América Latina:
Subte: Una lucha que lleva años.
El triunfo de los compañeros del subte es el fruto de una durísima y
cotidiana lucha que vienen llevando por organizarse a contramano de una
de las peores burocracias de la CGT, la
UTA (Unión Tranviarios Automotor ). Poco a poco, se logró poner en pie un
cuerpo de delegados a partir de un puñado de compañeros con tendencias
clasistas y combativas. Para ese entonces
la burocracia dominaba totalmente las negociaciones con la empresa y supo desarticular la lucha
a tal punto que facilitó la tarea de ésta en bajar el plantel del personal
de 3500 a 1800 trabajadores desde su privatización (1993): gradualmente el
servicio comenzó a perder calidad y cómo es costumbre en estos lugares, de dar
un servicio público a la gente se pasó a un servicio privado para el capital.
Pero con el trabajo tenaz y constante, generando conciencia de
clase, espacios de participación y solidaridad efectiva entre todos los
trabajadores, se ha logrado construir una de las organizaciones de base mas
fuertes. Y esa fuerza que en el ultimo conflicto ha derrotado a la patronal, la
burocracia, el estado y los medios de comunicación, es la fuerza verdadera, la
que va de abajo hacia arriba, la de la
solidaridad de clase, la de la conciencia y también la que genera conocer a
quienes tienen adelante; a los trabajadores del subte ya no les hacen comer
ningún sapo.
¿Pero cómo lograron esto? ¿cómo se formó una unidad capaz de paralizar las 5 líneas en solidaridad con lo
trabajadores de limpieza que pertenecen no solo a una empresa tercerizada sino
a un gremio ajeno? Por supuesto lo lograron en el trabajo cotidiano, en el
día a día con el compañero, discutiendo, sufriendo, luchando, y festejando.
Esa es la diferencia de un enfoque vanguardista al que estamos tan
acostumbrados, esos que están tan cómodos en su silloncito de
burócrata esperando que vengan al pie para que ellos digan qué hacer. Los
delegados del subte son laburantes, su militancia la hicieron en la base, y son
parte de esa base, a ella responden.
Anterior a este conflicto, los trabajadores fueron puestos a prueba
en su lucha por la recuperación de la
jornada laboral de 6 hs llevada a cabo
el año pasado: es que el trabajo en el subte es considerado insalubre y cómo
tal le corresponden solo 6 hs y así fue hasta que la dictadura militar quitó el
privilegio y desde esa época se impuso
la jornada laboral de 8 horas. Después
de algunas medidas de fuerza (paros sorpresivos) la legislatura votó restituir
esta conquista histórica. Inmediatamente, el mercenario intendente de la Ciudad
de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, vetó la ley,
sin duda apretado por los dueños que son empresarios con más de un negocio con el estado. Los trabajadores no
aflojaron sino todo lo contrario, redoblaron su apuesta incorporando al reclamo original el detener
el plan de poner maquinas expendedoras de boletos ( el anticuado chamuyo de la
"modernización y tecnificación")
y la consigna de incorporar el
puesto de boletero al tipo de trabajo insalubre. No conformes con eso,
impulsaron una campaña junto a diversos gremios, comisiones internas y agrupaciones combativas y clasistas por la reducción de la jornada laboral a 6
horas sin disminución del sueldo para el conjunto de los trabajadores. La propuesta tienen como
objetivo inmediato la generaración de
más de 2.000.000 de puestos de trabajo
nuevos y la conquista de una vida más digna al conjunto de los trabajadores ya
que podría disfrutar de tiempo para esparcimiento. En este momento, es común
jornadas de 12 y hasta 16 horas, con lo que ningún ser humano puede tener la
mas mínima chance de realizarse como tal, sino que terminan siendo un eslabón
mas de la maquina de picar carne que es el capitalismo.
En esta ocasión, los trabajadores comenzaron una nueva negociación
que tiene como punto principal del acuerdo el incremento del 53 % de la
masa salarial que coincide con el incremento de la inflación y es menor
al aumento porcentual del pasaje cobrado por la empresa al usuario: fueron ocho
meses de negociaciones y amansaderas por parte de la patronal y el ministerio
de trabajo a lo que se suma la burla de
la burocracia sindical al postergar la discusión paritaria ya que la
patronal se había "ido de
vacaciones", así los
trabajadores fueron a la huelga. El plan de lucha consistió en
paros progresivos de 1, 2, 4, 6 y 8 horas en días consecutivos hasta llegar
al paro por tiempo indeterminado, a
esto se suma piquetes en las vías para evitar la salida de los coches en caso
que alguien del personal jerárquico sea
seducido a boicotear la medida. Evidentemente la jugada de la patronal era
desgastar a los compañeros, los medios mostraron en esos días la lacra
pestilente generadora de odio que son
recorriendo las paradas de colectivos buscando el mal humor de
"doña Rosa" y su histeria por no poder llegar temprano a ninguna
parte. Otros no, verdaderamente viajar era un suplicio y más de 700.000
personas debieron buscar un método alternativo de hacinamiento para llegar
al trabajo. Mientras tantos los
trabajadores del subte aguantaban en las estaciones el aluvión de los usuarios, los medios de comunicación y algún
que otro carnero, pero bancados por muchas organizaciones que apostaban a su
lucha, organizaciones sindicales,
territoriales, estudiantiles y políticas.
Los trabadores tomaron todas
las resoluciones a través de
asambleas agrupadas por líneas (hay 5) de ahí, los delegados de cada línea armaban nueva asamblea
con el mandato de base: cada decisión tomada tenia la fuerza del conjunto de
los trabajadores. Basta solo un ejemplo: la burocracia de la UTA decidió por su cuenta levantar la huelga
a través de un acuerdo con la empresa, traición a la que los trabajadores contestaron que los únicos que
podían levantar el paro eran ellos, y
así se hizo.
Fueron cuatro largos
días, un intento fallido de la
burocracia traidora por liquidar el conflicto y una victoria contundente de
los trabajadores, se logro casi en su totalidad los
incrementos que eran reclamados (aunque
sobre este tema también los medios continuaron mintiendo ya que
desvalorizaron el aumento y mostraron a la burocracia como crucial para
resolver la contienda). Pero lo más importante es que todo este proceso es
el resultado de un resurgimiento del movimiento obrero en la Argentina, y que
de ninguna manera éste es un hecho aislado, hay muchos compañeros peleando de
manera incipiente contra una monstruosa burocracia que debe ser de las más
traidoras y asesinas del mundo. Pero como bien dicen las madres de plaza de
Mayo "si el presente es de lucha, el futuro es nuestro", y el
presente es de lucha. Nos estamos reorganizando, desde abajo, generando
conciencia e independencia de clase. El próximo paso debe ser crear estructuras
organizativas que puedan dar una expresión orgánica y sólida a todos estas
nuevas organizaciones sindicales que están surgiendo cómo así también articular
estas luchas con los otros sectores del
pueblo, como los desocupados y los campesinos. Tenemos una gran tarea por
delante y muchos compañeros honestos, capaces y luchadores para llevarla a
cabo, y esta lucha puso a prueba la solidaridad obrera. Por eso la lucha del
subte fue la lucha de todos.
Mas Información, pagina web de los trabajadores del Subte http://www.metrodelegados.com.ar/
Informe realizado por trabajadores de la Universidad de Buenos Aires.