Chile, la Resistencia aún respira.
Recibimos desde Chile la siguiente colaboración para Lucha Libertaria
de parte del compañero Victor Manuel Tapia Garrido. En ella hay un interesante
análisis de la actual coyuntura chilena.
Las políticas económicas que Chile ha llevado a cabo
desde que se convirtió en un lacayo de EE.UU., sumado a las modernizaciones que
la administración de turno ha llevado a cabo como exigencia para la firma de los
tratados de libre comercio, han provocado que los pobres seamos cada día más
postergados de la realidad política del país (cada día nuestra opinión vale
menos), más marginados en cuanto a derechos (sin acceso a las necesidades
básicas como salud, educación, vivienda, etc.) y más explotados política y
laboralmente (gracias a la flexibilidad laboral).
A pesar de estas desfavorables condiciones, las
fracciones del pueblo que aún resisten y tratan de hacer la revolución, se han
ido fortaleciendo en este último tiempo principalmente gracias a la
articulación que se logró de las organizaciones revolucionarias a raíz de los
30 años del golpe militar (2003).
Pero no todo es dulce puesto que la firma del T.L.C.
con EE.UU., que Lagos señaló como la opción estratégica que debía seguir Chile
en su mensaje del 21 de mayo de 2003, no hace otra cosa más que afirmar la
intención absoluta del gobierno de turno y de la concertación en general de
sumarse a los planes hegemónicos de la política económica del imperialismo yanqui.
Este tratado marca, la integración absoluta de Chile en la globalización
capitalista que queda demostrada en la llamada por mi «modernización de todo»,
la modernización del estado, de las FF.AA., de la salud, del aparato público,
etc. Modernizaciones que han hecho que el Estado pierda absolutamente su
calidad de tal, entregando el manejo económico, político y militar a las
empresas transnacionales y del imperio, transformándose en una plataforma para
los capitales extranjeros, en contra de otros gobiernos y pueblos
latinoamericanos que con esfuerzos han tratado de no ceder demasiado a la
prepotente política exterior estadounidense, como Venezuela o Cuba, y en menor
medida, Argentina, Brasil y Bolivia.
Esto queda confirmado con el envío de tropas a Haití,
siendo Chile el único país latinoamericano en mandar fuerza militar, lo que es
una muestra clara de la vergonzosa subordinación del Gobierno de Lagos a las
políticas del imperialismo norteamericano en la región.
Cabe señalar que esta situación, que por lo demás
está generando grandes gastos internos, y que es reafirmada por el Presidente
Lagos, Bachelet (Min. De Defensa) y Alvear (Min. de Rel. Exteriores) se da en
un contexto en que Washington sigue aumentando la presión sobre el gobierno de
Chávez, cuando su embajadora en Brasil se da el lujo de advertir a Lula que no
continúe prestando apoyo a Venezuela y Cuba.
El papel de Lagos, Bachelet y Alvear, respecto de
una política exterior que es punta de lanza de Washington, continuará
provocando daño al pueblo pobre y marginado latinoamericano en el corto plazo,
ellos lo explican desde el más básico sentido común: «hay que estar bien con el
grande, porque si al grande le va bien, a nosotros también». Entonces, si el
grande decide intervenir militarmente en Haití, Chile tiene que prestar fuerzas
militares e interviene.
En esas operaciones, el papel de la Democracia
Cristiana (Partido de centro-derecha) ha sido relevante por la fuerte
influencia en el gobierno de Lagos y en el ministerio de Relaciones Exteriores.
En cuanto a las próximas elecciones presidenciales,
la concertación (coalición que está en el poder estatal) se ha visto
fortalecida, tanto por la imagen pública de su representante más cercana al
silloncito, Michelle Bachelet, que aparece en cuanto acto público tenga el
gobierno y de paso, está quedando bien con los amos nortinos con el envío de
tropas a Haití e Irak, esto sumado a las declaraciones en contra de los
gobiernos y países más beligerantes de la región, como por el desperfilamiento
que ha tenido la alianza por Chile (coalición de derecha)con los escándalos por
casos de pedofilia y sus peleas internas, cosa que el títere Lavin (candidato
de la derecha) ha tratado de aprovechar para mejorar su imagen y fortalecerse
en su carrera presidencial, pero de igual modo las encuestas «oficiales» han
marcado el bajo de la derecha a raíz de estos hechos. En todo caso, los pobres
no tendremos en esta coyuntura muchos espacios para avanzar en nuestra lucha,
excepto en la agitación de las intenciones del gobierno concertacionista y del
bloque de los poderosos, de profundizar el sistema capitalista en su versión
más salvaje, el neoliberalismo, y del vergonzoso sometimiento del Estado al
imperialismo estadounidense. Esto no hace más que ratificar que todas nuestras
fuerzas debemos concentrarlas en la diaria construcción del camino Libertario.