Ecologistas en Acción rebate las afirmaciones del alcalde de Argamasilla de Alba sobre el proyecto urbanístico de Las Pachecas  
(Ecologistas en Acción - Ciudad Real, Octubre de 2003)


Argamasilla de Alba - Recientemente, un diario de Ciudad Real ha publicado una crónica que recoge unas declaraciones del alcalde de Argamasilla de Alba, José Díaz-Pintado Hilario, relativas al proyecto urbanístico de Las Pachecas, que un empresario quiere construir en el término municipal de esta localidad. En dicha crónica —que en ningún momento incluye nuestra opinión, pese a mencionarnos en un par de ocasiones—, el alcalde hace una serie de afirmaciones que Ecologistas en Acción no puede compartir.

1. Se dice que dicho proyecto no supondrá deterioro alguno para el entorno, llegando a afirmar que incluso éste será mejorado con las obras. Dicha afirmación resulta increíble, toda vez que el complejo consiste nada menos que en la construcción de dos campos de golf, 300 viviendas con sus 300 piscinas, un hotel de 200 plazas, aeródromo, hipódromo, tentadero, club social, superficie comercial y otras instalaciones anexas —todo ello con sus correspondientes viales, canalizaciones de agua potable, suministro eléctrico y evacuación de aguas residuales, etc.—, previsible vallado de la zona y consecuente corte y desvío de caminos públicos.
En definitiva, se quieren reconvertir 1.200 hectáreas de suelo rústico (agrícola y forestal) en urbanas, motivo por el cual el Ayuntamiento argamasillero se ve obligado a reclasificar los terrenos. Ello supone en resumidas cuentas la creación de un nuevo núcleo de población VIP —por cierto, totalmente autosuficiente— donde antes no lo había, por lo que asegurar que el entorno natural se verá mejorado puede calificarse de grotesco.

2. Según el alcalde de Argamasilla, el consumo de agua será mínimo, “menos que un barrio de Tomelloso sin ir más lejos”, en el caso de chalés y hotel. Sin embargo, según datos de la propia empresa promotora, el consumo de agua —que se pretende captar directamente del embalse de Peñarroya, en el parque natural de Las Lagunas de Ruidera— será superior al medio hectómetro cúbico. Dejando de lado lo optimista de estos datos, cabe señalar que la mayor parte del volumen de agua extraído se quiere llevar fuera de los límites de la zona regable de dicho embalse, ampliando de facto la extensión de dicha zona y conculcando por tanto lo dispuesto en la concesión de derechos otorgada por el Órgano de Cuenca a la Comunidad de Regantes, la cual prohíbe taxativamente trasvasar agua del pantano de Peñarroya fuera de los citados límites establecidos.

Por otro lado, esta asociación ya denunció públicamente en su día el procedimiento claramente irregular con el que se estaba intentando modificar el uso del agua, pasándolo de agrícola a ocio sin cumplir con los requerimientos, tramitaciones y garantías que impone la ley.

Al día de la fecha el futuro proyecto no dispone de derechos de agua legalmente otorgados para su puesta en marcha, siendo éste el primer requisito que, a nuestro juicio, debería exigir el Ayuntamiento a la empresa promotora, antes de iniciar un procedimiento de reclasificación de terrenos para que luego, tal vez, todo quede en nada por falta de agua.

3. Como es habitual en este tipo de proyectos, lo primero que se nos “vende” es el alto número de puestos de trabajo que se generarán. Estas afirmaciones suelen basarse simplemente en las promesas de los promotores. En este caso, sin embargo, ni siquiera es así, porque si bien el alcalde de Argamasilla de Alba habla de al menos 500 puestos de trabajo, no es menos cierto que un miembro de su equipo de gobierno aseguró a esta asociación que los puestos “comprometidos” por el empresario era en un principio sólo 50. En todo caso, cabe señalar que el proyecto no recoge ningún apartado relativo a esta cuestión, por lo que resulta sorprendente la facilidad con la que algunas personas se convencen de lo beneficioso que el proyecto resultaría desde el punto de vista de la generación de empleo.

4. Por último, no podemos dejar de rechazar la afirmación del alcalde de que “oponerse a la construcción de este complejo turístico es un disparate y atenta contra el progreso y el desarrollo de la villa”. Éste no deja de ser el típico argumento populista y demagógico de quienes quieren hacer creer que sólo ellos poseen las claves del futuro de su pueblo y la preocupación por el mismo, mientras que los que opinamos en forma distinta, o estamos equivocados u obedecemos a intereses inconfesables. Insinuar como se ha hecho que pretendemos que el proyecto se construya en otro pueblo, resulta especialmente inaceptable en este caso, toda vez que esta asociación lleva años oponiéndose a otros proyectos de similares características dentro y fuera de nuestra provincia, como el Reino de don Quijote, en Ciudad Real.

 
Más Noticias de este Año

Página Principal Castilla-La Mancha

Página Principal Albacete