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WŁADYSŁAW  LEKOWSKI
Trabajador  esperantista  y  combatiente  en  España

Zofia Banet-Fornalowa

Publicado originalmente en esperanto, en "Sennaciulo", junio 1986.

En mayo de 1938, murió heroicamente uno de los luchadores por una España democrática, nuestro compañero Władysław Lekowski (Ladislao Lekovski). Su participación en la batalla "por nuestra libertad y la vuestra" fue una consecuencia de su ardiente lucha, fiel hasta la muerte, por alcanzar sus ideales socialistas.

Mucho le debe el movimiento de los trabajadores esperantistas. Fue uno de los principales activistas del movimiento esperantista socialista en la Polonia prebélica. Editor y redactor de la única revista del esperantismo laborista. Fiel partidario de las ideas del Dr. Zamenhof.

    Algunas palabras sobre sus actividades socialista y, principalmente, esperantista.

Lekowski entró en contacto con las ideas socialistas durante sus estudios en la Escuela de Comercio. El comienzo de su actividad laboral coincidió con una grave crisis económica (1929-1934), y por tanto experimentó todas sus consecuencias sociales, incluyendo el paro y la miseria. En el año 1929 (con 22 años) se afilia al movimiento socialista organizado en Polonia. Se convierte en un miembro activo de la Juventud Socialista, organizada entonces como una sección de la asociación educativa socialista bajo el nombre: Asociación por la Universidad Socialista. También fue miembro activo del Partido Socialista Polaco. Trabaja como oficinista y colabora primero en su sindicato y después también en la primera cooperativa de vivienda socialista de Varsovia, principalmente en su sección autónoma de vecinos "Casas de Cristal" en cuyo club se llevaba a cabo, entre otras actividades, una exitosa propaganda de la lengua esperanto, gracias sobre todo a la iniciativa de los compañeros Zawada y Lekowski.

Julia, Wanda y Władysław Lekowski en 1936

A esa misma edad, veintidós años, a la que había ligado su vida al movimiento socialista, también había conocido la idea de la lengua internacional, de la que se convirtió en un ardiente partidario. En aquel momento existía en Polonia una sociedad esperantista llamada "Laboro" (Trabajo), que agrupaba en sus filas a los esperantistas con conciencia de clase. Lekowski se adhiere a dicha asociación, organiza conferencias sobre la lengua internacional y cursos de esperanto en medios obreros, principalmente en sindicatos. Ferviente filatelista, en el año 1930 edita en esperanto un "Directorio de filatelistas", y al año siguiente funda la "Unión Mundial de Coleccionistas" y comienza a editar la revista en esperanto "La Filatelisto" (El filatelista). Desde un inicio no considera el coleccionismo de sellos sólo como un entretenimiento, sino como una de las maneras de tener relaciones internacionales con camaradas extranjeros; un asunto complicado en las condiciones del régimen de la época.

Tras varios años de trabajos preparatorios, el año 1934 funda una revista propia, dedicada a la propaganda de la idea de la lengua internacional entre la clase obrera de Polonia, bajo el nombre "Jezyk Miedzynarodowy" (La Lengua Internacional, en polaco). La policía había prohibido otro título, que informaba más claramente sobre los objetivos y la tendencia de la revista. W. Lekowski fue quien la puso en marcha, quien la editó y en parte también quien la financió (a veces a costa de ahorrar incluso en las necesidades familiares más elementales). Como consecuencia, tiene que luchar amargamente contra las dificultades organizativas y financieras, con una pequeña ayuda de un reducido grupo de amigos y de nuevos partidarios. Desde octubre de 1934 hasta abril de 1936 aparecieron en total 15 ejemplares de la revista. Su contenido, en parte en polaco, informaba ampliamente a las rondas obreras de Polonia sobre la teoría y la práctica de la lengua internacional, sobre el movimiento mundial de los trabajadores esperantistas. Además, se publicaban traducciones al polaco de cartas de activistas obreros de diversos países, que informaban sobre las condiciones sociales y políticas, y sobre las luchas de los trabajadores por sus derechos elementales.

Una revista de este tipo no podía agradar a las instancias administrativas y a la policía, que empezó a perseguir a su redactor. Hay que admirarse del hecho de que en tales condiciones Lekowski consiguiera hacer aparecer su revista bastante regularmente durante más de año y medio. El apoyo que recibió por parte de los trabajadores esperantistas de Polonia y del resto del mundo le dio fuerzas. Sin embargo, bajo la presión de una persecución constante, y tras haber perdido su trabajo, tuvo que cesar finalmente la edición de la revista. Hay que hacer constar que "La Lengua Internacional" era realmente una revista de gran nivel y con un elevado contenido ideológico. Carecía de sectarismo. Muchos de sus artículos están escritos de acuerdo con el espíritu de la unidad de tendencias del movimiento de los trabajadores esperantistas. En las columnas de L.I. se presentaban todas las alas de este movimiento: SAT (la organización más diversa, con influencia anacionalista), IPE (comunista), ISE (socialista). A través de profundos artículos, los lectores podían conocer la historia del movimiento esperantista y convencerse de las razones por las que los trabajadores necesitaban el esperanto. Se presentaba ampliamente la literatura y la prensa obrera. L.I. poseía el derecho de vender en Polonia el Plena Vortaro (el principal diccionario de esperanto del momento). En resumen, la revista sirvió al esperantismo obrero, a la difusión de las ideas socialistas.

Władysław Lekowski, como ya se ha indicado, fue militante de "Laboro", y, tras su disolución por parte de las instancias gubernamentales, fundó, junto con Marek Wajsblum y Józef Litauer, una nueva organización: la Sociedad Esperantista Socialista (SES), en 1933. La organización funcionó en rondas progresistas durante varios años, hasta que debido a las dificultades tuvo que cesar su actividad. "La Lengua Internacional" desempeñó entonces un importante papel como enlace espiritual y organizativo para esta organización socialista esperantista. W. Lekowski era miembro de SAT y durante algún tiempo (entre 1934 y 1937) fue su representante en Polonia. Hay que mencionar que en 1930 había lanzado la edición de un "Boletín del Servicio de Prensa de los Trabajadores Esperantistas". Todo esto fue Lekowski capaz de alcanzarlo a pesar de su constante lucha contra las dificultades económicas y políticas.

Cuando tuvo lugar en España el alzamiento fascista, en Polonia, al igual que en otros países, los activistas más fieles a los ideales socialistas decidieron acudir rápidamente a España a defender la república. W. Lekowski mantenía desde hacía años contactos amistosos con camaradas españoles, principalmente catalanes. Desde Cataluña recibía cartas, y también literatura política en esperanto, sobre el desarrollo de los acontecimientos. Esta literatura la difundía en medios obreros. La Policía, que estaba muy interesada en tales envíos, los confiscaba a menudo. Tras el alzamiento fascista, W. Lekowski milita en la colecta de dinero para las necesidades de la república española. Cuando comienzan a formarse las Brigadas Internacionales, Lekowski, fiel a sus ideales, se despide de su familia (su mujer y una hija pequeña) y viaja al extranjero. Desde Checoslovaquia, donde pasa varios mesas como refugiado político en casa de sus amigos esperantistas de Ostrava, y tras afrontar muchos problemas (varias veces se le expulsa de Austria a Checoslovaquia), atravesando las llamadas fronteras verdes por Austria, Bélgica, llega a Francia. Allí, en la localidad de Besse s/Issole, encuentra refugio y ayuda de su amigo H. Bourguignon era entonces editor de una muy interesante y valiosa revista para niños en esperanto, titulada: "Infanoj sur Tutmondo" (Niños de todo el mundo). Nada más llegar se enrola como voluntario, pero no es hasta enero de 1938, a través de Perpiñán, cuando logra por fin alcanzar España. En febrero recibe instrucción militar en Cueva de la Petita, junto a Albacete, participando en un curso para artilleros y de manejo de ametralladoras, bajo la dirección de Mijail Fajgman. Tras terminar el curso, se enrola en la Brigada Internacional y se dirige al frente de batalla. Allí forma parte de la 4ª Compañía de Armas Pesadas, que lleva el nombre de Adam Mickiewicz. Tras la batalla de Lérida, se le envía a una compañía especial, cuya tarea era organizar la ayuda en los lugares donde amenazaba la ruptura del frente. En mayo le alcanzó una bala. No se sabe con exactitud cuándo y dónde falleció. Su cuerpo quedó en algún lugar de la tierra española.

Władysław Lekowski, herido, en mayo de 1938

Internacionalista no sólo de palabra, sino de hechos, ofreció su joven vida por el triunfo de los ideales de libertad, paz y socialismo.

Durante todo el tiempo que duró su ausencia, su mujer recibió de él sólo tres cartas, la última en abril de 1938. A su vez, y debido a la amenaza de la policía, ella se las entregó al camarada Wajsblum para que las guardara. Durante el huracán postbélico también ellas se perdieron.

Visité a la viuda, Julia Lekowski. Vive en una casa muy modesta en el centro de Varsovia, con su hija y su yerno. Se emocionó de veras por mi visita. Algunas fotos amarillentas del fallecido. Diploma del responsable del destacamento en el que su marido fue instruido antes de su marcha al frente, en el que se dice que el voluntario camarada W. Lekowski hizo grandes esfuerzos para obtener instrucción militar. Nunca había realizado el servicio militar. Se conserva una colección completa de "La Lengua Internacional" y del Directorio Filatélico, que editó con gran esfuerzo y también con gran fervor y dedicación. Y también el recuerdo cariñoso que ella mantiene en su corazón.

Por parte de nosotros, los esperantistas, tanto el fallecido Władysław Lekowski como su mujer, que respetó el deseo de su marido de ir a cumplir su deseo internacionalista, merecen nuestra profunda estima. Sirvan estas palabras como un pequeño homenaje a ambos. Y también a todos aquellos camaradas de otros países que sufrieron su misma suerte.

Versión en esperanto