Temas de Situación Nacional.
El Gobierno
durando y la oposición calculando.
Al gobierno divertido se le borró
la sonrisa hace rato. La crisis financiera de julio-agosto del 2001 lo dejó sin
margen para la politiquería demagógica y campechana que encubría su brutal
neoliberalismo. A mitad de camino sus socios blancos se le fueron del gabinete.
Y tuvo que apechugar solo el chaparrón que se le vino. La debilidad del
movimiento popular y el muro de contención que significa la posibilidad de un
triunfo electoral del EP-FA; evitaron que el «efecto De La Rúa» se trasladara a
esta orilla del Plata.
El gobierno de Batlle, entrado en
su cuarto año, tiene como único y modesto objetivo: durar, resistir hasta el 2004,
terminar el mandato en los plazos legales. Ya se le fue el tiempo de completar
las reformas estructurales que le encargó el imperio. Sus socios del Foro
Batllista y del Herrerismo, ya aprontando los pingos para la penca electoral;
difícilmente le den los votos para aprobar leyes impopulares. Cualquier intento
de profundizar la reforma del Estado, la reforma educativa o cualquiera de los
otros objetivos de fondo, puede provocar un referéndum. El gobierno se vería
obligado a abusar de las chicanas legales a través de la corte electoral para
evitar la avalancha de firmas o de votos contra su gestión. Sin descartar el
riesgo real de tener que cargar con la cruz de ser el primer gobierno en la
historia moderna del Uruguay que es destituido, desplazado o echado, no por los
militares, sino por el resto del sistema político o por la propia gente. Así
las cosas, el gobierno ya no avanza como quisiera, pero sigue golpeando a los
de abajo.
¿Y ahora...
quién levanta este muerto?.
Después de aprobado el salvataje de
los bancos fundidos, y haber aumentado en más de un 50% el endeudamiento
externo; ahora hay que arreglar con el Fondo como se paga. La jodita de los
Peirano, los Rhom, la secta Moon, y quién sabe cuánto delincuente de cuello
blanco (o colorado), al amparo del secreto bancario; dejó un agujero negro
grande como el país. El canje de deuda y reprogramación de pagos, que está
negociando el gobierno, es un manotón de ahogado, no es otra cosa que tirar la
pelota para adelante, y que se arregle el que viene. La izquierda oficial, que
ya se siente ganadora, especula con cuál escenario le conviene más para su
futura gestión. Esa especulación se expresa en la discusión entre los dos
pre-candidatos frentistas sobre si es mejor apoyar al gobierno en el planteo de
nuevos plazos o plantear quitas al capital o menores intereses. La explicación
técnica de la diferencia entre las dos opciones excede el alcance de este
artículo, pero sí diremos que la contradicción Vázquez-Astori sólo pueden
aceptarla como relevante quienes juegan el juego del sistema. En realidad ni
Vázquez ni Astori se apartan un milímetro de las coordenadas generales de
sumisión a los dictados de los organismos imperiales, que con «realismo» y
«madurez» ha asumido la gran mayoría de la izquierda encuentrista.
Lo que importa tener en claro es
que cualquiera sea la fórmula de pago, la van a pagar las clases oprimidas con
miles de despidos, miseria salarial, condiciones de trabajo semi-esclavas y un
mayor deterioro de la salud, la educación y la vivienda de los pobres.
Política
exterior, Derechos Humanos, y el bueno de Stirling.
La agresión imperialista contra el
pueblo iraquí, hizo tambalear la política exterior uruguaya, que ya venía
maltrecha por el voto contra Cuba en la ONU y la expulsión hacia Argentina del
vasco Lariz Iriondo. El ministro Operti pidió licencia y el gobierno quedó en
medio de los reproches de la embajada yanqui que esperaba un apoyo explícito a
la aventura bélica de Bush, y la crítica del EP-FA que consideró que se había
quebrado una «tradición de la política exterior uruguaya que era un orgullo» al no condenar explícitamente el
ataque. La izquierda oficial montó el circo habitual de los mecanismos
institucionales. Interpeló al vice-ministro y lamentó el quiebre de una
política exterior «de estado».
La Comisión para la Paz, otra de
las iniciativas presidenciales elogiadas por la izquierda oficial, terminó su
actuación recibiendo las críticas habituales de la derecha dura, la crítica
consecuente de la izquierda de intención revolucionaria, y la crítica
inesperada de Familiares que había apoyado desde el principio. La intención de
poner un punto final al tema de la represión bajo la dictadura militar, no sólo
no prosperó sino que ahora el gobierno estudia un decreto interpretativo para
ampliar la ley de impunidad y salvar al ex canciller Blanco que está en cana y
al ex-dictador Bordaberry que está en la puerta.
Estos dos temas donde el gobierno
tenía consenso, se le fueron al diablo, ahondando su debilidad y aislamiento.
Pero... siempre aparece el buenazo de Stirling para arrimarle «logros» al
gobierno. Con el mismo estilo imperturbable con que se come un guiso en un
cuartel o asiste a un brindis en el Conrad; anunció un día el trabajo de
investigación que terminó con el procesamiento por coimas al ex-fiscal García
Altolaguirre, y otro día el apresamiento de un capo del narcotráfico brasileño.
Así, sin despeinarse. Este político oscuro, favorito para ser el compañero de
fórmula de Sanguinetti; es el principal hombre del equipo de gobierno, el que
lo salva ante la opinión pública. Tan eficaz es su presencia mediática, que
casi nadie repara que es el principal responsable político de los «suicidios»
(asesinatos) y «excesos» (palizas) que se cometen a diario en dependencias
policiales y en esos modernos campos de concentración que son las cárceles
uruguayas.
La actual
política social de Batlle es echar a la gente.
Con bombos y platillos el gobierno
anunció dos disminuciones seguidas del desempleo. Lo que omitió decir fue que
la causa no es la reactivación económica sino la emigración. La cantidad de
gente que se va por día es mayor que los nacimientos, la diáspora uruguaya no
debe tener parangón en el mundo. Barcelona y New Jersey deben ser las ciudades
donde hay más uruguayos después de Montevideo.
Sin márgen alguno para medidas de
demagogia asis-tencialista que mitiguen en algo la miseria creciente, el
gobierno reza para que la gente pueda irse aunque sea cruzando el charco. Es la
gente que se va buscando mejor suerte, la que baja los índices de desempleo. Y
de seguir así va a bajar el déficit de vivienda, los índices de pobreza, la
deserción escolar, etc. Esta es la política social de un modelo agotado, que
tiene enfrente a una oposición política mediocre y calculadora y un movimiento
social débil y atomizado.
No habrá pan,
pero va a haber circo.
En la reciente Convención de los
blancos, Lacalle lanzó oficialmente la campaña de su partido hacia el gobierno
nacional. Por la ley del dominó del juego electoral, eso implica que ya tienen
que largar todos, para no dar ventajas. En el partido de gobierno, Sanguinetti
va por su tercer mandato y los blancos rebeldes buscan al candidato ideal para
enfrentar a Lacalle en las internas. La coalición progresista (EP-FA y NE),
gran candidata al título, tiene claro que el candidato presidencial es Vázquez
pero de ahí para abajo ya andan, (con carpeta), a los codazos limpios. El vice
puede ser alguien del FA (Arana, Brovetto), del EP (Nin) del NE (Michelini) o
incluso de más afuera (Gaggero). Los cruces de alianzas se tejen febrilmente a
la interna, buscando la mejor chance. Ni hablar de toda la parafernalia de
marketing y propaganda que se está preparando. Un enorme y multimillonario
circo de un año y medio de duración para entretener el imaginario cívico de los
uruguayos y mediatizar la realidad de miseria, angustia y desesperanza.
El año pasado y a la luz de los
sucesos en Argentina, se había empezado a manejar la idea de forzar elecciones
anticipadas. Impulsada al principio por el reformismo de izquierda del FA, fue
tomada en algunos momentos por otros sectores frentistas que especularon e
hicieron cálculos (cuando no) sobre su conveniencia. Ahora, a menos de un año
de las elecciones internas, y a un año y medio de las generales; la consigna de
elecciones anticipadas dejó de ser operante. Con el tiempo que insume el torneo
electoral uruguayo mas todo el tejido de alianzas previo, los plazos andan mas
o menos ahí. De todos modos algunos sectores del FA y de la izquierda
extra-frentista siguen empujando esa idea, apoyados en una valoración exagerada
de la debilidad del gobierno y de las aspiraciones de la gente, que tiene mas
de deseo que de realidad objetiva.
Salvo
que ocurra una nueva crisis como la del 2001, todo indica que nos encaminamos a
mas de lo mismo en materia institucional. El ritual «democrático» a cumplir
cada cinco años, sigue teniendo un peso muy grande en el imaginario popular.
Aún si hubiese un colapso de este gobierno, las hipótesis posibles, ( gobierno
provisorio de «salvación nacional», elecciones anticipadas, asamblea constituyente,
etc. ) no trascienden los marcos del actual sistema de dominación capitalista.
Aún cuando esos escenarios probables nos brindarían una buena oportunidad
para dar la lucha ideológica y política
contra las distintas variantes del sistema; el grado de conciencia y
organización de las clases oprimidas, que es el elemento decisivo, dificilmente
sea suficiente para impulsar con éxito un proceso de ruptura.
Sigue siendo la actual, una etapa de
resistencia, de acumulación en el campo popular. Sin un pueblo fuerte, autónomo
y organizado, cualquier cambio «por arriba» es pura ilusión.