Roberto “Beto” Gutiérrez.

 

Las calles ardían, la lucha de clases despertaba conciencias y el reloj de la historia se aceleraba en los 60. El Beto, junto con Gerardo, junto con el pueblo; ocupaban su lugar. Nunca le esquivó el bulto al compromiso con los trabajadores y los oprimidos todos. En los talleres gráficos, en la militancia social y la política en fAu, en cualquier lugar que requiriera de su esfuerzo, allí dijo presente. Nunca pudo con él, ni la cárcel, ni la tortura, ni los gorilas y burgueses que las amparan. Nunca pudieron quebrarlo. Por eso hoy, esté donde esté, si es que está, está peleando.