La significación del Filtro:
Sin dudas, que los sucesos del hospital Filtro
tienen una enorme relevancia como uno de los hechos políticos más importantes
de estos últimos años. Allí quedó más que claro, que aquello de la democracia y
las libertades no pasaba del terreno de algunas formalidades que convenía
consagrar en el papel. Llegado el caso, estaban dispuestos a tomar las medidas más
atroces. El sistema volvía a mostrar su verdadero rostro.
Apaleamiento indiscriminado, disparando contra la
población civil desarmada, lanzando gases contra una manifestación pacífica y
llegando incluso a tirar una granada de gas dentro de un local de emergencia
medica. Nada era poco para garantizar el "orden" de los de arriba.
Todo orquestado desde el poder, la serie de discursos satanizando la
movilización popular, la prensa siguiendo el Juego de la clase política,
amaparando a una policía deseosa de dar palo como los "viejos
tiempos". Todo esto en un clima tenso, con la expectativa propia de un
período pre-electoral, cuidando la chacrita.
Pero la dignidad popular siempre termina aflorando,
ante la serie de atropellos hubo una actitud de resistencia de parte de los
manifestantes. Se enfrentó con lo que se pudo, con lo que se tuvo a mano.
Hondas, piedras, palos contra el aparato represivo del listado que ahora hacía
sus primeras armas en lo que se comenzaban a llamar "conflictos de baja
intensidad". La tónica del imperio manda operar de esa manera en los
tiempos que marca la institucionalidad vigente. Una lavadita de cara que no
cuestione la estructura de injusticia y dominación. Intentar, a través de la
reproducción ideológica, que se acepte la sumisión y no haya enfrentamientos, y
a los rebeldes, palo y más palo, marginarlos por exceso de dignidad, por
inadaptados y terroristas.
En lo que ellos entienden por democracia, una
manifestación en reclamo de la libertad para los presos políticos y por la
autodeterminación de los pueblos, culminó con decenas de heridos graves y dos
muertos, Fernando Morrón! y Roberto Facal. ¡Vaya concepto que tiene el sistema
capitalista de la libertad de expresión!
A 11 anos de la Masacre de Jacinto Vera:
Han pasado el tiempo y los sucesivos gobiernos, y la
Justicia sigue fallando en cuanto a los sucesos del Filtro como en tantos otros
temas. Los responsables políticos de la masacre encabezados por Ángel María
Gianola y Luis Alberto Lacalle siguen siendo respetados señores, conspicuos
integrantes de la casta política, que todavía tienen el descaro de salir
hablando y haciendo gárgaras de democracia. Pero la dignidad de nuestro pueblo
sabe que son asesinos, que planearon todo fríamente, que son genuinos
representantes de una clase opresora que está dispuesta a lo que sea para
salvaguardar sus privilegios. Como clase ya lo habían demostrado en Boston un
23 de agosto allá por 1927 en la floreciente Norteamérica, cuando asesinaron a
los militantes anarquistas Sacco y Vanzetti, y para ejemplos de atrocidades
podríamos hacer interminables páginas. La arbitrariedad, la violencia y la
impunidad, son toda una constante del sistema capitalista. Con esto pretende
amedrentar a la población, generar miedo y paralizar las posibles resistencias.
Ante esto, debemos tomar fuerzas de los mejores ejemplos que nos da la
historia. Tener conciencia de qué son ellos y que somos nosotros, de que las
diferencias son insalvables, que los intereses y los móviles humanos son muy
otros. Es más, son antagónicos. Ese enfrentamiento se da tarde o temprano y hay
que posicionarse. O se está del lado del sistema y la resignación funcional que
quiere imponer, o se está del lado de la resistencia, apostando y luchando por
una sociedad distinta sin mandones ni mandados.
La impunidad hoy:
Siendo como mencionábamos más arriba, que la
impunidad es una constante del sistema, que es uno de los pilares básicos que
garantizan un determinado funcionamiento, la impunidad también campea hoy más
allá de las correspondientes lavadas de cara.
El gobierno progresista, con su gran manejo de las
medios de prensa, sus golpes de efecto y su capacidad para presentar pequeños
arreglos cosméticos en traje de cambios estructurales, también está siendo
funcional a la impunidad.
En los casos vinculados a las excavaciones en los
cuarteles no podríamos negar que el hecho de entrar allí significa un avance,
pequeño pero avance en fin. Pero tampoco podemos dejar pasar por alto que eso
no es la verdad ni mucho menos la Justicia. Pues hay un motón de archivos por desclasificar,
testimonios muy elocuentes que recoger para que se pueda tener a nivel general,
una visión más o menos clara de lo que fue el Plan Cóndor, de la implicancia de
las instituciones militares en todo eso, y también del papel de ciertos civiles
colaboradores del régimen. Grandes empresarios, políticos de alto rango, funcionarios
de cancillería. qué papel jugaba cada uno en el armado de ese terrorismo de Estado
tan planificado y complejo. Y un lema crucial de esa información es quién la
maneja. No parece algo beneficioso que la información quede en manos exclusivas
de la Secretaría de la Presidencia y el ejecutivo. Esa información debe circular
fluidamente por la sociedad, en el barrio, en la fabrica, en el centro de
estudio. Que se discuta, que se sepa qué pasó y quiénes son los implicados. Eso
para empezar a hablar de verdad, y para hablar de justicia, comenzar por dejar
de legitimar la "ley de caducidad de la pretensión punitiva del
Estado", sabiamente llamada a nivel popular como Ley de Impunidad. Pero en
esta democracia tutelada los milicos siguen siendo intocables. Muy probablemente
el presupuesto militar del Uruguay siga siendo el de un país en guerra, ¿contra
quién es la guerra?. Y además cierta prebendas como el nuevo Puerto de la
Armada que se proyecta en la zona del Cerro, que implicaría la desaparición de
la playa y la casi militarización de esa populosa barriada.
Depuraciones y otros cuentos:
Se viene hablando en estos últimos tiempos de la
depuración en las filas del aparato represivo, de la depuración de la policía,
de la "humanización" del sistema. ¿.Es esto posible'? Para comenzar, nos
parece que no es esto posible, y que los aparatos represivos tienen una dinámica
y funcionalidad propia, que los convierte en nocivos para cualquier sociedad
que se plantee una convivencia más o menos humana. La lógica de mando y
obediencia genera una mentalidad de verticalidades que no cuestionan, que son
así y que no pueden ser de oirá forma. El que esta abajo no esta para pensar si
no para obedecer. Por eso, como libertarios, nos planeamos absolutamente en contra
y nos parece que no es algo que pueda ser "depurado". El mayor problema
no es el milico sino la institución que lo habilita a funcionar de esa manera.
El apáralo ideológico, jurídico y político que habilita la impunidad de sus
atrocidades.
Ante esto hay un tema que habría que abordar de una
vez por todas más seriamente y es el desmantelamiento liso y llano de todos los
cuerpos represivos. Estos insumen cantidades gigantescas de dinero, no tienen ninguna
productividad social excepto para los burgueses que los emplean para realizar
el trabajo sucio. Esos recursos bien podrían ser destinados a atender otras
problemáticas sociales más urgentes, pero claro, esto implicaría tener que
tocar ciertos intereses, y aquí la idea es cambiar algo para que todo siga como
esta.
Pero además, el verso de la depuración ya no tiene
asidero alguno. Así lo confirman los ascensos y designaciones que se dieron en
el Ministerio del Interioren estos últimos meses del lamoso "cambio".
Se designaron en puestos de allá confianza, a varios procesados de la Masacre
del Filtro. Tal es el caso de Rolan, hoy al frente de los coraceros y
granaderos. Herode Ruiz, jefe de Policía de Lavalleja. Guarino. al frente de las
24 comisarías de Montevideo, y Navas en la Dirección Nacional de Cárceles.
Todos estos oscuros personajes estuvieron implicados en la Masacre del Filtro y
fueron ascendidos por el nuevo gobierno.
Esto nos muestra que la impunidad, lejos de ser
cuestionada desde las esferas oficiales, se esta premiando a los represores que
hace 11 años tan bien le hicieron los mandados al poder.
Porque la justicia sigue faltando, más memoria y más
ludia: La movilización popular ha sido la que ha mantenido el lema de la memoria
y los derechos humanos en la agenda de discusión, aún de los militares y
civiles cómplices. No pueden hacer como que el tema no existe.
Hicieron mil jugadas distintas y no pudieron
sepultare! tema. Porque la dignidad del pueblo sigue en pié de lucha, y
seguiremos enfrentando a los apóstoles del olvido. Seguiremos denunciando la injusticia,
planteando el tema en la fábrica, en el barrio, allí donde estemos insertos.
Porque estamos empeñados en la construcción de una sociedad diferente, donde estas
lacras no tienen cabida. Si no hay justicia habrá resistencia popular para buscarla
y construirla.
Esa tarea nos parece la prioritaria, la militancia
cotidiana a nivel popular, levantando la bandera del cambio revolucionario que
abra una perspectiva de avance para las clases oprimidas.
Una vez más decimos.
NINGUNA
TRANSA SOBRE LA SANGRE DE NUESTROS COMPAÑEROS.
NI
OLVIDO NI PERDÓN.