El Periodico 4/12/98

-Garzón reúne más datos de Pinochet. -Un abogado paraguayo y Pérez Esquivel entregan nuevos documentos al juez. -Ambos testigos ligan a la CIA con el desarrollo de la 'Operación Condor'. -El ministro británico del Interior reitera que se basará en "criterios judiciales".
 

  MERCEDES JANSA

  Madrid

  Martín Almada, abogado paraguayo y presidente de la Asociación Americana de Juristas, expuso ayer ante el juez Baltasar Garzón datos sobre la creación y funcionamiento de la Operación Cóndor, en la que, en su opinión, participó  activamente la CIA. Almada fue quien descubrió el llamado Archivo del Terror, cinco toneladas de fichas,  declaraciones, grabaciones y fotografías de la policía y los servicios secretos de Paraguay en los que se constata cómo se ejerció la represión durante la dictadura y cómo se coordinaba la acción con militares de Argentina, Chile, Bolivia y Paraguay, entre otros.

 El abogado también dio el   visto bueno a la   documentación que el juez  Garzón tiene en su poder  remitida por las   autoridades paraguayas,  en la que figuran datos de los españoles e hijos de españoles víctimas de la Operación Cóndor en  aquel país.

 Los planes de la CIA y de la administración  estadounidense para Latinoamérica, denominados contrainsurgenciapreventiva , comenzaron en los años 60, tras el triunfo de Fidel Castro en Cuba. La CIA mantenía reuniones cada dos años con militares latinoamericanos y entrenó a más de 40.000 militares de Argentina y Chile.  Almada situó el origen de estas actividades en Panamá, pero el abogado paraguayo no dudó en afirmar que la dictadura de Alfredo Stroessner financió a través de la Embajada de Paraguay en Santiago la huelga de camioneros contra Allende.

  El dinero del operativo

  El dinero para la Operación Cóndor , según los datos aportados ayer en rueda de prensa, se canalizaba a través de la agencia financiera Urundey, que dirigía el brasileño Carlos Barbieri y de la que formaba parte Antonio Campos Jalón,  representante de la CIA en Paraguay.

  Almada, detenido bajo la acusación de "terrorista intelectual", coincidió en la comisaria con el comisario, también detenido, Mario Mancuello, que fue el primero que le habló del operativo. También relató que en los interrogatorios
estaban presentes militares chilenos y argentinos.

  Almada solicitó a Garzón que ordene la extradición de Stroessner, del boliviano Hugo Bánzer, de los argentinos Jorge Videla y Eduardo Massera y del uruguayo Gregorio Alvarez.

  A la documentación aportada por Almada se sumó ayer la entregada a Garzón por el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, que implica a la CIA y al Gobierno de Richard Nixon en la Operación Cóndor . Ambas informaciones serán importantes para el desarrollo del caso Pinochet , cuyo próximo episodio está en manos del ministro del Interior británico, Jack Straw, que ayer reiteró en Bruselas que adoptará su decisión basándose en "criterios judiciales".

  Durante el tiempo que Almada estuvo detenido, conoció al jesuita barcelonés Miquel Sanmartí, que también fue víctima de la represión en Paraguay. Según relató ayer, durante el encierro oyó cómo uno de los torturadores le decía al sacerdote: "Lástima que la Iglesia esté con la subversión". Además, le explicaba al jesuita que "Jesucristo fue ganado por Marx" porque la bondad de las teorías sociales de la Iglesia habían sido aprovechadas y tergiversadas por el ideólogo del comunismo.