Editorial:

El Gobierno de “izquierda” y su gran hermano Yanqui.

 

 

Unitas, el otro barco insignia.

 

Se sabe, desde que el capitalismo es capitalismo, que en el interior de las estructuras del poder dominante circulan virus que introducen fuertes infecciones ideológicas, otras que el dengue. Más cuando los cuerpos que toma tienen las defensas bajas. Es un virus que termina de ordenar una lógica de pensamiento que ya venía a medio hacer o con altas disposiciones.

Así es la vida de las relaciones sociales en ese mundo. Esa fortaleza siniestra tiene un poder articulado, con su Estado, su economía exprimente, su "cultura", su esfera jurídica y militar. Tiene esa loca capacidad de homogeneizar. Enamora a los que ya tienen sensibilidad "romántica".

Y llegó la Unitas y aceleró definiciones y trajo a luz discursos y actitudes. Se vio un espectáculo, para muchos, pornográficamente político.

Un desnudo grotesco con ribetes ridículos.

Figuras históricas del gobierno, hasta ayer enemigos de estas maniobras militares, salieron a la prensa a justificar lo injustificable. Todo ha cambiado decían unos y otros. El mundo bipolar se fue y se fueron o cambiaron los enemigos; no innovar ahora. Hubo quien agregó: ya no hay enemigos, todos somos amigos".

En tales condiciones, afirmaron, se debía participar en la Unitas. Sí, los mismos que hasta ayer, en el discurso, vociferaban que había que repudiar estas maniobras que obedecían a otras maniobras del imperio yanqui, hoy se abrazan a nivel parlamentario con los conocidos de siempre, para apoyar ese juego de tantas intenciones macabras, de esas fuerzas que tanto conocen los pueblos por su criminalidad.

Llegó al Senado la consideración del tema, Nacionalistas y Colorados se hicieron un festín, cobraron con intereses el pasado crítico de la "izquierda" y se congratularon con ironía burlona de que hoy hubieran madurado y adoptaran la posición que ellos tradicionalmente sostuvieron. Dios los había creado y el amo del norte los había juntado. La prensa da cuenta de aspectos generales del debate.

La furiosa embalada que hacía la "izquierda" para correr hacia atrás con miras de llegar al punto opuesto al de sus discursos anteriores. Sudaron y sudaron, ni superman hubiera podido cambiarse de ropa tan rápido. Ciertamente el acontecimiento resultaba por lo menos curioso. Todos, menos el hombre de la rosa, fundamentaron las cosas más variadas para apoyar la autorización de la Armada para participar el 11 de octubre y el 8 de noviembre en el Ejercicio Multinacional Unitas XLVII.

Inicialmente el Senador Eleuterio Fernández esgrimió con energía la defensa de participar en Unitas. En un momento dijo: "ayer las cosas no estaban así, pero no importa (...) están las condiciones dadas para encarar cambios y no queremos que se frustren...". Agrega la crónica: "Desde las barras y al grito de: "¡vendido!, ¡Unitas no! ¡Vendepatrias! y epítetos más gruesos aun, un exaltado debe ser retirado por la policía.
Fernández Huidobro deja su banca y de pie conversa con Sanguinetti". Presumimos, sólo presumimos, que se trataría de un ex integrante o simpatizante de su organización, de un excompañero de lucha del actual Senador cuando este militaba en pos de crear una sociedad nueva.

Los incidentes fueron varios y mínimos, discusiones, acusaciones, pero los mayores fueron directamente contra el Senador Eleuterio. Pues sumado al anterior nos dice la crónica que: "dos mujeres comienzan desde la primera fila del público a gritarle traidor y otros calificativos, acallados por el timbre de la presidencia. Son desalojadas".
El voto final en el Senado fue unánime. Todos los Senadores dijeron ¡Amén! en esta jornada que puede llegar a ser histórica. Contó con unanimidad porque el senador del Partido comunista Eduardo Lourier, contrario a los ejercicios navales, se retiró de sala en el momento de la votación, en su lugar dejó una rosa. La muda rosa roja fue el único perfume de oposición.  

 

¿Cambió el imperialismo, cambiaron sus piezas estratégicas?.

 

Se ha dicho que la situación mundial ha cambiado, dándole a esta palabra cierto contenido como refiriéndola a que hay hechos brutales que no ocurren ya, hechos que eran producto de la llamada "guerra fría". Por supuesto que hay un conjunto de cambios de diferente orden. Pero el que aquí nos interesa es lo referido al imperialismo yanqui, así dicho con todas las letras de aquel "antiguo" lenguaje. Y nos interesa aquí referido a esto de la Unitas y cosas dichas o balbuceadas a propósito.. Por supuesto que la Unitas no lo es todo, es parte de un mecanismo de dominación que tiene su papel en este juego. La fuerza militar-represiva del imperialismo, con sus marines a la cabeza tiene una larga historia en nuestro continente y el mundo. Ha sido uno de los instrumentos de ocupación, violencia opresiva y vasallaje. Sin contabilizar los ríos de sangre que tienen en su haber. Pero no precisamos remontarnos lejos para comprobar que el imperialismo está operando brutalmente a nivel mundial. Afganistán e Irak hablan por sí mismo. Lo de Irak ya es genocidio continuado, niños, mujeres, familias enteras son blanco permanente de la metralla. Para completar montan sus centros de tortura siniestra en el propio territorio y si no lo remiten a Guantánamo. Pero la faz militar, sangrienta y asesina no es la única forma de penetración y fábrica de muerte. Han sembrado la miseria y la muerte con su proyecto neoliberal, tan genocida como lo otro.
Tiene también formas más sutiles, para llamarle de alguna manera ya que esta sutileza viene de atropello en los últimos años. Su estrategia para nuestro continente ha sido y es clara y bestial: bases militares, tratados semicoloniales, intentos de dominio de zonas estratégicas, control del gas, petróleo y agua. Trasnacionales entrando a saco.
Organismos internacionales con el FMI a la cabeza estableciendo pautas miserables y hambreadoras para los de abajo. Ataque a todo atisbo de autonomía que se presente en su horizonte. Sí, es toda una red y la Unitas forma parte de ella. Es el viejo y bestial imperialismo en otro momento histórico pero con los mismo objetivos centrales y que debe ser combatido en todos los terrenos como siempre. Va nuestro destino en ese combate. Claro está, no es nada nuevo, pero en momentos de amnésicos, distraídos y "pragmáticos" es conveniente reiterarlo.

 

Los diputados también Unitas.

 

El tema Unitas en diputados tuvo un trámite semejante al del Senado. La misma línea bajada desde el gobierno se instrumenta aquí. La novedad es que ocho diputados vinculados al gobierno de "izquierda" se retiran de sala al momento de votar y que no hay unanimidad, hay dos votos en contra. Uno de ellos es de un integrante del Partido Nacional que toma esa actitud para hacer política antigobierno, un derechazo grautito. Y esta el voto digno, es el de quien manifiesta que mantendrá consecuentemente su postura antiimperialista de siempre: Guillermo Chiflet. No se retira de sala y solitaria y firmemente se manifiesta en contra.

El episodio de Unitas es significativo, deja lecturas claras. Mucha gente apoyó a la izquierda electoral en la búsqueda de cambios. Pero es un hecho, en los ejes fundamentales de su práctica actual, tanto económica como política es el continuismo, por momentos y en determinados niveles, desplegándose.  Una vez más los hechos y la historia demuestran que hay un camino que no conduce a los cambios que gran parte del pueblo anhela. Queda en pie el de la lucha, la confianza en las propias fuerzas, el de las movilizaciones, el ganar la calle para exigir reivindicaciones. Queda en pie el ir afirmando un proceso que lleve en su seno no la integración al sistema sino su desestructuración y el armado de lo nuevo.