Internacionales:

La Constitución Europea.

 

 

Una Constitución Europea en las actuales condiciones puede ser tonto preguntarse a quien esta destinada a beneficiar, ya que se trata de sociedades con un capitalismo pujante y por lo pronto sin nada a la vista que le haga sombra. Si las Constituciones ya existentes estaban particularmente definidas en el sentido de la explotación del trabajo, es ilusorio pensar de que pueda haber algún cambio en este sentido y por este medio.

¿Si los capitalista ya tienen garantida la explotación entonces porque tanto ruido, además de todos los gastos, en imponer una nueva?

A la hora de la discusión de una constitución, sobre todo esta con tanta variedad etnica y cultural, se impone el discutir que carácter ha de tener, si federal o unitaria. Esta discusión tan primaria ha estado totalmente ausente del proceso de argumentaciones en los contrincantes y es mas, se ha evitado llevar la discusión a este terreno. Ello hubiera supuesto una discusión de la incidencia territorial en el proceso de funcionamiento de la Unión Europea y poner sobre la mesa todas las problemáticas locales y buscar la forma de encadenarlas a un proyecto común. Los promotores de la nueva constitución ni siquiera se han preocupado por estos problemas y además es de señalar que hasta han tenido una conducta arrogante con relación a estos detalles.

Aquí no está en juego de cual ha de ser la estructura, o las posibilidades protagónicas de la población, o las necesidades locales o sectoriales, o de cuales han de ser los proyectos de trabajo o de producción. Tampoco es factor de preocupación en de que forma se va a participar de ella, si por decisión parlamentaria o por elecciones, que hasta parece ser un detalle menor.

Todos estos detalles importan mucho o no importan nada, según con el ojo que se los mire.

Para las poblaciones locales, grandes o pequeñas, tener incidencia sobre la política territorial es importante. Ello le da posibilidades de proponer o discutir las probables soluciones y un cierto control de esas soluciones. Hasta es factible para el trabajador una discusión sobre sus condiciones de trabajo y el efecto en su entorno, la factibilidad de los proyecto y hasta la calidad de vida. Ubicar las formas resolutivas fuera del alcance inmediato de estos actores es ubicar los problemas en otro tarro, mas engorroso de enfrentar, de corregir y hasta a veces de elucidar.

Tengamos claro que se trata de países con un gran dominio del liberalismo que tiene detrás de sí como mayor y decisiva fuerza a las grandes empresas ya sea nacionales como internacionales. Las nacionales con intenciones de escapar al control de las fuerzas locales y las internacionales pujan por lograr una movilidad mas flexible interfronteras. Son estas las que aparecen impulsando con mas ahínco un proyecto de constitución  que les brinde las posibilidades de mayor explotación y de mayores ganancias. Y las organizaciones de trabajadores quedan sujetas a las imposiciones legales creada por estos organismos burocráticos internacionales, con normativas nuevas y una relación paternalista para su participación o no.

En España ganan el apoyo a la constitución con el 35% de los votos, la pregunta es que pasará con ese otro 65% restante y que perspectiva de futuro se plantean ya que a pesar de todo queda clara la postura débil del gobierno y sus socios liberales.

En Francia gana el NO con 55% y en Holanda 62%, delimitando la situación y creando nuevas condiciones para los gobiernos existente, difícil de resolver por la coordenadas oficiales existentes.

Otros países como Alemania y Suecia están buscando resolver el problema por la vías de una decisión de mayoría  parlamentaria que puede ser una solución fácil para la angustia que les crea la inseguridad de poder manipulear a la población. Y a último momento llega la noticia de que los ingleses, siempre cautos proyectan el problema para mas adelante ya que hoy la discusión sería poco clara, según el gobierno.

Limitarse a la conducta del hincha, vivar por quien gane, es de alguna forma tomar el problema con mucha frivolidad. Es evidente que la población europea va caminando poco a poco (a caballo de distintas payasadas gubernamentales) hacia un a confrontación entre las posturas populares y la de los gobiernos liberales, cuyos estallidos pronto habremos de percibir. Es la lucha entre aquellos sectores explotados, cada vez mas desplazados, recortados en sus intereses y los que cada vez mas se muestran implacables en la apropiación de los valores del trabajo, movidos por una acumulación de ganancia a cualquier precio.

Presidentes que se reúnen para cocinar la imposición de la constitución; G1, G3, G5, etc, en un verdadero juego de cabalas; burócratas de Bruselas que actúan como tribunos de una plebe ignorante y recurrencias a la infalibilidad de las autoridades, es parte de todo este juego de conservación de intereses.

Todo este teje-maneje está dejando una base de indignación que sumada a todas las iniquidades económicas i sociales van a dar que hablar mas adelante en este continente, dando lugar, como dice Chomsky, a “formas de organización mas relacionadas con los intereses humanos mas reales y sus necesidades”.