América Latina:

Las petroleras vuelven a la carga, anuncian arbitrajes.

 

La estrategia de comunicación de las petroleras juega al palo y a la zanahoria. El lunes, las poderosas empresas afirmaron que las reservas de gas eran suyas, una afirmación contraria a las disposiciones de la Constitución, el martes ofrecieron compartir el 50 por ciento de sus utilidades con el fisco, siempre y cuando no se les cobre más regalías ni se les obligue a pagar impuestos, pero ahora volvieron a anunciar que llevarán al estado a un arbitraje internacional si se promulga la Ley petrolera tal como lo hizo la Cámara de Diputados. Casi con los mismos argumentos, un senador del nuevo oficialismo, dijo que Carlos Mesa vetará la ley, si no se hacen los cambios pedidos por las petroleras.

Según las petroleras, con la conveniente la actual legislación, calificada como muy benevolente incluso por el gobierno, el Estado recibe el 58% de las utilidades.

Voceros de las transnacionales dijeron al periódico El Deber, al que acudieron para explicar sus propuestas, que de aplicarse la ley aprobada por diputados las compañías recibirían el 4% y al Estado le tocaría el 96%, porcentajes que son diferentes a los que manejan analistas que apoyan a los movimientos sociales que buscan recuperar el control del negocio petrolero para los bolivianos.

Las nuevas afirmaciones de las petroleras son contrarias a las que hacían cuando se sentían seguras de su negocio. 'La rentabilidad en la industria del petróleo y gas en Bolivia es sumamente alta: por cada dólar invertido, la empresa petrolera gana 10 dólares', había dicho en Santa Cruz Roberto Mallea, ejecutivo de Repsol YPF en Bolivia.

Más tarde, un estudio realizado por Juan Carlos Virreira, ex delegado Presidencial para la Revisión y mejora de la Capitalización, demostró que las petroleras que operan en Bolivia tienen los costos de producción más bajos entre 200 empresas del mundo, esto debido a que las condiciones de búsqueda y hallazgo de hidrocarburos son inigualables: tienen una tasa de éxito del 50 por ciento, además de que los costos de producción son los mis bajos del mundo. (Mesa despidió a Virreira y posesionó en su lugar a Francesco Zaratti, un personaje que cobraba recursos de las petroleras a las que decía investigar y que es mantenido en el cargo como uno de los hombres de confianza del presidente).

Quieren cobrar millones, pero se resisten a pagar impuestos.

Las petroleras que mantienen procesos judiciales contra el Servicio Nacional de Impuestos para evitar el pago de más de B6 600 millones por concepto de impuestos, ahora quieren cobrar 132 millones de dólares, una situación originada después que el gobierno de Hugo Banzer-Jorge Quiroga aprobara la emisión de Certificados de Devolución de Impuestos (Cedeim) a favor de las petroleras que exploran hidrocarburos.

El decreto, emitido el 3 de septiembre de 1999 por el ahora considerado uno de los gobiernos más proclives a los intereses de las petroleras, estableció una retroactividad de la norma hasta enero de 1997. El gabinete económico del gobierno de Banzer estaba dirigido por Jorge Quiroga y el viceministerio de Energía e Hidrocarburos estaba dirigido por Carlos Alberto López, ahora convertido en el portavoz de los intereses petroleros en Bolivia.

La senadora Ana María Flores Sanzetenea (NFR) dijo a El Diario que si se llega a devolver el 13 por ciento del IVA a las petroleras, sólo estarían tributando el 5 por ciento del 18 por ciento de las regalías que debería recibir el Estado nacional.