logo.jpg (32256 bytes)

tallerDrombo.jpg (2803 bytes)Madrid

 

07 10 2001

Acto de apertura del proceso de Conferencia de Paz

Intervenciones de Danielle Miterrand, Alec Reid, Brendan Callanan, Jon Hume, Victor Aierdi y Jonan Fernandez.

 

- Intervención de Danielle Miterrand

Gracias por haberme invitado.

Me presentaron por primera vez la iniciativa de Conferencia de Paz, impulsada desde hace ya varios meses, en Barcelona, durante mi estancia para el establecimiento de una Red de Redes: Unbutu. Ese afán de encontrarse en el camino de la paz, tejiendo redes, es un buen augurio.

Volvía de Méjico, donde había participado en la marcha zapatista por una paz digna. Era en marzo del presente año.

De los documentos de presentación del programa iniciado, quiero destacar dos elementos fundamentales:

- No podemos aceptar más pasividad ni resignación, frente a la violencia de la situación actual. Nosotros tampoco.

- Son las iniciativas locales las que contribuyen a la inflexión del proceso mortífero que amenaza nuestro planeta y al despertar de las mentes paralizadas por el miedo al futuro. Estamos de acuerdo.

Y muchos y muchas, en el mundo entero, ya pensamos y actuamos en ese sentido, conscientes, descubriéndonos unos a otros, gracias a los avanzados medios de comunicación, que está a punto de producirse una inflexión del curso de la historia.

"Todo progreso de la ciencia y de la técnica precede el acontecer de nuevas estructuras políticas y los avances de nuestros tiempos anuncian la llegada de la democracia directa ", decía François Mitterrand.

Por eso, actuamos a nivel local, en este caso en el País Vasco, con la población vasca, rechazando la violencia, bajo la atenta mirada de los pueblos pacíficos solidarios del mundo, para, todos juntos, pensar a nivel mundial en la construcción de una sociedad humana pacificada, en una tierra abundante y respetada.

France Libertés cultiva ese mismo espíritu y quiere unirse a vosotros y compartir experiencias.

"Ya no tenemos ni tiempo, ni ganas de esperar a que otros vengan a resolver nuestros problemas ", decía también François Mitterrand.

Apoyamos las reivindicaciones de nuestros amigos y, todos juntos, nos enfrentamos al reto de nuestro poder de convicción. Queremos vivir una vida que no sea una mercancía destinada a ser dilapidada. Queremos vivir en paz, con conocimiento de causa, rechazando el oscurantismo tan apreciado por los tiranos.

Y en buena salud. Por eso France Libertés se empeña en escribir la otra cara del problema y del discurso del lobby nuclear.

Y en un régimen democrático. Y solo existe una democracia ... (democracia política en la que el pueblo ejerce su soberanía, consciente de su responsabilidad, a través de los representantes elegidos para el poder ejecutivo - democracia participativa).

Y en pro de un desarrollo sostenible, que exige una resistencia diaria por parte de los pueblos a las falaces promesas de lucro que, a corto plazo, enriquece a los especuladores, en detrimento de la integridad de la tierra y de la prosperidad para toda la humanidad.

Y no hay lugar para la violencia en la consecución de dichos objetivos. ¿Y dónde la encontramos?

En los combates de retaguardia. En algunas guerrillas sudamericanas, que quizás no se han enterado aún de que el muro de Berlín ha caído, que la guerra fría ha terminado. Respeto profundamente su fidelidad de cara a sus compromisos ideológicos, pero deben admitir que esta estrategia ha alcanzado su límite y que esa forma de oposición desastrosa ya no es la que lleva a las nuevas generaciones a declarar "¡Basta ya!" a la globalización de las finanzas.

Marginalizándose y sembrando el terror, no alcanzarán su ambición de cambiar el curso de los acontecimientos. ¿O acaso persiguen otros objetivos que ni siquiera imaginamos? Que nos los digan, para que podamos opinar.

En la violencia de los que pretenden defender fronteras o instaurar nuevas para protegerse, proteger su patrimonio cultural, con armas camufladas en la mano y persiguiendo a quienes dicen perseguir el mismo fin pero por vías pacíficas. "Resulta tentador buscar en el repliegue sobre sí mismo una escapatoria, como si el único medio de afirmar su identidad, su diferencia, fuese negar la de los demás, como si esa necesidad de identidad pudiese encontrar respuesta en la xenofobia" (François Mitterrand).

En la violencia inherente al miedo. En nuestros más altos gobernantes que se protegen de su propia población, refugiándose en búnkeres custodiados por fuerzas de policía y amplio despliegue de artilugios militares.

Ese mundo no nos conviene y nos negamos a ser actores de esa globalización deshumanizada.

Porque la historia nos ha enseñado que la violencia sólo engendra violencia, que el odio alimenta odio, debemos encontrar juntos alternativas y diálogos que puedan restaurar la paz.

Debemos convencer a nuestros dirigentes que esa fatalidad, que una fuerza superior ineludible que se impone al planeta, no es infalible.

El diálogo es necesario para evitar caer en la desesperación, que puede llevar a algunos a cometer actos irreparables. Pero sin trampa ni condescendencia.

Solo la paz basada en la justicia podrá aportar la seguridad y la libertad que anhelamos para todos los habitantes del planeta.

La necesidad de reflexionar de otra manera :

En la Fundación, recibimos a diario testimonios de violaciones de los derechos humanos. Y porque no podemos mantenernos pasivos, nos implicamos y unimos a su denuncia. Pero, aunque la ayuda humanitaria sigue siendo necesaria, no es la única respuesta a los problemas de nuestros tiempos.

En 15 años, hemos visto surgir una gran cantidad de asociaciones, ofreciendo y desarrollando un contrapoder de propuestas. Hoy, los testimonios procedentes de todos los continentes, anunciadores de proyectos locales, reflejan la lucha universal por construir una civilización en convivencia a escala mundial.

Inspirarse en otros ejemplos :

Los ejemplos de esos pueblos que reclaman otro mundo son muy numerosos. Con torpeza, sintiendo acercarse el peligro irreversible, en masa pero desorganizados, los contestatarios se dirigen hacia Seattle, para alertar a la opinión pública, todavía inconsciente, e incitarla a despertarse. En Porto Alegre, en el Foro Social Mundial, se ha dado ya un paso. Esos mismos contestatarios se presentan como artesanos de una sociedad humana pacificada.

Y avanzan hacia el desarrollo sostenible, la democracia participativa, la cultura de la paz, la educación solidaria. Están felices, contentos de trabajar en los distintos talleres, y se reúnen para cantar, bailar y festejar (nada que ver con la tristeza de los participantes de Davos).

La marcha zapatista de Méjico, en marzo del 2001, ha permitido a los Comandantes zapatistas dejar oír su voz en el Congreso. Pero, desgraciadamente, no han sido entendidos. En cuanto volvieron a sus casas, la ley aprobada fue vaciada de contenido; para los interlocutores institucionales y los zapatitas, la palabra paz no tiene el mismo significado y el proceso de paz tropieza con esa incompatibilidad.

La creación de un colectivo contra la impunidad en Burkina Faso, en enero de 1998, tras el asesinato del periodista Norbert Zongo, permitió la creación de una Comisión de Investigación, a pesar de que los instigadores del asesinato ni siquiera fueron molestados.

La marcha de las mujeres consiguió reunir más de un millón de firmas, sin embargo esa cuestión todavía no figura en el orden del día de los Organismos Internacionales.

Un artículo en primera plana del diario Le Monde titula: "Los pacifistas israelíes hacen retroceder al ejército que pretendía echar a los Palestinos". Deberían estar con nosotros y participar en nuestros encuentros.

Hay que buscar, localizar, reunir, para unir las voces pacíficas y volvernos omnipresentes.

La red mundial por la paz quiere rendir homenaje al movimiento pacífico vasco impulsado por Elkarri.

Reunidos aquí, nos preguntamos por las auténticas motivaciones de los actores del terrorismo.

- ¿Cuáles son sus criterios de designación de las víctimas?

- ¿Cómo eligen a la persona que se atribuirá el derecho de vida o de muerte sobre el ser humano elegido como blanco?

- ¿A qué nivel se toma dicha decisión y quién tiene la última palabra?

- ¿Existe alguna posibilidad de interpelar a los adeptos de dicha violencia, para conseguir algunas respuestas a estas preguntas? Hacerles escuchar que el debate es posible si es sincero (el debate permite a las aspiraciones expresarse y a la opinión pública construirse su propia opinión. Permite que los sufrimientos se exterioricen en lugar de enquistarse y generar rencores, odio y violencia).

- Si desconfían de nosotros, nosotros tenemos que confesarles que tenemos miedo. Pero estamos convencidos de que podríamos superar esos temores si pudiéramos hablar juntos, oír a los demás. Sólo actuando juntos podremos estar seguros de haber podido superarlo.

Estamos listos para el diálogo salvador.

 

- Intervención de Brendan Callanan

La búsqueda de la paz es uno de los esfuerzos humanos más nobles. Esto se debe a que la paz se manifiesta a través de las relaciones humanas generosas, cooperativas y reconciliadoras.

La paz tiene que ver con una mayor calidad de vida para, y entre las personas. Desde esta perspectiva, es una experiencia mucho más enriquecedora que la mera tolerancia, o la ausencia de guerra.

La paz siente, desde su raíz, un profundo respeto por la dignidad de todas las personas, y presupone hambre de justicia. Desde una perspectiva cristiana, es parte integral de la experiencia del reino de Dios.

La violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, atenta contra la dignidad de la persona, y es por lo tanto, inaceptable. El reto permanente para todos nosotros es alejarnos de actitudes y acciones que contengan la semilla de la violencia, y dirigirnos hacia el respeto por la dignidad de la persona, que como he señalado es la raíz de cualquier relación pacífica.

El reto de la construcción de la paz puede parecer a veces inalcanzable. Las estructuras políticas y las circunstancias históricas de un pueblo, pueden estar conspirando para prolongar una situación de relaciones fracturadas. Pero las cosas no tienen porque seguir siempre así.

Las personas dan lo mejor de sí mismas cuando mantienen el ideal de la paz, y trabajan por hacerlo posible. Por esto mismo, me gustaría felicitar a Elkarri por haber organizado esta Conferencia, por creer que es posible construir un futuro en paz, y por tener el coraje de embarcarse en un viaje de este tipo.

Finalmente, me gustaría también agradecer sinceramente a Elkarri el habernos invitado a este acto, y os deseo lo mejor en este gran reto.

 

- Intervención de Alec Reid

Es para mí un privilegio haber sido invitado para dirigirme a ustedes en este momento tan especial en el que Elkarri presenta su nuevo proyecto para una paz justa.

Siendo cristiano, creo que como resultado de la acción salvadora de Cristo, existe una paz de estas características. Que está ahí, esperando ser descubierta como un tesoro escondido en las montañas. Estoy convencido de que encontraréis una solución justa a vuestro conflicto.

Para ello, vuestra búsqueda deberá partir del espíritu más sincero, que es por encima de todo, el espíritu del diálogo. El diálogo en la construcción de la paz es una forma de comunicación en la que el primer y más crucial componente es el de la escucha. Escucha hacia las otras partes del conflicto, no tanto desde la cabeza sino desde el corazón, con el objetivo de comprender y empatizar con sus puntos de vista, necesidades, preocupaciones, miedos y motivaciones. De esta forma, se pueden alcanzar acuerdos, descubriendo lo que hay de verdadero y justo en cada una de las partes afectadas por el conflicto.

Cuando se llega a este punto, se ha descubierto un espacio para el acuerdo que, a través del diálogo permanente y de la negociación, se puede ensanchar más y más; hasta que al final, puede convertirse en la base para un acuerdo que deberá incluir nuestros derechos y los derechos del otro, de una forma interrelacionada que permita ser superado el problema.

Ésta fue la metodología de trabajo que utilizaron los partidos en Irlanda para abordar nuestro problema. Aceptaron como punto de partida que sólo había un camino para alcanzar un acuerdo democrático, y que este camino era el diálogo entre todas las sensibilidades afectadas por el conflicto. Un diálogo sin exclusiones que daría paso a unas negociaciones, que a su vez, pudiesen plasmarse en un acuerdo que recogiese los derechos de todos.

Después de muchos altibajos, obstáculos y retrocesos, ésta es la forma en la que consiguieron firmar entre todos lo que se conoce como el "Acuerdo de Viernes Santo".

Necesitaréis mucho valor, determinación, y, sobre todo, mucha esperanza para vuestro viaje en búsqueda de una paz justa. Habrá muchos obstáculos, algunos de los cuales parecerán insuperables. Pero, hablando desde nuestra experiencia de más de 30 años trabajando en el conflicto irlandés, puedo decir con absoluta seguridad que podréis superarlos todos si os mantenéis en el espíritu sincero y honesto del constructor de paz.

Aquellos que seáis cristianos compartiréis conmigo que trabajando por la paz, estáis trabajando junto a Dios, y que en consecuencia, existe una gran fuerza vital entre vosotros. Es la fuerza del Espíritu Santo, que siempre os acompañará proporcionado el valor necesario para concluir vuestra labor con éxito.

Aquéllos que no seáis creyentes, estoy convencido de que estaréis inspirados por la fuerza inconquistable del espíritu humano. Seguramente compartiréis conmigo que el poder de este espíritu no puede ser desaprovechado, hasta que hayáis sido capaces de triunfar.

He dicho al comienzo de mi intervención que éste es un momento bendito. Y digo esto porque vosotros y Elkarri sois constructores de paz. Por lo tanto, herederos del mensaje que como tales os convierte en hijos e hijas de Dios.

Me gustaría concluir con un saludo irlandés que en gaélico dice: "Beir Bua Agus Beannacht!", "Que conozcáis las bendiciones y alegrías de la victoria!".

 

- Intervención de John Hume

Siento no poder estar presente en su conferencia este fin de semana y les deseo el mayor éxito posible en la celebración de la misma. Por supuesto sé de qué van a hablar ya que nosotros tenemos cierta experiencia sobre cuestiones de conflicto en nuestra parte del mundo.

Permítanme empezar diciéndoles que tenemos que darnos cuenta de que, en cualquier conflicto del mundo, es la gente la que está dividida y no el territorio, y es esa misma gente la que goza de derechos y no el territorio. Cuando existe una división entre la gente, la violencia no juega ningún papel positivo a la hora de intentar unir a esa gente. La violencia conduce a divisiones aún más profundas y hace que los problemas sean aún más difíciles de resolver. Tampoco juega ningún papel positivo cuando a lo que aspira la población es al respeto de los derechos humanos, ya que el derecho humano más fundamental es el derecho a la vida y la violencia destruye precisamente ese derecho humano fundamental: el derecho a la vida.

Todos los conflictos, si los analizamos, dondequiera que se produzcan en el mundo, son causados por diferencias entre las personas, sean estas diferencias de raza, de nacionalidad o de religión.

Y las diferencias se superan integrándolas y respetándolas, y no luchando en nombre de ellas. Como he dicho a menudo, las diferencias son un accidente de nacimiento y nadie ha pedido nacer. Todos nacemos en distintas comunidades y por lo tanto la respuesta a las diferencias es respetarlas y no luchar en nombre de ellas.

Toda la humanidad se enriquece gracias a la diversidad. Si todos los humanos fuéramos iguales, si no hubiese diferencias, ¿en qué tipo de mundo viviríamos? Lo que quiero decir es que la respuesta a las diferencias es el respeto hacia ellas y éste es el primer principio de cualquier resolución en cualquier zona de conflicto: respeto hacia las diferencias.

En lugar de entrar en una dinámica de conflicto, los representantes de las distintas partes deberían reunirse, sentarse y empezar a dialogar.

Lo primero que tienen que decidir es su deseo de alcanzar un acuerdo y el primer principio de este acuerdo tiene que ser el respeto hacia sus diferencias. Posteriormente, deberán trabajar para crear un sistema de coexistencia o de instituciones democráticas, para garantizar que se respeten los derechos de todos los sectores de su pueblo y crear las circunstancias para que todos trabajen conjuntamente, en pro del interés común para poder desarrollar los derechos fundamentales, a través del desarrollo de los aspectos económicos y sociales de la comunidad donde residen, y así garantizar que Vds. mismos, sus hijos y sus nietos y la población en el futuro pueda ganarse la vida en su tierra de nacimiento, que pueda permanecer allí y que sea una tierra libre de disputa y de conflicto. Y la manera de hacerlo es sentándose y hablando, para poder alcanzar un acuerdo y, una vez alcanzado, presentarlo a la población para conseguir su aprobación y, a partir de ahí, respetar con total lealtad dicho acuerdo.

Lo que les he dicho es muy general pero se basa en nuestras propias experiencias y quiero reiterar lo que he mencionado al principio. La violencia no puede jugar un papel positivo y el terrorismo tampoco. Sólo hacen que el problema sea más difícil de resolver.

Y recuerden que el derecho humano más fundamental de todos es el derecho a la vida.

 

- Intervención de Victor Aierdi

Hoy no vamos a hablar de bloqueos, crisis, violencia, negativa al diálogo y todos los demás componentes del diagnóstico del problema que ya conocemos y padecemos. No vamos a hablar de estrategias locas. Vamos a hablar en primera persona del plural, de lo que estamos aportando y proponemos. Vamos a hablar de la Conferencia de Paz, hasta ahora y a partir de ahora.

El 11 de febrero presentamos aquí mismo, en el salón de abajo, ante 800 personas, el proyecto. Ahora, ocho meses después, en el salón de arriba ante el cuádruple de personas, vamos a hacer un primer balance de toda la fase de preparativos antes de recibir diferentes mensajes todos ellos muy pertinentes e interesantes y antes de presentar la fase de desarrollo.

Hay cuatro preguntas, que se repiten, que las personas de Elkarri deben responder varias veces a la semana y que son el guión de un balance permanente.

La primera pregunta es cómo va la Conferencia de Paz. La respuesta es clara y corta: la Conferencia de Paz va bien. Quizás esta imagen del Palacio Euskalduna, repleto, desbordado lo exprese mejor que mil palabras.

Esta parte del balance se parece a cuando estás subiendo una montaña, llevas ya bastante rato sudando y paras un momento, haces un alto en el camino, para contemplar todo lo que ya has subido, todo lo que ya has avanzado, has progresado. Y miras lo abajo que queda la salida y lo pequeño que se ve lo que antes parecía grande y lo cerca que están las cimas que antes parecían imposibles. A la Conferencia de Paz le pasa lo mismo: va progresando gracias al trabajo, el sudor, de muchas personas.

En la presentación del 11 de febrero hablamos de construir una mesa con cuatro patas y un tablero e hicimos una petición de ayuda: necesitamos colaboradores.

Pues bien, la mesa está construida. Hoy empieza a funcionar.

La colaboración ha rebasado/superado/desbordado las expectativas. El apoyo social al proyecto ha sido mayor del previsto. Si buscábamos 3000 colaboradores se han conseguido 4400. Si queríamos 40.000 apoyos se han conseguido 50.847.

Como es lógico, Elkarri quiere mostrar todo su reconocimiento y agradecimiento a estos miles de personas que han depositado su confianza y su ayuda a un proyecto, incluso antes de acabar de verlo del todo muy claro. A los que han invertido sobre el croquis de una mesa (no llega siquiera a plano) les queremos decir que hay muchas personas, fuerzas políticas y organizaciones que se van a esforzar, al máximo, para que esa inversión resulte rentable, como personas, como sociedad, como país.

Es bueno pensar qué significa todo este apoyo social. No es una casualidad, ni la consecuencia de un marketing oculto y sofisticado. Es algo más elemental. Significa dos cosas:

1) Que, afortunadamente, esta sociedad -una parte significativa de ella- tiene convicción suficiente, confianza en que todo esto puede cambiar. Piensa que es posible una solución, no ha tirado la toalla, no se ha rendido a la desesperanza o a la fatalidad.

2) Afortunadamente, además, esta sociedad tiene mucha energía, fuerza, ánimo, nervio, capacidad, voluntad y responsabilidad. En definitiva, que además de tener esperanza, está dispuesta a pelear, a mojarse, a arrimar el hombro, a luchar.

Todas las personas que han apoyado este proyecto deben ser conscientes de que con su apoyo, con toda esta fuerza, los obstáculos se han hecho mucho más pequeños como las casas del valle, vistas desde la parte de arriba de la montaña.

Pero mejor que yo van a expresar sus motivaciones unas cuantas personas, muestra de todas estos miles que han aportado su firma y sus mil pesetas. Vamos a ver un video que dura cinco minutos con el rostro humano de este proceso de paz, la cara de la ilusión, la esperanza en imágenes.

Ya somos muchos, los que apoyamos este proyecto, pero además, no estamos solos. Este proyecto ha recogido apoyos muy significativos y de prestigio. Ya se han constituido tres Comités de apoyo: en Bruselas, en Catalunya y este semana se ha hecho público el Comité de Honor. Próximamente se presentará el cuarto, el Comité de Madrid. Y quizás llegue alguno más.

Qué significa que personalidades tan diversas y referentes europeos, catalanes y mundiales apoyen este proyecto.

"Piensa global actúa local" dice el principio universal. La paz en general necesita en lo concreto defender la bandera de la no-violencia, el diálogo y el respeto a la voluntad popular y aplicarlo. En este caso, lo local también suma con lo universal. Nuestro modelo lo comparten importantes referentes de la construcción de la paz y de la vida socio-política madrileña/española, catalana, europea, mundial.

¿Por qué le damos tanta importancia a los apoyos? Cada cosa es lo que es. Este proyecto nace como iniciativa social. Necesita refuerzos. Necesita crecer en autoridad.

Una buena idea sin apoyos es como aquella parábola de sembrar en el desierto y a la intemperie. Tiene pocas probabilidades de progresar y subsistir. Por contra, un gran apoyo a una mala idea o a la falta de ideas puede conducir al fanatismo o a la guerra.

Este proyecto de Conferencia de Paz ha tratado de combinar en todo momento una buena idea con unos buenos y sólidos apoyos.

Es lo que hemos hecho siempre. Recorrer el mundo buscando ideas y apoyos. Buenas ideas y buenos apoyos. No para copiar procesos sino para aprender de sus principios. Se puede considerar que con estos apoyos recibidos, el proyecto es mucho más fuerte, más sólido, más blindado.

En la presentación del proyecto hablamos también de otras patas de la mesa. Están todas en su sitio.

Hay un equipo moderador, una metodología de trabajo y unas participaciones confirmadas. Queremos también reconocer en todo su valor y agradecer a todos los que han confiado en este proyecto, especialmente a las fuerzas políticas hoy aquí presentes. Esperamos responder adecuadamente a esa confianza.

Para completar este balance hay otras preguntas que se repiten. La segunda es cómo están las cosas. Las cosas están más o menos como siempre.

No hay datos ocultos. Lo realmente importante y destacable es que hay una gran mayoría que sigue creciendo y que apuesta claramente por cambiar y superar los obstáculos que impiden este cambio. La tercera pregunta es entonces, cuáles son las perspectivas. La respuesta es: Nosotros no somos partidarios de repetir lo que ya ha fracasado.

Aquí hay un proyecto, aquí hay un impulso social que quiere ser revulsivo político. Un proyecto que quiere generar espacios de confianza, oportunidades para cambiar las cosas.

Un buen proyecto, buen apoyo social, buen apoyo del exterior, un buen plan de trabajo y un compromiso de buena gestión de los apoyos y del proyecto. Esas son nuestras perspectivas, es decir, razonablemente esperanzadas.

La cuarta y última pregunta es: hasta cuándo vais a seguir peleando. La respuesta es: mientras siga habiendo una mayoría social en estas coordenadas de no-violencia, diálogo sin exclusiones y respeto a la voluntad popular.

Y añadimos una promesa que a la vez es un aviso: No vamos a parar hasta que se sienten todos, primero, y hasta conseguir resultados, después. Vamos a seguir insistiendo. Palabra de Elkarri. O que es lo mismo, tenacidad + perseverancia + paciencia.

Para terminar, en nombre de los miembros activos de Elkarri anónimos de barrio, de pueblo, lo que antes se decía militantes, muchas gracias a todos.