Movimiento
Sindical.
Un Congreso para maniatar la disidencia.
Ahora
sí parece que la victoria electoral de la izquierda oficial uruguaya está al
alcance de la mano, en ancas de la «Nueva Mayoría» conformada por el FA-EP y el
Nuevo Espacio. Todo indica que el plus que le faltó en el ’99 para ganar el
ballotage ya se superó con creces. El ajuste político que impulsa Lacalle, si
es que sale, puede achicar la bancada parlamentaria oficialista pero no impedir
el triunfo.
De
todos modos, de aquí a octubre del 2004, la dirigencia progresista va a tratar
de cerrar todos los flancos por donde se le pueda, no escapar, pero si
complicar la victoria y sobre todo tratará de cooptar, neutralizar o
disciplinar a las organizaciones e individuos que cuestionen la estrategia de
«humanización del capitalismo» que en Uruguay y la región pretende erigirse en
la «alternativa viable» a la ortodoxia neoliberal.
Es
en este marco y dentro de estas
coordenadas que el PIT-CNT, el principal apoyo social organizado del FA, se
apresta a realizar su 8º Congreso. No es un Congreso más sino el congreso
previo a la esperada llegada del primer «gobierno popular» en la historia
moderna del Uruguay. El 9º Congreso, será recién, si no hay postergaciones, a
fines del 2005; por lo cual es ésta la última oportunidad que tienen las
corrientes reformistas que son mayoritarias en la Convención, para conseguir
que la estructura sindical adquiera la mayor centralización y monolitismo
posible. Esto es vital para que pueda así cumplir el papel amortiguador que
tiene asignado para cuando las demandas populares desborden el escaso margen de
maniobra que tendrá el gobierno del FA por las condicionantes del FMI y demás
organismos imperiales.
Ahora
sí, Central.
La
estrategia general del PIT-CNT es la que le han impuesto las corrientes
moderadas. Sobre eso subsisten contradicciones menores pero todas están en el
marco del proyecto de «país productivo con justicia social». Congreso tras
Congreso, este eje, funcional a la estrategia de humanización del capitalismo
de la «izquierda», se ha impuesto ante la debilidad de las corrientes clasistas
y combativas. Lo máximo que se ha conseguido es hacer aprobar resoluciones como
el LEVANTAMIENTO DEL SECRETO BANCARIO y NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA que después
son archivadas en un cajón y nadie las impulsa. Tampoco el sindicalismo
clasista ha tenido la fuerza para llevar adelante en forma autónoma estas
resoluciones de los congresos. Por eso el tema estrategia no les preocupa
tanto. Lo que si ha sido una piedra en el zapato y ha motivado los mayores
enfrentamientos en los dos últimos congresos es la estructura del PIT-CNT y sus
organismos de Dirección.
A
partir del 5º Congreso del ’92 la mayoría se propuso reestructurar radicalmente
el PIT-CNT. Transformar la Convención en Central eliminando la autonomía de las
filiales propio de una Convención y eliminar el criterio unitario de UN
SINDICATO, UN VOTO para sustituirlo por un sistema de proporcionalidad.
Reducir
la Mesa al mínimo para dejar en ella a los Sindicatos más fuertes. Ir hacia
elecciones por listas para provocar una puja de corrientes por la Dirección e
ir eliminando así las corrientes menores. Y convertir al Secretariado en un
verdadero comité central electo por voto secreto y donde sus miembros no tengan
que responder ante sus Sindicatos.
La
mayoría de estos objetivos no han podido imponerlos y por ello han puesto al
PIT-CNT al borde de la fractura más de una vez. Es que es vital para su
estrategia tener una herramienta lo más centralizada y monolítica posible que
no permita los puntos de fuga como el de la lucha contra el Art. 29 donde una
ínfima minoría impulsó un referéndum y embretó a la dirección sindical que
empezó amenazando de expulsión a los disidentes y terminó dando un apoyo tímido
a dicha pelea. Esos espacios de autonomía pondrían en peligro la tarea de
contención de los reclamos populares cuando el futuro «gobierno popular» le
imponga su propio ajuste a la población.
En este
Congreso vienen dispuestos a completar las «reformas necesarias». Si esto
sucediera, se habrá cerrado el ciclo que se inició en 1966 con la fundación de la CNT, y habrá que evaluar como posicionarse
frente a un Mov. Sindical «oficialista» y «con centralismo democrático».
Sobre
la Independencia de Clase.
Sobre
este valor fundacional del movimiento sindical y de toda organización de base
obrera y popular, hemos hablado largamente en otros números de Lucha Libertaria
y nuestros compañeros y compañeras que militan en los Sindicatos y en el medio
social, defienden a rajatabla este principio que está bastante venido a menos.
La subordinación de la mayoría de las direcciones sindicales al FA ha
debilitado desde hace años la independencia, pero esto se agravaría si el FA
ganara las elecciones del 2004. La experiencia de los municipales de Montevideo
permitió un adelanto de lo que sería la relación del «gobierno popular» con los
trabajadores públicos. Por eso todos quieren poner las barbas en remojo y la
relación del Movimiento Sindical con un eventual gobierno del FA-EP será uno de
los puntos centrales de las discusiones del 8º Congreso.
De último momento.
Habíamos cerrado nuestra revista. Se estaba por imprimir.
Pero el Paro General y nuevas medidas de los trabajadores de Salud Pública,
obligan a reestructurar una página. Queremos, aunque sea brevemente mencionar
estos hechos sociales de relevancia. Paro General. Es el sexto Paro General que se
realiza en lo que va del gobierno de Jorge Batlle. En el marco de un
descontento y miseria creciente, de aumento de los combustibles y tarifas
públicas, la adhesión de la población al Paro fue muy amplia. Se estima en un
80% la adhesión de los trabajadores. Pero contó con la simpatía de mucha
gente desocupada y en los barrios obreros hubo un cierre de comercio casi
total. A tren de ejemplo tomamos esa mención que hizo un vocero del PIT-CNT:
“en el Cerro sólo tres comercios abrieron”. Alrededor de las 11 horas se hicieron distintos
actos: puerta del Hospital Pereyra Rossell, Vilardebó, Pasteur, Saint Bois,
Centro de Salud de la Costa, Policlínica del Cerro y otros lugares. En todos
estos actos hablaron integrantes del Secretariado del PIT-CNT y militantes de
la Federación de Salud Pública. La indignación popular estuvo presente. Ante el
atropello constante la ira va creciendo. Piedras y miguelitos dieron cuenta
de unos 10 ómnibus de Cutcsa. Trabajadores de Salud Pública. La combativa huelga
de los trabajadores de Salud Pública sigue firme. Pese a las intimidaciones
desde esferas del gobierno, cierta represión con amenaza de más, los
trabajadores se han plantado con firmeza y vigor, dispuestos a profundizar su
lucha. En el momento que hacemos esta nota, 29 de agosto, se ocupará el
Hospital de Maldonado. Tienen decidido realizar otras ocupaciones, dentro de
ellas una estratégica: el Hospital Maciel. Con el Hospital de Maldonado son 7
los centros asistenciales ocupados. Es éste un conflicto de tal magnitud en la Salud Pública
que quizás no haya registro de otro igual. Vaya nuestra total solidaridad con los
trabajadores que hoy pelean digna y vigorosamente por sus derechos y un ¡Arriba
los que luchan!. |