América
Latina.
El MST se distancia de Lula y se
moviliza para exigir reforma agraria.
De un artículo que contiene información interesante, escrito
por Di Pacce, hacemos un extracto:
“Ya casi sin esperanzas de que el Gobierno
de Luiz Ignacio Lula da Silva cumpla las metas de la tan prometida Reforma
Agraria, esta semana el MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra)
comenzó una serie de ocupaciones en varios estados brasileños. Además de
haciendas improductivas, tomaron de forma pacífica sedes del Instituto Nacional
de Colonización y Reforma Agraria (INCRA),
estaciones de peaje y sucursales del
Estatal Banco de Brasil.
De los 23 estados donde el MST está
organizado, 19 realizaron acciones para reivindicar los puntos acordados con el
Gobierno Federal en dos momentos: el primero en noviembre del 2003, cuando fue
divulgado el Plan Nacional de Reforma Agraria y el segundo en mayo de este año,
en la marcha nacional que el MST realizó durante dieciséis días y a través de
205 kilómetros.
En esa oportunidad llegaron a la casa de
Gobierno (Planalto) en Brasilia, 12 mil trabajadores rurales que le entregaron
a Lula un petitorio. El presidente brasileño los recibió y estuvo reunido con
una delegación durante tres horas, después de las cuales el MST salió con un
paquete de promesas encabezadas por la
meta de asentar 430 mil familias antes del
final del mandato de Lula en el 2006.
Sin embargo, la crisis política desatada
en los últimos meses, producto de denuncias de corrupción que alcanzaron de
lleno al Partido de los Trabajadores (PT), aceleró el distanciamiento del
principal movimiento social de Brasil con el Gobierno en el que había
depositado grandes esperanzas.
Son 15 millones de campesinos que esperan que
una de las más injustas distribuciones de la tierra del mundo se revierta: En
Brasil cerca del uno por ciento de los propietarios rurales es dueño del 46 por
ciento de todas las tierras. De los aproximadamente 400 millones de hectáreas
registradas como propiedad privada, solamente 60 millones son utilizadas para
cultivo. Según datos del INCRA, existen unos 100 millones de hectáreas de
tierras ociosas y casi cinco millones de familias sin tierra.
Las nuevas ocupaciones del MST apuntan a
ejercer presión sobre el Gobierno con el que tiene importantes diferencias de
números. Mientras que el Ministerio de Desarrollo Agrario afirma que en los dos
primeros años del Gobierno de Lula fueron asentadas 117 mil familias, el MST
sostiene que entre el 2003 y el 2004
sólo 20 mil familias se vieron favorecidas
por el plan de asentamientos.
Junto con más asentamientos, el MST pide
más agilidad en los procesos de desapropiación, revisión de los índices de
productividad y más líneas de crédito para los asentados.
Uno de los principales referentes del MST,
João Pedro Stedile, no ahorra críticas a la política económica del gobierno, y
en un acto público cuestionó duramente a Lula por haber optado por la
continuidad del modelo neoliberal del Gobierno anterior y por haber hecho
alianzas con los sectores más conservadores.
La protesta nacional del MST adquiere
particular importancia en medio de las críticas y el descontento con el
Gobierno y el PT. El sábado día 24 de septiembre anunciaron su salida del
Partido de los Trabajadores, fundado por Lula, 800 líderes de movimientos
sociales, muchos de ellos ligados al MST y otros a la Central Única de
Trabajadores (CUT), central sindical donde el presidente brasileño dio sus
primeros pasos como dirigente metalúrgico y surgió como principal referente
político de la izquierda brasileña. A esta disidencia
se agregaron cuatrocientos importantes
referentes intelectuales, que ayer también decidieron abandonar las filas del
PT. El argumento más fuerte es que la organización quedó demasiado atada a la
política del Gobierno y que, por lo tanto, se agotó su papel transformador.
Por lo que se vislumbra, una parte
importante de los movimientos sociales que acompañaron a Lula hasta aquí, ya no
está dispuesta a seguir a un gobierno que adoptó un modelo neoliberal y
concentrador en su política económica. Justamente, esa concentración de la
economía está lejos de aceptar una reforma agraria
amplia como Brasil merece y como el MST
con toda justicia reclama”.
Brasil.
Impunidad asesina
en
el campo deja 28 muertos.
En 2005, de acuerdo con relevamiento
producido por la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), hubo una reducción en el
número de conflictos de tierra registrados en Brasil. Por otro lado,
prácticamente no hubo cambios considerables en el número de personas muertas
durante los conflictos, el que inclusive aumentó.
Entre enero y agosto de este año, 28
personas murieron como consecuencia de la violencia en el campo, una más que en
el mismo período de 2004, en que fueron registradas 27 muertes. La mitad de las
muertes ocurrieron en el Estado de Pará, donde fue asesinada la misionera
estadounidense, naturalizada brasileña, Dorothy Stang. La misionera, que
apoyaba proyectos de desarrollo sustentable, fue asesinada por mandato de
hacendados y madereros.
Para la CPT, la impunidad sería la causa
principal del número elevado de muertes en conflictos del campo. La comisión
cita a modo de ejemplo el reciente habeas corpus concedido el día 23 de
septiembre, por el Supremo Tribunal Federal, al coronel Mario Pantoja,
condenado por la muerte de 19 trabajadores en Eldorado de Carajás, 1996.
En los ocho primeros meses de 2005, hubo
una reducción del 44% en la cantidad de conflictos, que pasaran de 1.416 a 794.
Y a pesar de también haber habido una caída en el número total de personas
involucradas, proporcionalmente, los conflictos están alcanzando a una mayor
cantidad de personas. Además de acuerdo con el relevamiento, fueron registradas
27 tentativas de asesinato, 114 amenazas de muerte, 2 personas torturadas, 52 agredidas
físicamente, 144 presas y 80 heridas.