IZQUIERDA  Y  ESPERANTO
SATeH
MALDEKSTRO  KAJ  ESPERANTO

OTRA  IDEA  DE  LA  COMUNICACIÓN

Vivimos en un mundo en el que las barreras geográficas y comunicativas se evaporan rápidamente. Ya no existen dificultades para que personas separadas miles de kilómetros puedan comunicarse entre sí, y poner en común sus ideas, opiniones y sentimientos. Pero para que todo el mundo tenga acceso a todo tipo de información se necesita que todos puedan emitir sus mensajes y que todos puedan comprenderlos. Sólo hay dos dificultades: la “renta” y la “lengua”. Ambos inconvenientes son el objeto de atención de nuestra organización.

La barrera del idioma

Para los que no nos conformamos con las fronteras nacionales, la necesidad de superación de las barreras lingüísticas es evidente. No es posible la comunicación y, sobre todo, la colaboración entre los pueblos cuando no se comparte el lenguaje.

Algunos se conforman con la utilización de un idioma de los oficiales de un país concreto, y más cuando éste es uno de los estados poderosos de nuestro planeta. Hoy el inglés ha alcanzado una considerable extensión, y muchos lo consideran como la nueva “lingua franca”.

Pero un único idioma nacional nunca puede ser el instrumento adecuado cuando intentamos que la comunicación se lleve a cabo en un plano de igualdad. Ante un hablante nativo del idioma los demás se encontrarán siempre en un plano inferior; la igualdad no es posible.

Pero además la preponderancia del idioma de la superpotencia mundial ayuda a la hegemonía de un poder superior, que junto con el idioma impone su cultura, sus puntos de vista y su propio tipo de comunicación.

Es más, la industria de la comunicación y del espectáculo se han convertido en un potente sector económico, por lo que no es de extrañar que las grandes potencias dediquen importantes cantidades de dinero a la promoción de sus idiomas y sus culturas.

Otro tipo de solución

Frente a la imposición de una lengua nacional, existe ya otra solución: un idioma internacional y neutral, que sitúa a los hablantes en condiciones de igualdad. Ese idioma ya existe, y ha demostrado su capacidad para expresar cualquier tipo de idea o sentimiento, sin que nadie tenga que hacer un esfuerzo desmedido, y siempre en condiciones de estricta neutralidad. Estamos hablando del esperanto.

El esperanto es un idioma planificado, que no pertenece a ninguna cultura concreta, sino que puede ser empleado en condiciones de igualdad por todas las personas. Además, por su gran facilidad está especialmente indicado para todas las capas sociales y todos los ámbitos culturales.

El esperanto funciona. Es hablado por una colectividad muy amplia de personas en todos los continentes, y ha demostrado ser capaz de transmitir todo tipo de mensajes, conocimientos y sentimientos por encima de las barreras idiomáticas.

Los hablantes de esperanto constituimos un colectivo muy plural, con una gran variedad de procedencias sociales y opiniones políticas. Pero el colectivo que ahora se presenta va más allá de la simple utilización de un idioma internacional.

SAT

Desde poco después del nacimiento del idioma, se hizo evidente que éste podía ser empleado con gran aprovechamiento para los fines de liberación de la clase trabajadora y las clases populares, dentro de lo que se ha denominado tradicionalmente el internacionalismo proletario y pronto se formaron asociaciones obreras que empleaban el esperanto para sus fines.

En 1921 se creó una organización para agrupar a los trabajadores que querían emplear el esperanto al servicio de la lucha de su clase social. La denominación elegida fue la de “Sennacieca Asocio Tutmonda” (SAT); el nombre se ha traducido de diferentes formas al castellano; “tutmonda” quiere decir mundial, mientras que “sennacieca” se podría traducir como “anacional”, y hace referencia a que la asociación no utiliza como base de su estructura la referencia nacional.

SAT suele ser considerada como la segunda organización más importante del movimiento esperantista organizado, y la primera con un objetivo que va más allá de la difusión del idioma. Está extendida por todos los continentes.

Un rasgo muy importante de SAT es su “pluralismo” con respecto a las tendencias que agrupan al movimiento obrero y progresista. Así, SAT permite la existencia en su seno de corrientes organizadas (fracciones) de socialistas, comunistas, anarquistas, ecologistas, etc.

Izquierda y esperanto

El carácter no nacional de SAT permite su coexistencia con otras organizaciones de trabajadores esperantistas organizadas a niveles más reducidos, algunos de los cuales utilizan como base el estado o el área lingüística. Son las denominadas asociaciones de trabajadores esperantistas.

Para facilitar su desarrollo entre las personas hispanohablantes se ha creado la Asociación Izquierda y Esperanto – SATeH (SAT-en-Hispanio), cuyo ámbito de actuación se centraba, en sus orígenes (como denota su propia denominación), en el territorio del estado español. Pero la actividad de la asociación no está limitada, en la realidad, por ninguna frontera nacional. Sus miembros, simpatizantes y colaboradores se encuentran, de hecho, ampliamente distribuidos. La particularidad de la asociación consiste en desarrollar los principios y objetivos de SAT empleando, además del esperanto, el idioma español.

Sus principales objetivos son utilizar de forma práctica el idioma internacional esperanto para los objetivos de la clase trabajadora mundial y difundir e instruir el idioma internacional esperanto en todos los medios políticos avanzados, sin atender a sus tendencias políticas de partido y considerando únicamente su inclinación a las ideas democráticas y progresistas.

Para conocernos mejor, contacta con nosotros:

Asociación Izquierda y Esperanto – SATeH (SAT en Hispanio)
C/ Rodríguez San Pedro, 13, 3-7
ES-28015 – Madrid

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