Tras las explicaciones dadas ayer por la Consejer¡a de Agricultura y Medio Ambiente durante la celebración del Consejo Asesor de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, ha quedado totalmente claro, a juicio de Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha, que el aeropuerto de Ciudad Real es inviable en la ubicación planteada por los promotores del proyecto y que afectaría gravemente a la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), denominada "Campo de Calatrava".

La ZEPA fue propuesta en el año 1.997 por la Junta de Comunidades a la Comisión Europea y ha pasado a formar parte de la red de espacios protegidos europeos NATURA 2.000. Para estos espacios, como confirmó ayer el Consejero de Agricultura, la normativa europea mantiene un régimen de protección muy estricto que implica evitar la afección a la integridad territorial de las zonas y de las especies prioritarias que las habitan. Sólo en casos muy excepcionales se podría plantear el estudio de variación o afección de una ZEPA, y ‚éstos deben cumplir dos condiciones simultáneas, que se trate de proyectos de significado interés público y que, además, no exista una solución alternativa viable.

El proyecto de aeropuerto de Ciudad Real no reúne ninguno de estos requisitos al responder a una iniciativa privada y al resultar evidentes las posibilidades de ubicación alternativa que ofrece un terreno llano, tan propicio para la ubicación de un aeropuerto, como es la zona de La Mancha.

Estos datos son tan incontestables que, según ha podido saber Ecologistas en Acción, los promotores ya fueron obligados por el Ministerio de Medio Ambiente a retirar el proyecto inicial por que en las condiciones que planteaban se hubieran visto abocados a una declaración de impacto ambiental absolutamente negativa. Por su parte, la propia Consejería de Agricultura y Medio Ambiente confirmó ayer lo que hab¡a manifestado por escrito a Ecologistas en Acción, que "no puede existir ninguna iniciativa de la Consejería para modificar la ZEPA".

Por su parte, ayer los miembros del Consejo Asesor de Medio Ambiente mostraron su preocupación por el hecho de que este proyecto pueda afectar a una zona protegida y su extrañeza porque los promotores no planteen una ubicación alternativa al proyecto.

En Toledo a 24 de marzo de 2000