El
Alto procesa una nueva etapa de lucha.
Ya ha pasado cerca de un mes de la caída
de Sánchez de Lozada y van quedando en claro cuáles son las intenciones
políticas del actual Presidente Mesa. Ninguno de los reclamos trascendentes
realizados por el pueblo en su lucha insurreccional han sido atendidos. Mesa
gana tiempo, hace demagogia y pulsa la situación constantemente. Mientras da
continuidad a la política neoliberal que llevaba adelante el Goni.
Pero el pueblo no duerme, está expectante y esperando. No
parece ser una espera pasiva, más bien que va preparando sus armas para un nuevo
combate. Desde El Alto, por ejemplo, surgen voces firmes que anuncian la
eminencia de nuevas luchas. Ha declarado recientemente Roberto de la Cruz,
dirigente de la combativa Central Obrera Regional:
«Los alteños continuamos rezagados y marginados. Este
gobierno no se diferencia en nada del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Carlos Mesa no supo recibir el mensaje de la rebelión indígena de El Alto
contra la venta del gas».
Los alteños lo único que logramos fue expulsar a un ‘gringo’
(Sánchez de Lozada) que estaba bañado con la sangre del pueblo (...) Ahora los
alteños nos arrepentimos (de la tregua) porque lo mejor hubiera sido continuar
con esa medida (la rebelión popular) hasta que se abrogue las Leyes de
Hidrocarburos, de Seguridad Ciudadana, el Decreto Supremo 21060 (que da vía
libre al neoliberalismo) y se cese con el negocio del ALCA (Área de Libre
Comercio de las Américas)».
Agrega una evaluación sobre la actual situación y las
perspectivas que ve por delante.
Preparar
un nuevo levantamiento.
«Ha retornado el ‘cabreo’ contra el gobierno. Nos hemos
equivocado, los actuales ministros y el entorno del gobierno continúan con la
posición de exportar el gas por Chile (...) Me estoy reuniendo con varios
sectores, entre ellos universidades, para preparar una futura rebelión, ahora
no sólo contra Carlos Mesa, sino contra (los neoliberales y derechistas) Jaime
Paz (el jefe del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, MIR), Man-fred
Reyes Villa (el jefe de la Nueva Fuerza Republicana, NFR), Jhonny Fernández (el
jefe de la Unidad Cívica Solidaridad, UCS) y contra Acción Democrática
Nacionalista (ADN, el partido del ex dictador Hugo Banzer).
Esto es más de lo mismo.
«Está intacto el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (más
conocido con el sobrenombre de Goni) y de Carlos Sánchez Berzaín (su ministro
de Defensa y ejecutor directo de un año de masacres en Bolivia). Sólo se cambió
a Sánchez de Lozada por Carlos Mesa»...
Hasta ahora no hay justicia para las personas que murieron y
resultaron heridas por la masacre de
octubre. Hay heridos que no tienen dinero para comprar medicamentos, por eso,
están recurriendo a remedios caseros para sanar sus malestares (...) Los heridos
continúan llorando, abandonados a su suerte. Por eso se ha terminado la
paciencia, por eso se han declarado en huelga de hambre los familiares»...
«Este es un gobierno igual al de Sánchez de Lozada. Es un
gobierno que habla, pero no cumple. Hasta el momento no hay juicio de
responsabilidad contra los responsables de esos hechos. Ahora, nosotros (los
dirigentes) de acusadores pasamos a acusados. Ahora quieren detenerme,
supuestamente, por haber incumplido mi libertad condicional por los hechos de
febrero pasado».