Algunos argumentos acerca de la conveniencia de convocar una concentración-manifestación-acción antifascista, antirracista, antixenófoba, contra la policía, contra la europa del capital y el acuerdo schengen.


En estos días están ocurriendo una serie de acontecimientos en la sociedad española y en el entorno de la Unión Europea que nos animan a hacer esta propuesta.
Mientras Aznar vocea en la Europa del capital para "condenar" con la boca pequeña el pacto entre la derecha y la ultra-derecha austríaca, en la trastienda de esa cacareada "sociedad bien" suceden una serie de acontecimientos que nos ponen los pelos de punta.
¿Cómo se puede criticar a Jörg Haider en Europa, mientras en el Estado español se da una cobertura legal y en muchos casos económica, a fascistas como Ynestrillas y sus seguidores -que comparten el mismo ideario racista y xenófobo que los austríacos, que los franceses…-, a las hinchadas futbolísticas que exponen banderas nazis, preconstitucionales, y todo tipo de simbología fascista en los campos de fútbol, llegando incluso a matar y apalear en sus cacerías a personas que son, piensan o visten diferente? ¿Cómo se puede consentir que el Ayuntamiento de Madrid se pavonee de tener expuesta en el centro de la ciudad una estatua ecuestre de Franco, el genocida dictador que sometió a tres años de guerra y casi cuarenta años de dictadura al pueblo, practicando el asesinato y la persecución a todos los niveles, o el mausoleo de "El Valle de los Caídos", construido con la sangre y la vida de miles de presos y presas republicanas y/o anarquistas? ¿Cómo se puede autorizar que calles, plazas y colegios públicos sean llamados con una retahíla de nombres de ilustres fascistas -Franco, Sanjurjo, Mola, Primo de Rivera…- a lo largo y ancho de la península? ¿Cómo se puede consentir en la "Europa de las Libertades" que los "gobiernos democráticos" de sus países miembros hagan una apología del terrorismo, del fascismo y de la violencia tan burlesca, prepotente, aberrante e irrespetuosa como la del Estado español?

En "El Ejido", Almería, la policía se inhibe de intervenir ante las cacerías de magrebíes que son apaleados por hordas de personas enloquecidas, sin control, que destruyen a su paso sus medios de vida -locales, negocios que son destrozados y saqueados, furgonetas…-. Los medios de comunicación asocian binomios como inmigrante/delincuente-violador-ladrón-violento, justificando las reacciones fascistas de esa mayoría de población autóctona, a la que se suman asociaciones nazis organizadas para participar en la cacería. Lo que está ocurriendo en Almería ha ocurrido o podría ocurrir en Terrasa, Lavapiés, Getafe, en cualquier barrio de cualquier localidad.

En las filas de inmigrantes que intentan regularizar su situación para poder sobrevivir en las migajas de la España de las "Stock Options", la policía se aplica con contundencia, fuerza y violencia para que la ley y el "orden social" sean restablecidos.
El racismo institucional es legal. La policía es un instrumento para salvaguardar los intereses de los poderosos. Los políticos representan su papel en el espectáculo circense de la democracia de esa monarquía parlamentaria impuesta bajo amenaza de fascismo.
La posibilidad de repetir gobierno anima al Partido Popular a mostrar ante los medios de comunicación su cara menos violenta, y a justificar lo ocurrido por no tener una Ley de Extranjería más restrictiva; la "izquierda progresista" (¡tremendo eufemismo!), presa del mismo espectáculo, rentabiliza a las víctimas para conseguir votos.
Los trabajadores inmigrantes han hecho posible que una población que era de las más pobres de Andalucía haya pasado a tener un alto poder adquisitivo, gracias a la inhumana explotación y a los salarios de miseria que reciben, trabajando sin contratos, sin seguridad social, sin ninguna garantía, sin posibilidad de no agruparse con sus familias por carecer de "papeles". Estas condiciones las conocen los sindicatos pero no se sienten responsables de lo que ahora ha ocurrido porque presuponen que estas personas no tienen derechos, porque ell@s no son "clase obrera". Porque en definitiva, están convencidos de que éstos no les votaran en las elecciones sindicales de las que una élite saldrá elegida para seguir compartiendo con los empresarios el dudoso honor de vivir a costa del plustrabajo y del trabajo esclavo de estos nuevos ejércitos de reserva.
En la Europa de Maastricht se invierten miles de millones de euros para proteger las fronteras con alambradas y cámaras de videovigilancia, se crean cuerpos policiales ad hoc autorizados para fichar y vigilar con todos los medios a su alcance a todo bicho viviente -que no cotice en bolsa, principalmente en los valores tecnológicos- y se regula una legislación -o acuerdos- que permiten dar un soporte legal a actuaciones que vulneran los derechos humanos desde cualquier prisma.
Mientras, a diario, en nuestras calles, barrios y ciudades, la policía se aplica a fondo contra la población "sospechosa" y molesta, contra l@s inmigrantes, contra l@s jóvenes, contra quienes se niegan a admitir este estado de cosas como la mejor de las opciones posibles. Los gastos militares y policiales se disparan a la par que se ven reducidos los gastos en bienestar social que entre otras cosas, deberían fomentar actitudes de convivencia y de respeto a las diferencias y activar de forma preventiva unos valores que impidiesen que lo sucedido en "El Ejido" pudiera ocurrir. Pero no, es mejor desembarcar en las escuelas y universidades para inculcar a l@s niñ@s y jóvenes las bondades del ejército y los valores militaristas más aberrantes, bajo una terminología -intervenciones humanitarias, misiones de paz, una nueva OTAN- que encubre perniciosos objetivos.

Estamos hart@s de tanta mentira y tanta violencia. Estamos hart@s de la hipocresía de estos gobernantes mediocres y de toda la clase política, de los medios de comunicación de masas y de las manos blancas y lazos azules. No nos gusta el circo. Ni siquiera el "Cirque du Soleil" Es el momento de dar continuidad a la lucha antifascista, antirracista. Es un buen momento para entablar relaciones con otros grupos -entre otros, con los colectivos de inmigrantes con los que tantas veces hemos expresado el deseo de trabajar conjuntamente, con redes como el Movimiento Anti-Maastricht, que lleva años denunciando las consecuencias de la construcción de esta Europa de las injusticias vertebrada por el capital, con el "área de la autonomía", con los grupos que confluyen en la Semana de Lucha Social…- y construir redes de solidaridad y resistencia para lo que se nos avecina. Debemos fortalecer nuestros contactos y procurar que el mestizaje y el apoyo mutuo entre las diferentes luchas vaya más allá de lo esporádico.

Es un buen momento para denunciar los gastos policiales y militares. Es un buen momento para denunciar la violencia y el racismo estructural-institucional.
Es un buen momento para denunciar la Europa Fortaleza y la violencia de las políticas monetarias que nos conducen a sufrir miserables condiciones de vida ordenadas por el imperio del capital. Es un buen momento para denunciar las violaciones de los Derechos Humanos que se cometen a diario, especialmente en las situaciones que están aconteciendo estos días.

La convocatoria del Domingo 13 en la Puerta del Sol de Madrid es una movilización espontánea, motivada por la rabia, por la necesidad de justicia y de denuncia, para impulsar valores antagónicos a los continuamente recreados por esta sociedad violenta. Pero no es suficiente. Desde abajo, desde las redes y grupos anclados en lo social, deberíamos impulsar una movilización conjunta, abierta, en la que se puedan expresar todos estos contenidos -y más…- y tomar la calle contra el racismo, la violencia, las mentiras del sistema y a favor de una sociedad multiétnica, multicultural y diversa.

Estamos impulsando esta propuesta en diferentes redes y grupos. Si te/os parece interesante y oportuno, podéis poneos en contacto a través de nuestra dirección electrónica -triton@nodo50.org- y/o en nuestra dirección postal -Apdo. 13. 28901. Getafe. Madrid-.

Tritón. Febrero' 00