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El Correo 4 6 2001

ENTREVISTA CON JONAN FERNÁNDEZ, COORDINADOR DE ELKARRI

Con violencia no es posible una solución, pero sin EH tampoco"

Anuncia que la próxima conferencia de paz de Elkarri "no buscará un acuerdo sobre la solución, sino sobre el camino" "Hace falta una revisión crítica de los pactos de Ajuria Enea y Lizarra sin prejuicios y mirando al futuro", sostiene

ALBERTO SURIO SAN SEBASTIÁN

"Es fundamental el papel del socialismo"

Jonan Fernández había pronosticado en privado unos resultados electorales bastante similares a los del 13-M. Convencido de que se abre un ciclo nuevo, el coordinador de Elkarri aboga por consensuar una metodología flexible de diálogo para propiciar propuestas de integración política, "una revisión crítica de Ajuria Enea y Lizarra sin prejuicios y mirando al futuro".

-¿El movimiento Elkarri sale reforzado con el escenario creado tras las últimas elecciones autonómicas?

-No hacemos una interpretación de los resultados en esos términos. Lo que se ha reforzado es un mensaje social de no violencia y de diálogo. En relación a Elkarri, lo que estaba en juego era si nuestra forma de leer o de interpretar a esta sociedad estaba siendo más o menos ajustada a la realidad, y creo que no hemos andamos muy desencaminados.

-¿Cuáles deben ser los ejes de actuación de cara al futuro y qué papel tiene la sociedad vasca?

-Un papel muy importante. Mientras se sigan produciendo hechos de violencia, la sociedad debe seguir manifestando su oposición a la misma. Debe hacerlo por dignidad, por acompañamiento a las víctimas y también para transformar y metabolizar el sufrimiento y la rabia en un acontecimiento cívico constructivo. El papel de la sociedad también es fundamental en la exigencia a la política de diálogo y de actitudes resolutivas y cooperativas. Una sociedad que no mantenga una actitud de esperanza activa y exigente deja sin masa crítica el proceso de solución dialogada.

Metodologías flexibles

-Ibarretxe ha dicho que hay que dialogar con todos, pero desde una premisa clave: el respeto al derecho a la vida. ¿Entiende que, en la preparación de una primera fase, no participe EH mientras no se desmarque de la violencia? ¿Vamos a una mesa de diálogo multipartita modelo Irlanda?

-Podemos aprender mucho de Irlanda, pero sin mimetismos. Este es un momento en el que hay que ser flexibles con las metodologías, y tal vez convenga establecer categorías diferentes entre lo que es diálogo, por una parte, y lo que es negociación de acuerdos y de compromisos, por otra. Digo esto porque va a ser necesario gestionar una contradicción aparente: sin el concurso de EH, no es posible la solución; y con violencia, no es posible negociarla o pactarla. Creo que el diálogo entre las fuerzas políticas hay que mantenerlo entre todos y en todas las circunstancias, especialmente, con carácter preparativo. Otra cosa es negociar acuerdos, y otra cosa es el diálogo institucional o para la gobernabilidad. En estos casos, como ha ocurrido en Irlanda con los 'principios Mitchell', es necesario renunciar al uso de la fuerza u oponerse a que la utilicen otros.

-Se argumenta que, mientras persistan las pistolas, el diálogo no será democrático.

-Lo que no sería democrático es pactar cambios bajo amenaza o sin contar con la voluntad democrática y mayoritaria de la sociedad, pero el diálogo no significa eso. El diálogo significa utilizar lo mejor del ser humano para explorar en la parte de verdad que siempre hay en los 'otros' las posibilidades de una solución democrática. Significa también aceptar que hay problemas por resolver. Afortunadamente, esto es así aquí, y en muchos lugares del planeta a lo largo de la historia.

Consenso elemental

-¿Cuál es su objetivo con la conferencia de paz?

-Lograr un consenso elemental sobre el procedimiento o el método que podemos compartir la sociedad y los partidos políticos para la paz y la normalización de la convivencia política. No buscamos un acuerdo sobre la solución, sino sobre el camino. En otras situaciones de violencia y de conflicto político bloqueado, los primeros acuerdos no se centran en las soluciones, en el 'qué', sino en la agenda, en el 'cómo'.

-¿Participarán los socialistas y el PP?

-Nuestro deseo es que todos puedan participar y nuestro empeño es que encuentren una fórmula de participación a su medida, porque va haber muchas posibilidades.

-Si, como dice Ibarretxe, lo que hace falta es cocina discreta y mucha trastienda, ¿no es un contrasentido propiciar la puesta en escena solemne y publicitaria de una conferencia de paz?

-No va a haber ninguna puesta en escena de mesas ni de reuniones de partidos políticos. Nos parece contraproducente. La conferencia de paz va a tener un foro público en el que personalidades, pensadores, expertos, puedan ofrecer sus reflexiones de manera abierta y pública. Paralelamente, un equipo moderador, durante varios meses y sin ninguna publicidad, hará un trabajo de exploración y de estudio de consensos y disensos que, a principios del próximo año, presentará a los partidos políticos. Ese será el momento en el que cada una de las fuerzas políticas podrá decidir si el material que les ofrecemos tiene o no tiene interés para avanzar un paso más. Por eso hablamos de proceso de conferencia de paz. Todo esto se iniciará el 1 de octubre y lo evaluaremos el 31 de marzo.

-¿Cuáles deben ser las bases de la nueva metodología? ¿Diálogo multilateral, sin límites y sin exclusiones?

-A estos conceptos añadiría el de la distensión y la no-violencia y la perspectiva de proceso. En definitiva, un proceso de diálogo y no-violencia sin impaciencia y sin intransigencia.

Tiempo de reflexión

-Superar Lizarra y superar Ajuria Enea. ¿Cómo se concibe eso?

-Del período de Ajuria Enea debemos aprender que el aislamiento de la izquierda abertzale después de 10 años no nos acercó a las soluciones. De Lizarra debemos aprender que un proceso que se inicia con una insuficiente pluralidad tiene pocas posibilidades de llegar a la meta. Hay que hacer una revisión crítica de Ajuria Enea y de Lizarra sin prejuicios y mirando al futuro.

-¿Cómo valora el retroceso de EH? ¿Qué consecuencias tendrá en la evolución del mundo de la violencia?

-En mi opinión, estos resultados representan, fundamentalmente, un mensaje de la sociedad en relación a los medios, y no a los fines. No sé que consecuencias van a tener, creo que es un poco pronto para saberlo, pero, como mínimo, ya están produciendo un proceso de reflexión y lectura de su significado dentro de la izquierda abertzale.

-¿Se ha convertido Elkarri en el asesor de cámara del Lehendakari Ibarretxe?

-Esto es falso. En el mejor de los casos, forma parte de una rumurología sin fundamento; y en el peor, una maldad de alguien que haya tenido interés en divulgarla.

-¿Cómo valora la reacción de Aznar y del PP ante la nueva situación vasca?

-Este cambio de ciclo tiene un valor normativo y negarse a aceptarlo es negarse a aceptar la realidad. Todo el mundo tiene que revisar sus estrategias después del 13 de mayo. También el PP y también el propio Aznar.