La decisión de continuar el trámite de extradición en relación a los crímenes cometidos por Pinochet después de 1988 demuestra que ni las torturas ni los asesinatos cometidos por un jefe de estado pueden quedar inpunes frente a la comunidad internacional. Por otro lado, queda también de manifiesto que la falta de voluntad de las autoridades políticas y el anquilosamiento de la justicia chilena, son los dos obstáculos más importantes para lograr una verdadera reconciliación con pleno respeto de los DDHH.
En momentos en que el aparato represivo
que la Concertación heredara del tirano aumenta la intensidad de
la violencia contra distintos estamentos de la sociedad, hoy contra los
presos políticos y el pueblo Mapuche y mañana contra los
pobladores, los estudiantes y los trabajadores cesantes, hacemos un llamado
urgente a todos los
chilenos conscientes, a todos aquellos
que se indignan con la defensa que hace el gobierno del ex-dictador, a
seguir
movilizados, denunciando en forma decidida
la actitud lamentable de represores de la Concertación. Los asesinos
de ayer, los Pinochet, Contreras y sus secuaces deben ser juzgados y castigados
junto a los torturadores de hoy como lo son los socialistas Espinoza (director
de Gendaremería de Chile) y Letelier (director de inteligencia de
Gendaremería).
¡No a la impunidad!
¡Libertad a todos los prisioneros políticos Ahora!