Los paredones de los alrededores de la Embajada Argentina aparecieron
en la mañana del martes 17 cubiertos de textos. En ellos se expresaba
la solidaridad con las movilizaciones que realiza el movimiento popular en Argentina
y al mismo tiempo exigiendo la libertad de Gabriel Roger y demás presos
políticos.
Esa misma noche comenzaba una movilización en distintos puntos de la
Argentina reclamando justicia. En Lomas de Zamora una vigilia y acampe frente
a los Tribunales.
Al otro día por la mañana había una concentración
en la estación Banfiel para marchar desde allí hacia los Tribunales.
Marcha que encabezarían los familiares. Mas tarde se realizaría
el acto central.
En varios puntos más del país se realizarían actos de reclamo
y solidaridad.
También aquí son mucho los que repudian el asesinato de Darío
Santillán y Maximiliano Kosteki y acompañan ese vigoroso reclamo
de justicia.
Simultáneamente continuaba la campaña por la libertad de Gabriel
y demás presos políticos.
Nos comunican los compañeros: “Desde el MUP y la Coordinadora por
la Libertad de los Presos Políticos venimos denunciando la persecución
al compañero y luchando por su liberación”.
Gabriel es un preso político al que falsamente se le imputa un delito
común, un robo calificado por el uso de arma. Se encuentra privado de
su libertad por una causa groseramente armada por funcionarios policiales de
la comisaría 6tade Tolosa, La Plata. Es por ello que la denuncia de la
persecución de luchadores populares no se reduce a lo que tradicionalmente
se ha entendido como criminalización de la protesta, pues también
se está echando mano para involucrar a militantes en los llamados delitos
comunes. “Somos concientes que el caso de Gabriel no es un caso aislado
sino que se inscribe en el nuevo marco represivo preparado por Gobierno para
todos aquellos que no están dispuestos a bajar los brazos y que construyen
un mundo nuevo porque llevan un mundo nuevo en sus corazones” afirman
los compañeros del MUP del Frente Darío Santillán.
Aquí un grupo de militantes quería dar su modesto aporte a esta
lucha hermana. Llegó durante la tarde del martes 17 a las puertas de
la Embajada Argentina, expresando su repudio y reclamo solidario. Pronto las
puertas de la Embajada se cerraron y aparecieran las camionetas policiales.
El manifiesto explicativo se difundía por esa calle y sus adyacencias.
No terminará aquí esta actividad en relación con esas luchas
del pueblo hermano. Varias organizaciones sociales en esta momento juntan firmas
reclamando la libertad de Gabriel y demás presos políticos y oportunamente,
a través de una delegación, entrarán a la Embajada Argentina
a dejar constancia expresa de su exigencia.