Murray Bookchin.

Ecología y Libertad (fragmento).

 

A menos que la sociedad se inmole en una catástrofe nuclear, nos espera una era marcada por una novedad de tal impacto que puede constituir la transformación mas radical vivida por la humanidad desde la revolución industrial, o tal vez, desde que nuestros antepasados iniciaron la agricultura miles de años atrás.

Es cierto y no estoy exagerando la dimensión e importancia de este cambio, mas bien lo estoy sub-valorando. Ya estamos experimentando los primeros efectos, con el descubrimiento de las claves en materia nuclear y los "secretos de la vida" en la ingeniería genética, de consecuencias incalculables... Todos estos medios de control y destrucción, son sólo los heraldos de una técnica que será considerada primitiva dentro de una o dos generaciones. Son además, la prueba de que el orden social existente carece del mas mínimo rudimento en cuanto a sensibilidad para poder hacer frente y bien utilizar cualquier avance científico o técnico.

Se puede afirmar con seguridad confirmada por infinidad de pruebas, que el capitalismo inevitablemente, por su propia naturaleza, utilizará cada progreso técnico con fines autoritarios y destructivos. No sólo en lo referido a los destinos del género humano, sino también hacia el medio natural que lo circunda, y del cual dependen para su sobrevivencia todas las especies... Las ventajas que para la humanidad que ofrecen dichos avances, no son mas que migajas caídas de un orgiástico banquete de destrucción, que ha sacrificado mas vidas que cualoyier otro período histórico...

 

Humanidad y Naturaleza:

 

Todo nos lleva al nudo central del problema, las relaciones de la humanidad con la naturaleza. Se trata de un problema que ha adquirido proporciones cruciales, muy diferentes a las que se podían prever en 1952, cuando publiqué un primer trabajo sobre el desastre ecológico. Aún en 1983, cuando escribí "Ecología y Pensamiento Revolucionario", recuerdo que se hablaba del "efecto invernadero" que podría elevar la temperatura del globo lo suficiente para desatar los casquetes polares dentro del algunos siglos. Trastornos del ciclo hidráulico, del carbono y del oxígeno (que definía como "ciclo

biogeoquímico"), que hubieran podido hacer saltar los mecanismos homeostáticos que conservan el equilibrio biológico y meteorológico del planeta en un ambiente peligrosamente contaminado, desde el suelo hasta los alimentos cotidianos, y de una biosfera cada vez mas simplificada, que podría invertir el curso del reloj evolutivo, en dirección a un mundo menos complejo que por tanto incapaz de mantener formas complejas de vida, como los mamíferos... jamás hubiera podido suponer, hace sólo veinte años, que en el preámbulo del nuevo siglo, estaríamos en una biosfera ya no peligrosamente, sino catastróficamente contaminada... Eminentes ecólogos creen que los vitales ciclos biogeoquímicos se hallan al borde de un grave desequilibrio y que la gravedad y extensión de la contaminación a escala planetaria, está por niveles intolerables, superiores incluso a nuestros propios temores... La relación anhídrido carbónico oxígeno en la atmósfera no paró de crecer desde 1900.

Con la tala de los bosque ecuatoriales, y la destrucción de los bosques septentrionales producto de la lluvia acida, es mas que probable que esta relación continúe creciendo espantosamente. Todos nuestros océanos están horriblemente contaminados. El aire, el agua y los alimentos son vehículos de derivados orgánicos del cloro, altamente cancerígenos, prácticamente desconocidos hace algunos años, por no hablar del plomo, el mercurio, el amianto y los compuestos azoados que el cuerpo transforma en mortales venenos... Deshechos tóxicos por decenas de miles, proliferan en los continentes, derramando sus venenos en las capas acuáticas sub-terráneas, los ríos, lagos, en fin, en el agua potable.

La simplificación del ambiente que antes me preocupaba en términos teóricos, ahora ocurre ante mis ojos. No nos engañemos. La cuestión ecológica no es secundaria respecto de la crisis política, económica y militar. Si la próxima generación no alcanza a vivir la extinción termonuclear, talvez sea porque se halle frente a la extinción ecológica. Nos enfrentamos a una sociedad moribunda, y también a un planeta moribundo y ambos sufren del mismo morbo y la misma causa: Nuestra mentalidad de dominio, el afán desenfrenado de "progreso" que hoy día, no es mas que una trágica burla de la realidad...

 

Una actitud militante:

 

¿Cómo podemos, en tanto libertarios, hacer frente a los radicales cambios operados en el terreno técnico, económico y social que se^ha procesado? ¿Se trata acaso, de cuestiones secundarias o irrelevantes respecto a nuestra incesante tarea de organizar a la clase trabajadora y combatir la explotación? ¿Cuáles son las prioridades programáticas? ¿Cuál es el orden del día? Si es que éste existe y podemos conjugar esfuerzos a nivel internacional, en nuestra tarea de oposición al Estado y al autoritarismo en todas sus formas... Talvez sea una presunción exagerada sugerir que exista tal orden del día válido para todo el mundo, y de cualquier manera no creo estar en condiciones de dar consejos pragmáticos y situar prioridades a compañeros mucho mejor informados sobre las situaciones regionales particulares...

Pero no podemos permitirnos la vía de la disputa intramuros y de las riñas sectarias sobre la historiar sobre tal o cuál significado textual, sin caer también nosotros en un formalismo esclerótico y en un contenido que transforme vastos cuerpos teóricos, en exégesis y comentarios anecdóticos. Perderíamos la proyección, y acabaríamos, en el mejor de los casos haciendo apología de las condiciones existentes, o peor aún, haciendo apología de las condiciones de tiempos pasados.

Debemos estar dispuestos a cuestionarnos acerca de cuál será el "sujeto histórico" que llevará sobre sus espaldas la carga del cambio social en los años venideros. Estar prontos a definir las nuevas cuestiones emergentes, como la ecología, el anti racismo, feminismo, municipalismo, y aquellos movimientos culturales que se ocupen de la calidad de vida en el sentido mas amplio del término. Articularlos en la lucha general contra la explotación y la opresión...

Debemos salir de los viejos esquemones "ideológicos", que no dan herramientas para pensar las problemáticas actuales y mirar con honestidad, claridad e inteligencia el mundo autoritario que se va remodelando en torno nuestro.