Ante el nuevo trazado de AVE a Valencia
ECOLOGISTAS EN ACCION DENUNCIA LA ERRATICA
PLANIFICACION FERROVIARIA DEL GOBIERNO

La propuesta de Cascos multiplica los impactos ambientales y el coste económico y conducirá a la marginalidad la comunicación ferroviaria en el eje Madrid-Alcázar de San Juan-Albacete  
(Ecologistas en Acción, 16 de Junio de 2.000)

Ante el anuncio del nuevo titular de Fomento de un nuevo trazado para el AVE Madrid-Valencia, Ecologistas en Acción quiere denunciar la errática e irresponsable política de transporte ferroviario que viene desarrollando el Gobierno. Efectivamente, la nueva propuesta de trazado se suma a los dos estudios informativos precedentes, en los que se han presentado más de 12 alternativas (antes de los 6 trazados actuales -que ahora parecen quedar abandonados- ya se presentó otro estudio informativo con otras alternativas).

Esta caótica situación demuestra para Ecologistas en Acción que no existe un programa coordinado de actuaciones dirigido a cubrir las principales necesidades en materia de transporte ferroviario, sino por el contrario, que se sigue una política de grandes promesas de infraestructuras más ligada a intereses electorales, de compromisos políticos o de negocio para las grandes constructoras.

En un primer análisis del trazado propuesto, aunque no se conoce en detalle, sí que se puede señalar que multiplica los inconvenientes a los que en su día se argumentaron contra los trazados de Arias-Salgado. La propuesta del Sr. Cascos es un remedo en el que se suman las opciones norte e integral en un mismo proyecto. Sin duda, este planteamiento implica un coste económico muy superior a las previsiones hasta ahora manejadas y un impacto sobre el medio ambiente doblemente crítico.

Sorprende que el Ministro argumente para descartar la salida hacia el norte de Madrid que se afectaría espacios de interés ecológico, e ignore que los trazados propuestos ahora a lo largo de Castilla-La Mancha suponen impacto ambiental muy superior.

Por otra parte, el Sr. Cascos no ha contestado a las alegaciones de Ecologistas en Acción en el sentido de analizar la opción de mejora de la red existente, una alternativa en la que ya se han invertido más de 60.000 millones de pesetas y que,
de completarse permitiría ahorrar una enorme cantidad de dinero, obtener tiempos de desplazamiento muy competitivos (2,5 horas Madrid-Valencia), aparte de tener un impacto ambiental muchísimo menor, y, lógicamente, unos precios de los billetes mucho mas asequibles.

La realización de este trazado en alta velocidad supondrá ahondar en la dinámica actual, en la que la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona absorve la mayor parte del presupuesto para infraestructura ferroviaria.
Sin embargo, hay que destacar que durante el pasado año Cercanías puso en servicio una media de 2.700 trenes diarios: Regionales 600; Grandes Líneas 300; Transporte Combinado 100; y Cargas 435; mientras que la Alta Velocidad sólo fueron 65 servicios diarios, por lo que la rentabilidad social de tan grandes inversiones es más que discutible. En este sentido, el corredor ferroviario actual que une Madrid-Alcazar de San Juan-Albacete-Levante, será conducido a la marginación, ya que las inversiones y esfuerzos en la zona se centrarán en la alta velocidad, dejando a la actualmente más rentable línea de RENFE como mucho en línea de transporte de mercancías.

Por otro lado, para Ecologistas en Acción, el AVE es incompatible con un modelo equilibrado y descentralizado del territorio. Su utilidad se limita únicamente a la comunicación rápida entre grandes urbes, primando un tipo de viajero de alto nivel, y a lo que se subordina un grave deterioro ambiental y la desconexión entre localidades de menor población. La propia infraestructura supone una barrera física que corta los accesos entre pueblos, divide términos y separa fincas y predios.

Con el objetivo de alcanzar velocidades de 350 km/h -una velocidad para la que no existen trenes comerciales en ningún lugar del mundo- las características geométricas de los trazados de las líneas férreas tienen que ser muy rígidas, con radios mínimos de 7.000 metros y pendientes muy reducidas. Por ello, tanto la ocupación del mucho terreno que hace falta para ubicar la infraestrutura, como el efecto de barrera física implica un impacto muy grave, en especial sobre los espacios naturales de interés, sobre los suelos, los ríos y arroyos, la vegetación y la fauna.

De esta manera, y con la debida cautela por la falta de cartografía precisa, la nueva propuesta del ministro afectará seriamente a espacios de gran interés natural como: en Madrid, las vegas y carrizales del Tajo; en Castilla-La Mancha, la Serranía baja de Cuenca, Las Hoces del Cabriel, o los llanos de Albacete; en Valencia, el entorno de la Muela de Cortes y los pinares de Requena, una enorme porción de huerta y la Albufera.
 

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