Declaración
enviada a los medios de comunicación. Fragmentos de ella fueron leídas en
algunas radios
23 de julio de 2001
Sr. Director de
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Le solicitamos tenga a bien publicar
la siguiente declaración
Génova, el global-imperialismo.
Cuando crece la resistencia y la
esperanza
Los pueblos van diciendo ¡basta!. El
proyecto neoliberal fue diezmando el universo de los que viven de su trabajo.
Atacó sistemática y despiadadamente la situación de los pobres del mundo. Trajo
torrentes de miseria. Trató de que no quedaran en pié fundamentales conquistas
que los pueblos ganaran con sacrificio y sangre.
Ayer terminó la reunión de los
representantes de los poderosos y de la infamia.
El G8 fue repudiado por una multitud de 300
mil personas que bien expresaron el rechazo indignado y los anhelos de nuestros
pueblos. Un hecho histórico que hay que registrar.
No pudieron acallar ese grito popular:
el tremendo despliegue militar, el terrorismo orientado desde el Estado, los
apaleamientos, las cercas, los muros de cemento, los allanamientos, las balas.
El joven Carlo Giuliano asesinado por la
policía y centenares de heridos, algunos de gravedad, es el saldo represivo. Ya
hablan de realizar este tipo de reuniones en un Crucero en medio del océano.
Crece la indignación mundial y sienten que se les va terminando tanta impunidad
mezquina y asesina.
El capital financiero, las grandes
multinacionales y megaempresas, han contado con el poder del Estado y la
correspondiente penetración ideológica para ir desarrollando su conocido
proyecto básicamente genocida. Un proyecto diseñado para aumentar el poder y la
riqueza de los de arriba y producir poblaciones "sobrantes".
La superexplotación, la desocupación,
formas de esclavitud laboral, comenzaron a ser moneda corriente. La acompañaron
el cipayismo político, la genuflexión, ideologías de desesperanza y de brutal
egoísmo. Intentaron la fragmentación, la destrucción del tejido solidario,
acabar con la capacidad de soñar y luchar de la gente. Quisieron construir un
mundo gris, miserable, donde esté premiada la rapacidad, la corrupción, el
envilecimiento. Ganaron terreno en las esferas de los que, en los hechos,
fueron cómplices o partícipes del sistema y su actual modelo.
El G7, después G8, y los organismos
internacionales que instrumentan su política: Banco Mundial, FMI, Organización
Mundial del Comercio, fueron centros principales de esa mostruosa política que
hoy concocemos y padecemos y cuyo voracidad parece no tener límites.
Quisieron establecer como cosa común la
opresión y su contrapartida la resignación. Pero no lo han logrado y no
lograrán jamás. Hay distintas manifestaciones de resistencia en multitud de
episodios de diferente grado en diferentes lugares. En nuestra América Latina,
por ejemplo, están esos recientes y resaltantes acontecimientos de Argentina,
Bolivia, Ecuador.
Esa clase que detenta el poder, que no
quiere que así se le designe (y que los "bien educados" no lo hacen),
no tendrá paz en su inhumano y cruel proyecto que deja a ojos vista el
"alma" del sistema.
Contra la opresión la resitencia y la
esperanza de un mañana de libertad y justicia.
Arriba
los que luchan
Por Federación Anarquista Uruguaya: Fernando
Charamello – Juan Pilo