico de Catalunya - 07/10/2004




El sábado empiezan los paseos, que duran tres horas

ROSARIO FONTOVA
BARCELONA

La escena sucede en un bar escondido en un callejón del Barrio Chino. Estamos en 1947 y un grupo de anarquistas prepara una acción sin saber que la policía les tiene cercados. En la calle, Paquita, compañera de uno de los anarquistas que detecta la operación, lleva en el capazo de la compra una granada de mano. Le quita el seguro, entra decidida en el bar y se inmola junto a sus compañeros. Esta mujer, apenas una mención a pie de página en un libro de Abel Paz, es una de los anarquistas sin nombre que la historia oficial no recuerda.
Una ruta urbana propone un viaje en autobús de tres horas para conocer algunos lugares de interés sobre la Barcelona roja y negra, la rosa de fuego que periódicamente se inflama, desde 1835, cuando arde la iglesia de Santa Mònica de la Rambla, hasta 1977, cuando Sisa arrasa en las Jornadas Libertarias con su versión de Los angelitos negros entre el aroma dulzón a maría. No es una propuesta de ocio sino una mirada reivindicativa, un grito contra el olvido que propone el colectivo artístico Turisme Tàctic, integrado por Maite Ninou, Mariano Maturana y Xavier Manubens.

Lugares anónimos
Maite Ninou afirma que "a nadie le ha interesado destapar ese pasado de manera eficaz". "Barcelona es uno de los pocos lugares donde el anarquismo existió pero mucha gente joven lo desconoce. Incluso lo identifica sólo con la violencia. Nosotros no hemos buscado monumentos sino lugares anónimos", precisa.
La ruta anarquista, organizada por el Instituto de Cultura de Barcelona (Icub), empieza este sábado y se hace en autobús los fines de semana de este mes. Los billetes (3 euros) se adquieren en el Palau de la Virreina. El bus sale del portal de Santa Madrona y durante tres horas se sumerge en 46 historias de heroísmo y progreso, de muerte y fracaso. Y de olvido.
En un ensayo de la ruta, el bus de la memoria desgranó el lunes su cargamento. El recuerdo de ateneos y corales populares --la universidad de los pobres-- por boca de Abel Paz; el entierro multitudinario de Buenaventura Durruti o el exterminio de los maquis, los últimos guerrilleros urbanos, se narran en documentales rescatados por Turisme Tàctic que se proyectan en el interior del autobús.

El atentado a Franco
La ruta prosigue también a pie, con paradas estratégicas. En el portal de Santa Madrona se marca el lugar donde cayó muerto de un balazo Francisco Ascaso, compañero de Durruti y García Oliver, los tres héroes de la FAI que están enterrados juntos en Montjuïc. Un poco más allá, en el monumento a Colom, se revive el atentado frustrado a Franco en 1947. Un comando anarquista planeó arrojar bombas sobre su coche oficial, pero la policía rodeó Colón de escolares y se abortó el atentado. Uno de sus estrategas, Domingo Ibars, pasó 30 años en la cárcel y fue después acomodador del cine Padró.
El Raval (antes Barrio Chino) acumula la mayoría de los episodios. En una de sus calles estuvo la sede de Solidaridad Obrera, en otra la casa de Mujeres Libres. En una esquina asesinaron al sindicalista Salvador Seguí, Noi del Sucre, en 1923. En la plaza de Folch i Torres estuvo la cárcel femenina Amalia, derribada en 1936. Más lejos del centro, uno de los lugares más curiosos es el Hotel Ritz. En 1936 era un comedor popular donde la CNT y la UGT mataban el hambre de los niños. Y los peores, el tenebroso castillo de Montjuïc y el Camp de la Bota, escenarios de ejecuciones sumarísimas, de asesinatos en nombre de la ley y el orden.