Crónica
sobre el acto de FAU del 1º de Mayo.
El del 1º de Mayo es uno de los actos
públicos que realiza nuestra Organización regularmente, año tras año. Es un
momento de recuerdo, reflexión y balance.
Es aquí, en Uruguay, una fecha que
mantiene buena convocatoria. Se vive como día de la lucha histórica de los
trabajadores, se recuerda especialmente a los Mártires de Chicago. Esto ocurre
a nivel de los sindicatos y de buena parte de la población en general. Hubo más
de 30 actos de 1º de Mayo en todo el país. El más grande es el que se realiza
en el centro de Montevideo, en la Plaza Mártires de Chicago.
FAU, desde hace varios años, hace sus
actos en la calle, frente a su local Federal. En esta oportunidad estaba todo
organizado para que así fuera. La propaganda fue bastante intensa: un mural
grande pegado en las arterías principales de Montevideo; pasacalles puesto en
lugares estratégicos; invitaciones que circularon en medios obreros, barriales
y estudiantiles; carro-parlante en los barrios donde nuestra actividad es
regular; alguna entrevista a compañeros en audiciones radiales muy escuchadas
por la izquierda. Había quedado bien cubierta la parte correspondiente a la
propaganda, distintos indicios decían que la concurrencia sería buena, mayor a
la del año pasado.
Una lluvia torrencial caía sobre la ciudad
el día del acto. Era a lo que se le tenia miedo, el tiempo estaba inestable y
por momentos se comentó que esto podía ocurrir. Llovió toda la mañana,
intensamente, era las cuatro de la tarde cuando paró. Se decidió hacer
igualmente el acto, pero dentro del local. Era mucho el esfuerzo realizado para
que quedara en nada. Los organizadores también decidieron poner parlantes sobre
la calle: “por las dudas” dijeron.
El momento político es especial y en tal
contexto queríamos dar nuestra opinión. Ha ido creciendo la expectativa
electoralista ante el inminente triunfo del Frente Amplio en las próximas
elecciones de octubre. La militancia frenteamplista procura subordinar toda la
vida social-política a este evento y ambientar el apoyo posterior al gobierno
de “izquierda” que vendrá. También subordinar, quitar independencia, a las
prácticas sindicales y de instituciones sociales. La expectativa de cambios en
cosas de importancia es errónea, aún visto desde una óptica reformista. No
tiene la izquierda electoral ningún proyecto, ninguna intención, de tocar cosas
relevantes. Ni siquiera una renegociación de la deuda externa o la
investigación en serio de los asesinatos y desapariciones del período de la
dictadura.
Noche fea, seguía la amenaza de lluvia,
estaba frío. La gente comenzó a llegar poco antes de la hora 20 que era la
anunciada para comienzo del acto. Media hora después ya estaba lleno el salón
de actos y parte del amplio lugar de entrada. Al comenzar el acto no quedaba
lugar en todo el local, incluso los pasillos estaban llenos de gente. Quedaban
en la calle, escuchando por el parlante que se puso “por las dudas” un centenar
de personas. Pese a la guerra que había planteado el tiempo la concurrencia era
buena. En tales condiciones podemos decir que muy buena.
Comenzó la parte oratoria la compañera
Cecilia, militante de la Agrupación Cerro. Consideró temas relacionados con el
medio popular. Le siguió Mariano,
militante de la Agrupación Colón quien desarrollo la problemática: elecciones,
lucha y mecanismos de reproducción del sistema. Cerraron el acto los compañeros
Federico y Juan Pilo. Por la extensión de las oratorias tomadas en conjunto
sólo haremos aquí un extracto de la última disertación:
“Como hemos señalado otras veces, es esta
una fecha llena de recuerdos queridos, por que es una fecha de lucha
libertaria, por que es una fecha de lucha de clases. Pero ahí no se agota el
sentido de estas instancias, junto al recuerdo de esas peleas históricas es
momento de reflexión de análisis de nuestra situación social actual. Es momento
de ver como seguimos otro trecho de ese mismo combate en las actuales
condiciones históricas.
Seguimos viviendo un marco social brutal,
triturador de los pobres, productor de miseria para los de abajo. Junto a esto,
una vez más tenemos los números oficiales, hoy nos hablan acerca del
mejoramiento de la situación económica del país y la disminución del desempleo.
Una mejoría de las condiciones sociales que sólo en ese ámbito exotérico
constituye una realidad. Es posible sí, que algún sector de las clases
privilegiadas esté aumentando sus arcas. Por ejemplo en soja se espera una
cosecha de 350 a 400 mil toneladas, unos 100 millones de dólares.
Lo máximo que podría estimarse es que
quizás esta situación de miseria extrema que vive la población no haya seguido
empeorando en estos últimos meses. Pero
en concreto, hay algunas cifras que son ilustrativas de la tragedia social.
Según un informe reciente la pobreza en el Uruguay creció un 45% en los últimos
4 años.
Uno de cada dos niños menores de seis años
es pobre.
Un tercio de los jóvenes menores de 25
años, vive por debajo de la línea de pobreza.
Cerca de un millón de personas tiene
problemas de empleo, lo cual representa mas de la mitad de la población
económicamente activa. Este es el capitalismo real en nuestro país.
Desde un escenario electoralista los
discursos van y vienen. Son pobres hasta en promesas, ya que si bien no faltan
no quieren que sobren para que no puedan ser mañana motivo de agitación.
También hoy es de importancia, especialmente para algunas fuerzas, hacer
conducta, comprometerse desde ya a portarse bien.
Los márgenes de los partidos y lo que se
ha llamado la “clase política” es tan limitado por el mecanismo asfixiante de
la dependencia, por los mecanismos de la globalización imperial, que sus pasos
son cortos, más si sólo aspiran a ser buenos administradores.
Esta situación permite una quizás más
fácil lectura de lo que vendrá.
Es cierto que lo que es previsible que
vendrá nos presenta una escena original, los partidos nacional y colorado
llegarían a estar en la oposición. Toda una curiosidad ver después de 170 años
a estos partidos perdiendo una elección.
Es, entonces de mayor importancia, ver
algo de los planteos de la fuerza electoral que se presenta como futura
ganadora del gobierno.
Una primera afirmación realizada, que
cuenta con consenso, es que “a todo se puede renunciar menos a la victoria”. Lo
que hace presumir desde el vamos que de manera coherente, después a todo se
estará dispuesta a renunciar para mantenerse en el gobierno.
A lo largo y ancho de América Latina y el
mundo, en un prolongado periodo histórico las socialesdemocracias nos han
acostumbrado a ver como administran bienes y haciendas de los poderosos sin
cambiar nada de relevancia a favor de los intereses populares. Son pocas las
medidas reformistas relevantes que socialdemócratas y populistas han realizado,
la mayoría revertidas después por las clases que detentan el poder dominante.
Pero lo novedoso, originalidad uruguaya quizás, es que anuncien con bombos y
platillos que no van a cambiar nada. Pues se trata no de conformar a los de
abajo sino a los de arriba.
El Congreso último del FA y discursos
recientes de las fuerzas ampliamente mayoritarias de este agrupamiento son
claras al respecto.
Son de público conocimiento sus
resoluciones, algunas por relevantes conviene igualmente refrescarlas hoy.
En el Congreso se presentaron tres
documentos: uno dedicado al "relacionamiento" entre la fuerza
política, el gobierno, los trabajadores, y las organizaciones sociales; otro
llamado "Lineamientos de Conducta para la Función Pública"; y el
documento mayoritario titulado "Grandes Lineamientos Programáticos".
El Congreso del FA finalmente terminó por
impulsar una línea de colaboración de clases y de no ruptura con la matriz del
programa neoliberal.
Ni siquiera hubo leves insinuaciones sobre
la recuperación inmediata de los salarios y el empleo. Menos todavía, cualquier
intención de oponerse a los planes de ajuste del FMI, o al pago de la deuda
externa, ninguna posición clara contra el ALCA.
Sabido es que para realizar una reforma de
alguna importancia hay que tocar
determinadas estructuras, la financiera por ejemplo. Hoy el Uruguay está
pagando 600 millones de dólares por año por concepto de intereses de la deuda.
Lo cual resulta 5 millones mensuales, 1 millón 660 mil cada día. Hacer aunque
sea algo significa meter mano a donde se debe.
Hubo a lo sumo alusiones a proyectos
asistencialistas menores, un "Plan de Emergencia Alimentaria".
El punto que contó con fuerte debate
dentro del Congreso fue el relacionado con los derechos humanos. Pese a ello,
como es sabido, tampoco se logró aprobar la derogación de la Ley de Impunidad
que protege a violadores, torturadores, y asesinos de la dictadura.
En esta misma línea general están las
declaraciones que fueron llegando después. Hasta con fuerte tirón de orejas
para quien osó decir que retomarían el cobro de impuestos a aquellas empresas
que están obteniendo buenas ganancias en el agro. Así están las cosas, esas son
las perspectivas inmediatas que tenemos si esperáramos algo desde arriba.
La reacción, de gran parte, de los
militantes de los partidos tradicionales es de desacomodo e histeria política.
Han sido los dueños de la administración del Estado por largo tiempo y no se
resignan a ser formalmente desplazados. Han instrumentado diversas políticas
antipueblo y creado y aumentado sus propios intereses personales o grupales.
Hoy muchos viven la perspectiva electoral
que tienen por delante como un triunfo de la izquierda en el sentido más
estricto del término. Por momento sus ataques son destemplados, como el de un
Sanguinetti por ejemplo, buscando en la manga cartas de terror ideológico para
tirarle por encima a la población. Si no se pueden mantener con el engaño
mantenerse con el miedo. Sacudir todos los cucos posibles, para empezar el
militar, que tiene tanta sangre generosa de pueblo en sus manos. Pero esta
estrategia electoral hoy no parece surtir el efecto que décadas atrás les
acarreara tanto beneficio. El Partido colorado echa los bofes para tratar
apenas de ubicarse en un segundo lugar que aún conserva el partido blanco con
su recambio.
Mezclando sentimientos, con un fondo de
descreimiento en la forma conocida de hacer política, más de la mitad de la
población igualmente juega una esperanzada carta. Es un hecho y quizás a corto
plazo nomás tendremos la consecuencia del desgaste de una esperanza que hubiera
merecido mejor destino.
Y las medidas demagógicas de tiempos de
elecciones van llegando. Aparece ese caradura y estereotipo del
técnico-burócrata que es Alfi comunicando que el gobierno quiere mejorar el
poder adquisitivo de la población de más bajos recursos. Llega la rebaja del
IRP, en diversas escalas y situaciones, rebaja del impuesto a los ingresos
personales, operaciones cosméticas para mejorar la imagen de franquestein del
gobierno y sus partidos.
No es novedad para nadie todo el poder
adquisitivo perdido por los que trabajan y por los que viven como pueden, por
los jubilados, en todo este periodo y abruptamente desde la llamada crisis
financiera en adelante. Cantidad de artículos de primera necesidad subieron
alrededor de un 50%. Se estima que el salario real, para aquellos que
aún tienen trabajo, cayó un 35% en cuatro años.
Sobre los jubilados en concreto, según
datos de organismos técnicos, considerando el periodo 2000-2003 nos dicen que
las jubilaciones cayeron un 32% con relación al costo de vida.
Se han agravado notoriamente los problemas
de Salud, de vivienda. Han seguido creciendo las ocupaciones de tierras para
edificar, para hacer un ranchito para meterse adentro. Los datos para exbarrios
obreros como el Cerro nos dicen que:
En 1997 el 24% de la población activa de
Casabó y de la Villa del Cerro se encontraba desempleada o subempleada. Este
fenómeno se acompañaba por un muy bajo nivel de ingresos. Y que era uno de los
lugares con mayor cantidad de asentamientos. Por supuesto ese 24% hoy debe
subir el 30% y hubo nuevos asentamientos.
Desde 1985 al 2000 hubo unos 100.000
lanzamientos según el Frente Nacional de Inquilinos. La liberalización del
mercado de alquileres, la carencia de políticas habitacionales alternativas
eficientes y la reestructuración del mercado de trabajo provocaron la
reproducción de los asentamientos con viviendas precarias. No menos de 30.000 familias están en
condiciones de extrema pobreza en los asentamientos de Montevideo.
Como paradójica contrapartida más de
40.000 viviendas están desocupadas en
Montevideo.
Hubo Comisiones para La Paz, informes
macabros de los asesinatos de nuestros queridos compañeros. Se agregó mas
información siniestra a las muchas ya
conocidas. Pero la impunidad sigue campante, la complicidad cuando no la responsabilidad
directa de los poderosos sobre los crímenes y desapariciones han quedado a ojos
vista. Una clara política desde el Estado y en algún momento, los militares
operando con cierta y brutal autonomía relativa sobre ella.
Y en el país de la impunidad los asesinos
son rey. Entonces en ese día siniestro de los “caídos en defensa de las
instituciones”, verdadero lenguaje casi orweliano, estos sangrientos personajes
del ministerio del amor reivindican una vez más sus horrendos asesinatos y
desapariciones.
Encima tenemos que esta institución que ha
estado funcionando en un largo periodo histórico para romper huelgas o reprimir
al pueblo tiene un alto presupuesto. Consume hoy casi el 40% del presupuesto nacional, un presupuesto militar mas
alto que Irán.
Bajo el Ministerio de Defensa
Nacional hay alrededor de 32 mil
funcionarios, cerca de dos mil pertenecen directamente a la estructura
burocrática. El número de efectivos de
las Fuerzas Armadas uruguayas es el mayor per capita del continente, según un
informe del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría, de Argentina. Campeones
en cantidad e impunidad.
Hay un sentimiento que no morirá. Un dolor
y una rabia que traspasarán los tiempos. Pese a quien pese. No habrá ni olvido
ni perdón para los asesinos de los mejores hijos del pueblo.
Hemos tenido muy publicitada la visita de
dirigentes del PIT-CNT con el funcionario de EE.UU. Oliver Griffith.Es un hecho más de una actitud, una postura, ya
una concepción, de una mayoría de dirigentes de la Convención Obrera. Se
inscribe también en una política tendiente a abandonar o recambiar una
ideología histórica de nuestra clase trabajadora. Una dirigencia que ya ha
perdido ese anclaje y que procura una torsión que lleva a un callejón sin
salida.
Es fundamental en este momento histórica
rescatar, reafirmar, una historia de independencia de clase que ha tenido
nuestro movimiento obrero desde su nacimiento en el país. Independencia con
respecto a la partidización y los gobiernos. Establecer claramente la
diferencia de esos dos niveles: el social y el político partidista. Y decimos
político partidista porque nuestra clase tiene desde su origen un planteo
político-social, no fue apolítico, mal podía serlo si se planteo desde los
inicios el cambio del sistema capitalista por uno distinto: justo, solidario y
libre.
La independencia de clase es fundamental
para arrancar conquistas e iniciar procesos de cambio. El pueblo luchando, el
pueblo movilizado y en la calle ha marcado rumbo, obligado a partidos y
gobiernos a reconocer mejoras y conquistas. Es también la base sólida de un
mañana de auténtico poder popular anticapitalista con efectiva participación de
la gente.
Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
Muchos son los pueblos que han estado en
la calle en estos últimos tiempos, peleando distintas reivindicaciones. Algunas
de estas luchas han sido de profunda acción directa popular. Nos referiremos
especialmente a las ocurridas en América Latina.
En esta América Latina que tiene por lo
menos 220 millones de pobres, 95 millones de indigentes y 55 millones de
desnutridos. Y decimos por lo menos porque estos datos son oficiales y se
supone que la situación es aún un poco peor.
Las de nuestros pueblos han sido lucha por
tierra, por reclamos indígenas, contra represiones sangrientas, por el agua,
por el gas, por trabajo, por comida, contra impunidades y corrupciones.
Esta fresca en la memoria algunos de los
levantamientos de población que terminaron volteando presidentes. Tal el caso
de Bolivia en octubre de 2003, Argentina 2001, Ecuador 200O y Perú 2001. La
fuerza social, el sujeto histórico que protagonizó estos hechos fueron los
pueblos con una amplia gama de organizaciones sociales participando.
El real protagonismo en la lucha contra el
neo-liberalismo, el imperialismo y sus transnacionales lo llevó adelante un
frente factual de clases oprimidas y explotadas. En ella marcaron presencia
campesinos, sindicatos obreros, cocaleros, funcionarios, desocupados,
subempleados, Sin Tierra, Movimiento de jóvenes, sectores de la enseñanza,
trabajadores rurales.
No es en sectores de inexistente burguesía
nacional que debe buscarse el sujeto histórico capaz de realizar luchas y
cambios en relación con los intereses de los de abajo. Digámoslo de paso, la
mentada burguesía nacional o está vinculada a los intereses transnacionales o
aspira a estarlo. La burguesía en el estado en que esté su desarrollo su
cercanía ideológica, su identificación, es siempre con el sistema y con los que
controlan los resortes de poder dominante. Su norte ha sido siempre aumentar su
poder y seguir explotando. Pertenecen, forman parte, del sistema de privilegios
y opresión de los de abajo y no se les puede pedir otra dinámica social.
En función de los procesos de cambio
operados por el sistema capitalista en las últimas décadas el espectro de
clases oprimidas se ha abierto en amplio abanico. La clase de los oprimidos y
explotados adquiere una conformación histórica específica, no por esta
fragmentación ha quedado incapacitada de dar respuesta y constituirse en fuerza
social. Lo ha demostrado por momentos a lo largo de nuestro Continente. Su
condición social de oprimidos al mango tiende lazos solidarios y combativos que
habilitan su constitución en fuerza social antagónica. Desde una óptica de
independencia de clase debe ubicarse este nuevo conjunto de fenómenos con miras
a articular una relación y operatividad que contemple los tiempos que corren,
una articulación de dos niveles que tienen sus propias dinámicas: el social y
el político yen ningún caso una relación de subordinación, de los social como
furgón de cola, de lo político. No se trata de recambios de vanguardismos sino
de una nueva articulación y una nueva forma de hacer política.
El poder de la calle, el conjunto de las
instituciones sociales comienzan a decir presente y hacer historia. A producir
hechos políticos relevantes. Decía recientemente Petras: “la evidencia empírica
e histórica demuestra que los movimientos sociopolíticos de acción directa de
clase han sido las únicas fuerzas políticas capaces de resistir, cambiar e
incluso derrocar los regímenes y políticos neoliberales. No hay ninguna prueba
de ningún régimen electoral en el que la burguesía nacional jugara un papel
esencial, que haya desafiado al neoliberalismo o al acuerdo neocolonial
patrocinado por los Estados Unidos, el ALCA”. Una afirmación, sin duda, con
respaldo histórico. Para ejemplo rápido tenemos lo que ocurre hoy con ese
paradigmático Partido de los Trabajadores en Brasil.
El gobierno del PT comenzó a negociar a
favor de los poderosos todo lo fundamental. Puestos claves en el Estado fueron
concedidos a personeros de las trasnacionales
y con fuertes vínculos con el
imperio. No llegó el aumento de trabajo ni el reparto de tierras. Llegó sí
rápidamente la purga de los sectores del Partidos que insistieron en
instrumentar reformas largamente prometidas. Aumentaron los asesinatos de
activistas rurales, 44 en seis meses. Desalojo de 40 mil personas en el mismo
tiempo. Ataque directo de Lula a los Sin Tierra y el comienzo de movilizaciones
de estos para seguir adelante con su proyecto, una vez más, trampeado. Los Sin
Tierra toman conciencia que lo que logren será el fruto de pelea o no será. Lo
mismo ocurre para los Catadores, desocupados y otras instancias sociales.
Fueron las luchas del pueblo argentino que
aún procesa caminos para una real transformación. Las luchas del pueblo
venezolano contra la reacción interna y los planes del imperio norteamericano y
sus trasnacionales, en un proceso que sigue abierto.
También el paradigmático combate que el
pueblo de Bolivia a realizado en los últimos tiempos. Este pueblo rico en
insurrecciones, con toda una valiente historia protagonizada en diferentes
momentos por obreros y campesinos.
Hoy aparece nuevamente dispuesto a lanzarse
a la calles a continuar esa lucha que quedó trunca el año pasado.
Las principales organizaciones populares:
obreras, campesinas, jóvenes, estudiantes, trabajadores de la coca, han
resuelto reiniciar su pelea a partir del 1º de Mayo. Llamaron ya a cortar el
país por tiempo indeterminado a partir de esta fecha. Conformaron de a poco un
frente en común para evitar la venta de gas al exterior y enfrentar las medidas
antipopulares del gobierno de Mesa. La reacción y los intereses imperiales han
respondido ya con rumores de golpe de estado.
Aquí a la pobreza cada vez más extrema (el
90 % de la población indígena y campesina es pobre), se le suma el reclamo
histórico de no vender el gas al exterior y distribuirlo puertas adentro, donde
escasea. La mayoría de la población está que arde por la continuidad de este
gobierno con la política del gobierno anterior, del Goñi que con valentía,
sacrificio y sangre, echaron a patadas.
Y ante la posibilidad abierta nuevamente de vender el gas al exterior,
ahora se le suma la comercialización con Argentina.
Como dice un informe: “la mecha está
prendida”, las organizaciones populares de Bolivia llamaron a cortar las rutas
de todo el país, en forma indeterminada. Los cocaleros del Chapare ya iniciaron
medidas de lucha y se formó una coordinadora en Cochabamba. Días atrás unos 10
mil estudiantes se movilizaron.
El sufrido y heroico pueblo boliviano se
apresta a una nueva lucha. Salud pueblo de Bolivia, ejemplo combativo de
América Latina.
Por otra parte tenemos hoy una lucha sin
cuartel del pueblo de Irak contra el imperialismo asesino. El odio al invasor
se ha ido desplegado por todo Irak. Dice un periódico norteamericano que: “el
más formidable enemigo de EE.UU. en Irak podría ser el rencor de los iraquies
contra la ocupación militar”. Sin duda que lo está siendo. El imperio ha
masacrado a la población civil, ha practicado el genocidio con total y brutal
desparpajo.
A nivel de población fue quedando clara la
razón para la invasión. Poder y petroleo. Con una instrumentación de tal
política por vía del bases
militares en un estado cliente situado en
el centro de los mayores recursos energéticos del mundo. Acompañando esto con
suculentas ganancias de las trasnacionales vinculadas a prohombres de EE.UU.
Pero el tiro se va saliendo por la culata.
Lo que pensaron casi un paseo es hoy una verdadera insurrección contra los
agresores imperialistas.
En encuestas recientes hechas a la
población irakí el 95% señaló que el motivo de Washington era controlar los
recursos de Irak y reorganizar el Medio Oriente para satisfacer los intereses
estadounidenses.
Y eso está a la vista. El sistema de
salud, de vivienda, el sistema educativo, todo se está privatizando. El 30 de
junio, con
el “traspaso de poderes” esperan implantar
un gobierno títere.
Entonces tienen, en estas condiciones
planeado negociar también el petróleo.
Diversa concesiones y contratos
acompañaron a la rapiña. Algunos con polacos e ingleses, no muy generosos,
aliados y satélites en la aventura asesina. Alos surcoreanos y japoneses les
prometieron concesiones y contratos si envían tropas. El presidente de Corea
del Sur ha dicho después de haber logrado unos cien contratos de cierta
importancia: “Vean ustedes que si hubiéramos enviado tropas,
no habríamos conseguido estos contratos”.
Es que ahora precisan tropas y la migaja se hace más grande. Unos cuantos
gobiernos se subieran a la invasión pensando también en el reparto.
Dicen con todo cinismo la reconstrucción
de Irak es tan grande que sólo puede hacerse a través de las compañías
extranjeras. Y se instalan sus centros de actividad.
Ése es el plan. Pero hay que preguntarse:
¿este plan lo podrán realizar? Las noticias que llegan todos los días son
bastante elocuentes. Ahora la resistencia ha tomado como blanco a los negocios
extranjeros. Esto plantea serios problemas a los planes políticos, militares y
económicos de EEUU.
Hay secuestros y ejecuciones de
extranjeros vinculados a empresas. Hay en este mes de abril, además, 115
soldados invasores muertos por la resistencia.
20 mil marines sitiaron la ciudad de
Fallujah, han asesinado niños, mujeres, población en general. Aviones,
helicópteros, vacían una y otra vez su fuego mortífero. La gente sigue
resistiendo.
Ante tanta masacre el dolor y la furia
gana los corazones de los luchadores. Y ocurrirán, posiblemente, episodios
semejantes al del 31 de marzo cuando cuatro mercenarios estadunidenses – que
ahora llaman "contratistas" fueron emboscados y asesinados en
Fallujah. Donde después una multitud de irakies mutiló, quemó y arrastró los
cadáveres y luego colgó los restos humeantes en un viejo puente ferrocarrilero.
Ante este callejón sin salida el gobierno
de EE.UU. habla de enviar más tropas al tiempo, que después del bombazo, España
y otros países comienzan a regresar sus tropas.
No son días de tranquilidad los que
esperan a los asesinos invasores, seguirán viniendo cajones con cadáveres como
los que recientemente mostró la televisión. El pueblo está lanzado a la lucha.
Como vemos en diferentes punto del globo,
por diversas razones y objetivos los pueblos están protagonizando luchas, son
peleas de este tiempo que tienen su semejanza con las de otros tiempos. El
imperialismo globalizador, sus transnacionales, su política neoliberal de
miseria y exclusión para los de abajo, no ha sido recibida con resignación,
diversas luchas lo enfrentan. En cada lugar, con lo específico que corresponda,
hay una trinchera de militancia a ocupar. Dentro de una concepción de ruptura
ir a la búsqueda incesante de estrategias que permitan un fortalecimiento
popular, un proceso auténtico de unidad respetando los niveles y a la gente.
Dentro del pueblo al que pertenecemos, arrimando con modestia el hombro a las
tareas diarias.
Hoy que recordamos a aquellos ejemplares
Martires obreros y anarquistas de Chicago queremos también recordar a nuestros
luchadores asesinados y desaparecidos.
En la figura de León Duarte, Gerardo
Gatti, Pocho Mechoso, El Gaucho Idilio de León, Elena Quinteros, Pocho Causale,
Roger Julien y Telba Suárez, recordamos a todos los caídos en la pelea por un
mundo mejor.
Por
el socialismo y la libertad.
Arriba
los que luchan.