Movimiento Sondical:

COFAC y la posición de la Agrupación respecto

al accionar sindical.

 

Conversamos con Aldo Gilly y Alejandro Gómez, militantes de la Agrupación 810 de AEBU acerca de COFAC y la posición de la Agrupación respecto al accionar sindical.

 

-Solidaridad: ¿Qué consecuencias tiene la suspensión y posterior reapertura de COFAC para el resto de la economía y el sistema financiero?

-Aldo Gilly: En primer lugar, la crisis del sistema financiero no acabó, sino que continúa. Y la situación de COFAC es parte de todos estos elementos que se acumularon durante la crisis financiera. En segundo lugar, esta crisis no tiene una salida a corto plazo, por la propia situación económica del país, pero también por lineamientos internos del BCU que son condicionamientos externos de la deuda externa. Nos referimos a las regulaciones banco -centralistas que se están aplicando, y que son parte de lo que se llama a nivel del control financiero internacional de las crisis que se produjeron en los '90, y cuyo nombre son las Normas de Basilea. Estas normas controlan el riesgo y las carteras de riesgo. Esto hace que tenga como consecuencia que parte de los patrimonios de los bancos antes de la aplicación de esta norma la podían aplicar a préstamos por ejemplo, hoy no lo puedan hacer, sino que los tengan que previsionar por los préstamos que ya han dado. Estas normas son las que han hecho que se categoricen las carteras de las clientelas: categorías 1 a 5, últimamente tan conocidas por la gente cuando se habla de los fideicomisos, como de las carteras 4 y 5. ¿Qué significa esto? Si sos cliente 1, por cada U$S 1000 que prestás, U$S 5 los tenés que previsionar, como riesgo del préstamo que hacés. Una especie de seguro. Si sos cliente 2, ya lo que tenés que previsionar como riesgo son U$S 200 por cada mil, el 20%. Si sos cliente 3, ya son U$S 500 por cada mil; y así por delante. Si sos cliente 4 y 5 no existís. Lo cual significa para el cliente, para el que va a ser un préstamo, si sos cliente 3 como la mayoría de los trabajadores uruguayos, te cobran la tasa de interés, en vez de $1000 que pedís te van a cobrar por $1500: $500 los tenés que previsionar. Y además como sos cliente 3 vas a tener un castigo: se castiga a la población y se castiga a los bancos; los obligan a previsionar. Sobretodo a los bancos que dan préstamos a los sectores sociales, caso las cooperativas y la banca estatal. Ese es el fenómeno que ha profundizado la crisis del sistema financiero. El caso COFAC tenía números buenos, no tenía números rojos, pero tuvo que previsionar de un día para otro un montón de plata. ¿Por qué? Y acá viene la otra consecuencia de la deuda. El problema es que la banca estatal siempre subsidió al sistema financiero privado, siempre. La banca estatal prestaba plata a un gran productor por ejemplo, ese gran productor pedía préstamos a la banca privada, cumplía con la banca privada, no cumplía con el Banco República, sistemáticamente se producía este fenómeno. Las normas de Basilea obligan al Banco Central a centralizar la información, entonces te dice el BCU: si sos cliente 5 o 4 de un banco y sos cliente 1 del banco privado porque cumplía eran préstamos a poco interés-, ahora sos cliente 3 en todo el sistema financiero. Por lo tanto en vez de U$S 5 por cada mil, ahora tenés que previsionar U$S 500 cada mil. Lo cual significó un golpe tremendo. Para la banca privada sigue significando ahora y para COFAC en particular. Estas son las causas de la crisis de COFAC y son las causas por las cuales COFAC no puede salir de esta crisis. Ese es el otro problema que hay que aclarar. Son las causas también de por qué el Banco Comercial reabierto no puede salir de la crisis. ¿Y por qué casi todo el sistema financiero no da préstamos? Porque todavía sigue con la pesada carga de la crisis del 2002 de la cual no salió, y encima la previsión de todo esto. ¿Por qué tiene relación con la deuda externa? Porque viene el FMI y analiza la economía en su conjunto, analiza el sistema financiero y dice para el sistema financiero: Normas de Basilea. Si no, no hay stand by. Está todo unido. Y encima, ahora están las Normas de Basilea II, que son peores todavía.

-Alejandro Gómez: El tema de COFAC es muy importante cómo ubicarlo. Porque el nuevo escenario político marcó una vez más el silencio sobre la plaza financiera. Y lo marcó a tal extremo que en el tema de COFAC no hubo nadie que fuera disonante en la orquesta. Al contrario de la otra vez, donde pudo haber habido algunas idas y venidas, esta vez no hubo nadie que planteara algo diferente. A partir del quiebre del 2002, COFAC empieza un retroceso importante, entre otras cosas las carteras. Pero llegado setiembre del 2004, COFAC sabe que dentro de las normas que estaban impuestas, el BCU no le podía seguir permitiendo trabajando en la plaza.

-S: ¿Pudo evitarse la crisis de COFAC?

-Alejandro Gómez: La crisis de COFAC no fue una crisis en el momento que se dio. La crisis de COFAC estuvo permanentemente suspendida una vez dada la salida del 2002, pero particularmente agravada a partir del año 2004, en el cual se sabe que el capital de COFAC lo hace imposible de seguir funcionando. Asistimos a rebajas salariales importantes, pérdida y reducción de beneficios como posibles salidas hacia una capitalización. Si a eso le agregamos todo un proceso de revisión durante la transición hacia un nuevo gobierno, es imposible pensar que uno de los temas más fuertes que estaban en la plaza, fuera producto de una corrida puntual. Es cierto, la corrida agudiza definitivamente el planteo, pero el planteo de COFAC se sabía por todos los actores sociales de primera línea vinculados al equipo económico saliente y entrante. Las propias salidas que se establecen para COFAC y para algún otro banco  no son un planteo de arreglo del sistema financiero: son salidas al estilo fondomonetarista ("no asistimos más bancos") o al estilo del que le pone una curita a una herida que es terrible. Hoy hablar de COFAC y no hablar del Nuevo Banco Comercial asociado a este planteo es totalmente de locos. Porque hoy en el escenario político se plantea la reprivatización del Banco Comercial, otro de los bancos que vive una circunstancia especial.

-S: En este sentido, ¿qué posición tiene la Agrupación 810 con respecto al accionar sindical de AEBU? ¿cómo debería ser, según su opinión?

-Alejandro Gómez: Me parece que hay un retroceso y un dejar banderas. Hoy ya no se habla más de la estatización de la banca como se hablaba en otras épocas. Y es totalmente contradictorio cuando en el sistema financiero entre banca oficial y Banco Comercial- estamos hablando de casi un 70- 80% del planteo de mercado. Es ilógico que un sindicato no reivindique un planteo social de tal fuerza cuando tiene miles de desocupados despedidos del sistema. Creo que básicamente la discrepancia más grande que hay en el sindicato son dos posturas bien antagónicas: una que plantea la salida de la profundización del neoliberalismo; y la otra, que plantea una salida a manos del Estado en primera instancia, hacia un proceso de cambio social diferente.

-Aldo Gilly: La crisis destruyó la plaza y los sueños de plaza financiera, pero siguen algunos con esa idea. Acá hay compañeros que llegaron a decir en el Consejo Central o en los Consejos de Sectores: "por los puestos de trabajo nos aliamos con el diablo". Nosotros decimos que no nos aliamos con ningún diablo. Nosotros defendemos a los trabajadores. No queríamos que en el crisis, la banca se hubiera salvado con U$S 4000 millones más de deuda externa. Salvar bancos ya se acabó. ¿Para qué seguir salvando bancos? El Banco Comercial se salvó 3 veces, el de Crédito 2 veces. Todo el costo del salvataje de la banca privada insumió 5 o 6 mil millones de dólares en su momento. Si le agregamos los intereses, estaríamos en unos U$S 13 mil millones. Por eso nosotros proponemos estatizar la banca, la lucha para que reingresen los compañeros o tengan trabajo la seguimos haciendo. Es una división que se está profundizando cada vez más, porque son posturas ideológicas que tienen bases sociales, económicas y objetivos diferentes. Por eso queremos otro sindicato. El AEBU sindicato único es un sueño del pasado: banca oficial tiene una postura y banca privada otra. Lo que nosotros queremos es lo mejor para el país y los trabajadores; lo cual implica: eliminar el secreto bancario, eliminar la banca privada y plaza financiera nunca más.