CARTA ABIERTA AL SR. PINOCHET UGARTE


 

-Cuando  se inició el proceso de extradición, usted y su gobierno arguyeron que se está atacando a la soberanía de Chile. Usted confunde a su persona con ese gran país. Está acusado de crímenes contra la humanidad: genocidio, torturas y terrorismo. El juicio va contra usted, no contra su país.

-Otra gran confusión que usted tiene es que está confundiendo el poder judicial y el poder ejecutivo. Quien lo quiere juzgar es un juez y no el gobierno español. ¡Qué más quisiéramos muchos españoles que el ejecutivo español se pronunciara contra usted! Pero los tiene a su favor: Fungairiño, Cardenal y el Sr. Aznar están por la "no ingerencia". No tomen represalias contra el gobierno español ni contra empresas españolas en su país. Nuestro gobierno no ha hecho más que cumplir con las leyes españolas: tramitar una orden de extradición como era su obligación. Los empresarios españoles no tienen culpa de nada. Además, los gobernantes son de derechas, como usted. Lo quiere juzgar un juez, no el gobierno.

-Se equivoca usted, sus amigos y el Sr. Aznar cuando nos dicen que debemos respetar la transición de Chile a la democracia evitando el juicio contra usted en España. Juzgando sus crímenes contra la humanidad respetamos de la mejor manera posible la democracia en su país y en el resto del mundo. Es un "aviso para navegantes" : "dictadores, asesinos, torturadores, vayan con cuidado porque un día responderán de sus actos". Si lo que usted ha hecho queda impune, si no se le juzga por los crímenes que ha cometido, cualquier ley que vaya a favor de la mayoría del pueblo y en contra de una minoría privilegiada (como intentó hacer Allende en su país), esa minoría acudirá a los cuarteles para que el "espadón de turno" -y usted lo fue-  vuelva a producir un baño de sangre en el pueblo. Bien está que lo juzguen y lo condenen; es la mejor defensa de la democracia en Chile y en el mundo. La impunidad, señor Pinochet, le llevaría a repetir el genocidio que cometió.

-¿Y usted habla, señor Pinochet, de afianzar la democracia en Chile? Usted, que fue un traidor al gobierno legítimo de Salvador Allende? ¿Qué significa para usted, señor militar, la palabra lealtad ? ¿Fue usted leal y respetuoso con el candidato salido de las urnas? ¿Qué democracia quiere usted afianzar?

-Y ahora una reflexión filosófica sobre el estamento militar: ustedes, los militares intervienen cuando les apetece -cuando les apetece a las multinacionales- . ¿Se han parado a pensar de dónde les viene ese poder que tienen? No me digan que de Dios. Sería una blasfemia. ¿De quién, pues? Será del pueblo, ¿no? O representan al pueblo o no representan a nadie. ¿Y cómo se atreven a intervenir contra ese pueblo que los ha escogido? Contésteme…

-¿Por qué tiene tanto miedo de que lo juzguen? Nosotros -el juez- no lo va a torturar, ni lo va a hacer "desaparecer", ni lo va a ejecutar extrajudicialmente… como usted hizo con más de 3.000 personas, entre ellos más de 90 españoles. Sólo lo vamos a juzgar. Se le permitirá defenderse y tener abogados, cosa que usted no permitió con los que apresó después del golpe militar.

-¿Cómo se atreve a decir que no tenemos jurisdicción en España para juzgarle? Como acabo de decir, existen unos 90 casos documentados de españoles que le han denunciado. Aunque no estamos de acuerdo con las leyes de amnistía que se auto-dictaron ustedes, los militares, eso fue en Chile. En España no queremos amnistía para usted. Queremos que se haga justicia a esos 90 compatriotas nuestros que usted mandó torturar, "desaparecer" o ejecutar.

-Algunos militares como usted llenan su boca de palabras como "amor a la patria", "patriotismo", etc. ¿Cómo se compagina eso con las cuentas que tienen en Suiza, según hemos sabido cuando se ha pedido su congelación? ¿Amor a la patria o sanguijuela de un pueblo que tiene sectores humildes que viven en la miseria, mientras usted y otros evaden divisas y empobrecen la vida de "su patria"?

-Usted alega, para evitar su extradición, la inmunidad soberana. Existen dos normativas de carácter internacional:
 1-La Convención sobre Genocidio de 1948, que obliga al Reino Unido.
 2-Estatuto del Tribunal de Nuremberg, artículo 7
Ambas normas no eximen de responsabilidad a ninguna persona por el hecho de ocupar la máxima autoridad del país. Además, ¿por qué deben tener inmunidad ante la ley los que han ocupado altos cargos? Toda persona debe responder de sus actos. Venga, señor militar, sea valiente por una vez y dé la cara por todo lo que ha hecho. A lo mejor, hasta somos clementes con usted; pero después de juzgarle, no antes.

-No sé cómo se atrevió a nombrarse senador vitalicio en la Cámara de su país. ¡Váyase a casa! No vuelva a ocupar ese cargo. Desprestigia a todos los que están en la política y son hombres de bien.

-Una canción que se editó a propósito de la guerra de los Balcanes, para recoger fondos para las víctimas de la guerra, me hace recordar su figura y le cuadra a usted a la perfección: "Los señores de la guerra,/ destinados a matar,/ afilando sus espadas…/ disfrazando de glorioso/ su propósito ruin…/ expertos en liquidar/ son asesinos/ especialistas del mal… / Tenemos que gritar/ defendiendo la verdad…" Y nuestro grito es: ¡Responda de sus crímenes!

-Y acabo con algo personal: Yo conocí a Antonio Llidó en el seminario de Moncada (Valencia) cuando era seminarista. Lo recuerdo como un cliché: con su manteo, su estola azul, su bonete. Usted lo ha hecho "desaparecer". Lo acusó de comunista e incitó a que se emplearan métodos "eficaces"  para hacerle hablar. ¿Dónde está Antonio? O…¿dónde está su cuerpo?  Responda, para eso queremos traerle a España, para que nos conteste.
 
 
 

Firmado: Carlos Pinazo Calatrava.- Profesor.- D.N.I. nº 19347516 P .- Domicilio: c/ Bernat Descoll, 63-5ª- VALENCIA- 46026- Teléfono: 96.333.76.75