Para esta asociación, proyectos como éstos que ahora tanto proliferan en nuestra provincia, constituyen un claro ejemplo de insostenibilidad social, ambiental y económica, al tratarse de actuaciones con una desmesurada demanda de agua en una región cuyos principales acuíferos se hallan sobreexplotados.

Ecologistas en Acción considera el agua el principal inconveniente de este proyecto, por lo que en sus alegaciones resalta la contradicción que a su juicio suponen proyectos de esta índole, grandes consumidores de agua, frente al esfuerzo colectivo que la sociedad y las instituciones castellano-manchegas vienen realizando en la última década para ahorrar un recurso que resulta vital para el futuro de la región, a través del Plan de Compensación de Rentas, el cual ha supuesto una inversión de más de 30.000 millones de pesetas de los contribuyentes. El agua que con tanto esfuerzo se ha ahorrado durante estos años es la que ahora se pretende despilfarrar con iniciativas como ésta.

Por otro lado, Ecologistas en Acción entiende que la modificación de la concesión de uso del agua que la Comunidad de Regantes del Embalse del Estrecho de Peñarroya hace alegremente a la finca es absolutamente irregular, por no ser competente para ello al suponer ésta una modificación de uso (pasando del agrícola al turístico recreativo) y una ampliación en la práctica de la zona regable de Peñarroya, aspectos ambos que contravienen tanto la concesión de la propia Comunidad de Regantes, como la normativa de aguas vigente.

Además, la reclasificación urbanística de la zona que el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba pretende llevar a cabo para posibilitar la construcción de este complejo turístico, supondrá la total e irreversible destrucción de un paraje natural emblemático para las poblaciones vecinas, lo que a juicio de este grupo ecologista atenta contra la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha, toda vez que la zona es el hábitat en diversas fases de su ciclo vital de especies catalogadas como "en peligro de extinción", "vulnerables" y "de especial interés" en el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha. Tal es el caso del águila perdicera, la avutarda, el sisón, el ratonero común o varias clases de aguiluchos, entre otros.

Ecologistas en Acción también manifiesta su preocupación por la total limitación del paso de los vecinos por los caminos públicos que surcan la zona, extremo éste que ni siquiera llega a mencionarse en el estudio de impacto ambiental del proyecto, y que debiera ser debidamente explicado a los vecinos de las poblaciones afectadas antes de que se produzcan los desvíos que sin duda se realizarán para garantizar la privacidad del complejo y el normal desarrollo de sus actividades.

Finalmente, Ecologistas en Acción alega los numerosos defectos de forma que contaminan todo el procedimiento, empezando por la propia definición errónea del mismo (pues en modo alguno se trata de un Plan de Ordenación Territorial como se afirma), la inexistencia de un estudio de alternativas, o de un verdadero plan de vigilancia ambiental que no se limite a decir, como se hace, que se va a cumplir la ley. Por todo ello, Ecologistas en Acción solicita a la Dirección General de Calidad Ambiental que informe negativamente el proyecto por suponer un modelo de desarrollo incompatible con la actual ordenación territorial de esta área, y la situación de sobreexplotación de los ecosistemas acuáticos superficiales y subterráneos, además de las irregularidades cometidas en lo referente a la concesión del agua y el propio modelo de ordenación previsto y, en definitiva, por atentar gravemente contra la conservación del medio natural y de especies faunísticas catalogadas.

Documento íntegro: Alegaciones EIA "Las Pachecas 2005"