Argentina. Balance político
del Plenario Nacional de AUCA.
Situación
nacional: una etapa caracterizada por fuertes contradicciones nacionales con el
imperialismo.
A casi un año del gobierno
de Kirchner.
El 25
de mayo próximo, se cerrará un año del gobierno de Kirchner. Un gobierno
marcado por el inicio de grandes aspiraciones por conformar una «nueva
Argentina» post Menemista, post neoliberal, pero que más allá de algunas
medidas políticas de corte mediático sigue en el camino de acordar con el FMI y
las grandes empresas multinacionales. A casi un año del nuevo gobierno, el
hambre, la desocupación y la flexibilización laboral siguen sucumbiendo a
nuestro pueblo.
En el No 8 de Ofensiva Libertaria de
agosto de 2003 señalábamos que «El nuevo gobierno se muestra distinto a los
anteriores y comienza a resolver algunos de los reclamos históricos de los
trabajadores y las clases populares, más precisamente los que no le implican un
enfrentamiento con el bloque de clases dominantes y sus intereses
fundamentales», y respecto de las negociaciones con el FMI señalamos: «más alia
de que no se entreguen todos los reclamos del FMI o el G7, se terminan
entregando la mayoría de ellos».
Desde
un primer momento sentamos una posición clara frente al gobierno,
diferenciándonos de quienes se comenzaban a alinear con él (Patria Libre, MP
20, 4P, etc.) y de quienes ven en este gobierno la continuidad absoluta con el
anterior (PO, MIJD, MST, etc.).
Caracterizamos
a este gobierno como dual, es decir que por un lado cumple con algunos reclamos
de los trabajadores y el pueblo, por otro sigue entregando el país a los
imperialistas, principalmente a través de los acuerdos con los organismos de
crédito, la mantención de los bajos salarios y las multimillonarias
compensaciones a los bancos.
El
primer acuerdo con el FMI firmado por Kirchner en setiembre del año pasado
fijaba un superávit primario del 3% del PBI para pagar la duda. Desde que la
Argentina ingresó al Fondo en 1956, jamás había asumido un compromiso de
semejante envergadura.
En OL
N° 9 recordábamos que «El (superávit primario) no es otra cosa que un embargo a
favor de los acreedores. En la era Alfonsín, no lo hubo. Con Menem el máximo
fue en 1992 de 1,9% del PBI. Durante el Gobierno de De la Rúa nunca se pagó más
del 1,6 % del PBI. En el acuerdo del gobierno de Duhalde fue de 2,5%. Ahora
Kirchner batió todos los records.
Más
allá de la situación en el plano económico, en el político también se
expresaron fuertes contradicciones entre los distintos sectores sociales y de
clases.
Los
sectores más reaccionarios se cruzaron fuerte varias veces con el gobierno.
La Nación en un principio (hoy ya es Kirchnerista),
Ámbito Financiero, Infobae y los economistas Menemistas fueron los voceros del
establishment, que están de punta contra el gobierno.
También
dentro del gobierno se expresaron fuertes contradicciones entre los sectores
Kirchneristas y los Duhaldistas.
Una tercer
contradicción presente fue la que enfrentó a los movimientos con parte de las
clases medias y el Gobierno.
La
unidad de los piquetes y las cacerolas (como símbolos de dos clases sociales
unidas por la protesta) está en duda. Pareció haberse roto muchas veces, pero
hay indicios de que todavía es posible sostener esa alianza sobre la base de
intereses comunes.
El
gobierno supo manejar muy bien esta contradicción. La mayoría de las veces
criticando y denigrando a los movimientos y otras veces, tratando de bajar el
tono de confrontación para evitar tener que reprimir.
Si bien
estas contradicciones en el plano político, económico y social marcaron el
pulso de casi un año de gobierno, no están prontas a resolverse (ninguna de
ellas) porque ninguno de los sectores tiene la capacidad y la fuerza para ganar
la pulseada que se juega.
El G7,
el FMI y los lobitas del imperialismo no tienen consenso en las amplias
mayorías de nuestro país y de toda Latinoamérica, ni en los Gobiernos ni en
parte de la burguesía, como para imponer a fondo sus recetas.
Los
sectores más reaccionarios y neoli-berales no tienen consenso de casi nadie
para aplicar sus planes económicos y políticos por lo que deben contentarse con
usar a sus voceros como francotiradores de salva.
El
Duhaldismo no puede torcer el brazo a Kirchner, porque sus cuadros no tienen ni
el 20% de apoyo que tiene el Presidente y sus ministros. A su vez, Kirchner no
puede romper con la estructura del PJ, porque no tiene ni el 5% de esa
estructura, necesaria para sostener un gobierno como el suyo.
Respecto
de la contradicción que enfrenta a los movimientos con el Gobierno y parte de
las clases medias, la situación también es compleja y tiene varios puntos para
analizar. Por un lado el Gobierno no puede ganar la pulseada porque los
movimientos existen y se reproducen sobre la base de 20 millones de
compatriotas pobres y el 25 % de desocupación, el casi destruido sistema de
salud y la ausencia de políticas sociales en los barrios.
Lo que
parte de los movimientos aún no ha entendido es que si bien la mitad de nuestra
pelea es por el propio desarrollo (cantidad de compañeros, estructura,
logística, profundidad de la construcción, etc.) la otra mitad es por el
consenso. La gran pelea que los movimientos van perdiendo es por la «simpatía»
y el apoyo de las masas no organizadas.
Podemos
mencionar a modo de ejemplo dos paradojas de esto. Por un lado los Sindicatos
de los «gordos». Más estructura y aparato que nadie y de qué les sirve, si no
pueden articular políticas activas con el resto del pueblo. En el otro extremo
está Luis Zamora. Imagen positiva y apoyo de cientos de miles, pero sin
estructura ni para movilizar a 200 personas.
Ni uno
ni otro sirven. El Gobierno cedió a que los movimientos crezcan a cambio de que
vayan abandonado el papel de referentes de las masas.
Las
negociaciones por la deuda marcan el pulso de la situación.
Más
allá de los discursos para la tribuna como los que viene dando Kirchner en la
apertura de la asamblea legislativa o en el acto junto a la CCC en Matanza, el
Gobierno ha comenzado a ceder a las presiones del FMI y el G7.
Ya no
resultan nada creíbles las declaraciones de que «no pagará la deuda con el
hambre del pueblo» ya que un solo dato desmorona tal afirmación: En lo que
va de la gestión Kirchner, ya se pagaron 12 mil millones de dólares. ¿De
qué sirve que forcejeen y que se hagan los duros con la quita del 75% para los
acreedores privados si con los organismos de crédito se paga todo
puntillosamente, sin quita ni siquiera del 1 %?.
El 9 de
marzo se produjo otro vencimiento de la Deuda con el FMI y el Gobierno pagó
3100 millones de dólares -9 mil millones de pesos- (Más de lo que se gastó
desde el 96 hasta ahora en el pago de todos los planes sociales existentes).
Esto desmiente totalmente las afirmaciones que «no se va a pagar la deuda con
el hambre del pueblo».
Mientras
tanto, la situación objetiva del conjunto del pueblo no ha cambiado. Se habla
de la reactivación como un milagro de este Gobierno. ¿A quién le llegó la
reactivación? La respuesta no tiene muchas vueltas, las ganancias de la
reactivación se las están llevando los monopolios nacionales y multinacionales,
se la están llevando los terratenientes y los exportadores con el boom de la
soja.
Los salarios siguen por el piso, con un nivel real nunca
visto en la historia, ni siquiera con Menem o De la Rúa. Los planes
sociales siguen en $150 pesos, cuando hoy un kilo de pan o un litro de
leche valen el doble que cuando estos planes se crearon, y que en ese entonces
eran de 200 ó 220 pesos.
Suben
las tarifas de luz y gas para los grandes consumidores y se quiere hacer
aparecer esto como la salvación de los pequeños usuarios. Lo que ocultan, es que en definitiva los grandes
usuarios van a trasladar ese costo mayor a los precios.
Además
subió el gas embasado, lo que afecta principalmente a las cientos de miles de
familias que no tenemos gas natural.
Ni
hablar de la suba de la carne, el pollo y el pescado.
Y
ahora, haciendo muestras de su «progresismo», el gobernador de Buenos Aires,
Felipe Sola, no tuvo mejor idea que dar de baja 20 mil planes sociales, según
Juan Pablo Cafiero, Ministro de Trabajo, «porque se trata de personal municipal
y legislativo que cobraba indebidamente los planes sociales», si fuese así, de
esos 20 mil corruptos, todavía no se tienen datos de ninguno. Ya las
organizaciones populares, entre ellos el MUP, han movilizado y le han torcido el brazo al gobierno una vez más,
demostrado que esos planes eran de compañeros desocupados.
Y gran
parte del problema es, que frente a esta situación, muchos se conforman con
espejitos de colores. No negamos el avance producido por el gobierno, sobre
todo en materia de derechos humanos y de apoyo institucional a muchos proyectos
populares, pero no nos engañemos. También siempre creímos que estas medidas
«progresistas», fueron casi obligadas por un amplio consenso de masas,
básicamente antineoliberal, de desconfianza a los yanquis y los europeos y a
favor del trabajo, la justicia social y por recuperar la memoria y hacer
justicia con los criminales genocidas de la dictadura.
Si
Kirchner quería consenso, tenía que hacer lo que hizo, no le quedaba otro
camino más a la derecha.
Pero
el tema de la Deuda no es el único en el que Kirchner cede. ¿Por qué ya no se
habla del ALCA? Porque está claro que ya todos lograron sus objetivos. Los
Yanquis meterlo para el 2005, y los europeos que sea «Light».
Los
trabajadores quedamos en el medio, siempre somos el jamón del medio del
sandwich que se comen los de arriba.
Pese al
tema de la Deuda, del ALCA, de los salarios y muchos otros temas, hay algunos
que han decidido seguir caminando junto al gobierno. Por convicción o por planes
y plata, muchas organizaciones y movimientos le hacen el juego a esta política.
¿De qué se van a disfrazar en unos meses cuando a este Gobierno se le caiga la
careta?.
Grandes
luchas obreras y populares recorren el país.
En este
punto se acordó incorporar al análisis las luchas estudiantiles, campesinas, de
DDHH y de los pueblos originarios.
En
muchos debates, charlas e incluso en algunas publicaciones partidarias se discute
mucho sobre si la situación del 19 y 20 de diciembre había pasado.
Periodistas, intelectuales y militantes nos preguntan reiteradamente como
hacemos para sobreponernos a esta situación, en teoría de derrota o retroceso.
Ya vienen con la idea, el preconcepto de que esta situación nos es
desfavorable. Y se sorprenden cuando nuestra respuesta es todo lo contrario.
Es
cierto que el 19 y 20 de diciembre de 2001 se dio una situación inigualable en
la historia Argentina, sólo comparable con la semana trágica, el 17 de octubre
o con el Cordobazo, sin embargo, como militantes, debamos ver la generalidad
del proceso político que se viene gestando desde mediados de los 90 y que el 19
y 20 se produce un parto, nace una Argentina nueva, mejor, con más posibilidades
que la anterior.
Esto
debería ser medido en datos un poco más objetivos, aunque no contamos con
muchos de ellos.
Algunas
preguntas nos pueden hacer reflexionar sobre este debate. ¿Cuántos sectores de
trabajadores y obreros luchaban en noviembre o diciembre de 2001 por aumento de
salario? ¿Cuántos lo hacen ahora? ¿Cuántas empresas autogestionadas había
entonces y cuántas ahora? ¿Cuántos sindicatos y centros de estudiantes se
recuperaron desde entonces de las manos de la burocracia? ¿Cuánta gente movían los
movimientos de base en diciembre de 2001 ? 15 mil, 20 mil. ¿Cuántas mueven
hoy?.
¿Qué
alcance tenía el anarquismo organizado en diciembre de 2001? ¿Qué alcance tenemos hoy?.
Los
sectores derrotistas, los que ven el presente más negro que el pasado, o responden
a los intereses de las clases dominantes y nos quieren desmoralizar, o
equivocaron el camino y se les vino todo a pedazos.
Si la
situación fuera de retroceso, o de resistencia en vez de pre-revolucionaria,
por qué avanzamos como avanzamos.
Nos
encontramos en un momento en el que grandes luchas obreras recorren el país. La
lucha por el salario ha despertado a sectores que hacía años no se movilizaban.
La
situación en el sindicato de la Alimentación es lo más destacado. Se ha
conformado una fuerte oposición clasista a la conducción de Daer, quien tuvo
que hacer un Congreso trucho para garantizar su continuidad al frente del
Sindicato. Por otra parte, el Gigante Patty se encuentra en conflicto.
Los
ferroviarios ganaron la pulseada por aumento de salario y recuperaron más
regionales que estaban en manos de Pedraza.
Los
telefónicos paralizaron reiteradas veces el servicio 110 y las llamadas
internacionales (que golpea centralmente sobre las multinacionales) y ganaron
aumento de salario.
Los bancarios privados hicieron retroceder a la patronal
de ABA y tuvo que firmar el aumento.
Camioneros,
con el método del piquete, torció el brazo a Carrefour y tuvo que pagar los
aumentos de salario correspondientes al convenio de Camioneros.
La base
de ATE, rompiendo la tregua de su conducción con Ibarra organizó tres exitosos
paros de 24, 48 y 72 hs. en los hospitales de Capital por aumento de 250 pesos.
En los
subtes se ganó la jornada de seis horas sin disminución de salario.
Son
cientos los conflictos regionales y sectoriales que los monopolios de la
información se empecinan en ocultar, pero la realidad se termina imponiendo:
Los trabajadores empiezan, después de muchos años a entrar en la escena política en la lucha por reivindicaciones concretas y van
avanzando, paso a paso (como en su momento los desocupados) hacia posiciones
políticas.
Seguir
por el camino actual.
Como
señaló Juan Carlos Cibelli en el último número de OL, debemos aprovechar esta
etapa para seguir acumulando fuerzas, pero ahora, profundizando los niveles
de conciencia de los compañeros, generando una base para el nuevo proceso de
lucha que se abrirá si la Argentina no rompe con el FMI y entra al ALCA.
Como
anarquistas, es fundamental que comprendamos la etapa, es el momento de recuperar
el terreno perdido durante años, tenemos que comenzar a recuperar espacios y
lograr que nuestra ideología vuelva a los barrios, a los lugares de trabajo, a
los colegios y universidades, en definitiva, que vuelva a las calles.
Es
momento de discusiones colectivas y avanzar con la democracia directa y de
masas, de formación política y teórica, de reactualizar nuestras ideas.
El
anarquismo debe crecer, la Organización, debe seguir trabajando para expandirse
por todo el país; no sólo nosotros, sino todas las organizaciones combativas y
antiautoritarias, para ir pensando en la consolidación de un frente con estas
características.
En
las próximas semanas, dos hechos importantes, nos darán una buena oportunidad para avanzar
en este camino. Uno es el Congreso de FUÁ, donde se abre la posibilidad
de terminar de hundir a la juventud de la masacre de la Patagonia Rebelde y la
Semana Trágica, y más actual, de la represión del 20 de diciembre y la
aprobación de la nefasta Ley de Educación Superior: la Franja Morada (UCR). Es
una excelente oportunidad para que las fuerzas independientes al gobierno y
antiautoritarias comiencen el proceso de unidad, con la idea de jugar fuerte en
el Congreso, con los compañeros de Rosario, Neuquén, Córdoba, Quilmes, etc.
Además,
el 10 de abril, realizaremos el primer Plenario de trabajadores ocupados del
MUP, en
donde varios compañeros libertarios trabajarán con la idea de consolidar, por
primera vez en 30 años, una corriente sindical combativa y antiautoritaria en
el movimiento obrero.
Un poco
más allá en el tiempo, la próxima instancia representativa de las bases del MUP
(podría ser en mayo) es la oportunidad para discutir y lanzar las otras dos
corrientes que venimos planificando: la de Salud y la Agraria,
además claro de avanzar en las discusiones políticas y estratégicas generales.
(Quedarían pendientes centralmente dos, jubilados y educación).
Respecto
del posicionamiento de la Organización en el plano ideológico, poco a poco
vamos ganando una referencia a nivel nacional y mundial. Los dos desafíos que
se nos presentan en este punto son la concreción de CALA como herramienta
generadora de políticas activas para el continente y como espacio de
referencia inocultable para el resto de los sectores obreros y populares, y el
otro es la definitiva consolidación de una estructura Federal, con presencia
en al menos 5 provincias para poder hablar realmente de una Organización con
alcance nacional.
Debemos
estar muy conformes del lugar al que hemos llegado y del camino transitado.
Hoy en
oportunidad de nuestro 1° Plenario Federal es monento de hacer un alto a las
tareas cotidianas, mirar para atrás y ver que tanto sacrificio y sufrimiento no
fue en vano, que el anarquismo vuelve y está vivo y en las calles.
Salud y
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!.
PLENARIO FEDERAL.
AUCA.
LA PLATA,
21 DE MARZO DE 2004.